martes, noviembre 23, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 24. 11. El Capital de Gracias

Por el Poder en Blanco (darle el sí a todo lo que Dios dispone o permite en nuestra vida) le devolvemos a las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable, en la Familia y en nuestra propia vida, aquella importancia que tuvieron en la lucha y las aspiraciones de José Engling (uno de los primeros schoenstattianos y que murió en la primera guerra mundial) y que siempre deberán tener el plan divino.

¡Gracias a Dios! Así nos sentimos, por de pronto, en la tierra firme de nuestra tradición y nos dirigimos hacia el porvenir incierto que se avecina fortalecidos con nuevo vigor por una de las fuerzas esenciales en el organismo de vida de nuestra Familia. Por eso nos alegramos, ya que así reconocemos y confirmamos aquella ley que dice: "Todo reino se mantiene con las fuerzas que le dieron origen”, es decir, el florecimiento de un reino depende de la fidelidad a las fuerzas fundamentales que lo forjaron en sus comienzos. La existencia de nuestra Familia se la debemos a las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable. Por esta razón debemos mantenerlas inconmoviblemente en todo tiempo, y, sobre todo cuando debemos afrontar la prueba de fuego.

Con las Contribuciones al Capital de Gracias surge o decae la Familia y su Fecundidad.

A eso se añade el hecho de que viene un tiempo en que las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable pueden ser, no sólo el apostolado mariano más importante y eficaz, sino el único que podemos ejercer.

(De la Segunda Acta de Fundación de Schoenstatt, 1939)

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

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