viernes, septiembre 18, 2009

Carta de Alianza
Septiembre 2009

Queridos hermanos en la Alianza:

El 12 y 13 de septiembre se llevó a cabo en Nuevo Schoenstatt la 4ª Jornada Social de Schoenstatt, donde participaron hermanos de distintas partes del país comprometidos en emprendimientos sociales, políticos, asistenciales y pedagógicos. Como en cada Jornada Social hubo conferencias donde se expusieron temas de actualidad a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, se compartieron experiencias enriquecedoras en los talleres, se estrecharon vínculos fraternos y sirvió para encendernos más en la misión de ser “sal de la tierra y luz del mundo” (Mat. 5, 13-14).

Destaco cuatro momentos de la Jornada Social:

1- “¿Qué vas a hacer por tu Patria? Con esta pregunta buscamos movilizar a la gente para que comprenda que la Patria hoy nos necesita a todos”. Esto lo expresaron los jóvenes de la Fundación 180 de Córdoba que el 25 de mayo pasado “invadieron” el centro de Córdoba y los medios de comunicación planteando esta pregunta y motivando a un cambio de actitudes en pro de una mejor calidad de vida comunitaria y responsabilidad ciudadana.

2- La cuestión social no es sólo lo económico-político, es una cuestión antropológica, que abraca a todo el hombre; por eso urge una renovación y desarrollo integral del hombre, nos recordó el P. Ángel Strada en una magistral conferencia (grabada en Schoenstatt) sobre la encíclica Cartas in veritate y con aplicaciones a nuestra realidad argentina.

3- “El P. Kentenich tenía razón: debemos dar hogar aquí en la tierra para que el hombre comprenda que tiene un hogar en el cielo”. Con estas palabras el P. Pablo Osow nos trasmitió su experiencia al frente de una parroquia en la diócesis de Avellaneda donde ha implementado un centro ambulatorio de rehabilitación para adictos a las drogas, con terapias para adictos y para sus familiares. Pero recordando al P. Kentenich se preguntaba dónde está el sentido de la vida y las verdaderas alegrías de estos jóvenes. A partir de esa pregunta implementó talleres donde poder desarrollar habilidades y que le sirvan para sustentarse en la vida. La parroquia se convirtió así en un hogar de vida, “y Vida en abundancia” (Juan 10, 10).

4- “En el panorama poco alentador de Argentina los cristianos tenemos dos posibilidades: el principismo puro o el compromiso que nos lleva a ensuciarnos con el barro de las situaciones humanas pero sin ensuciar el corazón”. Gonzalo Santamarina, de la Fundación Contemporánea, nos recordó que el fin de la política es el bien común y alentó a buscar juntos caminos para sanear el quehacer político en el país, poniendo el acento en el diálogo y la reconciliación, la educación, la integración social como fuente de paz, la federalidad real y el amor a la Patria.

Podría seguir nombrando los testimonios del Hogar de María de Mar del Plata, de la Casa del Niño en Villa Ballester, de una empresa modelo en Paraná, y muchos más.

A lo largo de los años en el Movimiento han surgido, y siguen surgiendo, variadas iniciativas sociales bajo el impulso de la Alianza con María, quien nos invita y motiva a colaborar con Ella al servicio de los hermanos. Es que quien vive verdaderamente en Alianza de Amor con María no puede dejar de escuchar las necesidades de los hijos de María, sus hermanos; por esa unión profunda con María aprendemos de su actitud solidaria y generosa, que nos lleva a extender esa Alianza de Amor hacia los hermanos. Es así que la Alianza de Amor con María de una realidad religioso-espiritual se amplía a una realidad social de gran trascendencia y significación. Decía el P. K en una conferencia de 1929, año de la gran crisis social y económica: “Como Movimiento tenemos la tarea de ocuparnos de la renovación religioso-moral del mundo. (…) Hasta ahora hemos trabajado por la renovación religiosa. Esta debe desembocar ahora en la solución de la cuestión social.”

Dios nos habla e interpela en los acontecimientos de nuestra Patria:
- la mentira y la corrupción que matan la verdad, la vida y la esperanza;
- la confrontación y la intolerancia, contrarios al amor;
- el rencor que obnubila la razón confundiendo la justicia con venganza.

Esas actitudes aún están allí, enquistadas en nuestras almas y llevan a la pobreza moral y material, escándalo de nuestra Patria. Urge una convivencia cívica y pacífica, respetuosa de la dignidad del hombre, las leyes y las instituciones. Para ello se necesitan hombres y mujeres constructores de dialogo y encuentro, fuertes en la fe y en la esperanza; se necesitan hombres y mujeres que siguiendo las huellas de Dios se animen a tender puentes y a derribar muros que separan; hombres y mujeres que encendidos en amor heroico sean constructores de una cultura de Alianza.

Sí, una cultura de Alianza. ¿Nos animamos?

Desde el Santuario reciban un cordial saludo y bendición en este día de Alianza.

P. Javier Arteaga

“Familia viva, ¡esperanza argentina!”

miércoles, septiembre 16, 2009

Educación a la pureza
Padre Nicolás Schwizer

La pureza que en María fue un don, es para nosotros una ardua tarea. ¿Por qué?
a) Por el pecado original. El hombre antes del pecado original poseía el don de la integridad: Armonía entre razón, voluntad y corazón: “armonía entre el animal, el ángel y el hijo de Dios en nosotros”.

b) Por el ambiente en que vivimos. Nuestra época se caracteriza por el alejamiento de Dios, por la pérdida de su orientación sobrenatural. Lo material, lo exterior pasa a primer plano. Se ha llegado a una sexualización: el ver en la mujer sobre todo lo físico, lo corporal. Hay también una pérdida creciente de pudor, de delicadeza y de los valores protectores de la pureza.
Influye en esta situación la carencia de un auténtico amor en los hogares que lleva a los jóvenes a buscar amor en otra parte, a pesar de que emocional y psicológicamente no están preparados y maduros para ello.

¿Qué es el cuerpo? El Padre Kentenich fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, aclara que “el cuerpo es espejo, compañero e instrumento del alma”.

a) Espejo o expresión del alma: El alma se manifiesta a través del cuerpo, se expresa en lo exterior (en el modo de pensar, sentir, actuar o vestirse). Las expresiones exteriores sin contenido espiritual, son expresiones sin sentido (caricias sin verdadero amor). Lo que hago, debe expresar lo que soy (¡autenticidad!)

b) Compañero del alma: No podemos tener una actitud de rechazo, de mera convivencia pacífica con el cuerpo o despreciar el cuerpo, pero tampoco podemos divinizarlo en un culto que no le corresponde: Según el Padre Kentenich, la actitud adecuada es el cultivo del cuerpo. Tiene que haber una íntima relación: una valorización, un cuidado y una responsabilidad con el cuerpo.

c) Instrumento del alma: Cuando el alma quiere actuar necesita del cuerpo como instrumento.
Pero el cuerpo debe estar dirigido por el alma, es decir por la razón y la voluntad. No deben invertirse los papeles.

El trato con el cuerpo.

Todo esto ilumina el trato que debemos dar al cuerpo. El Padre Kentenich dice que debemos tratarlo con “amor respetuoso y con sabia severidad”.

Con amor respetuoso porque es un templo de Dios, una morada de Dios, un Santuario. En nosotros habita Dios, nuestro cuerpo es una realidad consagrada.
El cuerpo debemos utilizarlo como le agrada al Señor. Sobre todo, debemos tratarlo con respeto: por ejemplo no jugar con él, ni con los instintos; respeto en el actuar, en la manera de vestirse, en el modo de hablar.

Eso tiene sus consecuencias para la alimentación: comida sana y adecuada a la salud de cada uno, cantidad; para el descanso: dormir suficiente, vacaciones, deporte, etc.

Además, debemos tratarlo al cuerpo con sabia severidad. Por el pecado original se ha roto la armonía entre cuerpo y alma. El cuerpo trata de imponerse al alma y de someterla a sus caprichos y gustos. Esto exige que lo tratemos con severidad, pero no en forma autócrata, sino sabia y diplomáticamente.

Hemos de aplicar la ley del “agere contra” (actuar en contra): hacer lo contrario de lo que me dictan los instintos e impulsos. Hacer sacrificios que ayudan al cuerpo a ser más noble y superar sus caprichos: pereza, gula, tendencia a gozar en exceso, comodidad, menor esfuerzo, manía de los calmantes, esclavitud del cigarrillo, etc. Hemos de buscar nuestro punto débil en este sentido y no perderlo nunca de vista.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Cuido a mi cuerpo, cómo lo cuido?
2. ¿Cuáles son mis debilidades?
3. ¿A qué puedo renunciar para fortalecer mi voluntad?

Si desea suscribirse, comentar el texto o dar su testimonio, escriba a: pn.reflexiones@gmail.com
"El Puente"
Año 3 Nº 11
Setiembre 2009

Sumario

a) “Carta para nosotras” de Roxana Amuchástegui de Rey Nores,
Sobre San pablo y el Padre Kentenich "San Pablo, testigo del Espíritu
vivificador, liberador y transformador"

b) Esto nos pasa: aporte del Curso 1º de Asunción.
“Federadas alegres, portadoras de esperanza”

c) Mujeres Hoy y Acá: aporte del Curso 8º de Bs As
“Mujeres angustiadas o Hijas Fieles en tiempos inseguros”

d) A la Sombra del Santuario: aporte del Curso 9º de Córdoba
“Audaz Encíclica que revela la audacia de un Profeta”


a) “Carta para nosotras”

Roxana Amuchástegui de Rey Nores pertenece al 3º Curso de Federación de Córdoba,
“Mujer Nueva, Portadora de Cristo, Sirve Gozosa como manantial de Agua Viva”
es sub jefa de la Región Mediterránea.

Teniendo en cuenta el año Paulino que acaba de finalizar y cuán estrechamente orientado está el Padre Kentenich hacia su persona, cómo se nutrió de sus cartas y elaboró los temas centrales de su espiritualidad precisamente a partir de él, voy a tratar muy someramente una pequeña parte que me “resonó” en el corazón y la mente. El Padre Víctor Manuel Fernández en su libro Pablo Apasionado, la define como La Ley de la libertad en la doctrina católica. Texto que me ayudó a gustar y asimilar la frase del P.F. “libertad, tanta en cuanto sea posible, vínculos, en cuanto sean necesarios, cultivo del espíritu, tanto como sea posible”
Allí habla de la “nueva ley de libertad”. Santo Tomas dice “el Espíritu es el que inclina la voluntad para obrar bien, a diferencia del régimen de la Antigua Alianza, centrado en preceptos exteriores. Ellos sólo dan una orden desde fuera, no hacen más que dar el conocimiento del bien y del mal, pero no otorgan una fuerza que permita cumplirlos”
Es indispensable un principio interior, capaz de implicar el corazón y hacerlo dócil a la voluntad de Dios: es lo que el Espíritu Santo cumple en nosotros.
En 2Cor 3, 17, San Pablo dice “Dónde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad” y en Gal 5, 18 “Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley”.
Entonces, no se trata sobre todo de esforzarse, sino de permitir que el Espíritu nos movilice desde nuestra propia libertad: “El que se deja llevar por el Espíritu es libre, ya que su buen obrar brota desde dentro de su propia libertad, impulsada por la Gracia”
Por eso el Espíritu obrando en nosotros, es ley que da vida. Espíritu vivificador. Esta Ley nueva nos mueve “principalmente” a la caridad, es Gracia que hace posible que amemos.
“Uno puede construir una casa sin la gracia de Dios, también puede levantarse temprano, cumplir un horario y dar una buena imagen. Pero salir del egoísmo, preocuparse sinceramente por el bien de los demás, amar de corazón a los otros, es imposible sin la gracia de Dios. Esa búsqueda egoísta de sí mismo, que Pablo llama concupiscencia ( Rom 7,7 ) , sólo se supera con la gracia. Y esa liberación es lo que en realidad interesa, porque “aunque entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada sirve” ( 1Cor 13,3). De hecho, Pablo cuenta que antes de encontrarse con Cristo, era “intachable” (Flp 3,6), porque con sus solas fuerzas lograba cumplir las leyes, pero esas fuerzas no le bastaban para liberarse de la búsqueda enfermiza de sí mismo.”
No nos podemos justificar con nuestro esfuerzo y cumplimiento moral. En Ef 2,8-9, el apóstol dice “No proviene de ustedes, sino que es don de Dios; y no es resultado de las obras, para que nadie se gloríe”
Ninguna obra humana puede comprar o merecer el amor de Dios, que nos salva gratis, y ningún esfuerzo humano puede producir por sí mismo los actos de amor que responden a ese amor primero.
Es una verdadera liberación saber que uno no tiene que pagar para ser amado, que no tenemos que comprar el amor de Dios con nuestros esfuerzos, sino entrar en una relación de amor y gratitud con el Señor
El P K dice ¡Qué débil es nuestro amor cuando no lo vivimos como un vínculo personal con el Dios personal! Y agrega que el peligro de aquellos con personalidad con fuertes rasgos masculinos puede ser el quedarse con el amor como conocimiento, quedarse detenidos en el amor como idea sin llegar a la persona. El amor, sin embargo, no es amor a la idea sino a la persona, amor personal al Dios personal… “podremos saber mucho sobre el amor, pero qué tremendamente difícil es pasar del saber al amar…”
Por eso Benedicto XVI dice que no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte a la vida.
El P K agrega que San Pablo no fue un seguidor del Jesús histórico, sino que su experiencia de Cristo consistió en un Encuentro irresistible, que transformó su existencia en un “ser en Cristo”. Del “seguir a Cristo” de los evangelistas a “ser en Cristo”. Acontecimiento que transformó su vida: pasó a ser una “nueva creación” un “hombre nuevo”.
Así el Padre quiere ayudarnos a entender la relación con Cristo, no solo como una unión en el sentido moral sino como una nueva realidad que nos ha sido regalada, en la cual podemos confiar y de la cual podemos vivir. Nuestra vinculación con Cristo ha de convertirse en un estar poseído por Cristo que se afirma en la nueva realidad de ser miembros de Cristo. Este hecho precede a todas nuestras aspiraciones y esfuerzos.

El Padre Pedro Arrupe s.j. tiene una oración en este sentido:
“Nada te puede importar más que encontrar a Dios;
Es decir, enamorarte de Él
De una manera definitiva y absoluta.
Aquello de lo que te enamoras
Atrapa tu imaginación
Y acaba por ir dejando su huella en todo
Será lo que decida
Que es lo que te saca de la cama en la mañana
Qué haces en tus atardeceres,
En que empleas los fines de semana,
Lo que lees, lo que conoces,
Lo que rompe tu corazón
Y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud
¡Enamórate! ¡Permanece en el amor!
Todo será de otra manera”

Nuestras obras buenas sólo pueden ayudar al desarrollo de esa vida de amistad con el Señor, que El nos regala permanentemente en forma inmerecida, ya que es un regalo que nos supera por todas partes.

El Padre Kentenich afirma que es natural decir “quiero atraer sobre mí la complacencia del Padre”. ¿Cómo? : asemejándome a Jesús, incorporándome y asociándome a él. Jesús clavado en la cruz. Si quiero agradar al Padre, puedo y debo entonces ser clavado ya también en la cruz. Pero no en la cruz que yo elija, sino en la cruz que me ha sido prevista por el Padre eterno, desde la eternidad.
De allí que el Padre nos habla que la libertad de vínculos obligatorios hacia abajo, debe ser complementada por la magnanimidad, la continua fineza de oído para escuchar el querer de Dios, y la docilidad para entregarnos en forma total y heroica a sus deseos: ¡Poder en Blanco e Inscriptio!

Roxana Amuchástegui de Rey Nores

Bibliografía:
Pablo apasionado, de Tarso hasta su plenitud. Víctor Manuel Fernández
En la Escuela del Apóstol San Pablo. Padre José Kentenich. Editorial Nueva Patris



b) “Esto nos pasa”
“Federadas alegres, portadoras de esperanza”

Aporte del 1º Curso de Asunción - Paraguay
“Alegría del Padre, Arde por la Nación de Dios”


Se tiene que mirar lo que hoy nos sucede. Como decía el Padre Kentenich, primero adentrarnos en el microcosmos, como mujer y varón.
Nos encontramos con personas sujetas a una sociedad de cambios vertiginosos. La falta de bienestar económico, no es solo la causa de la fragilidad que lo aqueja, porque gozando de dicho bienestar vive la problemática como: falta de afecto, de comunicación, de tiempo para los hijos, de tiempo y diálogo entre los esposos, que lo lleva a la soledad, enquistado en sí mismo y carente de esperanza.

El entorno le conduce al hombre a un desequilibrio de su ser, luchando por tener más en vez de luchar por la armonía como persona: corazón, alma y voluntad, para amar y ser amado. Esta consigna de la vida light lo va alejando paulatinamente de Dios. Se encuentra falto de sentido de trascendencia, de futuro, de sueños, desarrollo, para llegar a una meta.

Esto además le dificulta en el relacionamiento con las otras personas, problema éste agravado por los medios de comunicación que ofrecen un sinfín de cosas que solamente sirven para vivir en el consumismo alejándolo de Dios, de los demás y viviendo dentro de su soledad que no le permite crecer como hombre, persona e hijo de Dios.

Los jóvenes son los más perjudicados en esta sociedad, quienes buscan la “felicidad” en las bebidas, las drogas, el esoterismo, exaltación del cuerpo reemplazando la falta de atención, de amor y de contención.
La mayoría de las personas vive una fe complaciente, adaptando la religión a lo que cada uno piensa y cree, aceptando todo y creyendo que todo está bien sin poder o tener la madurez y capacidad de discernir lo que realmente está bien y lo que está mal.

Toda esta problemática personal, lo lleva a enfrentar con mucha apatía, escepticismo
los problemas que aquejan a la sociedad donde vive, sin comprometerse a nada, a los cambios positivos.
El famoso dicho “para que si todo va a seguir igual” lo lleva a no comprometerse con su país y a luchar por su bienestar y el de los demás.

Frente a este panorama, sin embargo existen personas que buscan a Dios, a lo trascendente, a lo grande, personas que se comprometen en serio, trabajando desde diferentes ambientes: personal, familiar, social, económico, político, etc. manteniendo en alto la esperanza de que el cambio es posible.
Es allí donde estamos nosotras como federadas schoenstatteanas, comprometidas con ese cambio y en la lucha permanente y diaria de hacer presente al Dios de la vida.

El primer campo y el prioritario, pues define el presente y futuro de todo ser humano, es el hogar, cuna del hombre nuevo. Desde allí impulsar a la conquista del mundo, con amor maternal, cobijando, expresando con amor y firmeza los valores cristianos, anunciando la Buena Noticia. La promesa que Dios hizo a nuestros padres, fue cumplida por El a favor de sus hijos que somos nosotros, resucitando a Jesús (Hch.13,32)

Nuestro macrocosmos, nuestra sociedad, nuestros pueblos, viven la misma realidad.
Como Alegría del Padre, con la actitud de confianza total en Dios, nuestro Padre, luchamos en la construcción de la Nación de Dios, en el corazón de América.

Equipo:Yolanda de Domaniczky, Marta Elena de Hunicken, Stella Duarte de Capli.

1º Curso Py
“Alegría del Padre, Arde por la Nación de Dios”


c) “Mujeres Hoy y Acá”
“Mujeres angustiadas o Hijas Fieles en tiempos inseguros”

Aporte del 8º Curso de Buenos Aires
“Hija Fiel+Instrumento de Esperanza”

Nosotras, el Curso 8º hf+ie, que vivimos en diferentes barrios de la ciudad de Buenos Aires: Flores, Recoleta, Belgrano; en localidades como Quilmes, Boulogne, San Isidro, Martinez, Olivos, Villa Ballester; en Pehuajó y en Rosario estamos inmersas en un clima de inseguridad, de conflictos, de protestas que provoca nerviosismo, miedo.

Este miedo nos dice el PK se siente en el cuerpo, opresión en el pecho; se siente en el alma y a nivel psíquico disminuye la memoria, la razón, se estrecha la voluntad. El miedo se manifiesta en estados de angustia.

¡Y hay tantos miedos! dice. Todo lo que existe puede ser objeto de nuestro temor: el medio ambiente, la relación con uno mismo y con los demás, el más allá.
Los efectos del miedo suelen ser desagradables, sin embargo pueden ser positivos y nosotras podemos colaborar para que así sea.
Son positivos cuando nos impulsan a arrojarnos en los brazos de Dios, la bendición más grande que trae consigo el miedo consiste en ese buscar seguridad y cobijamiento en un plano superior, en Dios.

Nos dice el Padre: no busquen tranquilidad y seguridad en el mismo plano en que viven sino en uno superior, en Dios.
Eso es lo que Dios quiere y ese es el sentido del miedo. Dios quiere que busquemos y hallemos la serenidad en lo alto, en El. Dios quiere que procuremos y encontremos amparo en la entrega a El, sencilla y filial.
La audacia de la infancia espiritual es un remedio para propiciar la cura.

La hija gira en torno al Padre y no alrededor de si misma. El Padre es la medida de las cosas, no la hija. Captar esta verdad es quebrar la estrechez personal, recobrar la salud o al menos aumentar nuestra fortaleza y resistencia.

Nos dice el Padre: “Los nervios bien pueden estar un poco atacados, el hombre de hoy “tiene derecho” a estar nervioso, yo también vivo esa realidad, pero podemos fortalecer nuestros nervios, hacerlos más resistentes”

La salida definitiva, nos dice, solo puede brindarla el riesgo de la entrega. “Yo me entrego a ese Dios que es Padre” o bien “cierro mis ojos y me abandono ciega y sencillamente en Dios”
¡El riesgo de la infancia espiritual!

“Cuando toda esperanza y confianza flaquean, Padre a Ti extendemos nuestras manos...” (Hacia el Padre)

Rezamos en nuestra oración: “Padre Misericordioso a semejanza de María, con actitud filial, nos abandonamos con audacia en tus manos” . Y con esperanza decimos: “Sí Padre, creo y confío...donde me toque”

Le pedimos a la Madre, Reina y Victoriosa, Tres veces Admirable de Schoenstatt, para todas las madres de la Federación, la disposición interior para ser “niñas ante Dios” y que podamos vivir como sus hijas fieles tranquilas y confiadas.

Equipo: Malvina López Alconada – Cecilia Arancedo y todo el Curso.

8º Curso RMet
“Filia Fidelis + Instrumentum Spei”


Bibliografía:
“Niños Ante Dios” – P Kentenich – 12º Conferencia
Oración de Confianza - Hacia el Padre

d) “A la sombra del Santuario”
“Audaz Encíclica que revela la audacia de un Profeta”
Caritas in Veritate La caridad en la Verdad
Aporte del 9º Curso de Córdoba

esde nuestro hogar de federación “a la sombra del Santuario” hacemos una reflexión sobre la última encíclica del Papa Benedicto XVI : “ Caritas in Veritate, no sólo por la actualidad y el valor de la misma para la Iglesia y el mundo, sino también por su relación con la visión de la doctrina social de nuestro Padre Fundador, quien a través de ella pareciera volver a decirnos: ¡ Necesito Apóstoles Santos para mi misión !
¡Vigilen y despiértense mutuamente!
La Encíclica, consta de una introducción, seis capítulos y una conclusión y está fechada el 29 de junio de 2009, solemnidad de San Pedro y San Pablo.
“En la Introducción, el Papa recuerda que la caridad es “la vía maestra de la doctrina social de la Iglesia”. Por otra parte, dado el “riesgo de ser mal entendida o excluida de la ética vivida” advierte que “un cristianismo de caridad sin verdad se puede confundir fácilmente con una reserva de buenos sentimientos, provechosos para la convivencia social, pero marginales”.
“El desarrollo (…) necesita esta verdad”, escribe Benedicto XVI y analiza “dos criterios orien­tadores de la acción moral: la justicia y el bien común. (…) Todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis. Ésta es la vía institucional del vivir social”.
El primer capítulo está dedicado al “Mensaje de la “Populorum progressio” de Pablo VI que “reafirmó la importancia imprescindible del Evangelio para la construcción de la sociedad según libertad y justicia”. “La fe cristiana -escribe Benedicto XVI- se ocupa del desarrollo no apoyándose en privilegios o posiciones de poder (…) sino solo en Cristo”. El pontífice evidencia que “las causas del subdesarrollo no son principalmente de orden material”. Están ante todo en la voluntad, el pensamiento y todavía más “en la falta de fraternidad entre los hombres y los pueblos”.
“El desarrollo humano en nuestro tiempo” es el tema del segundo capítulo.
El Papa invoca “una nueva síntesis humanista”, constatando después que “el cuadro del desarrollo se despliega en múltiples ámbitos: (…) crece la riqueza mundial en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades (…) y nacen nuevas pobrezas”.
” Y enumera algunas distorsiones del desarrollo: una actividad financiera “en buena parte especulativa”, los flujos migratorios “frecuentemente provocados y después no gestionados adecuadamente o la explotación sin reglas de los recursos de la tierra”. Frente a esos problemas ligados entre sí, el Papa invoca “una nueva síntesis humanista”,
En el plano cultural -prosigue- (…) las posibilidades de interacción” han dado lugar a “nuevas perspectivas de diálogo”, (…) pero hay un doble riesgo”. En primer lugar “un eclecticismo cultural” donde las culturas se consideran “sustancialmente equivalentes”. El peligro opuesto es el de “rebajar la cultura y homologar los (…) estilos de vida”. Benedicto XVI recuerda “el escándalo del hambre” y auspicia “una ecuánime reforma agraria en los países.
Asimismo, el pontífice evidencia que el respeto por la vida “en modo alguno puede separarse de las cuestiones relacionadas con el desarrollo de los pueblos”
“Fraternidad, desarrollo económico y sociedad civil” es el tema del tercer capítulo.
(…) El desarrollo, (…) si quiere ser auténticamente humano, necesita en cambio dar espacio al principio de gratuidad”, y por cuanto se refiere al mercado la lógica mercantil, ésta debe estar “ordenada a la consecución del bien común, que es responsabilidad sobre todo de la ética”.
El capítulo se cierra con una nueva valoración del fenómeno de la globalización, que no se debe entender sólo como “un proceso socio-económico”. (…) La globalización necesita “una orientación cultural personalista y comunitaria abierta a la trascendencia (…) y en términos de comunión y participación.
En el cuarto capítulo, la Encíclica trata el tema del “Desarrollo de los pueblos, derechos y deberes, ambiente”. “Gobierno y organismos internacionales -se lee- no pueden olvidar “la objetividad y la indisponibilidad” de los derechos. A este respecto, se detiene en las “problemáticas relacionadas con el crecimiento demográfico”.Reafirma que la sexualidad no se puede “reducir a un mero hecho hedonístico y lúdico”. Los Estados, escribe, “están llamados a realizar políticas que promuevan la centralidad de la familia”.
“La economía -afirma una vez más- tiene necesidad de la ética para su correcto funcionamiento; no de cualquier ética sino de una ética amiga de la persona”. La misma centralidad de la persona, escribe, debe ser el principio guía “en las intervenciones para el desarrollo” de la cooperación internacional.
“La colaboración de la familia humana” es el corazón del quinto capítulo, en el que Benedicto XVI pone de relieve que “el desarrollo de los pueblos depende sobre todo del reconocimiento de ser una sola familia”. De ahí que, se lee, la religión cristiana puede contribuir al desarrollo “solo si Dios encuentra un puesto también en la esfera pública”.
El Papa hace referencia al principio de subsidiaridad, que ofrece una ayuda a la persona “a través de la autonomía de los cuerpos intermedios”. La subsidiariedad, explica, “es el antídoto más eficaz contra toda forma de asistencialismo paternalista” y es más adecuada para humanizar la globalización”.
El último párrafo del capítulo lo dedica el Pontífice “a la urgencia de la reforma” de la ONU y “de la arquitectura económica y financiera internacional”. Urge “la presencia de una verdadera Autoridad política mundial” (…) que goce de “poder efectivo”.
El sexto y último capítulo está centrado en el tema del “Desarrollo de los pueblos y la técnica”. El Papa pone en guardia ante la “pretensión prometeica” según la cual “la humanidad cree poderse recrear valiéndose de los ‘prodigios’ de la tecnología”. La técnica, subraya, no puede tener una “libertad absoluta”.
El campo primario “de la lucha cultural entre el absolutismo de la tecnicidad y la responsabilidad moral del hombre es hoy el de la bioética”, explica el Papa, y añade: “La razón sin la fe está destinada a perderse en la ilusión de la propia omnipotencia”. La cuestión social se convierte en “cuestión antropológica”.

Hasta aquí la Encíclica….
¿Cuáles son los ecos que resuenan en nuestro Corazón de familia?
“ soplan vientos que juegan a favor de la realización de los ideales, de aquellos que ambos, Vicente Pallotti y el mismo Padre Kentenich, visionaria y proféticamente, mostraron para el futuro de la Iglesia y del mundo”
“ Pareciera haber llegado el tiempo de redescubrir, conquistar y actualizar esta gran meta que el Padre Kentenich, carismáticamente, señaló para la Obra de Schoenstatt :
“ Asumimos con él ( Pallotti), en dependencia de él, toda la responsabilidad por la constitución, inspiración y conducción de la Confederación Apostólica Universal (CAU) ; descomunal dimensión de proyecto pastoral, al cual el Fundador califica de “Mamut” y sin embargo lo enfrenta con una certeza en la fe que sólo puede provenir de una moción del Espíritu Santo”.
Los puntos en común de esta Encíclica con la Visión del Padre en el aspecto social, tanto en su diagnóstico como en las respuestas que se esperan, nos remiten a esta Gran Misión que esperaba el tiempo oportuno para su realización y en el cual estamos encaminados:
Es tiempo de una nueva síntesis humanista , nos exhorta nuestro Papa ¿ no nos corresponde responder desde nuestro Corazón de familia, con audacia? ¡Es el tiempo de la CAU! Allí está la respuesta que el mundo necesita.
Sabemos que el P.Kentenich ingresó a la comunidad de San Vicente Pallotti y que fue miembro de ella prácticamente toda su vida. Para el fundador de Schoenstatt este hecho no era algo irrelevante. Dios, en su Providencia, mediante esta circunstancia lo puso en contacto con San Vicente Pallotti. Guiado por la Divina Providencia, el 18 de octubre de 1914, selló una Alianza de Amor con María, pidiéndole que ella se estableciese en la pequeña capilla de Schoenstatt y que desde allí, iniciara una obra de renovación. Dos años después en 1916, llegó el convencimiento de que la nueva fundación abriera las puertas para que la obra original que había fundado Pallotti,, que después de su muerte había desaparecido, resurgiera y se hiciera posible a partir de la Alianza de Amor sellada con María en el Santuario.
Basado en la fuerza de esa Alianza de Amor, creyó que podía aventurarse a hacer suya la “ obra mamut” con la cual Pallotti había soñado, a saber, poner en marcha una confederación de las comunidades apostólicas en la Iglesia.
A partir de ese momento, junto a la misión propia de Schoenstatt, es decir, la formación de un hombre nuevo en una comunidad nueva y el rescate de la misión salvífica de Occidente, se agregaba una tercera finalidad para la Obra de Schoenstatt: la Confederación Apostólica Universal (CAU).
¿ Por qué siendo tan claro y tan reiteradamente afirmado lo expuesto por el P.Kentenich, hoy no se percibe la actualidad e importancia de esta tercera meta de Schoenstatt?
Obra en Nuestra Constitución como objetivo y fin: La Confederación Apostólica Universal(CAU). Constitución Territorial pág. 7.
¿Qué nos diría el Fundador en Hoerde 2009? Lo mismo que nos dijo en 1919:
¿Despertad y despertaos mutuamente!
No se trata de avanzar solos, porque sólo lograremos cosas importantes en la sociedad si caminamos juntos. Los grandes héroes que produjeron cambios en la historia siempre han vivido en comunidad, han caminado con otros.
Esos pequeños pasos comunitarios ciertamente comienzan a cambiar el mundo. Misteriosamente, más allá de los resultados inmediatos, infunden en las entrañas de la sociedad un nuevo dinamismo de verdad y bien. Es el dinamismo del amor activo, la única fuerza que puede sanar las heridas y las enfermedades de esta tierra amada.
Con un corazón de familia entregamos nuestro anhelo de ser fieles al Padre en la actitud de ¡Toda Tuya! para renovar Su Misión y ser manantial de vida en estos tiempos de heroísmo y audacia.
¡¡Gracias Santo Padre por abrirnos las puertas a un nuevo desafío!

Equipo: Marisa Amestoy de Rubio – Teresita Buteler de Cabanillas –
Colaboración: María Eugenia Rucci
9º Curso RMed

Bibliografía:
· Carta encíclica del Sumo Pontífice Benedicto XVI sobre el desarrollo humano integral en la caridad y en la verdad: Caritas in Veritate
· El Padre José Kentenich y San Vicente Pallotti- Ed. Patris
· Doctrina Social – Colección Carisma
· Semanario Católico Cristo Hoy
· Jornada de Hoerde
· Constitución Territorial Federación de madres de Schoenstatt Argentina- Paraguay
· Un estímulo para todos los días- Victor Manuel Fernández

martes, septiembre 01, 2009

Las tormentas de nuestra vida

Padre Nicolás Schwizer

Hay en Palestina dos lagos. Uno, el Muerto, en permanente calma. No hay en él olas ni tempestades. El otro, el de Genesaret, cobra todos los años varias vidas humanas: la tempestad surge en él tremenda e inesperada, los vientos le sacuden, sus olas llegan a alcanzar varios metros. Pero los pescadores eligen este segundo lago. Porque en el Mar Muerto no se encuentra jamás una barca, ya que en él no hay rastro de vida. En el lago de Genesaret el riesgo es compensando con la abundancia de la pesca.
Jesús también eligió para sus apóstoles el lago del riesgo y de la vida. Porque vida plena y fecunda incluye riesgo, cruz y fracaso. Por eso les anuncia sin rodeos: lucharán, sufrirán, serán azotados, morirán violentamente. Serán odiados por su nombre y les perseguirán de ciudad en ciudad.

La barca es un antiguo símbolo de la iglesia. Y esta barca pasó, a lo largo de los siglos, por muchas tormentas que alternaron con tiempos de calma y tranquilidad. Y sabemos que estas tormentas no van a acabarse hasta el final de los tiempos.

Algo semejante puede decirse también de los pueblos, familias, personas, de cada uno de nosotros. La barca de nuestra vida atraviesa muchas tormentas. Es inevitable. Pertenece a la existencia humana. Pensemos, por ej., en las tormentas de la:
· Vida familiar: problemas materiales, dificultades en el matrimonio, en la educación de los hijos
· Vida profesional: falta de trabajo, cesantía, injusticias
· Vida religiosa: crisis y dudas de fe, desilusiones con sacerdotes, alejamiento de la Iglesia y de Dios
· Vida personal: limitaciones físicas o síquicas, enfermedades, tentaciones, enemistades, golpes del destino como la muerte de un ser querido.

En estas tormentas de la vida, los cristianos debemos distinguirnos de los demás. Sabemos que no estamos solos en nuestra barca de vida. Sabemos que Jesús nos acompaña ‑ aún cuando parezca no preocuparse por nosotros. La fe nos dice que Él vela por nosotros. Porque Él está comprometido, está metido dentro de la misma barca nuestra.

Dios es fiel a su compromiso. Pero Dios puede estar como estuvo en la barca de Pedro, es decir, dormido (Mt 8, 23ss). Pedro trató de luchar solo contra la tempestad. Y cuando estuvo en el colmo de la angustia se acordó que estaba el Señor y lo despertó. A nosotros nos pasa así también: nos olvidamos que Él está, dejamos que se quede dormido. Queremos luchar solos y recién cuando estamos muy desesperados nos acordamos del pasajero que es el más importante.

Dios es un Dios de la vida. Está presente permanentemente en nuestra vida. Y sobre todo está presente cuando más lo necesitamos: en medio de las tormentas. Sólo que en estos momentos es más difícil creer en su presencia, tal como les pasó a los apóstoles en medio del lago.
Porque la fe no es aceptar artículos de fe: es creer en una persona, es creer en Jesucristo, es confiar en Él, es confiarse a Él. La fe es un acto personal, entre persona y persona, entre hombre y Dios. Es un acto de confianza, de entrega, de seguimiento total y sin límites.

Y, por eso, el sentido de las tormentas en nuestra vida es: probar nuestra fe en una situación extrema; acercarnos más a Dios y poner en Él toda nuestra confianza.

En la pedagogía del riesgo de Jesús, la cruz y el sufrimiento son necesarios para el triunfo final.
Queridos hermanos, pidamos al Señor que nos haga crecer en nuestra fe y nos regale una confianza heroica en medio de las tormentas de nuestra vida.

Preguntas para la reflexión

1 ¿Cuál es nuestra actitud ante fracaso, cruz y riesgo?
2 ¿Lo hemos integrado a nuestra vida, como algo necesario e incluso como la llave de nuestra fecundidad?
3. ¿Pienso en Jesús en los problemas?

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Setiembre 2009
05. Beata Teresa de Calcuta
08. Natividad de María
12. Dulce nombre de María
13/9/65. P.Kentenich recibe telegrama en Milwaukee ordenando presentarse en Roma
14. Exaltación de la Cruz
15. Nuestra Señora de los Dolores
15. “Dilexit ecclesiam”- Amó a la Iglesia: fallecimiento del Padre Kentenich.
16/9/65 P.Kentenich sale de Milwaukee rumbo a Roma

20/9/41. P.Kentenich es interrogado por la Gestapo en Coblenza quedando detenido
24. Nuestra Señora de la Merced
25. Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás
29. Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
30/9/51. Se decreta la salida del P.Kentenich de Schoenstatt