lunes, mayo 08, 2017

Mes de María - Día 8

"No temas recibir a María"
Texto: Mateo 1, 18-25

“Lo escuchamos en este evangelio. Allí se nos decía que lo engendrado en el seno de su esposa era obra del Espíritu Santo; que debía ponerle el nombre de Jesús al niño que ella alumbraría, y que no tema llevar a su casa a María, su esposa. Y cuando José se despierta hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado y recibió en su casa a su esposa.
Desde el punto de vista puramente natural? ¿Acaso no han sellado literalmente una Alianza Jesús con María, la Sma Virgen con San José y este último con ambos? El Dios vivo los reunió y mantuvo en una comunidad familiar extraordinariamente delicada y profunda.(Para nosotras –PJK)
Formaron un hogar,. . .  “¿Qué es el hogar? ¿En que pensamos al hablar de hogar? Si nos preguntamos que ha sido lo que más profundamente ha formado nuestro hogar, debemos decir que fue el cobijamiento, la seguridad, el amor, que con total naturalidad recibimos de ese lugar, de esas personas.
Un lugar, para ser un hogar necesita cobijamiento y amor. No necesitamos mirar muy lejos de nosotros para ver como el hombre de hoy se siente acosado, inseguro, solo, sin paz; para comprobar que buscan hogar.
Desde el Santuario de Schoenstatt, Dios ha respondido a ese grito, regalando hogar a través de María.
Allí la Madre Tres  veces Admirable se ha erigido su trono. Allí nos dará cobijamiento, paz y seguridad. Allí quiere vincularnos, no solo a ella misma, sino a la Santísima Trinidad, y con ellos a todos los que hasta ella llegan.
En un mundo lleno de inseguridad, ella nos da cobijamiento; en un mundo intranquilo, nos da paz; en un mundo falto de amor y lleno de odio, nos da su amor. 
Cuando nos sentimos amados y seguros, cuando experimentamos amor y cobijamiento, cuando creemos que un tu vivo nos ama y nos ha acogido, solo entonces tenemos hogar y solo entonces comenzamos a hacernos santos.
Confiados y esperanzados nos dirigimos a ella pidiendo esa gracia para nosotros mismos y para muchos hombres. “(María si fuéramos como Tu – PJK)

ORACION

Como la avecilla, que no abandona su nido, ronda nuestro amor en torno al lugar santo.
Donde la lámpara del Santísimo arde y jamás se extingue, se consume nuestra alma para desposarse contigo.
Por todos los medios queremos arrebatar el mundo y los corazones hacia el cielo, hacia el Padre.
Desde el altar nos dirigimos, Señor, a dar forma a la vida cotidiana.
Por nuestra Reina, Soberana de Schoenstatt, sepulta al antiguo Dragón en las tinieblas del infierno.
Todo sea tu Reino, e igual a ti, su Cabeza; todo alabe con alegría a la Trinidad en las alturas.
Amén. (HP 162-170)

PROPOSITO

Hoy buscaré descubrir las cosas positivas que hay en mi casa y en mi familia, y hare tres reconocimientos positivos a ellos.







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