sábado, agosto 22, 2015

Nueva Dirección Padres de Schoenstatt

PUBLICADO EL 22. AGOSTO 2015 IN VIDA EN ALIANZA
Nueva dirección general de los Padres de Schoenstatt
Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt, Monte Sión – Comunicado Oficial •


Hoy, 22 de agosto, día de María Reina, el Capítulo General de los Padres de Schoenstatt, con gran alegría quiere comunicar que se ha completado la nueva dirección general de nuestro Instituto. Los miembros son:
P. Juan Pablo Catoggio (Argentina), Superior General
P. Antonio Bracht (Brasil), Primer Consejero
P. José Luis Zabala (Chile), Encargado de las Comunidades Libres
P. Heinrich Walter (Alemania), Consejero
P. Raúl Espina (Chile), Consejero
Terminamos el día en nuestro Santuario del Monte Sión para agradecer la intercesión de la Santísima Virgen, que nos miró con ternura maternal. Un inesperado arco-iris brilló durante todo el tiempo de la oración de vísperas sobre nuestro Santuario. Interpretamos este signo como una delicadeza de Dios y un signo de la bendición del Cielo, que nos compromete hacia una vivencia misionera de la Alianza, como nos lo pidiera la Familia de Schoenstatt en el reciente Congreso de Pentecóstes.
El Capítulo General seguirá reunido hasta final de agosto, ocupándose de definir las líneas de nuestra vida comunitaria y nuestra acción pastoral, analizando las mociones que durante el último año han sido elaboradas por los miembros de nuestra Comunidad en todo el mundo.
El próximo 3 de septiembre el Santo Padre, el Papa Francisco, recibe en una audiencia privada a la nueva dirección general y a los miembros del Capítulo.
Agradecemos los innumerables signos de solidaridad y la compañía en la oración de todos los miembros de la Familia de Schoenstatt y amigos de nuestra Comunidad. Les prometemos continuar rezando por todos, y nos encomendamos simultáneamente a sus oraciones.


jueves, agosto 20, 2015

P. Juan Pablo Catoggio

PUBLICADO EL 20. AGOSTO 2015I N VIDA EN ALIANZA
El Capítulo General en Schoenstatt decide: El P. Juan Pablo Catoggio es elegido Superior general
Insituto Secular de los Padres de Schoenstatt •




El P. Juan Pablo Catoggio ISch, de Argentina, es el nuevo Superior General del Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt. Los 41 participantes en el quinto Capítulo General, que se encuentra sesionando desde el 5 de agosto en Schoenstatt, lo han elegido el 20 de agosto como cabeza del Instituto. El P. Catoggio reemplaza así al P. Heinrich Walter, alemán, quien ejerció el cargo durante 12 años. El P. Catoggio, de 61 años, es el primer argentino que dirigirá la comunidad. El nuevo Superior General fue elegido por un período de 6 años. La elección de los demás miembros de la Dirección General se realizará en los próximos días.
El P. Juan Pablo Catoggio nació en la ciudad de La Plata el 1 de marzo de 1954. En el año 1974 ingresó al noviciado de los Padres de Schoenstatt. Luego de cursar los estudios de teología en Münster (Alemania), fue ordenado sacerdote el 24 de septiembre de 1983, por el Obispo Jorge Novak, en “Nuevo Schoenstatt” (Florencio Varela, Argentina).
Luego de trabajar algunos años en el Movimiento de Schoenstatt, fue trasladado nuevamente a Alemania, para asumir el cargo de rector de la casa de formación de la comunidad en Münster. Desde el año 2000 hasta finales del 2011 se desempeñó como Superior regional de la “Región del Padre” del Instituto, con sede en Florencio Varela, Argentina, que abarca todas las filiales de la comunidad en Argentina, Paraguay, Italia y Nigeria. Desde enero de 2014 el P. Catoggio se encontraba en Nigeria, como delegado del Superior regional, siendo el responsable principal de la construcción de la comunidad en este país africano.
Al ser elegido como Superior General de los Padres de Schoenstatt, el P. Juan Pablo Catoggio asume asimismo el cargo de Presidente del Consejo Internacional del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.

El 3 de septiembre de 2015 el Papa Francisco recibirá en una audiencia privada al nuevo Superior General y a los participantes del Capítulo General de los Padres de Schoenstatt.


Hoerde

Queridas hermanas, madres de Federación

Celebramos un aniversario más de Hoerde.
Recordamos y agradecemos por la fundación de la Federación, por medio de aquellos jóvenes reunidos en Hoerde, instrumentos en manos de la Mater, que dieron origen a nuestra querida Comunidad.
        
           En este marco, reconocemos la entrega y fidelidad de los primeros cursos del Territorio Argentina – Paraguay.
          Hoy, para encender la antorcha de nuestros ideales y conocer de qué manera, en la actualidad, se vive la fecundidad de esta vocación, comparto con ustedes, un poco de la historia de nuestros cursos; me referiré al curso 21.
         Está integrado por madres que vienen de la Campaña del Rosario. Esperaron bastante tiempo para que inicien la prefederación; eran pocas y la mayoría son esposas de militares de la fuerza aérea que pueden ser trasladados de ciudad o de país, en cualquier momento.
         El desánimo aparecía. Ellas no se dejaron vencer y decidieron seguir reuniéndose; eligieron como tema, nada más y nada menos que la Jornada de Hoerde. Ahí encontraron la fuerza y el sentido de lo que anhelaban. Se asieron fuerte del ideal. El reunirse para trabajar el libro, creó entre ellas los primeros lazos firmes. Y siguieron adelante. Decidieron ser apóstoles de Hoerde.
         Ahora, ya tienen ideal de curso y se preparan para sellar su primera Consagración.

         En este contexto, les participo que se concretó una nueva fundación, en la ciudad de San Juan, Región de Cuyo, con el inicio de 2 nuevos cursos integrados completamente por señoras provenientes de la Rama de Madres.

         Rezamos juntas:
Gracias por todo Madre, todo te lo agradezco de corazón
Y quiero atarme a ti con un amor entrañable. 
Gracias porque  nos salvaste en grandes necesidades. 
Gracias porque con amor fiel nos encadenaste a ti.
Quiero ofrecerte eterna gratitud y consagrarme a ti con indiviso amor. Amén

Un saludo fraternal

Lux Elena
Jefa Territorial

lunes, agosto 17, 2015

Carta de Alianza

 En alianza, salgamos al encuentro para construir la paz


 AGOSTO 2015

Queridos hermanos en la Alianza,

Salgamos al encuentro para construir la paz. La paz es una necesidad primaria del hombre y de la Argentina actual. Los cristianos -también los schoenstattianos- salimos al encuentro para ser constructores de la paz. Nos aliamos con María, como lo hizo el Fundador, y la coronamos como Reina del Universo: “Tu santo corazón es para el mundo el refugio de paz, el signo de elección y la puerta del cielo” (HP, 541).

La falta de paz es fruto del Maligno: él es la mentira, la dispersión, el odio, la guerra. La historia de la humanidad está manchada con sangre demoniaca.

La paz, por el contrario, es el gran signo de la victoria de Cristo:
“En Cristo Jesús los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque Cristo es nuestra paz; él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba, y aboliendo en su propia carne la Ley con sus mandamientos y prescripciones. Él vino a proclamar la Buena Noticia de la paz, paz para ustedes, que estaban lejos, paz también para aquellos que estaban cerca.” (Ef. 2,13-17).

Así lo recordamos en cada Navidad, al adorar la Palabra y asumirla como misión: “Alegres la llevaremos al mundo, que asombrado retendrá el aliento y encontrará para siempre la paz de Dios que anunciaran los ángeles. (HP 59).

La paz es la alegría del Padre. En Dachau el P. Kentenich meditaba en la mirada y las manos del Dios Padre y concluía:
“Tu mirada reposa complaciente en la alegría de la humanidad liberada del pecado. A ella extiendes nuevamente tu mano paternal y la transformas en tierra fecunda de paz” (HP 109).

La paz es tanto don como tarea. ¿Cómo ser constructores de la paz?

1. El punto de partida es la paz interior. La paz se decide en el corazón: reconciliarse con uno mismo, con su ayer y sus miedos, con los fantasmas y las culpas, con las personas a quienes hicimos mal o nos lastimaron. Hay gente que quiere ser “militante”, pero no “constructora” de la paz.

2. Hay que generar clima de paz en nuestros ambientes. Los vínculos son las redes que sostienen nuestra vida; pero pueden también ser motivo de conflictos. La paz se aprende y la mejor escuela debería ser la familia. En la mesa de cada día, en la intimidad de los cónyuges, en el cuarto que comparten los hermanos, se talla el corazón pacífico y pacificador. Se juega también en los ambientes laborales, en el colegio, la universidad, en “lugares de pertenencia”, ámbitos religiosos, sociales y apostólicos que engrampan nuestra historia.

3. En tercer término, la paz la generamos con el respeto irrestricto a los demás. Insultos, gritos, expresiones de odio, críticas malintencionadas, epítetos que damos a los otros -ya sea en el campo social, político, deportivo- no aportan a la paz. La “violencia nuestra de cada día” debe cesar y dejar crecer el “pan nuestro de cada día”, pan del respeto, la confianza y el amor.

4. El schoenstattiano sabe que la paz exige subsanar causas más remotas de la violencia. Detrás del odio aflora un corazón herido, con hambre de caricias, de reconocimiento, de estímulo auténtico, de inclusión laborar, de miseria, de falta de educación. Las drogas, el alcohol, los acosos sexuales, las violaciones, las “entraderas”, los asesinatos, remiten en última instancia, a la ausencia del amor.

5. Hay que no tener miedo de trabajar por la paz erradicando “violencias estructurales” como son la falta de justicia, la miseria y la corrupción, la explotación, la manipulación política, la discriminación social y cultural. “El nuevo nombre de la paz es la justicia”, recordaba Juan Pablo II y otros Papas.
Ante este escenario muchos afirmarán ¿“qué puedo hacer yo si no tengo poder ni estoy en ningún cargo público?”. ¡No es así! Podemos proclamar la paz, vivirla; podemos votar más a conciencia, sin dejarse engatusar por punteros partidistas; es posible participar en manifestaciones masivas, donde se exprese el descontento frente a abusos y las corrupciones (“cacerolazos”). [Escriba texto]

La sociedad que soñamos tiene siempre algo de utopía: de sueño constructivo que se va haciendo paso a paso. El único pecado, creo yo, es evadirse:
“Él construye por mí la Ciudad de paz, la prometida Nación de Dios” (HP 159). “Quebranta por nosotros la cabeza de la Serpiente, que de continuo te roba las almas y que con violencia perturba en este mundo la paz prometida a los pueblos.” HP, 48).

También construimos la paz cuando peregrinamos al Santuario o la Ermita, saludamos a la Mater y le pedimos que nos transforme en “sólidos garante de la paz entre los pueblos y de la unión de la Ciudad de Dios aquí en la tierra” (HP, 547).

Ella nos conducirá a Jesús, especialmente en el gesto inimaginable de unidad y de paz que es comulgar el cuerpo y la sangre del Señor:
“Eres límpida fuente de paz, el vínculo que une a todos los pueblos,
el poder que vence las disensiones, la luz que trae calor y claridad. (HP 136).

P. Guillermo Carmona

sábado, agosto 15, 2015

Asunción de María

En el corazón del mes de agosto se halla la Solemnidad de la Asunción de María. Una semana más tarde la Iglesia celebra la coronación de María en el cielo. Ella no murió de enfermedad, sino de amor. Murió de anhelo, de querer partir para estar junto a Jesús. Juan Damaceno, Doctor de la Iglesia que nació en Siria en 675, narra una tradición que él recibió: cuando murió la Virgen los apóstoles la depositaron en el sepulcro; al cumplirse los ocho días fueron a ungirla, pero al acercarse a la tumba sintieron un suavísimo aroma. Al abrir la tumba hallaron en el mismo lugar donde la habían puesto, rosas hermosas con olor tan suave, como ninguna otra podría exhalar.  
El Padre Kentenich lo describe así: “Tu muerte fue solo un éxtasis por tanto anhelo, y tu cuerpo nunca experimentó corrupción alguna; ahora reinas transfigurada en la Ciudad Santa, en Sion, cuyas puertas Dios abrió para ti” (HP,247).
El 1 de noviembre de 1950 el Papa Pío XII declaró como dogma de fe la Asunción de la Virgen. El texto es corto y bueno de recordarlo: “Por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial.”

La Asunción es el dogma que nos dice que el amor es más fuerte que la muerte. Es también una oportunidad para valorar nuestro cuerpo y tratarlo con dignidad. Es un llamado de atención al descuido del mismo, pero también una crítica a su endiosamiento. Un día se nos dará también a nosotros el privilegio que Ella recibió por méritos de Cristo. Mientras tanto, tenemos una intercesora poderosa ante el Padre y una Reina a quien coronamos para agradecerle y confiarle nuestras cuitas…
P.Guillermo Carmona

miércoles, agosto 05, 2015

Fundación San Juan

“La Historia de un Árbol que va creciendo”
Federación de Madres de San Juan

A fines del año 2014,  Año Jubilar, Año de Gracias!!  en el mes de septiembre, madres de Mendoza visitan San Juan para sembrar “ la semilla del Anhelo de Federación en las Madres Sanjuaninas.”
Fue INICIO de siembra… la luz del Espíritu Santo actuó sobre la pequeña semilla que en tierra fértil comenzó lentamente a crecer y germinar.
Al poco tiempo, a la sombra del Santuario de Florencio Varela, María la Gran Misionera, la que obra milagros …valiéndose de sus instrumentos aptos en sus manos, abona la tierra y enciende nuevos corazones para el camino que estaba preparando: ”una comunidad de jefas para la Santidad”.
A principios de 2015 Mendoza prepara su terruño para cobijar una nueva comunidad de Federación de Madres, abriendo sus puertas y sus corazones a cuatro mamás sanjuaninas para participar del primer encuentro.
El Espíritu Divino actuó profundamente  en el corazón de estas mamás generando en ellas el mismo anhelo:
“Contagiar, compartir, convocar, llamar, enamorar a otras mamás para crear comunidad de Federación en San Juan”
 Comprendieron que  FUNDAR  Federación en San Juan era el agua fresca, torrente de vida que fortalecerá las raíces de aquella semilla sembrada hace tiempo…
Regresando a San Juan,  lápiz y papel en mano surgieron nombres de mamás para compartir esta vocación.
Fueron llamadas, charlas, juntadas, que fueron gestando el
                        “SI DE LA SIEMBRA “
Finalmente   “26 (veintiséis) SI” nos encontramos compartiendo charlas con las mamás mendocinas a la espera de la decisión del Consejo.
El espíritu fundador de este grupo de madres inició una corriente de “suave violencia sobre la Mater “…Un mismo sentimiento nos une, que es el abono espiritual de las raíces que afianzarán y fortalecerán los primeros brotes:  
“queremos ser comunidad de jefas de nosotras mismas, compartir la tarea de luchar por la santidad, ser responsables de nuestra santificación y la de nuestras hermanas, profundizar la espiritualidad de Schoenstatt y la visión y misión del padre Kentenich para la transformación del mundo “
La fuerza del soplo de María… dio a luz 2 brotes: Futuros Curso 27 y Curso 28 de Federación de Madres! Aquí en San Juan!! Y comenzamos la Pre Federación…
Futuro Curso 27:



Educadoras: Inés y Pilar

Futuro Curso  28:
Educadoras: Gigi y Carolina.
Madres: Silvia, María Eugenia, Ana María, Lisa, Elizabeth, Alicia, Lucila, Lisy, Mabel, Mariela, Silvia, Claudia y Adriana.

                             ALELUYA ,  ALELUYA !!!!
M            P                H             C            E            V
La Mater se ocupará de manera perfecta y vencerá!!!       
Esta es la Historia de un Árbol que está creciendo y dará sombra a las puertas del Santuario de San Juan.
                                                               Agosto de 2015   


  

sábado, agosto 01, 2015

Reflexiones

Vaso y arpa del Espíritu Santo

Padre Nicolás Schwizer
N° 171 - 01 de agosto de 2015

Vaso espiritual. En las letanías lauretanas encontramos los títulos más hermosos con los cuales el pueblo cristiano honra a su Madre. Uno de ellos es: “vaso espiritual”. Ella, mucho más que San Pablo y todos los otros grandes apóstoles, es un instrumento escogido por Dios. María es el vaso espiritual, el vaso pleno del Espíritu de Dios. Desde el primer momento de su existencia, Él ha colmado su alma, la ha convertido en la “la llena de gracia”. Y en el fondo, “llena de gracia” no significa otra cosa que “llena del Espíritu Santo”. Además, ha transfigurado su cuerpo, lo ha preservado del aguijón de la concupiscencia y la ha liberado del pecado original.
¿Y por qué y para qué estos privilegios? El Espíritu Santo quería utilizarla como su morada y su instrumento predilecto preparándola para ser la Madre de Dios. Ella debía colaborar en la obra de la Redención y santificación del mundo. Ella es ese miembro de la humanidad que el Espíritu Santo utilizó para posibilitar, realizar y consumar la Redención.

Y como sabemos, María fue un instrumento perfecto del Espíritu. Nunca lo defraudó. Siempre le respondió con un SÍ total, desinteresado y magnánimo. Fue su instrumento perfecto como Madre de Cristo, desde la Encarnación hasta la Muerte en la Cruz.

Fue y sigue siendo su instrumento perfecto en el cielo: como Madre de la Iglesia, de los cristianos y como Medianera de todas las gracias.

Tal como en María, el Espíritu quiere actuar en nuestras almas. Quiere expulsar el venenoso espíritu mundano que nos rodea y ubicarnos en la atmósfera pura y santificadora de la Virgen. En Ella nos da un recuerdo vivo del paraíso y despierta en todos los hijos de Dios el anhelo de retornar, un día, al paraíso. Que Ella, el “vaso espiritual”, nos ayude a todos a ser morada e instrumento fecundo del Espíritu Divino.

Por todo esto, desde muy antiguo, el pueblo cristiano ha dado a María el título de “Vaso del Espíritu Santo”.

Acercarse a Ella es acercarse a Él y comprender lo que Él quiere hacer con todos nosotros: liberarnos como a Ella del pecado, llenarnos de Cristo, sumergirnos en el misterio de la Iglesia.

María pone de manifiesto, sobre todo, la misión esencial del Espíritu Divino: conducirnos vitalmente hacia el Hijo y hacia el Padre. Porque Ella, por su condición de Madre, nos ayuda a sentirnos hijos y a identificarnos como tales con Jesucristo. Y porque, como toda Madre, posee también el don de hacernos cercano y atrayente el corazón del Padre.

De este modo, la misión del Espíritu Santo se identifica con el carisma propio de María. Así se explica por qué, en la historia de la Iglesia, la devoción al Espíritu y a la Virgen siempre florecen juntas.

Arpa del Espíritu Santo. Algunos Padres de la Iglesia la llamaron a la Sma. Virgen: “arpa del Espíritu Santo”. Toda su vida estaba bajo la conducción del Espíritu. Siempre de nuevo Ella escuchaba hacia dentro, en su corazón, para poder entender su soplo. Y cuando comprendió sus insinuaciones y sugerencias, inmediatamente las puso en práctica. Fue un instrumento fino y puro en la mano de Dios, en el cual el Espíritu logró tocar los tonos más delicados. Nunca puso ni el más mínimo obstáculo al obrar de Él. Y porque siempre correspondió con tanta apertura y sensibilidad, docilidad y obediencia a sus deseos, Ella es nombrada el arpa del Espíritu Santo.

Queridos hermanos, pidámosle a María, que por su intercesión descienda como en el Pentecostés, el Espíritu Santo sobre cada uno, que nos regale sus dones y frutos y que nos transforme en instrumentos y portadores de su amor divino.

Preguntas para la reflexión

1.      ¿Tenemos ansias de que Él tome en sus manos nuestra educación y nos forme según su espíritu?
2.      ¿Me siento un instrumento del ES?
3.      ¿Cómo es mi reacción a las sugerencias e insinuaciones del Espíritu Santo?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com

Fechas importantes agosto 2015

04 San Juan María Vianney. Día del Párroco
06 Transfiguración del Señor
07 San Cayetano
15 Asunción de la Sma. Virgen
20 Hoerde. Fundación de la Federación Apostólica
20/8/47  1º Alianza filial
21/8/42   Franz Reinisch es decapitado
22 María Reina
24/8/1909   P.Kentenich es admitido a la profesión perpetua
27 Santa Mónica
28 San Agustín
29 Martirio San Juan Bautista
30 Santa Rosa de Lima, patrona de América Latina