lunes, noviembre 15, 2010

Mes de María 2010
2ª. Semana: 16.11. Fe práctica Divina Providencia

Recuerdo perfectamente cuando estaba en Dachau, donde se trataba siempre de ser o no ser y no se podía eludir esa elección… A menudo me venía la idea a la mente: “¿No debería decir ahora ‘Calla, porque es voluntad de Dios’ y sencillamente bajar los brazos?” Por supuesto, habría sido algo muy cómodo (porque) de ese modo no me habría expuesto a ningún peligro. Pero la fe en la Divina Providencia nos propone tareas. No sólo la tarea de decir “sí” y callar…Por tanto, la fe en la Divina Providencia no sólo detecta los planes de Dios sino que los realiza. ¡Hay tareas que llevar a cabo!

En aquel entonces, yo respondía a esta pregunta de la siguiente manera: Está bien, hay que ejercitar las tres virtudes teologales: fe, esperanza y amor (observen que voy siempre al fondo último de las cosas). Sin embargo, para ser un hombre cabal, a ese ejercicio hay que unir el heroísmo de las virtudes cardinales. Y entre estas últimas se cuenta la fortaleza que, a su vez, entraña el coraje y la decisión.”

Nuestra fe en la divina Providencia es una fe activa, no pasiva. No es una fe que simplemente sobrelleva y soporta, sino que también nos da tareas previstas en el plan de Dios para nosotros; nos confía la labor de hacer realidad la misión que hemos descubierto. Y hacerlo con todas nuestras fuerzas (Desiderio Desideravi, 1963).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

No hay comentarios.: