lunes, noviembre 08, 2010

Lema para 2011 en Argentina:

"HEREDEROS DEL PADRE, PROFETAS DE LA VIDA"

Querida Familia de Schoenstatt:

El sábado 30 y domingo 31 de octubre nos encontramos los dirigentes diocesanos del Movimiento de todo el país y superiores de las comunidades de Schoenstatt en la Jornada de Delegados 2010. Como cada año nos reunimos junto al Santuario Nacional para evaluar la vida de nuestro Movimiento en este 2010, para escuchar lo que Dios nos está diciendo en las voces del tiempo y del alma y proyectarnos creadoramente hacia el año que viene.

Vimos que los objetivos del año 2010 fueron bien realizados.

Para este año del Bicentenario, y como respuesta a los desafíos que nos presenta nuestro tiempo, nos propusimos: amar y comprometernos por la Patria como verdaderos ciudadanos. El lema de año fue “Con María Reina construyamos una Patria para todos”, que nos marcó y orientó en el camino durante todo el 2010 y lo expresamos en dos acciones de alcance nacional:
1- la celebración del Bicentenario y coronación a la Sma. Virgen el 8 de mayo en cada Región del país en coordinación con las diócesis locales: en Luján (R. Pampeana), Bariloche (R. Patagónica), San Juan (R. Cuyo), Corrientes (R. NEA), Rosario (R. Centro) y Tucumán (R. NOA.
2- la difusión del Pacto del Bicentenario promoviendo la responsabilidad ciudadana, acentuando el valor de la verdad, la unidad y la solidaridad, con un marcado espíritu apostólico durante todo el año y en todos los ambientes.

Son muchas más las acciones que nuestra Familia ha realizado a lo largo del 2010 y no alcanzo a relatarlas en esta resumida crónica.

Mirando al año 2011

En la Jornada de Delegados miramos hacia el 2011 y tratamos de escuchar juntos las voces de Dios que nos habla en los signos de los tiempos.

Una primera voz del tiempo es el comienzo del camino hacia el año jubilar 2014, centenario del Movimiento de Schoenstatt. Queremos caminar este primer año del Trienio hacia el 2014 de la mano del Padre Fundador. Queremos conocer bien su persona y misión; queremos ser sus hijos espirituales y ahondar en su carisma al servicio de la Iglesia para la renovación de la sociedad. Queremos ser padres en el Padre y profetas que anuncian la presencia de Dios en nuestro tiempo como lo hizo él. Por eso el primer objetivo es:

Asumir al Padre como Padre y Profeta

Una segunda voz de este tiempo es la vida. Como nos diría el Papa Juan Pablo II, se ha instalado una cultura de muerte, de desapego y desprecio por la vida, manifestado en la violencia física, verbal, psíquica y moral, en la adicción a las drogas, al alcohol, en los abortos y los intentos por ampliar su legalización, en el abandono de personas, en los crímenes de cada día, etc. etc. Por eso el Episcopado Argentino declaró el 2011, año de la vida. Se trata de la “Vida” en sus todas sus dimensiones, del sentido de la vida, el amor a la vida humana y a toda la creación como expresión de la vida de Dios. Se trata de luchar a favor de toda vida y en contra de la deshumanización. Se trata de proclamar la belleza de la vida y enseñar que la vida es buena y merece ser vivida. Se trata de ayudar a dignificar la vida de tantos hombres, mujeres, niños y ancianos que viven infrahumananmente. Dios es el Dios de la Vida y de la Alianza y Jesús vino para que “tengan vida y vida en abundancia”. La vida es un derecho y debe considerarse como una buena noticia, el “evangelio de la vida”. Anunciar la Alianza de Amor con María es anunciar al Dios de la Vida que se hizo hombre en María para que todos tengamos Vida en él. Queremos ser anunciadores y profetas de la Vida que por la Alianza de Amor ayudemos a gestar una cultura de Alianza, de diálogo, de unidad, de vínculos sanos que ayuden al hombre de hoy, especialmente en nuestra Patria, a vivir en plenitud. Por eso el segundo objetivo para el año 2011 es:

Promover la Vida y regalar la cultura de la Alianza a la Iglesia y a la Patria

El lema para el 2011 es una síntesis de ambos objetivos:

HEREDEROS DEL PADRE, PROFETAS DE LA VIDA

Querida Familia de Schoenstatt, desde el Santuario les mando un cordial saludo y bendición pidiendo al Señor y a María que nos transforme cada día en apóstoles y profetas de la Vida, a imagen de nuestro Padre Fundador.

Unidos en la Alianza,

P. Javier Arteaga

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