martes, abril 29, 2008

Fechas importantes mayo 08
Mes de María en Paraguay y otros países


01. Día del Trabajador. San José Obrero


01. Comienza mes de María en Paraguay y Europa


02. Comienza novena al Espíritu Santo

04. Ascensión del Señor



08. Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina



11. Pentecostés
12. María, Madre de la Iglesia
13. Nuestra Señora de Fátima
15. Día de la Madre en Paraguay
15. Día de la Independencia en Paraguay
18. Santísima Trinidad
20-5-1945. Regreso del P.Kentenich a Schoenstatt luego de Dachau.
23 al 25. 12º Puente a realizarse en Tuparenda
24. María Auxiliadora
25. Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo
25. Fecha Patria en Argentina
30. Sagrado Corazón de Jesús
31. La Visitación de María
31. III Hito: “En la fuerza Divina”

jueves, abril 24, 2008

“20 años de Federación de Madres en Argentina y Paraguay

El día 12 de abril es un día especial, para la Federación de Madres de Argentina y Paraguay porque se cumplieron 20 de su fundación. El 12 de abril de 1988 nacía el Primer Curso, el primero de la Comunidad de Argentina-Paraguay. Por ello se recordó muy agradecidas al comenzar la Misa, a los Asistentes de aquel entonces: Padre Antonio, Hermana Regina y Hermana Fiatis.

Es también una fecha especial porque coincide con el día en que la madre del Padre Fundador lo entregó al cuidado y sabiduría de la Santísima Virgen en el orfanato. Como señal de la seriedad de su petición colgó del cuello de la estatua una cruz y su cadena de oro, recuerdo de su Primera Comunión.

Durante el Ofertorio los cinco cursos de la Región Cuyo, representados por una madre por curso, ofrecieron su riqueza recordando con gratitud los 20 años de Federación. Así el curso 1º ofreció tierra fértil y semillas, símbolo del inicio de la Federación; el 5º curso ofreció el agua que fecunda la vida; el curso 12 una espiga, fruto de esta tierra y símbolo del pan que será transformado en el cuerpo de Jesús; el curso 17 la vid, fruto de esta tierra mendocina y símbolo del vino que será transformado en la sangre de Jesús y el novel curso 19, las flores como signo de gratitud, alegría y fecundidad de esta comunidad.

También en la Región Metropolitana recordaron los dos hechos importantes que se conmemoraban el 12 de abril. Se leyeron dos cartas de quienes con mucho afecto quisieron estar presente, una de Inés Podestá, Jefa Territorial y la otra de la querida Hermana Regina, a quién siempre le estará agradecida la Federación por su amor y entrega.

Al finalizar el almuerzo trajeron la gran torta de los 20 años y allí hubo un gran bullicio, se prendieron las velas, la bengala y se cantó el Feliz cumpleaños a la Federación de Madres. Con júbilo se repitió a coro “Viva la Federación de Madres”.

viernes, abril 18, 2008

Carta de Alianza abril 08
Queridos hermanos en la Alianza:

Hace unos quince días me encontré con un grupo de jóvenes universitarios, y mientras analizábamos las voces de nuestro tiempo y qué nos decía el Señor en los acontecimientos, uno de ellos resumió su opinión con un “¡estamos para atrás!”. En esa expresión tan usual hoy entre los jóvenes él sintetizaba su angustia, su bronca y su impotencia ante la realidad argentina. “¡Estamos para atrás!” Tal vez los adultos diríamos “estamos mal”, pero creo que esas palabras, en un castellano deficitario, expresan literal y gráficamente una opinión generalizada: los argentinos estamos caminando para atrás.

Cuando en el 2008 escuchamos frases como “les tengo un odio visceral, lo único que me mueve es el odio contra ustedes", cuando vimos el desabastecimiento de alimentos de primera necesidad en los supermercados, cuando muchos salieron a las calles para “cacerolear” su desacuerdo, cuando escuchamos denuncias de “aprietes” y “persecución” económica y/o ideológica de diferentes lados, cuando medio país se tornó intransitable por los cortes de rutas, cuando la “opinión opositora” es considerada como “opinión enemiga” y cuando vemos grupos organizados que agreden físicamente a opositores o “enemigos” políticos, entonces nos parece estar reviviendo las épocas traumáticas y violentas del ´55, ´66, ´73, ´76, ´01 (por poner algunas fechas), entonces nos parece estar caminando la historia argentina para atrás. Es un frustrante y doloroso retroceso en el respeto y la convivencia ciudadana y republicana; es un retroceso que nos impide ver y aprovechar todas las buenas oportunidades de crecimiento en lo social, en lo institucional y en lo económico. Quien camina mirando para atrás (y mirando mal), termina tropezando y cayendo. Esa es nuestra historia que creíamos aprendida y superada. “La Argentina se está fosilizando. Una esclerosis conceptual creciente estanca al país en debates seniles que nos distancian cada vez más de los desafíos del presente.” (Santiago Kowadloff, Escenas de la tragicomedia nacional, La Nación, 13 de abril 2008).

Pero hay algo más: cuando miramos líderes políticos, sociales o empresariales y vemos su intransigencia, arrogancia, parcialidad en los juicios, mentiras y actitud confrontativa vemos también un poco de nuestra actitud como país. Algún psicólogo social diría que rechazamos en ellos lo feo que vemos en nosotros mismos. Porque debemos reconocer que esa intransigencia, parcialidad de juicios, mentiras y actitud confrontativa la tenemos también en nuestras calles, en nuestras universidades, oficinas, escuelas y familias.

La Iglesia ha pedido y nos ha recordado la trascendental importancia del diálogo sincero para poder ser Nación. En este mismo sentido como Movimiento de Schoenstatt también desde hace años nos hemos propuesto trabajar para revertir esta Patria en “estado de jungla”, como diría el P. Ángel Strada, tratando de forjar una Patria con espíritu de Familia, es decir, una Patria donde primen la voluntad de ENCUENTRO por sobre la disgregación, la voluntad del DIÁLOGO respetuoso por sobre el rechazo y la exclusión, la voluntad de la VERDAD por sobre el engaño y la corrupción, y la voluntad de PARTICIPACIÓN y el BIEN COMÚN por sobre el interés partidista o sectorial. Encuentro, diálogo, verdad, participación y bien común; se trata de una actitud de vida que renueve nuestra vida, una actitud de ALIANZA.
Dicen que las crisis encierran rupturas, cambios y oportunidades y en ellas sabemos que resuena la voz potente de Dios que nos interpela a dar respuesta según los dones y carismas que hemos recibido. Hoy estamos llamados a ser hombres y mujeres de Alianza; matrimonios en actitud dialogante de alianza; jóvenes que encaren sus vidas desde la dinámica del encuentro de la alianza; ciudadanos que buscan la asociación con otros en alianza. Sería muy penoso que redujéramos la Alianza de Amor con María a un vínculo personal – intimista y que no diera frutos en nuestra vida cotidiana, que no revirtiera nuestras actitudes de vida con los miembros de nuestra familia, con las demás personas, y en la forma de encarar nuestras responsabilidades privadas y públicas. Por el contrario, la Alianza de Amor con María nos lleva al encuentro profundo y transformante con Cristo, quien nos recuerda y anima: “Ámense unos a otros como yo los amé”.

Como discípulos de Cristo estamos llamados a ser factores de unidad en todas partes. No claudiquemos en la esperanza, discípulos y misioneros de la Alianza. Los invito a reflexionar responsable y creativamente para fomentar el diálogo y el encuentro no sólo para superar este difícil momento sino para desarrollar una nueva actitud de vida, como hijos de Dios y ciudadanos de esta tierra, una cultura de Alianza.

Unidos al P. Kentenich recemos a María, la Madre del pueblo argentino:

Madre, con tu Hijo Divino
desciende a los caminos de nuestra Patria,
para que siguiendo sus huellas,
encuentre paz verdadera y estable.
Patria, sólo tendrás salvación
si en amor te unes a María y a su Hijo.
Amén

Desde el Santuario reciban un cordial saludo,

P. José Javier Arteaga

jueves, abril 10, 2008

20 años de Federación de Madres en Argentina

Carta de la Hna Regina
Luego de recibir el Documento de la Presidencia internacional, con el cual aprobaron la fundación de la Federación de Madres en Argentina, el 12 de abril de 1988, el P. Antonio se reunió con el primer curso y les entregó su carta aceptándolas para el comienzo de la candidatura. Creo no equivocarme al decir que aquel día no fuimos capaces de comprender todo el peso que tuvo esta carta para nosotras. Mientras tanto han pasado 20 años, y en el entretanto se han formado 19 cursos en nuestro país y cuatro en Paraguay.

Mientras tanto han habido dos Capítulos territoriales, varios Puentes, Seminarios para aquellas que estudian y rinden los temas que encuentran en las carpetas para jefas, y varios Encuentros entre Paraguay y Argentina que tanto las han enriquecido.

La Federación internacional, de familias, madres, mujeres, hombres y sacerdotes, celebrará el año que viene sus 90 años de fundación en Hörde. Anhelo con todo el alma, que varias de Uds. puedan participar de este evento.

Cuando el consejo internacional termine de elaborar el Programa para este Encuentro, Inés les comunicará los detalles.

Nunca olvidaré el primer retiro que el P. Nicolás dio en Córdoba. Aquella vez dijo algo que me parece muy importante.

El Padre dijo:
"Lo más nuevo e importante que el P. Fundador regala a la Iglesia son las Federaciones. Los Institutos son Comunidades religiosas, que ya existieron desde al principio de la Iglesia. La Liga y el Movimiento de los Peregrinos es semejante a la Acción Católica y los demás Movimientos. Pero la Federación es algo totalmente nuevo y único en la Iglesia. Es como una Orden en el mundo, sin exigencias especiales y sin votos."

Quiero felicitar especialmente en este día al 1er. curso, que tuvo la audacia de lanzarse a la fundación, sin saber bien en qué consistía la Federación.

Vivimos tiempos difíciles en nuestra Patria. No somos solamente un "Club de autoeducación", por más que aspiramos a la santidad, pero somos una Federación Apostólica, que debe entregarse para que nuestro país vuelva a ser lo que fue antes: un país de paz, sin violencia, unidos todos en el amor de Dios.

Unidas en nuestro Padre y en la Mater, por una Patria nueva.

Con cariño,
Hna M. Regina

Carta de M.Inés E. de Podestá
En este día, 12 de abril, en que recordamos la consagración del Padre Kentenich a María de parte de su mamá, festejamos también los 20 años de fundación de nuestra Federación. Este hito en nuestra Federación no puede pasar desapercibido, ya que es la continuación de Hoerde en Argentina y Paraguay.
A fines de 1986, un grupo de madres, fuimos invitadas a la casa de la Hna. Regina. Ella nos explicó algo sobre la estructura del Movimiento y sobre la Federación y nos invitó a iniciar un curso.
Al año siguiente comenzamos las reuniones, no teníamos idea de qué se trataba, pero dimos un salto al vacío aceptando la invitación. A la ignorancia siguió el asombro ante la tarea y responsabilidad que teníamos por delante.
El 19 de marzo de 1988 el P.Antonio Cosp había sido autorizado oficialmente por la Presidencia Internacional para iniciar, conjuntamente con la Hna. Regina, la fundación de la Federación de Madres en Argentina.
Fue verdaderamente un salto al vacío, fuimos las “pioneras” y un poquito “conejito de Indias”. Con mucho estudio y entrega, sin saber que debíamos haber presentado el pedido de admisión, el 12 de abril de ese mismo año, el P.Antonio nos entregó su carta en la que daba por cumplida una etapa y aceptaba a las 26 madres para comenzar la Candidatura. Lo que en un comienzo parecían ser dos cursos, uno en la ciudad de Mendoza, y otro en San Martín, terminó siendo uno solo, muy numeroso.
El Padre nos decía en su carta: “Me siento muy feliz de este momento que podemos vivir juntos y me complace pensar en lo orgulloso que estará el Padre por los avances pequeñitos de sus hijos. Si Argentina vive momentos tan particulares, nosotros debemos aportar nuestra riqueza y entrega. Minutos antes de la media noche, queremos encender la luz que no se apague en la gestación de las culturas del tercer milenio. Agradezco de corazón el trabajo realizado con ustedes de parte de la Hna. Regina”.
Nosotras fuimos la tierra fértil y las semillas y nos alegra ver, en estos 20 años, cómo hemos germinado y todo el fruto que está dando nuestra querida Federación en Argentina y Paraguay, no sólo por el crecimiento en número, sino por la madurez y entrega de cada una a la misión del Padre.
Todas hemos sido llamadas a una misión, no por nuestros méritos, sino gratuitamente. Y ese llamado espera nuestra respuesta generosa. Aún hoy nos seguimos sintiendo pequeñas, pero nos sabemos elegidas como instrumentos de María para una gran tarea. Ella nos elige y nos da las gracias necesarias para poder realizar la misión. Hemos sido llamadas a una continua y auténtica vocación a la santidad, con espíritu comunitario y apostólico. Estamos a disposición de la Mater para la renovación religiosa y moral del mundo.
Sabemos que el Padre creó las Federaciones para los diferentes estados de vida. A nosotras nos llamó para ser comunidad de jefas, para ser alma y fundamento. Y esta tarea la cumplimos principalmente con nuestro apostolado del ser. El Padre nos llama a ser jefes, a ser líderes marianos en este mundo deshumanizado y sin Dios.
Somos llamadas como madres a ser continuadoras de la misión del Padre Kentenich, como madres y como mujeres. Y la misión de la mujer es ser toda alma, toda entrega y toda pureza, a imagen de María. A pesar de las dificultades, respondemos con seguridad, serenidad y audacia, porque estamos arraigadas al corazón de la Mater y a su Santuario.
Estaremos en buen camino, si a pesar de los problemas, de las cruces y dificultades, caminamos siempre confiadas de la mano del Padre y de la Mater, siendo transparentes de María. Se imaginan qué lindo sería que otras madres al vernos, pudieran decir, “¡qué feliz es, a pesar de todos sus problemas! ¿cuál será su secreto? yo quiero vivir como ella”. Es un estilo de vida que tenemos que irradiar, al hombre y a la mujer de hoy, alimentadas en la Alianza de Amor.
Nuestra vida tiene que ser fecunda, y viviremos nuestra misión según la etapa de nuestra vida, con entrega y magnanimidad. Todas estamos llamadas a ser santas, todas estamos llamadas a ser líderes, pero no todas lo haremos de la misma manera. Así como también, todas estamos llamadas a vivir en comunidad y a hacer apostolado, pero no todas lo haremos de la misma manera, todo dependerá también de la etapa y de las circunstancias que estemos viviendo. Nuestra vocación no puede variar cuando varían las circunstancias de la vida, lo que varía es nuestra manera de ejercer esa misión. La Federación me tiene que dar paz, alegría y serenidad, y siempre tenemos que volver a encendernos en el primer amor, especialmente aquellos cursos más antiguos.
Agradezco a la Mater y al Padre por este gran regalo de la Federación, por habernos elegido, a pesar de nuestra pequeñez, por habernos regalado esta vida de Alianza y de consagradas que da sentido a nuestras vidas y que la plenifica. Agradezco al P.Antonio, Hna. Regina, Hna Fiatis y demás instrumentos -asesores y asesoras-, P.Javier y Hna. Mariela, que colaboraron para el crecimiento y consolidación de la Federación y a cada una de ustedes por su sí generoso a esta gran misión. Pidamos juntas: “Mater, quien me ve te vea”.
Abrazo a cada una con mucho cariño,
M.Inés E. de Podestá
Jefa Territorial

martes, abril 01, 2008

ORACION POR NUESTRA PATRIA
(Hacia el Padre 628)
Madre, con tu Hijo Divino
Desciende a los caminos de nuestra Patria
Para que, siguiendo vuestras huellas,
Encuentre la paz
Verdadera y estable.
Patria –Argentina-, sólo tendrás salvación
Si, en amor, te unes
A María y a su Hijo.
Amén

Fechas a tener en cuenta abril 2008

06/4/1945 El P.Kentenich sale del campo de concentración de Dachau
12/4/1894 P.Kentenich es Consagrado a la Sma. Virgen
12/4/ 20 años de fundación de Federación de Madres de Argentina
17/4/08 Curso 15º de Córdoba hará su Primera Consagración
19 San Expedito

La Alegría
Padre Nicolás Schwizer

El ser humano no puede existir, a lo largo, sin alegría. “El que no cultiva la alegría, echa a perder su carácter hasta la médula”, dice el Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt.
Una naturaleza humana sin alegría es una naturaleza enferma. San Francisco de Sales decía que “un santo que es triste, es un triste santo”. Y los monjes del siglo IV decían: “Quien es triste está poseído por el diablo”. Y por eso los monjes tristes fueron castigados fuertemente.
También el Padre Kentenich dijo: “Quien no le da alegría a los hombres, los empuja en los brazos del diablo”.
Antes de canonizar a alguien, se examina su grado de heroísmo en la alegría: ¿ha tenido una naturaleza alegre? ¿Ha sido un santo alegre?
Si queremos ser verdaderos maestros de la alegría, tenemos que resolver dos tareas:

Primera tarea. Debemos recibir todo lo bueno que Dios nos regala conscientemente como un don: ¡Fuera con las cosas evidentes! Nada es evidente en este mundo. ¿O es acaso evidente que tengamos pan suficiente para comer? ¿Es evidente que tengamos una casa propia, una familia bien constituida? ¿Es evidente que seamos cristianos, que la Sma Virgen nos haya llamado a esa comunidad, parroquia... donde nos sentimos tan bien? Y así hemos de pensar en todos los regalos que Dios nos concede, cada día de nuevo.

Es cierto que el día está entre dos noches. Y el melancólico, mientras disfruta de las alegrías del día, está recordando las penas de ayer y ya está sufriendo por las de mañana. Porque podríamos pensar también al revés, que la noche está entre dos días. La meta debe ser siempre que lleguemos a ser maestros de la alegría.

Segunda Tarea. Debemos concebir los dones de Dios como un llamado de amor y darle nuestra respuesta de amor: Aconseja el Padre Kentenich que lo hagamos igual que las gallinas. ¿Qué hace la gallina cuando come o bebe?

Baja la cabeza, alza la cabeza, baja la cabeza. Lo mismo tenemos que hacer nosotros: elaborar cada cosa mirando hacia arriba, levantando nuestro corazón hacia Dios.

Modelos. Estoy seguro que todos nosotros quisiéramos conquistar esta actitud de alegría permanente. En eso pueden ayudar los modelos.

El gran maestro de la alegría, es Jesucristo. En sus despedidas les dice a sus apóstoles: “Yo les he dicho todas estas cosas para que participen en mi alegría y sean plenamente felices”.

La otra maestra de la alegría en los Evangelios es la Virgen María. En el Magnificat encontramos una manifestación de su gozo y júbilo interior: “Alaba mi alma la grandeza del Señor y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.” Nos muestra cómo debe ser nuestra alegría: nacida del interior. Alegría y admiración por lo que ha hecho Dios en nosotros y a través de nosotros.

Otro maestro de la auténtica alegría fue el Padre Kentenich. Sabemos que su vida fue una continua alegría, porque estaba íntimamente unido a la fuente de ella que es Dios. Tuvo muchos de estos rasgos que ayudan a cultivar la alegría: Era capaz de admirarse, tener respeto y cariño frente a las cosas y especialmente frente a las personas. Sabía gozar con la originalidad de cada persona. Era capaz de hacerse niño con los niños, tonto con los tontos, sabio con los sabios. Gozaba con el más mínimo detalle, con las cosas pequeñas de la vida diaria: sabía descubrirle lo bueno, lo positivo, lo gracioso. Sabía también reírse a carcajadas. En una palabra: fue una de las personas que supo encontrarle el sabor verdadero a la vida.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Transmito alegría a los demás?
2. ¿Suelo reírme frecuentemente?
3. ¿Conozco versículos donde se destaca la alegría de Jesús?

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