viernes, octubre 31, 2008

Fechas importantes noviembre 2008

01. Solemnidad de todos los Santos
02. Conmemoración de los fieles difuntos
07. María, Medianera de todas las Gracias
08. Comienza mes de María en Argentina
09. Dedicación Basílica de Letrán
11 Beato Ceferino Namuncurá
17. San Roque González
16 de noviembre de 1885. Nacimiento P.Kentenich

18. Se registra nacimiento P.Kentenich y día de Alianza
21. Presentación de la Virgen María
23. Cristo Rey. Finaliza año litúrgico


27. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

30 Comienza Adviento

jueves, octubre 23, 2008

Dios nos busca – Dios nos habla – Dios nos envía

PLATICA DEL 18 DE OCTUBRE DE 2008 EN LA IGLESIA DE PEREGRINOS DE SCHOENSTATT

P. Heinrich Walter

¡Querida Familia de Schoenstatt, queridas hermanas y hermanos en la fe!

Hemos escuchado fuertes y eficaces palabras de la Escritura sobre la cercanía de Dios al hombre. “Tomó pues Dios al hombre y lo dejó en el Jardín del Edén para que lo labrara y lo cuidara” (Gen. 2,15). Este proceso de creación continúa viviendo en lo profundo de nuestras almas a través de los milenios. El anhelo por este Jardín del Edén es para el hombre un núcleo de esperanza, que ha recibido como gratuito regalo, del cual no puede disponer, y que nos permite alzarnos de nuestros desengaños, limitaciones y pecados. No nos contentamos: tiene que haber más de lo que hay hasta ahora. Una mirada a nuestro tiempo nos muestra con claridad que el hombre ha realizado el mandato de Dios en forma impresionante. La tierra ha sido labrada y arada muchas veces hasta en lo más profundo. El hombre ha hecho uso de los recursos naturales hasta del viento y del sol. Ha salido del orbe y ha explorado el universo. Ha investigado las células de la vida hasta sus últimos componentes. Al mismo tiempo ha olvidado quién creó este Jardín del Edén y quién cofió al hombre su cuidado. Recae el hombre siempre sobre sí mismo, se convierte así en medida de la creación con lo cual se exige más de lo que puede soportar.
En la Semana de Octubre hemos contemplado nuestro tiempo y hemos dado nombre a los signos de los tiempos. Teniendo presente estos procesos, una imagen se me presentó ante los ojos: en todas estas conquistas se nos extravió el fundamento: que todo sucede por mandato de Dios y en Su presencia. Teniendo a la vista el relato de la Creación, podemos decir que hoy Dios busca de nuevo a Adán, que se ha escondido. Adán, ¿dónde estás?

1. Dios nos busca: “dónde estás tú?”
En nuestro entorno muchos viven como si Dios no existiera. Hace algunos años parecía que todo era realizable. Las crisis globales nos han dejado pensativos y fomentan la angustia, la angustia de no poder comprender lo que sucede, de no poder dominar la situación. ¿En quién deberíamos confiar?

Un anhelo por lo espiritual está despierto. Se habla de un regreso de lo religioso en todas sus dimensiones. Las solas prácticas de meditación no pueden dar respuestas adecuadas. El Dios personal está a la búsqueda del hombre que se ha extraviado en el mundo sólo bidimensional que él se ha edificado. ¿Percibimos la búsqueda que hace de nosotros, escuchamos la solicitación que hace de nuestro amor? En el Encuentro
Mundial de la Juventud (WYD) se podía percibir esta búsqueda y solicitación. En el país más secularizado del mundo, el centro de la ciudad de Sidney fue, durante toda una semana, una gran escuela de fe. Esto es lo que dió ánimo especialmente a los jóvenes.

En esa atmósfera espiritual, muchos jóvenes encontraron el camino de la confesión, lo que en sus lugares de origen nunca lo habrían hecho. Durante una semana se creó un ambiente cristiano en el cual podían suceder milagros. La exigencia de la verificaión en la vida diaria, exige, sin embargo, más de lo que un Encuentro puede dar. En la Escuela del P. Kentenich aprendemos paso a paso a comprender a Dios como el Pastor que se preocupa de nosotros, que nos conduce a las verdes praderas de la plenitud de vida y que también acompaña nuestro camino a través de oscuros desfiladeros. Dios es la persona que está ante mí, que se interesa por mí, que me busca: puedo ser su ocupación predilecta. En esta confianza se pueden comprender todos los vagabundeos y las angustias de nuestros días y darles respuesta.

2. Dios nos habla: “Te saludo...”
En el relato de la Creación escuchamos que Dios creó al hombre a su imagen. El hombre es un “partner”, un socio o compañero de Dios y tiene parte de la soberanía de
Dios sobre la creación. Dios puso al hombre en el Jardín del Edén. Dios es el que actúa.
Después de la expulsión y luego de la larga historia del Pueblo de Israel con la realización de la Alianza, decidió el Dios de la historia interpelar nuevamente al hombre y lo hizo en forma insospechada. Conocían la promesa del Mesías pero no podían concebir que sucedería su cumplimiento de tal modo. Dios habló, por medio del ángel, a una persona humana, a María. Con ese “te saludo, llena de gracia” comenzó el diálogo con María que culmina con su “si”.A través de esto, Dios llegó a ser un ser humano, uno de nosotros siendo sin embargo el Unico redentor para todos. En el misterio de este diálogo ejemplar, muchos hombres y mujeres, en la historia de la Iglesia, acogieron Su llamado. Siempre se trató del llamado de Dios expresado a una persona. De allí surgieron caminos de fe, comunidades, reglas de órdenes religiosas y movimientos. Así fue también en el caso del P.Kentenich aquel 18 de octubre, que hoy lo tenemos tan vivo ante nuestros ojos. Dios le habló por pequeños acontecimientos y a través del corazón de los jóvenes estudiantes que estaban en torno a él. Dio un valeroso “si” e invitó a María a tomar posesión de ese lugar. La alianza de entonces será fecunda hoy, sólo si nosotros, en los nuevos desafíos, escuchamos el llamado de María y decimos nuestro “Si”. Este es, primero, un proceso enteramente personal, pero también aquí se juega la comunidad de nuestra Familia, en la cual tenemos entrelazado nuestro destino.

3. Dios nos envía: “Ya es tiempo”.
En estos días de la Semana de Octubre he oido decir varias veces, que el tiempo está maduro para algo nuevo entre nosotros, para una nueva etapa en nuestro Movimiento.
Se ha hablado de “empezar de nuevo con un total nuevo frescor del corazón”. Se habla de iniciativa divina, de una irrupción de lo divino. Si Él quiere impulsar algo nuevo, primero hace experimentar las miserias. Mientras más limitados nos ponemos ante Él, tanto mejor puede Dios intervenir. Debe tratarse primeramente de Dios. Contar con
Dios cada día, recibir un sentido para captar su acción; esa es la actitud que aprendemos en la escuela de la Stma. Virgen.

Es tiempo para un proceso pentecostal. A los discípulos se les dijo entonces que no debían quedarse inmóviles mirando al cielo. Experimentaron que Él está en medio, en cada uno de ellos Aprendieron a mirarse unos a otros con respeto y consideración. En la
Semana de Octubre se ha hablado de un nuevo solidarizar. Las ramas y las comunidades hacen menos jugadas individuales sino que buscan la cooperación en proyectos e iniciativas. El “estar con los otros” nos permite mirar más allá del horizonte alemán. Si miramos sin envidias ni celos a Africa, Asia y América latina, se relativizan nuestros impasses y muchos estancamientos. Alegrémonos de la vida de los latinos y de la alegría en la fe de los africanos. Antes recibieron más de nosotros, ahora puede suceder a la inversa.
Un “estar con otros” con movimientos y comunidades comprende amplios círculos.
Llega el tiempo en el que por parte nuestra se deberá destinar a ello mucha más fuerza y personal.

Es el tiempo para la nueva generación. ¿Acaso no podríamos dejarles más espacios libres para su propia iniciativa, para que con sus pares maduren hacia un nuevo anillo de desarrollo? Se trata de la próxima generación que está esculpida según los rasgos del tiempo moderno.

Es el tiempo de una inciativa en la zona del Rin. Quiero decirlo en forma provocadora. Después de cien años del Movimiento de Schoenstatt, no debería haber una sóla Parroquia de los Decanatos circundantes, que no sepa lo que es Schoenstatt y por qué se juegan los schoenstattianos. Quienes vienen del extranjero se extrañan de lo poco que se conoce Schoenstatt en Coblenza. ¿No le podríamos hacer un regalo a la Santísima Virgen con una iniciativa misionera hasta el año 2014, en la cual puedan participar hasta los bávaros?

Es tiempo de encender nuevamente el fuego. En una entrevista, el jefe de la famosa
Escuela de Administración de Saint Gallen, ante la pregunta de la futura viabilidad de una empresa, dijo: “Sólo si la Directiva puede transmitir su alegría a los colaboradores y a los clientes, es posible un éxito duradero. Tienen ellos su olfato al viento, poseen espíritu emprendedor y no se detienen nunca... Hoy se mantiene en el mercado sólo el que cultiva y transmite sus valoress. Quien quiera subsistir por decenios, necesita confianza y valor para el riesgo... La tradición viva no consiste en la adoración de la ceniza, sino en la conservación del fuego...El fuego en los ojos debe convencer”.

Hermanas y hermanos,
Con esta apertura para captar nuevo fuego, queremos rogar a la Stma. Virgen que el fuego en nuestros ojos pueda convencer.

P. Heinrich Walter
Traducción autorizada: Monte Sión, Schoenstatt
Fuente http://www.schoenstatt.de/

sábado, octubre 18, 2008

Carta de Alianza

Queridos hermanos:

Hoy, 18 de octubre, la Familia de Schoenstatt en el mundo entero festejamos tres acontecimientos ocurridos hace 94 años:
1. La primera Alianza de Amor hecha entre los jóvenes estudiantes y la Sma. Virgen en la antigua capillita de San Miguel en Schoenstatt;
2. Por esa consagración María tomó posesión de esa capilla y la transformó en su Santuario, el Santuario de la Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt;
3. El día de la primera Alianza se considera el día de la fundación de Schoenstatt.

Por eso hoy decimos con alegría:

¡Feliz día de Alianza!
¡Feliz día del Santuario!
¡Feliz día, Familia de Schoenstatt!

Recuerdo que hace muchos años, siendo yo estudiante y estando en el Santuario de La Plata, se me acercó un grupo de jóvenes que habían visto el Santuario desde la calle y me preguntaron qué era esa capilla. Aquella pregunta no sólo me exigió elaborar una respuesta simple, concreta y clara en poco tiempo sino que también detonó en mí la pregunta: ¿qué significa el Santuario para mí? Una pregunta que también podemos hacernos cada uno: ¿Qué significa el Santuario y la Alianza para nosotros hoy?

El Santuario es un manantial de gracias
Por la Alianza de Amor entre María y los jóvenes Dios irrumpió nuevamente en nuestra historia humana. Como lo hizo antaño en Luján, Lourdes o Fátima, el 18 de octubre de 1914 el Señor hizo brotar un nuevo manantial de gracias, un Santuario de María en la tierra de Schoenstatt para bendecirnos a todos los hombres.

En el santuario Dios se acerca a nosotros por manos de María
Dios quiere regalarnos abundantes gracias por manos de María, la Medianera de las Gracias; por Ella el Señor quiere dar respuesta a nuestras preguntas y problemáticas; por Ella quiere acercarnos a Cristo el Salvador a fin de fortalecernos en la fe, la esperanza y el amor, especialmente en tiempos de muchas turbulencias personales y sociales. En los Santuarios Dios se acerca a nosotros por las bondadosas manos de María. Por eso decía el P. José Kentenich: “María quiere ofrecernos aquí (en el Santuario) un hogar espiritual, un terruño, una patria”. (Prédica en Stuttgart, 28.8.1940)

En el Santuario María nos llama a vivir en Alianza
María ha sembrado un jardín de Santuarios en la geografía de nuestra patria Argentina; desde allí nos llama a vivir en Alianza con Ella, con el Señor, con cada hermano y con toda la creación. Ella quiere que vivamos unidos por el vínculo del amor y hacer de nuestras comunidades y de la patria entera una gran familia. La historia posterior al 18 de octubre confirma que la Sma. Virgen tomó en serio esa Alianza de los jóvenes y el P. José Kentenich: miles y miles de peregrinos han experimentado en el Santuario que María es la Madre que amorosamente nos cobija, la Educadora que nos forma como hombres nuevos y la Reina que nos envía como misioneros de Cristo. María es un remolino de amor que nos lleva a vivir la vida en clave de Alianza, de unidad, de encuentro. ¿No es éste acaso el secreto anhelo del hombre?

En Alianza con María, santos para nuestro tiempo
Las circunstancias históricas en que aquellos jóvenes sellaron la Alianza de Amor con la Sma. Virgen no eran de paz y bonanza sino de guerra (primera guerra mundial), de grandes incertidumbres y estrecheces; mas la conciencia que los guió fue de entrega heroica y santa en las manos de María para la renovación religiosa y moral de la Patria en el espíritu del Evangelio. Si bien hoy no sufrimos el horror de la guerra, nuestra realidad argentina está marcada por grandes problemas que son nuestro desafío: el respeto a la vida del hombre, la unidad como nación, el desarrollo equitativo, el respeto a las instituciones, el pan y el trabajo en cada hogar, la educación, la salud…. Hoy también nuestra Alianza de Amor con María nos llama a dar frutos de santidad personal y de renovación social en Cristo. Una estrofa de la oración del P. Franz Reinich, escrita antes de ser ejecutado por el régimen nazi por mantenerse fiel a Cristo, dice así: “También hoy llama el Padre héroes para la misión; aquí me tienes Madre, como una Ofrenda de Amor”. Se trata de nuestra Alianza vivida fielmente y creativamente a fondo, que madure y dé frutos de renovación y santidad.

Queridos hermanos, estamos a un paso del 2010, bicentenario de nuestra Patria y del 2014, centenario de Schoenstatt. Creo que el tiempo nos llama a un triple imperativo:

1. Crecer en conciencia de Aliados: La Sma Virgen ha cumplido y cumple con creces su compromiso. Honremos nuestra parte realizando extraordinariamente bien nuestros compromisos personales, cívicos y cristianos. Y recordemos: ¡quien nos ve, ve un Aliado de María!

2. Crecer en la conciencia de Familia: La Alianza con María nos debe unir cada vez más como hermanos y llevarnos hacia la Alianza fraterna con un marcado espíritu familiar. Esa es la respuesta vital que queremos dar ante el deterioro de los vínculos familiares y ante una patria dividida y fragmentada: ¡forjemos familia!

3. Crecer en conciencia de Misión: Muchas veces la piedad mariana se reduce a un “pietismo intimista” carente de fuerza apostólica. No somos un grupo de autoayuda. Somos un movimiento apostólico y misionero porque María es la primera apóstol y la primera misionera de Cristo. El P. Fundador hoy nos repite ¡Vayan y enciendan el mundo!

Querida Familia, en este 18 de octubre acompañemos muy especialmente a la Familia de Buenos Aires que celebra los 45 años del Santuario de Belgrano y a la Familia de Córdoba que celebra los 40 años del Santuario de Villa Warcalde. Que sea un gran día de festejo por las gracias recibidas en el Santuario; que sea un gran día de renovación en la Alianza de Amor; y que sea un gran día de envío en la fuerza del Espíritu Santo para dar a manos llenas lo que aquí hemos recibido.

¡Feliz día de Alianza!
¡Feliz día del Santuario!
¡Feliz día, Familia de Schoenstatt!

Reciban un cordial saludo y mi bendición,
P. José Javier Arteaga

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¡Feliz día de Alianza y feliz día de la Madre!
Carta Inés E. de Podestá

Queridas madres:
En este día de Alianza nos unimos como familia en gratitud a la Mater por haber aceptado instalarse en nuestros Santuarios y derramar abundantes gracias a sus hijos.

Respondamos con generosidad y entrega a nuestra Alianza que da sentido y fuerza a nuestra vida.

Deseo que podamos hacer vida las palabras del Padre:
"El lugar que ocupa la santísima Virgen en el plan de salvación, así como la realidad del tiempo actual y de la vida, nos impulsan con suave violencia a los brazos y al corazón de María, nuestra Madre y Educadora que nos consuela y cobija en forma segura y permanente en su corazón. En este intercambio mutuo de corazones, bienes e intereses le pertenecemos a ella por entero y ella nos pertenece enteramente a nosotros".

Que por la fuerza unitiva y asemejadora del amor, mirando y amando a María, podamos transformarnos en otras Marías para poder regalar desde nuestro Santuario corazón las gracias que ella nos regala.

En vísperas del día de la Madre en Argentina deseo que encontremos nuestro nido en la Mater para que podamos serlo para los demás.
Feliz y bendecido día de Alianza y de la madre,

Unidas en ese amor incondicional a María y al Padre, les mando un abrazo a cada una,
M.Inés

sábado, octubre 11, 2008

Vestición de Flor Lupiañez

Carta de agradecimiento de Magui O'Connor

Queridas chicas: Hace unos años cuando entré en Federación no sabía bien el alcance de pertenecer a una “familia” que no fuera “la mía”. El 20/09, mi hija Florencia Lupiañez, ahora Hna. Maria, inició su camino de noviciado en las Hermanas de Maria; ese día fuimos a Florencio Varela y participamos de su Vestición. Fue una ceremonia muy emotiva y estuvimos acompañados de nuestras familias, amigos, las hermanas que nos súper mimaron, algunas mamás de la rama de madres, de la JF, JM y de mis hermanas de curso, al otro día y después de misa, también estuvimos con el P.Javier que se quedó un buen rato con nosotros. Les aclaro que él le dijo a mi marido un fin de año “quédate tranquilo Alan que no creo que Flor quiera ser hermana”.
Quiero agradecerles profundamente a cada una de ustedes por sus oraciones, misas, adoración y todos los ofrecimientos que han hecho por la vocación de Flor, por su curso y por nuestra familia; a Ely Aramayo y su Pedro, una genia que organizó un ómnibus desde Córdoba, a Susana Barros y en especial a mis hermanas de curso Lucre, Dolores, Pilar, Mara, Silvia, Marilén, Vero, Ercilla y sus familias, algunas viajaron con sus maridos e hijos. Sin ustedes nada hubiera sido igual, Dios se manifiesta a través de las causas segundas y ustedes le han dado su “sí” a Su querer. Por eso de nuevo gracias por todo lo vivido en este día y por ser una dulce compañía en cada momento de mi vida.
No quiero dejar de contarles que mi Flor, nuestra Flor, nuestra Hna. Maria, está muy feliz, se la ve feliz, cariñosa como siempre y llena de vida. Cuando nos quedamos solos con ella pudimos disfrutarla más intensamente, naturalmente nos abrazamos, lloramos, reímos y hablamos mucho. Todo fue intenso y lleno del Amor de Dios. Gracias de nuevo. Unidas en Alianza de Amor.

Magui y su flia (Alan, Antonio y su novia Vicky, Sheila y la Hna. Maria) curso nº 13. Córdoba

“Amada por Cristo, luz y alegría para el mundo”

miércoles, octubre 08, 2008

P. Enrique Schaefer
Padres de Schoenstatt

Señor, ¡aquí estoy: envíame!
Is. 6,8

Hoy, 8 de octubre, falleció el P. Enrique Schaefer. Nació el 6 de junio de 1922 en Berlín, Alemania. En 1940, cuando terminó el bachillerato y recién había empezado la segunda guerra mundial, lo llamaron a las filas como telegrafista. Después de la guerra encontró su vocación sacerdotal. Cuando conoció algo de Schoenstatt decidió dedicar su vida al servicio de esta obra y entró en la comunidad palotina. Entonces se incorporó a la generación Ver Sacrum. Estudió en Schoenstatt y allá se ordenó sacerdote el 27 de julio de 1952. Celebró su primera misa en el Santuario Original.

Un año más tarde vino a la Argentina, donde trabajó primero como profesor en el seminario menor de los Padres palotinos en Turdera, más tarde como ecónomo en la administración. Trabajó un año en la Pampa, otro en Buenos Aires. Después volvió a Turdera y trabajó para la Familia de Schoenstatt. Muchos años fue capellán de Nuevo Schoenstatt y acompañó muy fielmente a las Hermanas de María.

Cuando se fundó el Instituto de los Padres de Schoenstatt en el año 1965, pasó a la nueva comunidad y fue su primer superior en la Argentina, hasta 1972. Esos años vivió en La Plata. Después más de 20 años en Buenos Aires. Ayudó a la Federación de Sacerdotes diocesanos, atendió grupos del movimiento en Palermo y viajó a Concordia para atender a la Familia de Schoenstatt. Cuando la comunidad se trasladó en 1994 a Florencio Varela, aceptó la atención de los católicos de habla alemana en Valentín Alsina y Temperley, lo que realizó hasta el final.

Hombre parco y sobrio, humilde y transparente, realista y franco. Hombre de acción y de pocas palabras. Lo caracterizó un gran sentido del deber y responsabilidad, trabajador y servicial, muy práctico y concreto. Generoso y disponible en todo y para todo: aún para los más suaves “deseos” de Dios y sus superiores. Y por sobre todo: fiel en todo y hasta el final.

Con plena lucidez, entereza y serenidad sobrellevó una dura enfermedad este último año en forma ejemplar, sin querer ser carga para nadie, dejándose ayudar humildemente cuando era necesario, sin claudicar y sin resistirse.

Así vivió: dispuesto a entregarse por Schoenstatt, como lo expresa en su ideal, y aquella palabra que eligió personalmente para su estampita de ordenación y también para su recuerdo póstumo: “Señor, ¡aquí estoy: envíame!”(Is 6,8). Así vivió y así partió. Con la misma disposición respondió esta mañana a su último llamado.

P. Juan Pablo Catoggio
Superior regional

jueves, octubre 02, 2008

El Instrumento

P.Nicolás Schwizer

Dependencia de Dios. Creemos que la Virgen María es la Vencedora en todas las batallas. Pero, ¿cuál es el precio de sus victorias? Dice el Proto Evangelio: “Tú acecharás su talón” (Gen 3,15). ¿Qué significa esto? Interpreta el Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt: “Esto quiere decir que vivimos en el orden de la cruz”. También la Virgen y el Señor vivieron en ese orden. No tenían el pecado original, pero asumieron una de sus consecuencias: el sufrimiento y la cruz.

Nosotros vivimos en el orden de la cruz: nuestro talón ha sido herido. Tenemos que contar con esto y tomarlo muy en serio. ¿Y cuál es la cruz más pesada para el hombre que aspira hacia lo alto? Es el peso de su propia naturaleza, la fragilidad humana. Frente a ello tenemos que hacer una sola cosa: decir que sí a nuestra pequeñez de todo corazón, aceptar nuestra debilidad con gran humildad. Este sí es el presupuesto más esencial para ser apto, para ser aceptado como instrumento. Nuestras debilidades son “como un trampolín para lanzarnos a los brazos de Dios”, asegura el Padre Kentenich.

Es algo grande poder decir que Dios quiere emplearme como instrumento a pesar de que soy débil. ¡Y cuántas debilidades llevamos todos con nosotros! Debilidades corporales, espirituales, morales... Pero mayor aún es decir: Dios me quiere precisamente porque soy débil.

¿Por qué permite Dios nuestras debilidades, nuestras faltas? La verdadera piedad no consiste, de ninguna manera, en que no caigamos, en que no tengamos pecados. La verdadera piedad consiste en la dependencia de Dios, en la adhesión a Dios. Y la persona noble se siente tanto más dependiente cuanto más conoce su propia debilidad. Por eso, Dios permite la debilidad. Porque quiere que nos vinculemos a Él. Mi debilidad debe ser como una fuerza que me empuja hacia los brazos de Dios.

El título más valioso para tener derecho a recibir la misericordia de Dios, es el de mi miseria personal. Por eso el Padre Kentenich puede decir: “La pequeñez conocida y reconocida por el hombre, por el hijo, significa 'impotencia' del Padre y 'omnipotencia' del hombre”.
Es lo que expresa San Pablo con las palabras: “Cuando soy débil, soy fuerte”. (2 Cor 12,10).

La actitud de instrumento. El gran obstáculo para la actividad de Dios en el hombre y a través del hombre es y sigue siendo la enferma voluntad propia. El verdadero instrumento ha renunciado a ella, para estar solamente a disposición de Dios y de su obra. Allí donde Dios lo pone, está él con toda su persona y su fuerza y vive sólo para su tarea.

El Padre Kentenich solía contar en este contexto el ejemplo de un sacerdote de Colonia. Hizo pintar su ideal personal en la casa parroquial. El cuadro mostraba un burro, y sobre él a la Santísima Virgen con Cristo. Lo que quería decir con ello es: yo soy el burro sobre el cual pueden sentarse Cristo y la Virgen María. Y como el burrito, debo yo llevar a Cristo y a la Virgen por el mundo. Debemos cultivar en nosotros la consciencia de ser un burrito, de ser un instrumento predilecto en manos de la Virgen y de Dios.

Al llamarme a esta comunidad, a esta parroquia, Dios me ha elegido a ser colaborador suyo. Me ha elegido a ser instrumento en su mano y en la mano de María, para hacer a través de mí grandes cosas. Lo que importa no es entonces mi capacidad o mi pequeñez personal. Lo que importa es mi conciencia de instrumento, mi disponibilidad y obediencia a los deseos del Padre. Si me siento instrumento a través del cual Él está actuando, eso me da una gran seguridad frente a la vida y sus desafíos, y despierta una fuerza creadora extraordinaria. Y ese ha sido el secreto de los santos. Por eso, conciencia de instrumento o conciencia de ser el “burro” de la Virgen María y de Dios para sus planes.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Busco a Dios en mi apostolado?
2. ¿Me siento un burro de la Sma. Virgen?
3. ¿La figuración personal está presente en mis tareas?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com