miércoles, mayo 17, 2017

Mes de María - Día 17

"Vida oculta en Nazareth” Lucas 2,51

"Observen ahora lo que dice la Sagrada Escritura acerca del momento en que María, José y el Niño regresan desde Egipto a Nazareth; por treinta años, nada especial.
María tuvo que enseñarle a hablar, es decir, todo lo que hace habitualmente una madre. Todo hay que enseñarle. Por cierto, Jesús debe haberse portado bien, debe haber sido un niño bueno., esto podrá ser cierto. . . Pero ahora, creer que ¡él es Dios y su reino no tendrá fin…!
No es preciso suponer que Jesús haya revelado a su Madre, ya anticipadamente en aquellos años, algunas cosas que solo mas tarde habrían de ser objeto de su enseñanza pública. Pero podemos considerar como algo seguro que María, en esa cercanía a Cristo, alcanzo una comprensión perfecta del Antiguo Testamento, tal como era posible, humanamente hablando, antes de su cumplimiento a través de la muerte y resurrección de Jesús." (La actualidad de María – PJK)
"El evangelio relata que Jesús adolescente, después del hallazgo en el templo:”Bajo con ellos (María y José) y vino a Nazareth, y vivía sujeto a ellos”. Nadie podría pensar que ese “sometimiento” a José y María fuese en lo mas mínimo algo indigno para el mas digo de los hombres.
María  juega en este contexto nuevamente un papel decisivo. Ella muestra el correcto sentido del sometimiento. Se somete por entero a la voluntad del Padre.  Someterse a Dios no la denigra. Muy por el contrario, la dignifica y enaltece.
Si Cristo quiere someter todo al Padre es, porque quiere que la humanidad, libre de pecado, encuentre en el Padre su plena libertad y dignificación. El sometimiento así comprendido libera y enaltece. Por eso para ella ser la "esclava", significa ser "Reina"(Hacia una nueva cultura mariana – P. Rafael Fernández de A.)

ORACION

Te veo renovar en silencio tu Si
y veo tu luz
penetrar la noche desde Schoenstatt,
pues el favor de Dios infinitamente sabio
lo escogió como faro luminoso
para el mundo de hoy.
Concédeme ser fiel
al igual que tu al Poder en Blanco,
librar combate contra el antiguo Dragón,
estar como instrumento disponible todo para ti,
consagrar alegremente
mi vida a la misión de Schoenstatt. (HP 183-184)
  
Y me consagro a ti, diciendo: Oh Señora mía, Oh Madre mía. . . . .
 
PROPÓSITO

Agradeceré a Dios todo lo que permita durante mi día, tanto lo que me agrada, como lo que me desagrada, por amor a Él, que es mi Padre.


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