jueves, diciembre 23, 2010

"Peregrinando a Belén".
Novena Navideña
P. Guillermo Carmona

Octavo día: BELEN, PATRIA JUSTA

Elemento del pesebre: algunos animalitos

Ambientación histórica.

Ya desde el principio, el nombre del recién nacido estaba predestinado,. Podemos imaginarnos las primeras reacciones de los pastores, al preguntarle a los padres, cómo se llamaría su hijo.- Jesús será su nombre- contestaron ellos seguramente.
¿No les habrá sorprendido tal pretensión? ¿No era contradicciones ponerle el nombre de "Salvador", esos significa etimológicamente "Jesús", a alguien que nacía en pleno desamparo, en medio de la pobreza y la debilidad? Si era el Mesías, el deseado de todos los pueblos, ¿no debería haber nacido en un palacio, en medio de la honra y la dignidad?.

¿Habrán dicho a los pastores que el nombre les había sido dado? "Concebirás un hijo y les pondrás por nombre Jesús"(Lc. 1,31). Ciertamente que, por un sano pudor, María y José habrán callado la manifestación de Gabriel, explicando el porqué del nombre: "Será grande y será llamado Hijo del Altísimo y reinará en la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin'(Lc 1,32).

Un hecho de la vida real o legendaria

Erase un vez un hombre que cría en la tierra de los justos y los buenos. ¿Por qué no había de haberla? En esa tierra los hombre buenos y justos se aman como viejos amigos, se ayudan como hermanos y se aconsejan mutuamente como si fueran huéspedes que llegan cansados , sedientos y hambrientos de un largo viaje. En esa tierra todo es bello, agradable, bueno.

Tal era la tierra que el hombre pretendía buscar y encontrar.
Era pobre y peregrino. De repente, se dio cuenta de que estaba viejo y fatigado, tan acabado que ya no le quedaba más que tumbarse y morir. Aún así, recobró el ánimo y dijo para sí; -Si espero un poco más, dejo esta vida y me voy a la tierra de los justos y los buenos.- Y esto era su gran motivo de alegría.

Y sucedió que, por aquel lugar, apareció un hombre considerado sabio. Tenía muchos libros y otras cosas que hacen que lo consideren a uno sabio. El viejo, con los ojos chispeantes de ansiedad, le preguntó al sabio: -Señor, dígame por favor, ¿ dónde está la tierra de los justos y los buenos?.

El sabio ni miró; echó manos a los libros y mapas, y comenzo a hojearlos y examinarlos con dedos nerviosos. Y concluyó: -La tierra de los buenos y los justos no existe. Mis mapas son minuciosos y completos y no indican nada en esta tierra.

El viejo perdió el brillo de sus ojos de niño. No quería, no podía creerlo y volvió a preguntar con una leve esperanza:- Señor, mire otra vez. La tierra de los justos y los buenos...existe; yo lo sé. Debe estar por ahí. Si no es así, sus libros son leyendas y mentiras y no vale un comino.

El sabio se sintió ofendido; -Todos mis libros son científicos y mis mapas están confeccionados con las técnicas más avanzadas, basadas en fotografías hechas por satélites. La tierra de los justos y buenos, no existe ¡es el sueño de un viejo caduco!.

El viejo de los ojos fijos se enfureció terriblemente.- ¿Qué dice? Llevo viviendo y esperando largo tiempo y siempre he creído en una tierra de los hombre buenos y justos. Y, ahora, según sus mapas, no existe ninguna. Todo quedaría en el sueño de un viejo caduco. esto es una burla-. Y, volviéndose al sabio le dijo: -Usted, charlatán insolente y prestidigitador barato, usted no es un sabio y su ciencia no es más que la elaboración de una cabeza desequilibrada.- Y le dio uno, dos, tres coscorrones en la cabeza; y luego otro y otro más, hasta siete.

Después se fue para casa, se echó a la cama y dijo: -Ahora lo he entendido todo. me voy a la tierra de los buenos y los justos...-Y murió.

Pautas para la reflexión

En realidad, la tierra de los justos y los buenos ha comenzado con Jesús, con su nacimiento primero. Y culminará con su segundo nacimiento, su venida al fin de los tiempoS.

Lo que Cristo nos trae es la "obediencia de la fe"(Rom 1,5) y la "obediencia para la justicia".

La justicia es la concreción del auténtico amor: exige la solidaridad con el más necesitado. "El que tiene bienes en este mundo y, viendo a su hermano pasar necesidad , le cierra las entrañas, ¿cómo va a habitar en él EL amor de Dios?"

La justicia fue diseñada por Jesús en la parábola del juicio final (Mt25), cuando el Señor juzgue a los hombres según la capacidad de compartir con los otros: Tuve hambre... tuve sed.., estaba desnudo..., enfermo..., preso..., y me socorristeis.

Cristo nace para todos en esta Navidad. Esto debe expresarse también en la justicia. Y en el tiempo de la espera, tiempo por esencia de ayuno, porque el Esposo no ha llegado, recordamos las palabras de Isaías: "Sabéis qué ayuno quiero yo, dice el Señor, que partas tu pan con el hambriento..."(Is 58,6.7). Pero no se trata sólo de dar sino de amar. Sólo el amor hace fecunda la generosidad, la hace justicia religiosa. Como el apóstol que le decía al indigente: "No tengo plata ni oro; pero lo que tengo, te doy" (Hch 3,6)

Una pregunta para la reflexión

¿Deberá cambiar algo en mi medio social, para que la justicia que parte de Belén sea, en este año, más real y menos hueca?

PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA

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