sábado, noviembre 27, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 27. 11. El Capital de Gracias

La Sma. Virgen tiene una gran tarea frente al Occidente. Una vez que me hizo comprender esto, me pidió que yo también le entregase todo. Esto es lo hermoso, lo grande, que nuevamente nos une: Presentamos a nuestra Madre nuestro desvalimiento y ella nos regala también su desvalimiento, pero también su buena voluntad. ¿Qué pide en cambio de nosotros? El reconocimiento de nuestro desvalimiento...

Ella viene hasta nosotros como la gran educadora. Nos ofrece su capacidad, poder y fuerza de educadora. Si buscamos el Reino de Dios, todo lo demás se nos dará por añadidura.

La Sma. Virgen permanece fiel. No tienen por qué angustiarse. Es cierto que en general hay poca fidelidad. Pero Ella la Virgen fiel. Ella nos ama aunque no andemos con un traje tan limpio, incluso si alguna vez le hemos vuelto las espaldas, Ella nos es fiel. Su fidelidad termina sólo cuando nos sabe allá arriba en el cielo...

Estamos en una hora decisiva en la historia de la Familia. Si no tenemos la suerte de derribar el mencionado muro, la Virgen quitará a nuestro terruño su misión para Alemania y emprenderá una obra de salvación desde los santuarios filiales. Ella queda fiel a su Alianza. Si ramas de nuestra Familia por cobardía y debilidad no pagan fidelidad con fidelidad, podemos suponer que su misión se traspasa a nosotros (De la plática del 31 de mayo de 1949).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

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