DÍA 30….7
DE DICIEMBRE
ORACIÓN
INICIAL
¡Oh María, Madre de
Dios y Madre nuestra, venimos humildemente a tu presencia –muy especialmente en
este mes- a traerte nuestras flores de amor, de alabanza y de entrega. Queremos
estar a tus pies como florecillas –pálidas ante tu belleza- pero amantes y
agradecidas por habernos dado al Salvador del mundo. Por ello hoy te veneramos
muy especialmente en
NUESTRA
SEÑORA DE LA CARIDAD DEL COBRE
Patrona de
Cuba
Alonso Ojeda y los primeros conquistadores de
Cuba pretendían imponerse a los indios. Estos los repulsaron y los españoles
tuvieron que huir atravesando montes y ciénagas para salvar sus vidas. Así
llegaron al poblado indio de Cueiba en la zona de Jobabo. Los indios al verlos
en tan mal estado tuvieron compasión de ellos y les auxiliaron.
En agradecimiento Alonso Ojeda construyó
una pequeña ermita con ramas de árboles, posiblemente la primera en suelo
cubano. Allí colocó una Imagen de Nuestra Señora que era su preciada
pertenencia. Cumplió así el voto que había hecho de entregar la Imagen si salía
salvo de aquella situación. Enseñó a los indios a decir el "Ave
María" y aquella expresión se propagó tan rápido entre los indios que mas
tarde Cuba se llegó a conocer como la isla del "Ave María".
La Virgen ya se hacía presente en Cuba
preparando el camino. Una gran enseñanza: la Virgen quiso que la evangelización no partiera de
la prepotencia sino desde la humildad y el agradecimiento.
Sin comprender muy bien la religión, los
indios de aquel lugar veneraron la Imagen y mantuvieron la ermita con gran
esmero cuando Ojeda se marchó. Así ocurría cuando llegó el Padre de las
Casas al poblado de Cueibá.
En el siglo XVI aumentó en Cuba la cría
del ganado y se hizo necesario salar las carnes para su traslado hasta las
montañas donde se explotaba el cobre. Era necesaria la sal que prevenía la
corrupción de la carne.
Alrededor del año 1612 o a los inicios de 1613,
fueron a buscar sal en la bahía de Nipe dos hermanos indios y un negrito de
nueve o diez años. Se llamaban respectivamente Juan de Hoyos, Rodrigo de Hoyos
y Juan Moreno, conocidos por la tradición como "los tres Juanes".
Mientras iban por la sal ocurrió la aparición de la estatua de la Virgen.
"... embarcados en una canoa
para la dicha salina, y apartados vieron una cosa blanca sobre la espuma
del agua, que no distinguieron lo que podía ser. Dijeron "parece una
niña", y en estos discursos, llegados, reconocieron y vieron la imagen de
Nuestra Señora la Virgen Santísima con un Niño Jesús en los brazos sobre una
tablita pequeña, y en dicha tablita unas letras grandes las cuales leyó dicho
Rodrigo de Hoyos, y decían: "Yo soy la Virgen de la Caridad", y siendo
sus vestiduras de ropaje, se admiraron que no estaban mojadas."
El administrador del término Real de Minas
de Cobre, Don Francisco Sánchez de Moya, ordenó levantar una ermita para
colocar la imagen y estableció a Rodrigo de Hoyos como capellán.
Una noche Rodrigo fue a visitar a la
Virgen y notó que no estaba allí. Se organizó una búsqueda sin éxito. A la
mañana siguiente, y para la sorpresa de todos, la Virgen estaba de nuevo en su
altar, sin que se pudiera explicar, ya que la puerta de la ermita había
permanecido cerrada toda la noche.
El hecho se repitió dos o tres veces más
hasta que los de Barajagua pensaron que la Virgen quería cambiar de lugar. Así
se trasladó en procesión, con gran pena para ellos, al Templo Parroquial del
Cobre. La Virgen fue recibida con repique de campanas y gran alegría en su
nueva casa, donde la situaron sobre el altar mayor. Así llegó a conocerse como
la Virgen de la Caridad del Cobre.
En el Cobre se repitió la desaparición de
la Virgen. Pensaron entonces que ella quería estar sobre las montañas de la
Sierra Maestra. Esto se confirmó cuando una niña subió hasta el cerro de las
minas de cobre donde trabajaba su madre. La niña iba persiguiendo mariposas y
recogiendo flores cuando, sobre la cima de una de las montañas vio a la Virgen
de la Caridad.
La noticia de la pequeña causó gran
revuelo. Unos creían, otros no, pero la niña se mantuvo firme en su testimonio.
Allí llevaron a la Virgen.
Desde la aparición de la estatua, la
devoción a la Virgen de la Caridad se propagó con asombrosa rapidez por toda la
isla a pesar de las difíciles comunicaciones.
Después de la guerra de independencia, los
veteranos pidieron al Papa que declarase a la Virgen de la Caridad del Cobre,
patrona de Cuba. En documento firmado el día 10 de Mayo de 1916 por
el Cardenal Obispo de Hostia, Su Santidad Benedicto XV accedió
a la petición, declarando a la Virgen de la Caridad del Cobre Patrona
Principal de la República de Cuba.
La Virgen de la Caridad
fue coronada por S.S. Juan Pablo II como Reina y Patrona de Cuba el sábado 24
de Enero de 1998, durante la Santa Misa que celebró en su visita apostólica a
Santiago de Cuba.
Los cubanos exilados en Miami, habiendo
sufrido enormemente por la separación o muertes en sus familias, por la pérdida
de la patria y de todo lo que tenían, necesitaban de la Virgen de la Caridad
del Cobre y así se preparaban para la primera celebración de la Fiesta
de la Virgen de la Caridad en el exilio.
Providencialmente, el 8 de septiembre, de
1961, mientras ya miles se reunían en el Estadio de Miami para celebrar
la Misa, llegó al aeropuerto de esta ciudad la imagen de la Virgen de la
Caridad procedente de Cuba. Era la imagen de la Parroquia de Guanabo en la
Arquidiócesis de la Habana. Había sido asilada en la embajada de Italia y
pasada por la Encargada de Negocios de Panamá a su embajada por petición de los
cubanos. Aquella celebración de profunda emoción, presidida por el Arzobispo de
Miami, se hizo una tradición que continúa hasta el día de hoy.
Los cubanos se organizaron para construir
una Ermita a la Virgen de la Caridad en el exilio. El 2 de
diciembre, de 1971 se dedicó la Ermita de la Virgen de la Caridad.
Presidió el cardenal Kroll, Arzobispo de Philadelfia, entonces presidente de la
Conferencia de Obispos de Estados Unidos, con la presencia del Arzobispo
Carroll de Miami y los obispos Boza Masvidal (exilado de Cuba) y Gracida.
En septiembre de 1987, al visitar el Santo
Padre Juan Pablo II a Miami, la imagen de la Virgen de la Caridad se trasladó a
la residencia del Arzobispo McCarthy para presidir la Capilla privada del Santo
Padre. El Papa, en su homilía, hizo mención de la Virgen de la Caridad.
Los devotos de la Virgen han logrado
propagar no solo la devoción a la Virgen de la Caridad, sino hacer de la Ermita
un centro de evangelización de irradiación mundial.
¡Querida Madre, Nuestra Señora de la
Caridad , como tus hijos cubanos en el exilio, también queremos estar cerca
tuyo….hoy podemos hacerlo y te rogamos, no nos dejes sentirnos nunca solos. En
el exilio de la vida, Madre, te sabemos cerca nuestro por las gracias de la
Alianza de Amor .
Te pedimos muy especialmente a Tí, que
tuviste que vivirlo como nadie, por todos los arrojados de sus Patrias, de sus
tierras, de sus hogares, naciendo, viviendo y muriendo en tantos pobres
pesebres del mundo. Que sobre ellos descienda tu amor maternal, y que puedan
darse milagros de caridad entre los gobernantes del mundo, para que los más
perdidos encuentren hogar.
Te ofrecemos hoy Madre, flores de obras de
caridad, para ser tus instrumentos…..
Y junto con San Juan Pablo II, anticipando
tu fiesta te decimos….
"Permítenos
María, participar en tu peregrinación a través de los países de América del
Centro y del Sur, donde eres tan conocida y venerada. Desde Guadalupe, en
México, hasta la Aparecida, en Brasil; desde Lujan en la Argentina hasta la
Caridad del Cobre, en Cuba; desde Coromoto en Venezuela, hasta Copacabana, en
Bolivia y en muchos otros lugares... María, se peregrina con nosotros por los
senderos del mundo..."
-8 de diciembre, 1993.
DÍA
29 6 DE DICIEMBRE
ORACIÓN
INICIAL
¡Oh María, Madre de
Dios y Madre nuestra, venimos humildemente a tu presencia –muy especialmente en
este mes- a traerte nuestras flores de amor, de alabanza y de entrega. Queremos
estar a tus pies como florecillas –pálidas ante tu belleza- pero amantes y
agradecidas por habernos dado al Salvador del mundo. Por ello hoy te veneramos
muy especialmente en
NUESTRA SEÑORA
DE LA MERCED
PATRONA
DE PERÚ
La devoción a la Virgen de
las Mercedes en el Perú se remonta a los tiempos de la fundación de Lima.
Consta que los Padres Mercedarios, que llegaron al Perú junto con los
conquistadores, habían edificado ya su primitiva iglesia conventual hacia
1535, templo que sirvió como la primera parroquia de Lima hasta la construcción
de la Iglesia Mayor en el 1540.
Los Mercedarios no sólo
evangelizaron a la región sino que fueron gestores del desarrollo de la ciudad
al edificar los hermosos templos que hoy se conservan como valioso patrimonio
histórico, cultural y religioso.
Junto con estos frailes
llegó su celestial patrona, la Virgen de la Merced, advocación mariana del
siglo XIII.
La imagen de la Virgen
de la Merced viste totalmente de blanco; sobre su larga túnica lleva un
escapulario en el que está impreso, a la altura del pecho, el escudo de la
orden. Un manto blanco cubre sus hombros y su larga cabellera aparece
velada por una fina mantilla de encajes. En unas imágenes se la
representa de pie y en otras sentada; unas veces se muestra con el Niño en los
brazos y otras los tiene extendidos mostrando un cetro real en la mano derecha
y en la otra unas cadenas abiertas, símbolo de liberación. Esta es la
apariencia de la hermosa imagen que se venera en la Basílica de la Merced, en
la capital limeña, que fue entronizada a comienzos del siglo XVII y que ha sido
considerada como patrona de la capital.
Fue proclamada en 1730
"Patrona de los Campos del Perú"; "Patrona de las Armas de la
República" en 1823; y al cumplirse el primer centenario de la
independencia de la nación, la imagen fue solemnemente coronada y recibió el
título de "Gran Mariscala del Perú" el día 24 de septiembre de 1921,
solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, desde entonces declarado fiesta
nacional, ocasión en que cada año el ejército le rinde honores a su alta
jerarquía militar de "Mariscala". La imagen porta numerosas
condecoraciones otorgadas por la república de Perú y sus gobernantes e
instituciones nacionales. En 1970 el cabildo de Lima le otorgó las
"Llaves de la ciudad" y en 1971 el presidente de la República le
impuso la Gran Cruz Peruana al Mérito Naval, gestos que demuestran el cariño y
la devoción del Perú a esta advocación considerada por muchos como su Patrona
Nacional.
¡Querida Madre de la
Merced, cercanos a concluir el mes destinado en Argentina para tu especial
veneración, hoy lo hacemos en tu advocación Patrona de Perú .
En la Historia de
la Evangelización, fuiste Reina y Capitana, Madre, Fundadora y Patrona de
pueblos y ciudades que, gracias a tu presencia, crecieron en América
conociendo la Fe cristiana y el Evangelio de Tu Hijo. Y dando origen con los
siglos, a una Iglesia profundamente Mariana, que el Padre Kentenich soñó como
de las Nuevas Playas!.
Madre haznos ser fieles
al anhelo de nuestro fundador y colaborar en el nuevo desarrollo de una Iglesia
dinámica, que busque renovarse en Cristo para que, con el fervor de sus
hijos, vuelva a ser familia y pueblo de Dios, en donde redescubramos el
valor de sabernos y vivir como verdaderos hermanos.
Por ello, nos
encomendamos muy especialmente al Espíritu Santo, para que esta Iglesia,
renazca en esta nueva Navidad junto a Jesucristo niño, María y José en el
pesebre.
Te ofrecemos hoy flores
de Piedad!!!
DÍA 28…..5 DE DICIEMBRE
ORACIÓN INICIAL
¡Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra, venimos humildemente a tu presencia –muy especialmente en este mes- a traerte nuestras flores de amor, de alabanza y de entrega. Queremos estar a tus pies como florecillas –pálidas ante tu belleza- pero amantes y agradecidas por habernos dado al Salvador del mundo. Por ello hoy te veneramos muy especialmente en
VIRGEN DE LOS REYES, LA INMACULADA CONCEPCIÓN que fundó un país,
GUATEMALA (8 dic)
En Guatemala se realizan rezos dedicados a la Inmaculada que inician en noviembre y culminan en enero. El 8 de diciembre denominado "Día Clásico de Guatemala" se realiza el rezado con la "Virgen de los Reyes, la Inmaculada Concepción", lo que se considera como Patrimonio Cultural de la Nación.
La imagen de la Virgen del Rosario es venerada por millones de personas que acuden a visitarla, especialmente a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en el centro de la ciudad. La devoción a la Virgen María por medio del Santo Rosario llegó a Guatemala con los primeros frailes dominicos quienes lo propagaron como un medio de evangelización con las llamadas “Conquistadoras” que son imágenes traídas de España. La primera denominada del Socorro, y la pintura de la Inmaculada Concepción. Esta última fue la inspiración para la primera ermita.
Se formaron cofradías, se organizaron rezos y salieron procesiones. La devoción se afianzó tanto en la población que Fray Lope de Montoya, decidió mandar a hacer una nueva imagen de Nuestra Señora, muy rica y bella que se expone a la veneración de los fieles en 1592.
Esta Imagen por ser traída y según la tradición donada por el rey de España, la han denominado: “Virgen de los Reyes”.
.
En 1651 Nuestra Señora del Rosario fue nombrada Patrona de la República de Guatemala.
En 1773, el terremoto destruye la ciudad y las principales esculturas han de ser trasladadas a un nuevo asentamiento. El Valle de la Ermita será donde estará la ciudad y el Templo de San Francisco, la casa de esta escultura.
Ella salía para estar en la Catedral, por su importancia, allí el 7 de diciembre salía en un místico rezado para regresar a la iglesia de San Francisco y así iniciar el día siguiente con la fiesta.
Debido a la falta de luz eléctrica y que la Virgen de los Reyes salía en procesión, las personas empezaron con fogatas para iluminar su paso.
Por esta razón la llamada “quema del diablo” se realiza el 7, porque así recordaban que la luz vence a las tinieblas y que Dios nos concedía el privilegio de que la mujer diera a luz al que le aplastaría la cabeza. En esta situación cuentan que un devoto de la Virgen de los Reyes agitaba una bandera que él confecciono con los colores azul y blanco, colores que la Inmaculada porta. Así en homenaje a la Virgen del Templo franciscano, los liberales sin saberlo lo adaptaron, y esa bandera es la que hoy identifica al país de Guatemala.
También el sacerdote y más tarde arzobispo Ricardo Casanova “El Grande” habría de invocarla para que devolviese la paz a este pueblo que era amenazado por sus creencias.
En 1930 la Virgen en su tradicional procesión sufre un accidente, aquello fue motivo de tristeza y de olvido. Más no pasaría mucho tiempo sin que Ella volviera a atraer a sus hijos, la procesión nunca dejó de salir. Pero la concurrencia disminuía. Otra vez la Iglesia volvería a ser perseguida.
En 1954 fue cuando por fin, liberados de la tiranía del comunismo, se tramitaron todos los papeles necesarios, para que la Virgen de los Reyes fuese coronada con la bendición del Papa. Ese gran festejo merecía que la Virgen fuese restaurada, que la corona que portara fuera digna de quién ha estado presente con sus hijos, desde finales del siglo XVI. El venerable fraile de la orden de San Francisco, Fray Miguel Murcia se encargaría de recaudar todo tipo de joyas para que las luciese en la corona la Virgen. Aquel año de 1954 el Papa pide que se corone a las imágenes de la Virgen como Reina del Cielo y la tierra.
En una carta con motivo de la coronación que fue depositada junto a la escultura, recuerda que Ella es: la que protege, la Reina del Cielo, la Reina de los mártires. Y como el gran Arzobispo Casanova le dijo: la Reina de la Paz.
Por ello la coronación pontificia fue en agradecimiento por la liberación, por la paz, para pedir por los mártires, para recordar el dogma y festejar la institución de la fiesta de Santa María Reina del Cielo y Tierra. La Corona Pontificia es un símbolo de la “alianza” de Guatemala. Ella cuida y protege, y ellos la aman y defienden.
En 1989 el Congreso de la República de Guatemala nombró el año como “Mariano” en honor a la Virgen de los Reyes, la Inmaculada Concepción, acto muy particular y especial, ya que es una institución laica, sin relación a un culto religioso. En el 2005 el presidente Oscar Berger le dio la Orden del Quetzal, por los 800 años de la Orden Franciscana y de sus actividades pastorales. En el 2012 el Ministerio de Cultura y Deportes declaro el rezado del 8 de diciembre como Patrimonio Cultural de la Nación, porque aparte de ser una actividad religiosa, fortalece la identidad guatemalteca.
Sí, la Virgen de los Reyes ha sido una representación muy importante para la historia de Guatemala; fundación, conquista, independencia, creación de la República, en las persecuciones y en la paz, en cada momento Ella ha sido todo para el país.
¡Querida Señora de los Reyes: de los Reyes eres la Reina!!!!
Pero eres también la Reina de los pobres, los perdidos, los inocentes, los perseguidos, los niños por nacer.
Madrecita Reina de reyes vuelve “esos tus ojos misericordiosos” sobre nosotros tus hijos que con amor acudimos a Tí. Nunca dejes Madre, por nuestras faltas y egoísmo, de lado nuestra Alianza. Sostennos en los malos momentos, en la adversidad, en el cansancio. Haznos dóciles a la voluntad de Dios, a la Palabra de Tu Hijo y a la inspiración del Santo Espíritu.
Querida María, así como los guatemaltecos están en Tu Corazón, así también nosotros que te amamos y veneramos, te pedimos que derrames sobre nosotros tus bendiciones
Madre hoy con amor te presentamos flores de mansedumbre para adornar tu altar.
¡Oh Señora mía…..!
DÍA 27 4 DE DICIEMBRE