miércoles, diciembre 31, 2008

¡FELIZ Y BENDECIDO AÑO NUEVO!
de M.Inés Erice de Podestá

Queridas madres de Federación:

Y llegó el último día del año, y será quizá el momento de hacer una pequeña evaluación de lo vivido. Transitamos momentos difíciles a nivel mundial y del país, pero todo tenemos que aprender a verlo a la luz de la Divina Providencia y descubrir qué quiere decirnos Dios a través de estos acontecimientos.

Como familia de Federación y en nuestras familias con seguridad habremos transitado también como María y Jesús, por los diferentes misterios del Santo Rosario pero todos ellos, ya sean de gozo, de luz, de gloria o de dolor nos conducen al corazón amoroso del Padre.

En esta mirada hacia atrás, veo con mucha gratitud y alegría su crecimiento y el de los cursos, los regalos de las nuevas Consagraciones y de los nuevos cursos que han comenzado su candidatura o la pre federación, así como también, su fidelidad y perseverancia para seguir creciendo en santidad a través de los medios ascéticos que el Padre nos ha regalado para que podamos conquistar la imagen de María.

No siempre nos resulta fácil este camino de santidad, reconocemos, como dice san Pablo, que "Llevamos este tesoro en vasijas de barro para que esta fuerza soberana parezca cosa de Dios y no nuestra" (2 Co 4,7). Sin embargo, confiamos en la fuerza de la Alianza y nos repetimos “Nada sin Ti, nada sin nosotros”.

Agradezco a cada una toda su entrega, sus aportes espirituales y materiales, toda la colaboración que han brindado para que sigamos trabajando para la Misión del Padre. Gracias especialmente a Paraguay por el hermoso encuentro que tuvimos en Tuparenda, gracias a todas las madres de cada región, a sus Consejos, y al Consejo Territorial que se brindan por entero para hacer vida “Quien me ve te vea”.

Agradezco a Malvina por su eficiente trabajo para mantenernos comunicadas y con noticias actualizadas. Gracias, por hacer de la FEDE red una verdadera red solidaria de oración por quienes lo necesitan. Y comparto con ella su gratitud porque sin los aportes de ustedes, esto, no sería posible.

Aún en la octava de Navidad, deseo que el Niño Jesús reine en cada una de ustedes y de sus familias y que las acompañe en este nuevo año que se inicia regalándonos esperanza, amor, paz y felicidad. Pidamos especialmente por la paz en la tierra de María y Jesús.

Felices vacaciones, nos encontraremos el año próximo! Abrazo a cada una con mucho cariño y les deseo

¡FELIZ Y BENDECIDO 2009!

M.Inés

sábado, diciembre 27, 2008

28 de diciembre:
Fiesta de la Sagrada Familia

Familia, modelo y base de la sociedad

Padre Nicolás Schwizer

La Sagrada Familia es la imagen ideal de cada familia. El espíritu ejemplar que reinaba en Nazareth, la Iglesia quiere despertarlo hoy, para que reine en todas nuestras familias:
El Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, solía decir: "La historia de los pueblos nos enseña un hecho importante: La sociedad y la familia se salvan y se arruinan jun­tas."

En la actualidad concedemos importancia a los grandes problemas económicos, sociales y políticos en nuestra patria y en nuestro continente. Pero no prestamos igual atención a esa enfermedad más profunda y más fatal: la destrucción de la fami­lia, que es modelo y base de la sociedad.

La familia es el modelo de cualquier sociedad sana. Dios pensó en la humanidad como una gran familia: no sólo porque Él es Padre, sino también porque Él mismo es familia. En esta Familia divina el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo viven infinitamente felices, porque se aman con un amor infinito.

El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios: Esto significa que fue creado para vivir, igual que Dios, en una familia, donde reina el amor personal. La familia es modelo de la socie­dad, porque es imagen perfecta de la Sma. Trini­dad.

También, la familia es la base de la so­ciedad, porque en ella el hombre aprende a amar, aprende a ser hijo y hermano. En la familia es donde se decide la futura actitud social de un hombre y también su actitud religiosa. En la fa­milia se aprende a tratar a los otros, no como cosas, sino como a personas. Se aprende a dar amor, porque se recibe amor.

Si falta el cariño de los padres, el niño será después una persona insegura y desconfiada, encerrada en sí misma. Si el padre fue un bruto, el hijo será rebelde frente a cualquier autoridad que le recuerde a su padre, incluso frente a Dios.

Por sus malas experiencias con su propio padre, muchos hombres no pueden aceptar el Evangelio de Cristo, ni creer en un Dios que es Padre amoroso.

También las relaciones con los hermanos son decisivas. Así el niño aprende a liberarse de su egoísmo, de la tendencia de dominar a los otros.

De este modo, el hombre crece sano si sus vinculaciones familiares son sanas. Ellas son como las raíces que permiten que el árbol de su personalidad sea capaz de resistir a los huracanes de la vida.

Por eso, no podemos construir una sociedad más cristiana en el país, si descuidamos las familias. Todos aquellos que no luchan por una familia unida en el amor, todos aquellos están destruyendo al país.

Están destruyendo al país los esposos que nunca o poco dialogan entre sí o con sus hijos.
Están destruyendo al país los que han convertido la televisión en la dictadura absoluta del hogar.

Están destruyendo al país los padres que han hecho de su hogar una simple pensión, donde no hay más vida común que el comer y el dormir.

La Santa Familia en Nazareth es el modelo preclaro de todas las demás familias. Y el Señor que viene a construir un mundo nuevo, pasa primero 30 años en medio de su familia, esforzándose por vivir el nuevo ideal cristiano de la familia. Y sólo tres años predica y actúa en publico. De Él debemos aprender la importancia de la familia, de nuestra propia familia.

Pidámosle, por eso, a Jesús, a María y a José, por nuestras familias, por todas las familias del país, para que El­los las protejan y bendigan, y las eduquen según el espíritu de su familia de Nazareth.

Pero, además, demos gracias a Dios por todas aquellas personas que nos regalaron ambiente de familia en nuestra vida, que nos ayudaron a crecer como personalidades libres y solidarias, que nos estimularon con su cariño tanto dentro como fuera de nuestro hogar.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Vemos la TV durante el almuerzo?
2. ¿Tenemos momentos de diálogo en familia?
3. ¿Cómo fueron mis experiencias familiares?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com

jueves, diciembre 25, 2008

¡Feliz Navidad y bendecido año 2009!
P. José Javier Arteaga















Queridas Madres de la Federación:

En la Noche Buena las campanas de las iglesias tocan más fuerte, la ayuda solidaria es más intensa y las familias, los que están solos, los pobres y los ricos se juntan en torno al pesebre. De esta manera desde hace dos mil años la Iglesia nos recuerda a cada hombre y a toda la humanidad que Dios se ha hecho presente entre nosotros en la persona de Cristo Jesús, nacido humildemente en Belén,

* para anunciarnos su Amor que nos renueva y nos salva,
* para iluminar nuestra vida con el don de su Verdad
* y para acompañar nuestro caminar, uniéndonos como hermanos, de regreso a la casa de Dios Padre, nuestro Padre.

Les propongo que miremos al Niño Jesús, al Dios envuelto en pañales, como decía el P. Fundador, junto a María y a José; que le regalemos nuevamente nuestro corazón y le digamos:

“Señor y Dios nuestro, agradecido por tu Amor en el nuevo año quiero
* anunciar tu presencia con actitudes más solidarias y dialogantes,
* iluminar mi entorno diciendo la verdad, tu Verdad, y
* acompañar más a los hermanos que me encomendaste y así, por mi amor, ellos sepan que Vos los amás.”

Queridas Madres, que Jesús y María en esta Navidad nos regalen crecer más en la alegría del espíritu familiar, solidario y apostólico. Desde el Santuario reciban Uds. y sus familias un cordial saludo y mi bendición.

¡Feliz Navidad y bendecido año 2009!

En Cristo y María,
P. José Javier Arteaga

lunes, diciembre 22, 2008

¡FELIZ NAVIDAD Y BENDECIDO 2009!

















“Todo nos viene de aquel Niño que la Madre nos ofrece y que presenta al mundo entero”. Juan XXIII

Que Jesús nos regale alegría y paz.
Con cariño
M.Inés E. de Podestá

jueves, diciembre 18, 2008

Carta de Alianza diciembre 2008


Queridos hermanos en la Alianza:

Hace unos días participé de una reunión donde reflexionaban sobre el espíritu de la Navidad. De repente la conversación tomó un curso muy interesante: derivó en lo difícil que se hace festejar esta fiesta. A muchos les trae el recuerdo de seres queridos que ya no están, porque fallecieron o porque las circunstancias los han distanciado. A otros les incomoda el encontrarse con familiares a quienes no quieren ni verlos. A otros les duele la austeridad fruto de la crisis económica; otros dicen que en realidad no saben por qué “festejar” si en este año no hay nada por qué alegrarse. E inclusive se dice que la final del Torneo Apertura de fútbol, que posiblemente se juegue el mismo 24 de diciembre, ha opacado el ambiente de Navidad. Mientras escuchaba estas opiniones, recordaba una antigua canción de Adviento que dice: “Despertemos, llega Cristo, ¡Ven Señor! Acudamos a su encuentro, ¡ven Señor!”. Sí, realmente, estamos como dormidos, ¡despertemos, despertemos!

¿Qué está marcando nuestro espíritu en estos días previos a la Navidad?, “¡Despertemos, llega Cristo!”

Nos dice el Papa Benedicto XVI: “Navidad es la fiesta que canta el don de la vida. El nacimiento de un niño debería ser siempre un acontecimiento que trae alegría: el abrazo de un recién nacido suscita normalmente sentimientos de atención y de premura, de conmoción y de ternura. La Navidad es el encuentro con un recién nacido que llora en una gruta miserable. Contemplándolo en el pesebre, ¿cómo no pensar en tantos niños que aún hoy ven la luz en una gran pobreza, en muchas regiones del mundo? ¿Cómo no pensar en los recién nacidos no acogidos y rechazados, a los que no llegan a sobrevivir por falta de cuidados y atenciones? ¿Cómo no pensar también en las familias que quisieran la alegría de un hijo y no ven colmada esta esperanza? Bajo el empuje de un consumismo hedonista, por desgracia, la Navidad corre el riesgo de perder su significado espiritual para reducirse a una mera ocasión comercial de compras e intercambio de regalos. En verdad, sin embargo, las dificultades y las incertidumbres y la misma crisis económica que en estos meses están viviendo tantas familias, y que afecta a toda la humanidad, pueden ser un estímulo para descubrir el calor de la simplicidad, de la amistad y de la solidaridad, valores típicos de la Navidad. Despojado de las incrustaciones consumistas y materialistas, la Navidad puede convertirse así en una ocasión para acoger, como regalo personal, el mensaje de esperanza que emana del misterio del nacimiento de Cristo”.
¡Despertemos, llega Cristo!

Celebrar a alguien que amamos es una buena oportunidad para recordarlo, agradecerle y renovar nuestro amor y compromiso por él.

· Celebrar la Navidad es celebrar a Dios con nosotros.
Dios viene a nuestro encuentro, es el esperado “Emmanuel” (Is. 7, 13-15). Ya no hay más soledad, Dios ha acortado la distancia que nos separaba de Él; se ha acercado hasta el extremo de hacerse hombre como nosotros y compartir toda nuestra existencia hasta el final. ¡Dios está con nosotros porque nos ama! Sin embargo, hay muchos hombres que no conocen a este Dios tan cercano porque no tienen la experiencia del amor fraterno y familiar. Nuestro compromiso de Navidad es ser testigos del bien, la justicia y la verdad para que el hombre de hoy pueda creer en un Dios presente y actuante en su historia.

· Celebrar la Navidad es celebrar al Dios del Amor.
“Tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo único” (Jn. 3, 16). El nacimiento y la vida de Cristo entre los hombres es el mayor testimonio del amor generoso y solidario de Dios para con nosotros. ¿Qué ganaba Él viniendo a nosotros? ¿Qué nos debía? Nada. Sólo quiso darse todo para que tuviéramos su Vida y participáramos de su Amor. La Navidad es la fiesta del Dios de Amor que se entrega con total generosidad y sin merecimientos de nuestra parte, para que vivamos en Su amor. No obstante, para muchos, hoy el amor es un sueño lejano. Nuestro compromiso de Navidad debería ser forjar vínculos familiares y fraternos más firmes, crecer en el amor generoso y solidario con el que está postergado, compartiendo nuestro tiempo, nuestro pan y nuestro corazón. Salir de nosotros para ir a los otros sin cálculos, por amor, como Dios lo hizo con nosotros.

· Celebrar la Navidad es celebrar al Dios de la Vida.
Cristo se presentó a sí mismo diciendo “Yo soy... la Vida" (Jn 14, 6) y nos reveló la causa de su presencia entre nosotros: "Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia" (Jn 10, 10). Jesús ha salido al encuentro de los hombres, ha curado a enfermos y a los que sufren, ha liberado a endemoniados y resucitado a muertos. Se ha entregado a sí mismo en la cruz y ha resucitado, manifestándose de esta forma como el Señor de la vida: autor y fuente de la vida inmortal. Jesús ha venido para dar la respuesta definitiva al deseo de vida y de infinito que el Padre Dios, creándonos, ha inscrito en nuestra alma. Pero hoy la vida cotiza en baja en la bolsa de valores en nuestra Patria. El tercer compromiso de Navidad podría ser defender la vida del hombre, desde su concepción hasta su muerte natural, y promover una vida digna, con un techo, trabajo, estudio y salud accesible para todos. Porque Dios es el Dios de la Vida que ama y está presente en cada vida humana.

Queridos hermanos, estamos a una semana de la Navidad, y en este 18 de diciembre, al celebrar la Alianza de Amor con María, le pedimos que nos regale un corazón como el de Ella, abierto al Dios de la Vida, solidario con los hermanos y forjador de familia. Con el Padre Fundador pidamos:

Madre,
Tal como muestras al Niño a pastores y reyes
y te inclinas ante Él adorándolo y sirviéndolo,
así queremos con amor ser siempre sus instrumentos
y llevarlo a la profundidad del corazón humano
.


Desde el Santuario reciban un cordial saludo y bendición para cada uno y sus familias.

¡Feliz Navidad y bendecido año 2009!

P. José Javier Arteaga

martes, diciembre 16, 2008

EL PUENTE

Año 2. Nº 8

Diciembre 2008




Sumario

a) “Carta para nosotras” La Hna Mariela nos escribe una esperanzadora y cálida carta de Navidad.
b) Esto nos pasa: “Mirando la realidad, construir sobre roca” El Curso 17º Mza nos trae un mensaje de esperanza, el remedio para vivir en un mundo en que el ritmo de vida, de trabajo, de constante fascinación por lo nuevo nos destruye. El remedio: el mensaje de Jesús, el pensar del Padre Kentenich.
c) “Mujeres Hoy y Acá” El Curso 18º Bs As reflexiona sobre la mujer nueva: la que hace familia y regala hogar a otros, la que crea, fortalece y revaloriza los vínculos, la que llena de valores los lugares donde actúa.
d) A la Sombra del Santuario: “El hombre con mil corazones”
El 1º Curso Mza profundiza el pensamiento paulino a través del Padre
Kentenich, que siguió su escuela, nos recuerda los orígenes de la
Federación y la misión que tenemos como madres federadas.


a) “Carta para nosotras”
Hermana Mariela. Asistente de la Federación de Madres Arg - Py

“Dios se ha hecho hombre, se ha hecho niño,
para que el hombre se haga Dios, se divinice”
Navidad 2008

Mis queridas Madres federadas
Llegamos al final de un nuevo año de trabajo. Pero al mismo tiempo llegamos ante las puertas de un tiempo de gracias en el cual vivimos la venida de Jesús que viene a renovar nuestra vida en el misterio de su encarnación.
El Verbo Eterno, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad se hace hombre, se encarna en el seno de una mujer; nace niño para acercarse a nuestra vida y regalarnos una experiencia profunda y personal del Amor infinito y misericordioso del Padre. Y al mismo tiempo quiere que nosotros nos dejemos llenar de ese Amor para que vivamos la plenitud de nuestra vida de hijos de Dios.
De todo corazón quiero rezar por cada una de ustedes para que puedan vivir en lo profundo del corazón esta alegría y que desde su corazón pueda desbordar a todos los que compartan con ustedes este tiempo, de tal modo que también ellos dejen que el Niño les llene el corazón. Porque no hay nada más grande, dignificante y que llena de felicidad, que saber que nada menos que Dios - que tiene los hilos de la historia en su mano – es un Dios lleno de AMOR grande y misericordioso y nos ama personalmente.
Creo que nos encaminamos a un tiempo difícil de nuestros países. No nos faltarán preocupaciones y dificultades. En estos tiempos difíciles, es la mujer quien debe lograr ser sostén, apoyo, equilibrio para la Familia y especialmente para el esposo.
Les deseo de todo corazón que puedan serlo! Que puedan ser puentes hacia lo alto, para poder mirar la vida desde otra perspectiva. Que puedan permanecer firmes y fieles a los valores fundamentales, para que en la tormenta y en la confusión del tiempo actual, conduzcan a lo verdadero.
Quiero agradecerles de todo corazón la entrega y la fidelidad a la misión. He podido experimentar a lo largo del año, mucha entrega, mucho sacrificio y disponibilidad para la misión que nuestro Padre y Fundador nos ha confiado como Federación de Madres. Hemos podido ofrecer a Dios en este último tiempo frutos maduros. La muerte de Martha Adaro (5º curso) es un tesoro valioso que la Mater ha elegido para llevarla a su plenitud en el cielo y mostrarnos el punto fundamental de referencia para nuestra vida: el cielo.
Quiero agradecerles también de corazón toda la apertura y disponibilidad para la educación, también en situaciones personales o comunitarias difíciles.
Y para esta Navidad, les prometo rezar por ustedes ante el Pesebre en el Santuario de Nuevo Schoenstatt, pidiéndole a Jesús que les regale todo lo que necesitan. Que cada una de ustedes pueda vivir una Navidad feliz, en la conciencia que Dios nos ha hecho el mejor regalo: ha puesto a su Hijo Divino en nuestro corazón y nos permite poner el nuestro en el suyo.
En el Niño y su Madre nos mantenemos unidas y nos encaminamos a un nuevo año de gracias!
Unidas en la misión las saluda a cada una,
Su Hna. Mariela



b) “Esto nos pasa”
Aporte del Curso 17º de Mendoza
“Mirando la Realidad: Construir sobre roca”

Debido a la gran decadencia económica, social, moral y religiosa por la que viene atravesando nuestro país desde hace ya unos largos treinta años, es que nuestra mirada es bastante pesimista. Por eso nace el impulso de investigar y conocer, para descubrir el presente, diagnosticar y poner remedio.

Creemos que hemos ido construyendo lugares donde refugiarnos a partir de nuestra formación, porque tememos enfrentarnos con la cruel realidad que nos rodea.
La preocupación por lo social es un signo de los tiempos, que debe ser interpretado y discernido “La mano en el pulso del tiempo, el oído en el corazón de Dios” P K. tarea ineludible desde nuestro origen; la preocupación no está sólo centrada en la situación personal sino en la salvación del mundo y de la historia en el momento actual.

Con esfuerzo deseamos cumplir aquellas metas que nos proponemos como padres, educadores, laicos comprometidos; pero es triste ver que quienes tienen en sus manos el destino de nuestros pueblos, hayan cortado todo vínculo con el primer orden, es decir con Dios.

Realidad: El hombre ha comprometido su intelecto, su voluntad y su corazón, estas facultades no encuentran un objeto correspondiente. Al intelecto se lo ha privado de la verdad; a la voluntad, de lo bueno; y al corazón, se lo ha privado de personas que puedan amar. Nuestros jóvenes se pierden en lo meramente mundano, no sabemos donde irán a llegar.

La naturaleza humana, las facultades humanas están atrofiadas y mutiladas. Así se muestra el alma del hombre actual; la vinculación no debe ser muy profunda ni durar mucho tiempo (afirma el común de hoy). Sentimos desde nuestro interior que la vida pasa como una estrella fugaz y tenemos miedo de llegar a convertirnos en una vieja máquina tratando de remontar un barrilete de plomo, o peor aún de quedar encerrados dentro de nuestras propias cárceles, creyendo que nuestros anhelos son impropios y difíciles de alcanzar.

A partir de esta realidad se puede diagnosticar por qué la persona carece de consistencia; por qué le falta vida, plenitud, profundidad, interioridad y riqueza; no sólo han entrado en crisis las verdades religiosas, el hombre mismo está en crisis, está expuesto a las influencias que llegan del exterior, se ha desintegrado interiormente.

Antes la persona era llevada por un ambiente cristiano, hoy día en cambio, el cristianismo debe poder cristianizar un ambiente no cristiano. La vida y la fe cristiana se encuentran en medio de una lucha.

Estamos frente a una humanidad cargada de individualismo donde prima el tener y el parecer al ser propiamente dicho. Una humanidad que sólo busca disgregar y destruir la realidad familiar, por comodidad y falta de compromiso. Se ha perdido la palabra nosotros.

Remedios: Cada vez se hace más importante la educación de la conciencia, para hacerla norma de la vida y del actuar, educar la capacidad y disposición de decidirse a si mismo, responsable y concientemente en el sentido de Dios y de llevar a cabo esa decisión en forma consecuente y valiente en medio de los obstáculos.

Estar compenetrados en la importancia que reviste el tiempo actual; ver y definir con claridad la imagen del hombre actual “Dificultades son tareas” P.K.

Dios creó al hombre para una misión, vivir como cristiano tiene una misión. Desarrollar un estilo de vida claro: vivencias paternales y maternales, vivencias de hogar (sin el cual se convierte el hombre en un vagabundo de la vida).

El anhelo del P.K.: Educar hombres y mujeres paternales y maternales, hombres y mujeres hijos, hijos de Dios Padre cimientos de la sociedad. Sigue diciendo: Buscar hogar y cobijarse directamente sólo en Dios no resuelve el problema; se necesita proporcionar hogar al hombre en el hombre (hogar natural y sobrenatural).

Queremos contagiar la esperanza que solamente si apostamos a la familia, en cada hogar podremos transparentar el verdadero rostro de Cristo y así sentar las bases para construir la nueva humanidad.

Seguimos revisando, observando la realidad y esto nos pasa: Se tiene la sensación que en la sociedad hay un nuevo estilo de relacionarse.

Triunfa lo que en el momento puede proporcionar sensaciones, moverse en el reino de las impresiones, sentimientos, emociones. Experimentar la fascinación por lo nuevo, por eso se cambia rápidamente. Un ritmo de vida más dinámico. Se le agrega el eterno “trabajador”, trabajo, trabajo y más trabajo; frente a esto se busca culpables, la economía, los medios de comunicación, etc. El P.K. afirmó que la agitación y el ajetreo, acaban por destruir.
No se asume el desafío: Iniciar un proceso por el cual aprender a elegir dentro de tanta variedad. La tarea no es fácil, se es parte de la sociedad.

Remedio: Poner los cimientos del propio mundo, un mundo según el orden del ser querido por Dios; una guía clara con una realidad “Somos amados por Dios”.
Esta dicha, gozo y paz, mueve a la responsabilidad, Dios ha puesto confianza en el hombre y para contar con las fuerzas suficientes, el amor personal a María como forjadora de la personalidad.

La Consagración a la Santísima Virgen encierra una especie de entrega mutua de la personalidad. Es claro que un amor íntimo y cálido a María instaura una vida más simple, más austera, más auténtica, modera apetitos y permite restaurar el equilibrio y la confianza para alcanzar una vida con una existencia en la que se pueda construir sobre roca, en la verdad de sí mismo.

Como decía Cristo, el que construye su casa (personalidad) sobre arena (que representa los valores del mundo), viene el vendaval y la derriba; pero el construye su casa sobre roca (que es la interioridad personal), nada la altera.

El P.K. hizo hincapié en que cada uno descubriese en profundidad el valor personal y hallase su rostro original para encontrarse de veras consigo mismo y con los otros, y llegar a la comprensión de este amor de Dios hasta el extremo. Después de esa comprensión no se puede dejar de responder a Cristo “Te seguiré donde quieras que vaya” Lucas 9, 57. Y donde está Jesús está María, donde está María está el Espíritu Santo.

De este surgimiento vamos “¡Alegres en la esperanza y seguros de la victoria, con María hacia los tiempos más nuevos!”.

Como madres federadas: Hagamos carne las palabras del evangelio, seamos sal y levadura, construyamos sobre roca, que nuestras vidas sean transparencia viva de la luz que irradia el verdadero cristiano que camina el sendero con la mirada puesta en la eternidad.

Liliana Leboeuf de Tupalle – Norma de Salafia
Ely Abramo de Boato – Marisa Francesconi de Sesto

17º C RCuyo



c) “Mujeres Hoy y Acá”
Aporte del Curso 18º de Buenos Aires

Nos preguntamos: ¿cómo definir a la mujer aquí y ahora, a la mujer actual?

Para nosotras, esa mujer debería ser la Mujer Nueva de la que tanto habló el P. Fundador y anheló formar con su pedagogía.
La conquista a alcanzar es llegar a ser una mujer totalmente arraigada en Dios, comunitaria, que afirma desde lo más profundo de su alma todos los vínculos queridos por Él.

Su ser y actuar la muestran en una honda e íntima dependencia de la Divina Providencia: fe práctica en la Divina Providencia es su sello distintivo. La Mujer Nueva es plenamente armónica y coherente.

Según el pensar del P. Fundador queremos descubrir qué es ser una Mujer Nueva:

1- a la luz de la época
2- a la luz de la fe

1-Vivimos una época en que se han desdibujado los valores, se han debilitado los vínculos.
La Mujer Nueva, madre de familia, no sólo ha de crear vínculos familiares sino que ha de esforzarse por fortalecerlos permanentemente. Y revalorizar los vínculos no sólo en su ámbito familiar sino en todo lugar donde actúe: su trabajo, la Parroquia, con sus amigos.

La capacidad de crear familia constituye la esencia de una madre católica, es la Mujer Nueva que construye la comunidad familiar y fraterna según el ejemplo de la Sagrada Familia.

Demostremos que las ansias por forjar familia están vivas en nosotras y, desde allí, ampliar nuestro accionar en la comunidad.

Decía el P. Kentenich “en la nueva configuración del mundo, se ha de prestar mayor atención a la familia, ella ha de ser concebida como la célula fundamental de la sociedad humana, y, por eso, ha de ser formada conforme a la idea original de Dios y pensarla y trabajar por ella desde el pensamiento que tuvo Dios".

Como nos dice el P. Javier en su Carta de Alianza (nov. 08) “se trata de poner todas nuestras fuerzas y buscar aliados para llenar de valores los distintos ámbitos de nuestra vida familiar, laboral y social.
Se trata de vivir la familia, de ser “Familia Viva que da nueva vida”

2.- Para lograr lo que se dice con bellas palabras, la mujer actual debería reencontrarse en María, Madre y Educadora. Tanto en el ámbito familiar como en el laboral y en el social, ha de encarnar a María, comprometiéndose a ser una verdadera María “fuerte y digna, sencilla y bondadosa”, ya que como decía nuestro Padre, no tengamos miedo de marcar los errores, exigir con bondad pero firmemente a nuestros educandos lo que verdaderamente consideremos que es correcto; recordando que, para poder exigir algo, tenemos que vivirlo verdaderamente nosotras mismas.

En este punto, es importante ser totalmente conscientes de lo que cada una de nosotras es, sin máscaras, no tratar de vivir algo que no es real, que mi yo sea el Yo auténtico, aceptando mis fortalezas y mis debilidades. Conociendo ambas, podré ser yo misma, sabiendo que soy creación de Dios, que me regaló talentos y que mis debilidades, sirven para mi crecimiento, las tengo que conocer para hacerlas lo menos dañinas posibles y no permitirles que surjan en los momentos críticos; pero sabiendo que las tenemos porque son inherentes al ser humano, que todos tenemos una u otra debilidad, y que ellas no son condicionantes de mi vida.

Acordarnos, que el sacramento del Bautismo, Agua Viva, que Dios instituyó y a través del cual nacemos a una vida nueva, la vida de hijos de Dios, es lo que nos debe purificar en el día a día y comunicarnos la vida divina. Esa Agua Viva, nos debe llevar a ser mujeres vivas. Nos debe ayudar a que ese espíritu de mujer nueva nos ayude a forjar una familia de corazones unidos, en la cual podamos llevar la carga del otro, siendo así una familia viva. Pero también, nos debe ayudar a recordar que nuestras debilidades son purificadas todos los días cuando las reconocemos ante Nuestro Señor y le pedimos que nos ayude a superarlas.

Si llegamos a convertirnos verdaderamente en mujeres nuevas, llegaremos a poder regalar hogar a otros, el Nido que significa para nosotras los brazos de la Madre de Dios.

Aprendemos de María a ser madres cada día, con todo lo que ello implica: la ternura, la intuición, el ansia de proteger y cuidar a los suyos; ésta es nuestra experiencia de hijas, en la Alianza de
Amor.

“A semejanza de María, quisiéramos ser vasijas abiertas, ampliamente abiertas para Dios y lo divino”. (P. Kentenich)

Cecilia Barni - Alba Mansilla - Alejandra Sykes de Senestrari
18º C RMet

Bibliografía:
Para nosotras
María si fuéramos como Tú
Carta de Alianza. (nov. 08) P Javier Arteaga
Un Educador Profético. Fundamentos psicológicos de la pedagogía del Padre Kentenich. Paul Siegel
Principios pedagógicos. Padre Kentenich 1930
Propuesta Pedagógica. Padre Angel Strada 2003



d) “A la Sombra del Santuario”
Aporte del 1º Curso de Mendoza
“El Hombre con mil corazones”

Este año paulino decretado por el Santo Padre, quiere liberarnos el camino hacia los orígenes de nuestra Federación. Quiere ponernos en contacto con la alegría y la belleza original del ser cristianos. Nos invita a conocer a Pablo, el gran testigo y maestro de los comienzos de la Iglesia e ir a su escuela, como lo hizo nuestro Padre Fundador, que se inspiró en él.

Profundicemos el pensamiento paulino y tratemos de aplicarlos a la vida de nuestra familia.

Pablo, apóstol del pensamiento de membralidad

A San Pablo, lo llaman el dogmático y apóstol del pensamiento de membralidad, que es lo mismo que decir “el pensamiento del desposorio espiritual”.

Ya Jesús, había hecho gráfica esta verdad, al hablar de la vid y los sarmientos, Cristo y los bautizados, “Yo soy la vid…

El mérito de Pablo consiste en haber dado a este pensamiento la figura del Cuerpo Místico de Cristo y haberla convertido en la idea directriz de su doctrina y vida. Con gran amor profundizó esta imagen. “Cristo es la Cabeza y nosotros somos sus miembros”, es la imagen que encontró para reflejar el misterio que debía anunciar.

Este pensamiento caló profundamente en él, en el momento de su conversión, en la experiencia de Damasco.

El Señor está delante suyo, revestido de una gran majestad y transmitiéndole su paz y bondad. Él, a quién Pablo aborrecía y que a su vez lo inquietaba profundamente en su interior: Cristo.

De Él recibe un reproche lleno de dolor pero también lleno de amor, Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? (Hch.22,7). Pablo sintió profundamente ese reproche, él perseguía a los cristianos, pero sin embargo, el Señor le dice: “¿ Por qué me persigues?”

En esas palabras está la línea fundamental de toda la doctrina de Pablo sobre el Cuerpo Místico de Cristo.

Se retira a la soledad del desierto, se dedica a la contemplación y a la oración durante tres años.

Luego va a Jerusalén, con los apóstoles se introduce profundamente en la doctrina y vida de Cristo. Vuelve a la soledad para meditar en la oración y su Evangelio, sólo entonces sale a recorrer el mundo como una hoguera ardiente para Cristo…. A anunciar al mundo el gran misterio de Dios y Cristo: Cristo en nosotros y nosotros en Cristo, un santo celo lo impulsa. No puede hacer otra cosa, al punto de decir: “ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y mientras vivo en esta carne mortal, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí” (Gál 2,20).

Lo que San Pablo enseñó, también lo vivió de un modo ejemplar. Entre los apóstoles fue el más crucificado. Se constituyó en luz de Cristo para muchos. Habló con pasión de Aquel que amaba y al que le había dado su vida.

Con maravillosa libertad interior, propia de quién se sabe discípulo de Jesucristo, le dirá a los que llevó al Evangelio que han de ser como él. No tiene problema alguno en ponerse como modelo de discípulo de su Señor: “Seguid mi ejemplo como yo sigo el de Cristo”(Fl.3,8 y 12).

El Padre Kentenich frecuentó la escuela de San Pablo

Nuestro fundador ha tomado de San Pablo grandes áreas temáticas y contenidos centrales de su espiritualidad. Realmente ha seguido su escuela, se ha inspirado en él, y ha asimilado contenidos esenciales de sus epístolas que encontraron eco y despertaron vida en su persona y en su movimiento religioso. Siguió realmente la escuela del apóstol Pablo. Además hay una profunda semejanza en el destino de ambos. Por eso eligió “Paulus” como seudónimo, en el campo de concentración.

Ya en 1914, el joven director espiritual, presenta a los estudiantes de la Congregación, al Apóstol Pablo como modelo, quiere ganar para el apóstol de los gentiles y “su amor servicial” a sus jóvenes que están en camino de vocación misionera.

En ocasión de la fundación de la Federación Apostólica, en el año 1919 encontramos en las Constituciones a San Pablo como segundo patrón.

1- La protectora de la Federación es la Mater Ter Admirabilis y
el patrono especial es San Pablo.
Nuestro lema es: ¡Caritas Cristi urget nos!
¡El amor de Cristo nos apremia!

En nuestro Santuario, San Pedro y San Pablo acompañan a Jesús Sacramentado y a María. Pedro con las llaves, Pablo con la espada, símbolos que testimonian su identidad y su misión. Pedro como Pablo fueron “elegidos, llamados y enviados” por Jesucristo. Se trata de unir cada uno de estos verbos a las gracias del Santuario: cobijamiento, transformación y envío.

Lo que a Pablo, el hombre con mil corazones, lo hizo extraordinariamente grande, fuerte y fecundo es su Ideal Personal: “El hombre nuevo en Cristo”.

Nosotras, como Madres de Federación, estamos llamadas a descubrir a Cristo de la Mano de María, seguirlo y anunciarlo con el amor y la pasión de San Pablo. Que los tres manantiales que surgieron según la leyenda, donde fue ejecutado Pablo, la fuente de su amor a Cristo, al prójimo y a la cruz, todas frutos de su amor a Él, se reflejen en nuestros corazones para que crezcamos en nuestro apostolado y estemos dispuestas a encender el mundo en Cristo.

Madre, que Schoenstatt “continúe siendo tu lugar predilecto, valuarte del espíritu apostólico, jefe que conduce a la lucha santa, manantial de santidad en la vida diaria , fuego del fuego de Cristo, que llameante esparce centellas luminosas, hasta que el mundo, como un mar de llamas, se encienda para gloria de la Santísima Trinidad. Amén” (Hacia el Padre, nº 499-500)

Irene Biggiani - Norma Cremaschi
1º Curso R.Cuyo
Altera María, Splendor Ordinis, Ite et incendite mundum

Bibliografía:
Nova creatura in Jesu et María (Pensamientos de “Sponsa”). P. José Kentenich
Entrevista a Monseñor Peter Wolf (Director General de los sacerdotes
diocesanos)
Carta del Padre Alberto Eronti

lunes, diciembre 08, 2008

Benedicto XVI recuerda que María Inmaculada refleja Belleza que salva el mundo

VATICANO, 08 Dic. 08 (ACI).-El Papa Benedicto XVI presidió el rezo del Ángelus en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María y aseguró que en ella "contemplamos el reflejo de la Belleza que salva el mundo: la belleza de Dios que resplandece en el rostro de Cristo".

Ante miles de peregrinos que llegaron hasta la Plaza de San Pedro, el Santo Padre precisó que en María "esta belleza es totalmente pura, humilde, libre de toda soberbia y presunción". Recordó que así es como la Virgen se mostró a Santa Bernadette en Lourdes, cuando le dijo "Yo soy la Inmaculada Concepción", y como es hoy venerada en santuarios de todo el mundo.

El Papa explicó que la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María recuerda dos verdades de la fe: la existencia del pecado original, y sobre todo la victoria de Cristo sobre el mal. Una victoria que resplandece de forma sublime en María Santísima.

"La existencia de lo que la Iglesia llama 'pecado original' es desgraciadamente de una evidencia aplastante, si simplemente miramos a nuestro alrededor y ante todo dentro de nosotros. La experiencia del mal es tan consistente" que "suscita en nosotros la pregunta: ¿de dónde procede?", "un interrogante aún más profundo" para el creyente: "si Dios, que es Bondad absoluta, ha creado todo, ¿de dónde procede el mal?", indicó.

Benedicto XVI explicó que la respuesta se desprende de las primeras páginas de la Biblia con el relato de la creación y de la caída de los primeros padres.

"Dios ha creado todo para la existencia, en especial creó al ser humano a su propia imagen; no creó la muerte, sino que ésta entró en el mundo por envidia del diablo –como dice el libro de la Sabiduría (1,13-14; 2,23-24)-, el cual, rebelado contra Dios, atrajo en el engaño a los hombres, induciéndoles a la rebelión", señaló.

"Es el drama de la libertad que Dios acepta hasta el fondo por amor, prometiendo en cambio que habrá un hijo de mujer que aplastará la cabeza de la antigua serpiente", subrayó y agregó que "la Mujer predestinada a ser Madre del Redentor, madre de Aquél que se ha humillado hasta el extremo para reconducirnos a nuestra dignidad original", "a los ojos de Dios siempre ha tenido un rostro y un nombre: 'llena de gracia', como la llamó el Ángel visitándola en Nazaret".

La liturgia de hoy afirma que Dios "preparó una morada digna para su Hijo y, en previsión de la muerte de Él, la preservó de toda mancha de pecado", explicó.

lunes, diciembre 01, 2008

Fechas importantes diciembre 2008

07 Segundo domingo Adviento

08 Fiesta Inmaculada Concepción de María

10 Nuestra Señora de Loreto

12 Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América
12 Nacimiento don Joao Pozzobon
14 Tercer domingo Adviento



21 Cuarto domingo Adviento



22 Audiencia del P.Kentenich con S.S. Pablo VI
24 Regreso del Padre Fundador a Schoenstatt



24 Nochebuena
25 Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

28 Santos Inocentes


28 Fiesta de la Sagrada Familia

viernes, noviembre 28, 2008

Corona de Adviento

La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios Sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno.

Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica.

En este Adviento podríamos preparar la "Corona de Adviento", no sólo para adornar nuestra casa, sino también para vivir interiomente esta preparación a la venida de Jesús.

La corona tiene diversos símbolos:

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la oscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Las velas pueden ser de diferentes colores, todas rojas, o blancas o verdes, o moradas. Algunos acostumbran usar diferentes colores: una morada, una roja, una rosa y una blanca. Hay quienes acostumbran poner tres velas moradas y una rosa o blanca. Se prenden primero las moradas que nos recuerdan que es tiempo de penitencia, de conversión. La blanca o rosa significa la alegría de la llegada de Jesucristo.

Las manzanas o globos rojos que adornan la corona: Representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo pero recibieron también la promesa del Salvador Universal.

El listón rojo: Representa nuestro amor a Dios y el amor de Dios que nos envuelve.

La corona se podría colocar en un sitio especial de la casa, un lugar fijo donde se quedará todo el adviento y donde la puedan ver los niños para que constantemente recuerden la venida de Jesús y la importancia de prepararse para ese momento.

Si no se ha llevado la corona a una parroquia para bendecirla, podrá hacerlo el papá o la mamá con la siguiente oración:

Señor Dios, bendice con tu poder nuestra Corona de Adviento para que, al encenderla, despierte en nosotros el deseo de esperar la venida de Cristo practicando las buenas obras, y para que así, cuando Él llegue, seamos admitidos al Reino de los Cielos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Oración para cada domingo
Jesús, ven entre nosotros, queremos compartir tu venida, queremos recibirte con un corazón transformado. Nosotros esperamos que nos regales tu luz, tu paz y tu amor.
¡Ven, Señor Jesús!

Primer domingo
La primera vela será la luz de mi alegría y mi sonrisa. La ofreceré a todos sin distinción, generosamente y por propia iniciativa.
Encendemos Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir en la noche al encuentro del amigo que viene. En esta primera semana queremos prepararnos para recibirte con alegría.
¡Ven, Señor Jesús!

Segundo domingo



La segunda vela será la luz de mi plegaria sencilla y sincera. Ofreceré mi oración al Señor pidiendo por mi familia, amigos, seres queridos, mi patria, y todos los que necesitan de su amor y comprensión.
Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como símbolo encendemos estas dos velas. Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
¡Ven pronto, Señor Jesús!

Tercer domingo





La tercera vela será la vela de mi perdón
Tenderé mi mano a todos para que me perdonen. Tenderé mi mano para ofrecer reconciliación y perdón.
Me dice Jesús: "Si tú quieres que Dios te perdone, debes ser capaz de perdonar...".
Y en estas situaciones es más grande el que da que el que recibe.
Cuando encendamos estas tres velas, cada uno de nosotros quiere ser luz como Jesús, para regalar amor y misericordia como Él nos regala.
¡Ven, Señor Jesús a salvarnos, envuélvenos con tu luz y caliéntanos con tu amor!

Cuarto domingo
La cuarta vela será la vela de mi cariño. Repartiré buenas palabras, gestos amables y llenos de ternura.
Mi intención es amar porque Dios nos amó primero, porque donde hay amor verdadero, allí está Dios, porque Dios es amor.
Al encender estas cuatro velas, pensamos en María, su Madre y nuestra Madre. Ella esperó al Niño con ternura, con alegría y sus brazos fueron la cuna más hermosa. Preparémonos para que encuentre en nuestros brazos y en nuestro corazón ese amor y esa alegría.
¡Ven pronto, Señor, ven a salvarnos!

miércoles, noviembre 26, 2008

Noviembre 2008

Queridas madres de Federación:

Estamos finalizando el año litúrgico, y comenzaremos el Ciclo B con el primer domingo de Adviento el próximo 30 de noviembre.

Este tiempo fuerte nos prepara para un nuevo nacimiento del Niño Jesús. Algo que ya pasó, ¿puede volver a pasar? Algo que sucedió hace más de 2.000 años no puede caer en el olvido, sino que es algo que permanece en el tiempo. Es el Dios creador que se hace pequeño para estar entre nosotros y poder acompañarnos. Él quiere venir a nuestra vida personal y familiar para regalarnos su ternura, su amor, su perdón, su solidaridad, para que nosotros podamos llevarlo a los demás. Jesús quiere que encontremos en cada persona su rostro de niño indefenso para que le regalemos gestos de amor.

El domingo pasado, Jesús nos dice cómo debemos comportarnos con nuestros hermanos: “porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver. Los justos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte? 'Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”.

Esto significa que tenemos que estar preparados para encontrar a Jesús en cada persona que espera de nosotros ayuda, consuelo, esperanza. Y como la vida es un ir y venir, nosotros tampoco estaremos solos con nuestros sufrimientos, con nuestras alegrías y anhelos, porque Dios está con nosotros, Dios se hace niño porque quiere quedarse en nuestro corazón, quiere vivir con nosotros. Él espera que le hagamos un lugar en nuestro corazón y en nuestra casa, y que festejemos su nacimiento, su cumpleaños con Él y no olvidándonos de qué es lo que celebramos. Tantos preparativos, regalos y comida, no tienen que hacernos olvidar el verdadero sentido de la Navidad.

No nos pide grandes cosas, sino que lo dejemos entrar, que intensifiquemos nuestra entrega y nuestra vida de oración, que vivamos en una actitud de servicio y de entrega al hermano que es donde habita Jesús. Que tengamos un corazón sencillo, arrepentido, alegre, reconciliado conmigo mismo y con los demás. Si en nuestro corazón hay rencor o dolor por el alejamiento de alguien, sepamos pedir y regalar perdón. Que en momentos difíciles sepamos regalar alegría y esperanza. Esa alegría y esa esperanza que surge de saberme y sentirme amada por el Padre que nos regaló a su Hijo.

La Madre Teresa de Calcuta, en “Tengo Sed de Ti”, nos recuerda las palabras del Apocalipsis: “Mira que estoy a la puerta y llamo…” y luego piensa que Jesús le dice: “Yo ahí estoy, esperando hasta la más pequeña sugerencia de invitación que me permita entrar. Y quiero que sepas que cada vez que me invitas, Yo vengo siempre, sin falta. Vengo en silencio e invisible… Vengo con mi misericordia, con Mi deseo de perdonarte y de sanarte, con un amor hacia ti que va más allá de tu comprensión… Vengo deseando consolarte y darte fuerzas, levantarte y vendar tus heridas. Te traigo Mi Luz, para disipar tu oscuridad y todas tus dudas… Vengo con Mi paz, para tranquilizar tu alma...”.

Es Jesús quien tiene sed de mí porque yo soy valiosa para Él, Él me ama tal como soy y está esperando mi respuesta. Él espera que le haga un lugarcito en mi corazón para poder transformarme en un jardín en flor. En Belén no había lugar para Él. ¿Lo encontrará en mi corazón? Él buscó un lugar humilde para nacer, es por eso que tengo que desprenderme de todo orgullo, vanidad, tristeza, ruidos, para que pueda entrar en mi corazón.

Jesús nace nuevamente en esta Navidad porque quiere llenar de alegría y de sentido nuestras vidas y quiere ser nuestro modelo a imitar. Miremos una vez más hacia adentro de nosotras mismas para que nazca la mujer nueva. En Él podemos vivir nuestro constante nacer de nuevo y todos nuestros esfuerzos para que se realice en nosotras el “Milagro de la Nochebuena”.

El P.Carmona en su plática del Evangelio de los talentos, nos dijo que lo que no se trabaja se pierde, mientras que lo que se trabaja se multiplica. Sus palabras me llevaron a reflexionar, si desde el Adviento anterior he multiplicado los talentos de la fe, del amor, de la entrega, de la solidaridad. Si los he multiplicado en mí, en mi familia, en mi trabajo, en mi entorno.

Jesús nos invita a ser generosos, a darnos por amor y no por obligación. Entre nosotras, cristianas y federadas deberíamos desterrar la palabra “cumplo” y reemplazarla por el amor. No podemos decir que cumplo con la Misa, con el Horario Espiritual, con mis tareas y compromisos, con mi prójimo y con mi trabajo, sino que por amor voy a Misa, por amor hago mi HE, por amor conquisto actitudes marianas, por amor hago las tareas de mi casa y de mi trabajo, y todo eso lo ofrezco con amor para transformar mi corazón y el de los que me rodean.

De la mano de María, preparemos el camino de la nueva venida de Jesús con medios concretos para que en mi corazón y en mi entorno se viva un nuevo Belén donde reine la alegría que cantaron los pastorcitos ante el Niño Dios.

Les deseo a cada una un bendecido y fecundo Adviento y una feliz Navidad junto a sus familias. Las abrazo con mucho cariño,

M.Inés E. de Podestá

domingo, noviembre 16, 2008

Cumpleaños P. José Kentenich


Hoy es el verdadero cumpleaños de nuestro Fundador. Aunque en muchos documentos oficiales figura como fecha de nacimiento del P.José Kentenich el 18 de noviembre de 1885, él nació en Gymnich el 16 de noviembre.

Leyendo el libro "Los años ocultos. Padre José Kentenich infancia y juventud (1885-1910)" de Dorothea M.Schlickmann, descubro algo que no sabía y se aclara el por qué de las dos fechas. El Padre nace el día 16 en la casa de sus abuelos maternos, en el pueblo de Gymnich. Ese día se celebraba una kermés en honor del patrono de la parroquia, San Cuniberto.

Por este motivo, las oficinas públicas estaban cerradas y recién se pudo inscribir su nacimiento el 18 de noviembre, tomándose como fecha de nacimiento el día de su registro.

Sin embargo, él, su madre, sus parientes y la Familia de Schoenstatt reconocen como fecha de su nacimiento el día 16. Así también se consigna en el certificado de egreso del orfanato de Oberhausen y en la inscripción en el seminario palotino de Ehrenbreitstein (pág 23).

En una carta de 1926 la madre le escribe "El próximo mes, el día 16, cumplirás 41 años. Si vuelves a portarte bien durante otro lapso similar,seguramente irás al cielo". Efectivamente, el Padre falleció a los 82 años (pág 23).

Celebremos doblemente su cumpleaños, el 16 y el 18, día de Alianza, agradeciendo su legado y asumiendo fielmente su misión.

sábado, noviembre 15, 2008

“La palabra autoridad ha perdido su inocencia ¿Es posible rescatarla?”
P. Guillermo Carmona

Nos molesta y cuestiona la caricatura de la autoridad en los diversos campos de la vida: familiar, social, político, jurídico. Nos duele la mentira institucionalizada, la incoherencia, la falta de honestidad y credibilidad: las “valijas voladoras”, el dinero extranjero y nacional para las campañas políticas, los ajustes de cuentas, los juicios inconclusos, el enriquecimiento descarado… El botón de prueba, y que toca el bolsillo de cada persona, es la inflación. Cuando en enero de 2007 el Indec comenzó a manipular el índice de precios, surgió la sorpresa y la protesta. Diarios afines y lejanos al gobierno consignaron la mentira y denunciaron las incongruencias. “Las modificaciones se extendieron como una metástasis y los analistas creen que el IPC real duplica el oficial”, consignaba entonces un comentarista político.

La urgencia de contar con buenos dirigentes
El clamor por autoridades que despierten adhesión y confianza se presenta hoy -a diferencia de otros tiempos- con especial urgencia. Estamos en tiempos de “cambios epocales” (José Kentenich), con sus “dolores de parto” y búsqueda de una nueva cultura, concepción y práctica de la autoridad. Un desafío especial se percibe en la familia: los padres no son artículos de lujo que pueden estar o no en el ajuar de nuestros hogares. Son piezas esenciales para la convivencia humana, para la sanidad y estabilidad de las personas.

Tareas de la autoridad y sus incongruencias
La primera tarea de la autoridad -en el hogar, la escuela y el ámbito público- es promover el orden y la justicia. Nos cuesta ver cómo la ley no se valora, se la burla y ridiculiza. Los ciudadanos y el gobierno estamos en deuda cuando no la respetamos. Cuando cunde la “anomia” (etimológicamente: “sin norma”) es decir, la incapacidad de aplicar los medios y las consecuencias lógicas de su no cumplimiento, rige la ley de la jungla, del más fuerte, del matón.

Una segunda tarea de la autoridad es garantizar la seguridad y la paz. Los niveles de inseguridad en nuestra patria afectan a todos, sin distinción del grupo social y del lugar donde se habita. Los estudios comparativos -respetando sus márgenes de error- indican que la cantidad de delitos aumentó considerablemente en la Argentina, como también el número de armas en el mercado negro. Si bien hay países donde la violencia es mayor, estudios serios afirman que la conciencia de inseguridad de los argentinos es una de las más altas del mundo.

Una tercera misión de la autoridad es el servicio a la vida ajena. La palabra “vida” tiene diversas acepciones: física, psíquica, espiritual y social; comienza en el seno de la madre y se prolonga hasta la muerte natural. La autoridad debe aprender a servir: ella no está para fagocitarse a sí misma, sino para ayudar al bien común. La prensa ha sacado a relucir cómo la autoridad se ha aprovechado del poder para acumular dinero y hacerse rico. Es difícil no contaminarse con las tentaciones cotidianas del dinero. El desafío es superar la usura y ayudar a todos: las desigualdades -muchas veces aberrantes y al alcance de la mano- gritan al cielo por una mayor justicia. Basta visitar las escuelas de zonas marginales o sencillas y compararlas con aquellas ubicadas en barrios cerrados o "countries".

El desafío de toda autoridad: adquirir la autoridad moral
José Kentenich (1885-1968) fue uno de los primeros en hacer la distinción entre autoridad jurídica y moral.

La autoridad jurídica es la potestad delegada -ya sea por la ley natural o por el pueblo- para ejercer la autoridad.

La autoridad moral es la que se adquiere por un ejercicio virtuoso de la misma: genera confianza y adhesión, nunca seguimiento ciego. José Kentenich la llama “Auctoritas”, y explica que viene de una palabra latina: “ser autor de la vida”.

En la familia, por ejemplo, los padres tienen la patria potestad. Poseen una autoridad jurídica. La autoridad moral la adquirirán si la ejercen con amor, protegiendo, conduciendo y ofreciendo su tiempo y esfuerzo para servir a sus hijos.

La autoridad jurídica debería adquirir la autoridad moral para ser eficiente y lograr sus objetivos. Esto sólo se alcanza a través de cinco presupuestos: la calificación para ejercer esta autoridad; la coherencia de vida; el servicio generoso a los demás; la humildad -capacidad de autocriticarse y aceptar la crítica de otros-; la permanente creatividad para buscar salidas genuinas a los problemas.

Sería sugerente hacer una evaluación y preguntarse si nuestras autoridades cumplen hoy estos requisitos.

Todo grupo social requiere autoridad jurídica, pero lo que más necesitamos es de la autoridad moral. Muy a menudo los líderes dedican dinero, tiempo y esfuerzo para cultivar su "imagen". Pero olvidan que el verdadero carisma sólo se gana con la credibilidad, el esfuerzo y el desinterés.

Volver a la fuente
Ser autoridad exige dedicación y compromiso. El ejercicio de la autoridad es exigente. Un ejemplo preclaro de autoridad -para creyentes o agnósticos- es Jesucristo. En la hondura de la autoridad de Cristo está la imagen bíblica del Buen Pastor. Releer el texto de Juan 10 es sumergirse en el misterio más pleno de toda paternidad. Hoy lo precisa y lo merece nuestro pueblo.

viernes, noviembre 14, 2008

El hombre humilde no es nervioso
Padre Nicolás Schwizer

Una actitud que nos ayuda a superar los límites y las debilidades de nuestra vida es la humildad. ¿Qué es la humildad? Dice el Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt: “Humildad es la virtud moral por la cual el hombre se experimenta totalmente débil, cuando está separado de Dios, y totalmente fuerte cuando está sumergido en Dios”.
Humildad es algo muy distinto de sentimientos o complejos de inferioridad: estos son expresiones de desaliento o depresión. En nuestro tiempo muchos sufren de estos complejos y sentimientos, sobre todo personas con temperamento melancólico.

La humildad como pequeñez y grandeza
La humildad contiene dos sentimientos de vida aparentemente opuestos: pequeñez y grandeza. Quien solamente experimenta su pequeñez, a la larga caerá en complejos de inferioridad. En cambio, quien sólo experimenta la grandeza se hará orgulloso y presuntuoso. En María, el ser humano por excelencia, se da el perfecto equilibrio: en sí misma se siente pequeña, pero a la vez, se siente amada y engrandecida por Dios.

Humildad como grandeza es, entonces, saberme aceptado, valorado y querido por el Padre. Es el reposo en un tú que me da seguridad. Es esa experiencia que tranquiliza mi corazón y me permite aceptar la pequeñez y las limitaciones sin angustia. Y puedo sentirme querido y, por eso, grande e importante a los ojos de Dios.

Humildad como pequeñez es aceptarme como criatura limitada y pecadora ante el Dios perfecto y santo. Por eso, Santa Teresa puede decir que humildad es verdad. El hombre auténtico se encuentra bien cuando es veraz: es la espontaneidad de aquel que no tiene nada que esconder, es la espontaneidad del niño.
Humildad, por eso, no es esconder los talentos. El ideal bíblico de la mansedumbre no es lo mismo que falta de personalidad; la paciencia no es cobardía y pasivismo; la pequeñez y sencillez no es mediocridad. Cuando Jesús habla de los “afligidos y agobiados” no se refiere a una melancolía enfermiza...

Si no nos resulta esto, nunca llegaremos a ser libres. Al contrario, fácilmente se traduce en problemas psicológicos e incluso fisiológicos.

Los nervios
Por eso también dice el Padre Kentenich: “Por lo general, el hombre humilde no es nervioso”. O dicho de otra forma: “Si somos nerviosos - no cuando tenemos nervios débiles sino cuando realmente somos nerviosos, - tenemos que analizar si no es porque en nuestra vida constatamos una gran falta de humildad”.

En ese sentido, la pequeñez es para el P. Kentenich “no darme importancia a mí mismo”. Ni mi persona es importante, ni mi salud, ni mi honor, ni mi obra, ni mi amor, ni mi miseria. Todo lo que se refiere a mi propio yo, no importa. Soy sólo un instrumento.

Entonces, ¿quién es importante? Sólo Dios Padre, únicamente a Él debemos darle importancia. Él es la persona más trascendental de nuestro mundo. Sólo doy importancia a la obra de Dios, el Reino del Padre. Él hace todo, yo sólo le ayudo un poquito. El honor de lo que estoy haciendo, no es para mí, sino para Dios. No yo, sino Dios. “Yo debo disminuir y Él debe crecer” (Jn 3, 30), decía San Juan Bautista.
Si así no me doy importancia a mí mismo, sino solamente a Dios Padre y a su obra, entonces Él me da importancia a mí. Cuanto menos importancia me doy, tanto más le importo a Él. Es el misterio de la auténtica filialidad: porque soy pequeño, le agrado a Dios Padre; porque soy pequeño, por eso soy grande.
Y aquí entendemos esa otra palabra del Padre Kentenich: “Tú eres el que hace las obras más grandes sólo en los más pequeños y a través de los más pequeños”.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Me considero una persona nerviosa?
2. ¿Cómo relaciono mis nervios y la falta de humildad?
3. ¿Qué me dice la frase “no darme importancia a mí mismo”?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com

martes, noviembre 11, 2008

Carta de Alianza noviembre 2008

“La seguidilla de episodios de violencia juvenil en las escuelas, incrementada en las últimas horas con nuevos casos en San Isidro, Entre Ríos y Tucumán, enciende una luz de alarma en las aulas. Pero para el ministro de Educación, Juan Carlos Tedesco, la raíz del problema no está en los colegios y tampoco en los chicos. La responsabilidad es de los adultos y, principalmente, de los padres, dijo ayer en una entrevista con LA NACION. (…)“¿Dónde aprenden los chicos estas conductas? ¿Quién se las está enseñando? No es la escuela ni son los maestros”, advirtió Tedesco, de 63 años y con larga experiencia en organismos de la UNESCO. Fundamentó su opinión en que los chicos conviven en una sociedad con un clima que favorece la permisividad y el hábito de no respetar la norma. Hay que comenzar a identificar ámbitos de enseñanza y aprendizaje de esas conductas violentas. Y puede ser desde los medios de comunicación y los jueguitos electrónicos hasta el propio ámbito familiar…” (Diario La Nación, 9 de abril de 2008)

Queridos hermanos:

Estas palabras de un funcionario nacional reflejan una realidad vivida por todos los ciudadanos: la creciente violencia juvenil tiene una de sus raíces principales en la familia. La carencia de afectos paterno-filiales, la violencia familiar, la ausencia de los padres- que es otra forma de violencia-, la miseria material y la ausencia de políticas que defiendan y promuevan la vida familiar, son algunos elementos que, sumandos, preparan el camino para lo que hoy estamos viviendo.

Pero si ampliamos el espectro de nuestra mirada observaremos que no sólo la problemática de la violencia juvenil, sino que casi todas las dimensiones de nuestra vida social tienen que ver con la familia. Ángela Sannuti, licenciada en psicología (UCA) decía en un artículo: “Una sociedad está hecha de instituciones y comunidades y éstas, a su vez, se apoyan en las relaciones que se entablan día a día. El corazón de estas relaciones empieza a latir en el seno de la propia familia.” (“La familia, donde nace la sociedad”).

En la familia están las raíces de toda sociedad humana. Una condiciona y potencia a la otra. Todos los usos familiares son también usos y costumbres sociales. Éstos pueden ser buenos o malos, pero nunca son neutros. Estos usos y costumbres familiares ayudan para que tengamos una “sociedad con espíritu fraterno-familiar” o para que nuestra sociedad termine siendo “una jungla”. Está en nosotros ayudar a tener una “patria familia” o una “patria jungla” donde reina el sálvese quien pueda. De allí la importancia de que nuestro compromiso hoy sea trabajar concientemente en desarrollar actitudes de ciudadanos de una patria con alma de familia. La pregunta es ¿cuáles son esas actitudes? ¿Cuáles son los valores que las sustentan? ¿Con que espíritu? Decía el Padre José Kentenich en 1949, recién terminada la 2ª guerra mundial: “En la nueva configuración del mundo, se ha de prestar mayor atención a la familia, ella ha de ser concebida como la célula fundamental de la sociedad humana, y por eso ha de ser formada conforme a la idea original de Dios, y pensarla y trabajar por ella desde el pensamiento que tuvo Dios”. Nosotros, que estamos unidos por el fuerte vínculo de la Alianza, nos sentimos llamados a dar nuestro aporte para refundar nuestra Patria desde las bases. Se trata de poner todas nuestras fuerzas y buscar aliados hoy para llenar de valores los distintos ámbitos de nuestra vida familiar, laboral y social. Se trata de vivir la familia, ¡de ser familia viva que da nueva vida!

1. Pensar nuestras familias como forjadoras de ciudadanos.
Anhelamos ser buenas personas en el ámbito personal, pero no es suficiente: debemos educarnos para ser buenos ciudadanos. Ser ciudadanos es tener conciencia de pertenencia a un lugar, a una patria, a la tierra de los padres, porque allí uno se siente enraizado y por ello responsable. El Cardenal Bergoglio dice: “ser ciudadano es sentirse convocados a un bien, a una finalidad con sentido” (“La Nación por construir”, Cardenal Bergoglio). Se trata de un cambio de actitud: dejar de ser meros habitantes para pasar a ser verdaderos ciudadanos. Ese cambio comienza en la familia y en las pequeñas comunidades con espíritu familiar. Desde las familias construimos el país.

2. Pensar nuestras familias como escuelas de fe y dignidad humana.
No tenemos que ser agudos observadores para darnos cuenta que el valor “vida” no cotiza muy alto en la bolsa de valores de muchos argentinos: aborto, eutanasia, asesinatos, violaciones, secuestros, trata de personas, tráfico de armas, droga, corrupción, etc. El hombre no es respetado y valorado cuando no dispone para comer, de medios que aseguren su salud, la instrucción básica, una fuente de trabajo digna, cuando es considerado un objeto más en la cadena de producción. Pero esta imagen “utilitarista” del hombre también se da en la familia cuando el hombre o mujer es tenido en cuenta porque trae dinero a casa, porque es más juicioso, o porque es más inteligente. Dios nos ama porque somos sus hijos - ésa es nuestra dignidad-, no porque hacemos todo bien. En la medida que cada familia sea escuela de altísima dignidad humana nuestro país será el lugar donde cada uno pueda vivir seguro y respetado por lo que es y donde cada persona pueda desarrollarse en plenitud, como hijo de Dios.

3. Pensar nuestras familias como lugares de comunión y diálogo:
En nuestras familias conviven distintos sexos: papá y mamá, hermanos y hermanas; diferentes edades, roles y gustos. Todas estas diferencias muchas veces crean tensiones. Las diferencias no nos dividen, por el contrario, bien aprovechadas nos complementan y enriquecen. En la familia nos unen los vínculos del amor y esa unidad familiar “contiene” a las diferencias que hay en ella y la enriquecen. La clave es la unidad en la diversidad y el secreto es la pertenencia mutua y el diálogo. El Padre Fundador decía al respecto: “La esencia de la auténtica vida familiar consiste en un profundo sentido de responsabilidad por el bien de todos.” Forjar la Patria según este modelo de comunión nos posibilitará entonces el respeto, el reencuentro y la unidad tan anhelados.

Queridos hermanos en la Alianza, la familia, no obstante las dificultades, sigue siendo un gran valor en nuestro pueblo y está en el corazón de nuestra misión como Movimiento de Schoenstatt. Viendo la urgencia del momento presente y como aporte al Bicentenario de la Patria, los delegados de las comunidades diocesanas y los asesores reunidos en la Jornada de Delegados, formulamos el lema que nos motivará en el trabajo del año 2009:

Familia viva ¡Esperanza argentina!

María, la Madre de las Familias, nos ayuda e impulsa en nuestra vida familiar, sabiendo que los lazos que allí vamos tejiendo nos unen en una inmensa red de amor, solidaridad y conciencia de misión desde los Andes hasta el Mar.

Desde el Santuario les deseo un bendecido día de Alianza y Mes de María.

P. José Javier Arteaga

sábado, noviembre 08, 2008

Mes de María
Carta Cristina F.de Celso

Queridas Madres de Federación:
hoy comenzamos el mes de María.

Desde el año 2006 venimos preparando nuestra "novena-ofrenda" para el jubileo de los 100 años del Movimiento en el año 2014: regalarle a la Máter 9 meses de María santos y heroicos trabajando una actitud fundamental simbolizada luego en el regalo de una Custodia para la Adoración del Santísimo a una capilla o Parroquia que lo necesitase.

Este año en especial nos comprometimos a conquistar la Custodia para el Santuario de Puntilla, profanado en marzo de este año. Esta Custodia será entregada al Santuario el próximo 16 de noviembre, pero hoy debe comenzar nuestro mayor esfuerzo por conquistar la actitud de la Alegría con la cual queremos cimentarla, como profundo acto de desagravio.

"Venid y vamos todos... con flores a porfía, con flores a María, que Madre nuestra es..." . Tengamos todos los días presente la letra de esta canción de otros tiempos... cada día una flor de alegría... no tiene que ser una alegría estridente... no se trata de eso: alegría también es la serenidad con una sonrisa, alegría también genera la ternura. La comprensión a otros, la escucha, una mirada cariñosa son fuente de alegría.

Es tiempo de abandonar resentimientos, nocivos enojos, reclamos, tristes recuerdos, rígidas razones e ideas negativas a las que podemos fácilmente quedar anclados y así nos retienen haciendonos perder la alegría, y, sin nuestra alegría, los demás también pierden un poco o mucho la suya.

Muchas, muchísimas, son las veces que nos dejamos ganar por "tristezas inútiles"... veamos si podemos abandonarlas. Más aun, transformarlas en flores de Alegría por amor a María.

Por ello:
recemos para conquistarla para nuestras vidas, recemos y luchemos para trasmitirla a los demás.

Que todo aquello que nos toque vivir, de una manera u otra, devenga en alegría... ya sea ofreciendo nuestro dolor, ya sea entregando nuestra sonrisa... todo para mayor gloria de Dios.

María Cristina Fezza de Celso
Responsable del Círculo de Adoración de Federación de Madres. CAFeM

miércoles, noviembre 05, 2008

Mes de María 2008
Carta M.Inés Erice de Podestá
Queridas madres de Federación:

Ya prontas a comenzar el próximo 8 el mes de María en Argentina, quiero hacerles llegar una líneas para que durante todo este mes nos preparemos para la fiesta de la Inmaculada Concepción a celebrarse el 8 de diciembre. Invito también a las madres paraguayas para que se unan a nosotras.

En el hemisferio norte y en Paraguay se celebra en el mes de mayo, mientras que en Argentina, Chile y otros países de América del Sur se celebra en noviembre. En estos lugares, noviembre es el mes de las flores, de la primavera, y las flores son siempre un lindo regalo para hacer a quienes amamos, es una manera de decirle a alguien cuánto la queremos. Muchas veces los hijos regalamos flores a nuestra madre, a quien nos dio la vida, como una manera de demostrarle nuestro cariño y gratitud. ¿Cómo no regalar a María, nuestra Madre, también un precioso ramo de flores? ¿Recuerdan cómo José Engling vivía el mes de mayo? Él cada día regalaba a María un esfuerzo en su autoeducación y lo simbolizaba en una flor.

Estamos en camino al 2014, cuando festejaremos los 100 años de fundación de Schoenstatt y de la presencia de María en nuestro Santuario original. En preparación, como Federación de Madres, nos hemos propuesto regalarle 9 meses de María en los que conquistaremos una actitud mariana. Hemos comenzado en noviembre del 2006 con la actitud de la escucha, el año pasado con el “fiat” de María y este año queremos conquistar la alegría. “Nada me quitará la alegría”. El mes de María del 2014 lo celebraremos en mayo junto a nuestras hermanas paraguayas, para poder completar la novena de 9 meses de María que regalaremos a la Mater el 18 de octubre de ese año.

Para conquistar la “flor de la alegría” podríamos meditar los distintos pasajes del Evangelio y descubrir cómo vivió María su alegría en la Anunciación, visitando y sirviendo a Isabel, el nacimiento de Jesús, cuando el Niño es presentado en el templo, cuando es perdido y hallado en el templo, en las bodas de Caná y aún al pie de la cruz. Una manera de meditar con el corazón es especialmente mediante el rezo del Rosario. Tal vez algunas lo hacen diariamente, para las que lo han dejado o no lo hacen, podría ser este mes una ocasión para reanudar esta hermosa práctica que tantos frutos nos regala, uniendo la tierra y el cielo, bajo la protección amorosa de nuestra Madre. También podemos hacer Adoración meditando en la alegría y la paz que nos regala Jesús Sacramentado en su entrega confiada al Padre y al quedarse junto a nosotros en algo tan pequeño y humilde como el pan y que al mismo tiempo nos manifiesta su gloria.

¿Qué flores podríamos regalar a María? Regalarle flores a María significa esforzarnos por imitarla. ¿En qué podríamos imitarla? Cada una, mirando a María, podrá descubrir qué le está pidiendo. María era una mujer sencilla, humilde, generosa, vinculada profundamente a Dios, y en permanente oración. Ella fue la primera Custodia, la portadora de Cristo. Fue servicial, atendió a su prima Isabel, a José y a Jesús con amor; vivía con alegría; era paciente con su familia y sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida.

María fue feliz porque hizo siempre la voluntad del Padre. La fuente de su alegría era Dios. Así también nosotras, queremos vivir esa alegría, a veces también en el dolor, aún en la cruz, porque nos sabemos amadas por Dios y por la Mater, y sabemos que todo es para nuestro bien. Podremos contarle todo lo que nos pasa, lo lindo y lo no tan lindo, ella es nuestra compañía durante todo el día y nos consuela y cobija cada vez que acudimos a ella.

El Padre Kentenich nos cuenta cuál es la llave de su alegría, y nosotras, poseemos esa llave en la Alianza de Amor: “Yo me consagré a la Virgen a los 9 años y cuando lo hice fue como si la Virgen me estrechara su mano, yo la tomé para nunca jamás soltarla. Fue como si la Virgen me abriera su corazón y yo me refugié en él para jamás salir de allí. He caminado por la vida cobijado en el corazón de la Santísima Virgen, nuestra Madre y Reina. De su mano, todo tenía que salir bien. Refugiado en ella, en su corazón inmaculado, en su corazón purísimo, en su corazón lleno de amor, he caminado de su mano firme de madre, de guía… la Virgen va a ser victoriosa (“Milwaukee. Un momento culminante de la fundación de Schoenstatt”). Transmitía confianza porque decía que todos somos llamados a vivir esa victoriosidad y esa alegría. Durante el exilio el Padre pudo permanecer tranquilo, feliz y contento porque vivió intensamente lo que es ser hijo ante Dios Padre.

Este mes de María queremos asumir la actitud mariana de la alegría y ofrecer todos nuestros esfuerzos para conquistar espiritualmente la Custodia que cada año al finalizar el mes de María regalamos a una iglesia. Este año tiene además un sentido de reparación. Recordarán que en marzo fue profanado el Santuario “Nazaret del Padre, tierra de unidad”, de Mendoza, y se robaron la Custodia.

Hemos invitado a toda la Familia mendocina y a la Federación de Madres para esta conquista espiritual de la Custodia para el Santuario de Mendoza. En la Jornada de Delegados, de octubre pasado, durante la Misa en la Iglesia de Dios Padre, representantes de la Familia mendocina y de la Federación de Madres ofrecimos la Custodia y nos comprometimos a su conquista espiritual y a mantener viva esta corriente de Adoración que está naciendo.

La Custodia estuvo en el altar de la Iglesia de Dios Padre, al lado del símbolo de la mirada amorosa del Padre, en el Santuario del Padre y luego en sus manos uniendo los dos Santuarios y enviándonos a esta conquista, como parte de la reparación que le hemos ofrecido a Jesús Sacramentado.

Durante este mes las invito a preparar un ramillete de flores para regalar a María el 8 de diciembre y que cada flor sea un esfuerzo por conquistar esa actitud mariana de la alegría, para que “Mater, quien me ve Te vea”.

Feliz y bendecido mes de María, les deseo con mucho cariño

M.Inés E. de Podestá