jueves, diciembre 16, 2010

El Puente

Año 4 Nº 16 - Diciembre 2010

Sumario

a) Carta para nosotras: Matilde Di Batistta de Gimenez, Jefa Territorial federación de Madres Argentina- Paraguay

b) Esto nos pasa: “Como construir puentes mediante nuestro Ideal Personal?La conciliación de la vida, personal, familiar y laboral”
Aporte Curso 19º Mza

c) Mujeres hoy y acá “Vivamos la Navidad, una Navidad diferente”
Aporte 4º Curso Paraguay

d) A la sombra del Santuario “Ideal Personal..¿hoy?”
Aporte Curso 20º RMet


a) Carta para nosotras: Matilde Di Batistta, Jefa Territorial

Querida Federación de Madres

Si miramos el camino transcurrido este año, podemos ver varios hechos importantes para la vida de la federación y de Schoenstatt, Dios Padre y la Mater se han manifestado con su gracia e infinito amor. Podríamos mencionar los capítulos regionales y el capitulo territorial, los 100 años de ordenación sacerdotal de nuestro Padre y Fundador, el encuentro Argentina-Paraguay y el comienzo del trienio rumbo al 2014. Mas recientemente hemos celebrado un nuevo aniversario del natalicio del PK, los 75 años de las hermanas de María en nuestras tierras, el comienzo del Adviento y en estos días nos preparamos especialmente para la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Hechos que no son simplemente enunciativos sino que toman vida, se proyectan al futuro y nos presentan un desafío para los próximos tiempos. De todos ellos quisiera referirme al comienzo del trienio rumbo a los 100 años de la Alianza de Amor del 2014. Un trienio que comienza su primer año dedicado al Padre y Fundador.
¿Como podemos nosotras madres federadas vivir el año del Padre y Fundador? Profundizando nuestro vínculo hacia su persona, con un corazón abierto a un encuentro personal y vivencial con él. ¿Hemos tomado conciencia del don que Dios nos regaló? ¿Renovamos nuestro compromiso con su obra? ¿Asumimos un rol activo y audaz en la misión? El Padre nos hace un llamado a seguirlo.
Nuestro Fundador ha recibido de Dios un carisma: ser transparente del Padre Dios, hacer presente su paternidad.

Nuestro Fundador como Padre:

“Para todos los que tuvimos la dicha de conocerlo y experimentarlo, fue él el transparente del Padre Eterno, el camino y el puente hacia Dios. Nuestro Padre encarnó la figura paternal de Dios y destruyó de esta manera las imágenes desfigurativas. En su presencia se vislumbraba la verdadera imagen de Dios. A través de nuestro Padre aprendimos a comprender toda la grandeza, la dignidad, el amor paternal de Dios. Él conocía a todos y a cada uno de sus hijos. En consecuencia uno se sentía amado personalmente, aceptado, cobijado, comprendido. Tratando al Padre fue fácil creer en un Padre Dios misericordioso. Sin embargo el Padre no tenía nada de “abuelo”. Con mano segura y vigorosa educaba a aquellos que se habían confiado a su conducción paternal y que él había aceptado como hijos espirituales. Realmente Dios había previsto para nuestro Padre esta hermosa tarea de transparentar su paternidad y enseñarnos en su persona la autentica relación con Dios. Por lo tanto su misión de padre debe extenderse fuera de los límites de nuestra Familia: es misión y tarea para la Iglesia y el mundo. Dios quiso que nuestro Padre formara en toda la Familia de Schoenstatt un “caso modelo”, que en su estructura se asemejase a una familia ideal natural. Nuestro Padre reconoció y encarnó su misión por el camino de la vida, pues él no podía ser Padre, no podía ejercer su paternidad, sin tener hijos espirituales”. Hna. Ursula
Él era y quería ser siempre Padre, pero frente a Dios se sentía siempre como niño, como el niño más pequeño.

Nuestro Fundador como Profeta

El Padre siempre enseñó a vincularse a Dios y a los hombres de una manera profética: sabiendo interpretar a la luz de la fe práctica en la Divina Providencia los planes de Dios para el mundo y se pone al servicio de su realización, como instrumento. Es la persona que tiene la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios. Observa la realidad de su alrededor, los problemas y preguntas de los hombres y mujeres de su tiempo, y trata de darles respuesta en dialogo con el Dios de la vida, que se manifiesta en los acontecimientos de la historia. Un profeta vive para su misión y está poseído por ella. El PK fue creciendo en la certeza de que había recibido una misión divina para su tiempo y que debía arriesgar todo para cumplirla. Esta misión puede sintetizarle en la Alianza de Amor con María como un camino orgánico para desarrollar una fe que vincula todos los aspectos de la vida con Dios. Con ello quería dar respuesta al problema de un pensar mecanicista, que separa la fe de la vida, el secularismo que aleja a Dios del mundo y que hace peligrar la misión evangelizadora de la Iglesia, confiada a ella por Jesucristo.
Saber escuchar, saber interpretar, saber responder al Dios de la vida que habla en cada pequeño o gran suceso.
En el Padre Fundador, profeta mariano de la paternidad de Dios, se cumplieron las condiciones de todo profeta:
-Dotado para mirar
-Encargado de anunciar
-Capacitado para realizar
Los profetas marchan al mismo tiempo en la luz y en la oscuridad de la fe. Por eso nuestro Padre dijo en cierta oportunidad que él siempre veía claramente la meta última, pero el paso mas próximo estaba rodeado de total oscuridad, y le exigía todas sus capacidades para captar la voluntad de Dios.
Podemos citar dos mensajes que Dios y la Mater han dado a nuestro Padre rodeados de oscuridad:
18 de octubre de 1914
20 de enero de 1942
En ambos: mirar, anunciar, realizar. La luz y a la vez la más profunda oscuridad de la fe rodean al profeta.

Nuestro Fundador como Santo

“La santidad es el misterio personal entre Dios y el alma. Los que tuvimos la gracia de conocer a nuestro Padre, de vivir cerca de él, sabemos y afirmamos que es un santo, un gran santo. Es un santo de la vida diaria, un santo mariano, un santo moderno. Es un Padre santo, un santo sacerdote, un santo educador y, tal vez en el día de mañana, un santo doctor de la Iglesia.
Tenemos el sagrado deber de dar testimonio de él, de colaborar para que llegue al honor de los altares. En todas partes ha dejado sus huellas. Pude acompañarlo en sus muchos viajes, pude experimentarlo como Padre, sacerdote, educador. Lo observé desde la mañana hasta la noche, en las horas en que todo el mundo lo celebraba, pero también en los momentos de lucha, cuando muchos lo negaron, cuando el sufrimiento más grande cayó sobre él y nuestra Familia.
Pude experimentarlo cuando, después de sus catorce años de exilio volvió a Schoenstatt, al santuario Original, a su Madre y Reina y a su Familia. Estas y muchas otras vivencias han despertado en mí una única impresión: nuestro Padre es un gran santo.
No nos enseñó solamente cómo santificar la vida diaria, sino que él nos lo previvió. Su día de trabajo muchas veces transcurría desde las cuatro de la mañana hasta la madrugada siguiente. ¡Cuántas veces ni llegaba a acostarse! Recibía innumerable cartas, que siempre leía. Desde su pequeño escritorio dirigía a toda su Familia, aunque continuamente le rodeaban nuevas personas y debía adaptarse a un idioma desconocido... jamás escuché una queja. Siempre se lo veía tranquilo, a pesar de mucho trabajo, del calo o del frío.
Su fe en la Divina Providencia: él resolvía todos los problemas siempre en la fe. Decía frecuentemente no hay que preguntarse “por qué” sino “para qué”. Instantáneamente veía a Dios detrás de todo. Cuando algo fracasaba decía “entonces Dios tiene previsto algo mejor para nosotros”
Su santidad no era exclusivamente sobrenatural, también lo reflejaba en lo humano: lo caracterizaba un fino y delicado humor. Era amigo de la gente sencilla. Siempre se lo veía cimentado en Dios. También tenía un marcado sentido de lo justo. En todo momento se destacó también por la práctica de las llamadas pequeñas virtudes: bondad, paciencia, servicialidad, todo en un grado admirable. Siempre tenía tiempo para todos. Era admirable su gratitud e impulsaba a los demás a ser agradecido. ¡Cuántas veces se arrodilló a dar gracias a Dios en el mismo instante de recibir un favor! El 23 e diciembre de 1965 al recibir la noticia de que podía ir a Schoenstatt dijo: arrodillémonos para dar gracias a la Madre por este milagro. Siempre fue muy austero consigo mismo. Nunca se quejaba de nada.
Era un santo sacerdote. La Santa Misa, celebrada por él, era una vivencia. Todo era tranquilo, todo llevaba hacia Dios. Cuando debía tomar una decisión muy importante decía: espere hasta después de la Santa Misa. Parece que en la Consagración tomaba las grandes decisiones o recibía una especial iluminación de Dios para saber lo que debía hacer, así lo hizo el 20 de enero y el 31 de mayo.” Hna. Ursula
El comentario del Padre Menningen sobre la santidad del Padre expresa algo fundamental: …. “el santo de la nueva inmanencia de Dios en el mundo”, el santo que “ayuda” a Dios a hacerse presente de una nueva manera.
Todos sentimos que desde la eternidad el Padre nos sigue guiando. Estamos en él y él vive en nosotros. Con él vamos hacia el futuro a extender el Reino mariano del Padre. Y sin duda será nuestro intercesor ante la Mater, ante el trono de Dios para conseguir las gracias que necesitemos.

Nuestro Fundador: mi padre

Pienso y medito sobre mi historia personal con el Padre Fundador...
Queridas madres, seamos fieles instrumentos en el reconocimiento y realización de la misión de nuestro Padre y Fundador. “Ustedes a su manera pueden ayudarme a llevar la responsabilidad y compartir la misión…” PK 31/5/1949
Desde la cárcel escribía: “yo me esfuerzo para que ustedes puedan estar orgullosos de mi. Cuiden de que yo también pueda estarlo de ustedes”

“La vivencia, la relación personal con el Fundador es un don. Es una gracia que encierra una experiencia que nadie nos puede dar desde afuera. Ha de hacerla cada uno, encontrarse, vivir su historia con él y quererlo personalmente en la medida que experimente su cariño. Tarde o temprano a cada schoenstattiano le llegará ese momento” P. Nicolás Schwizer.

Queridas madres la hora actual nos exhorta y compromete a profundizar el carisma del Padre Fundador y regalar su misión a la Iglesia y al mundo, regalar la cultura de la Alianza.

En la fuerza de la Alianza de Amor, como aliadas de María y en alianza con Ella podemos estar seguras de la victoria!


La Plata, diciembre 8 de 2010


Matilde C. Di Battista de Giménez
Jefa Territorial - Federación de Madres Argentina-Paraguay



Bibliografía:
“Hemos conocido un Padre” – M. Annette Nailis
“Jornada de dirigentes 1976” – Hna Ursula, Padre Horacio y otros
“Una vida para la Iglesia” – Noticias del secretariado PK
Otros



b Esto nos pasa
Aporte Curso 19 Mendoza
" Cómo construir Puentes mediante nuestro Ideal Personal ?
La conciliación de la vida personal , familiar y laboral . "

El trabajo y la vida :
A diario debemos relacionar nuestro trabajo, vida familiar , personal y espiritual . Partamos de la base que la vida personal y el trabajo no son prioridades competitivas sino complementarias y pueden adoptar una filosofía en la que ambas pueden ganar.
Debemos construir un diálogo sincero sobre los objetivos tanto de nuestro trabajo como de nuestra persona y construir un plan para satisfacer a todos ellos.
Nuestra Fe, habilidades y conocimientos pueden ser transferidos de una función a otra. Debemos experimentar continuamente con la forma de desempeñarnos y de utilizar nuestro tiempo y energía.
Al estar sinceramente interesadas en todas nuestras funciones creamos un vínculo entre ellas y con él la confianza para lograr esa conciliación. Esta conciliación reportará beneficios en todos nuestros roles. Debemos trabajar para elaborar una estrategia que compagine la vida personal - espiritual y el trabajo y así ir creando puentes.

El reloj y la brújula :
Dos poderosas herramientas nos dirigen: el reloj y la brújula. El reloj representa los compromisos, horarios, actividades, lo que hacemos con nuestro tiempo y como lo administramos. La brújula representa nuestra misión, nuestros valores, nuestros principios, todo lo que sentimos importante y el modo que dirigimos nuestra vida.
La lucha se desencadena cuando percibimos una brecha, cuando lo que hacemos no contribuye a lo que es más importante en nuestra vida. Utilicemos nuestra brújula interior para poder actuar con integridad en el momento de elegir. Esto requiere un autoexamen. Tratemos de ser protagonistas de nuestras vidas y no permitamos que nos domine el reloj.
Demos un giro en nuestras vidas y dejemos que Dios sea nuestra brújula. El cambia nuestra escala de valores, los motivos de nuestra dignidad y los paradigmas que nos hacen sentir orgullosas. Desde nuestra perspectiva creyente y cristiana seamos testimonio de tener a Dios como brújula. A veces lo que más valoramos en la vida es a lo que menos tiempo le dedicamos. Aprendamos a saborear el presente y no dejar todo para mañana. La vida es lo que está pasando y no nuestro proyecto futuro.
Tal vez lo que nos pasa no sea falta de tiempo sino falta de brújula. Confiemos en Dios que es siempre orientador.

Nuestra Misión / Ideal personal y nuestros roles :
Vivimos nuestra vida en función de roles. Los roles simbolizan responsabilidades, relaciones y áreas de contribución. Gran parte de nuestro dolor proviene de la experiencia de que tendremos éxito en un rol a expensas de otro. Un claro conjunto de roles crea orden y equilibrio. Si tenemos nuestro enunciado de ideal personal, nuestros roles derivarán de él. El equilibrio entre los roles no implica simplemente que dediquemos tiempo a cada uno, sino que estos roles funcionen juntos para realizar nuestro ideal personal, nuestra misión.
Cada una tenemos una misión específica, única e irrepetible. Nuestras acciones sin un para qué, sin un proyecto de vida, son como perlas sueltas: la misión es el hilo que las une y las convierte en un collar.
La misión nos da un Norte, permite elegir direcciones cuando no tenemos la certeza de dónde ir, ordena nuestra vida, nos ayuda a afrontar estímulos externos que nos distraen y nos da fortaleza ante las dificultades.
Hay que descubrirla (conocimiento) y hay que querer llevarla adelante (voluntad). Sólo yo tengo mis capacidades y debilidades, mi carácter y potencial de desarrollo. Sólo yo he nacido en una época y familia determinadas y tengo éste trabajo hoy. Debo descubrir donde soy insustituible y donde no. Así puedo delegar todo lo delegable. La misión sirve para delegar y tomar decisiones. Decidir es priorizar y priorizar es renunciar.
Tenemos que conocer y saber donde están nuestros límites para liberarnos de toda angustia. Si conocemos nuestra misión los retos se afrontan como oportunidades de crecimiento. Y si no perdemos de vista a Dios como brújula viviremos en conformidad con la Voluntad de Dios gozando de una paz inalterable. Esta dulce práctica consiste en abandonarse en sus brazos con simplicidad de corazón y tranquilidad de espíritu.

Nuestra Agenda de Vida :
Empecemos a planificar nuestra vida como un todo, no de forma fraccionada Nuestra agenda reflejará la misión personal, la familiar, la laboral, todos nuestros roles.
Puede parecer que no caben, e incluso hay épocas en que parecen incompatibles, y es que cada etapa de la vida requiere un equilibrio diferente.
Hay que empezar por poner en la agenda las piedras grandes, lo importante que es el 20% de nuestras actividades. Sino las piedritas chiquitas y la arena, que son el 80% actividades delegables, lo acabarán ocupando todo.
Planificar nuestra agenda de vida significa tener capacidad para decir que no, o de cambiar la agenda si hay algo nuevo y relevante. Debo saber donde voy, priorizar y comprometerme con lo importante. Y así atender a lo verdaderamente decisivo.

Trabajo y Familia :
Trabajo y familia no son enemigos entre sí, sino dos campos de desarrollo humano que se enriquecen mutuamente si somos concientes de nuestra misión. La vida es una y estamos integradas.
Construir puentes entre familia, trabajo y vida espiritual es un reto diario a veces difícil de alcanzar. La felicidad no está hecha de máximos, sino de logros razonables. Para crear puentes entre vida personal y trabajo no perdamos nunca de vista a Dios como brújula, persigamos nuestro ideal personal e intentemos solucionar en el día a día los problemas que se nos presentan.
Este ejercitar con integridad cada momento y este anhelo de crear puentes entre nuestros roles siendo pequeñas Marías y viviendo la santificación de la vida diaria requiere aprender a ser Triunfadoras del fracaso también.

Triunfadoras de Fracaso :
Querida Mater, Ayúdanos a mantener una incansable perseverancia. Guía nuestros intentos heroicos y silenciosos. Enséñanos a esperar contra toda esperanza y a festejar nuestros éxitos, pero sobre todo nuestras derrotas y nuestra voluntad de intentarlo una vez más.
Seamos también triunfadoras del fracaso y decidamos siempre volver a salir con grandeza de corazón, sabiéndonos acompañadas por vos.
Dios confía en sus obreros y los acompaña en el quehacer diario.
Sintamos gratitud por las cosas simples de cada día y démosle a las cosas que no tienen precio el lugar que se merecen.
Dios nos confía una vocación especial, seamos rayo de sol de nuestras vidas.
Te pedimos la gracia de recuperar el brillo y el valor de nuestra vida, y la fortaleza para seguir creando puentes y siendo triunfadoras del fracaso también. No nos permitas abandonar nuestros intentos diarios, heroicos y silenciosos.
" Aunque se desplome el mundo ,
lleno de confianza ,
mi único norte
será cumplir
con fidelidad
el querer del Padre . "

" Cuanto llevo conmigo ,
lo que soporto ,
lo que hablo y lo que arriesgo ,
lo que pienso y lo que amo ,
los méritos que obtengo ,
lo que voy guiando y conquistando ,
lo que me hace sufrir ,
lo que me alegra ,
cuanto soy y cuanto tengo
te lo entrego como un regalo de amor ...... "



c) Mujeres hoy y acá
Aporte del 4 Curso Paraguay
VIVAMOS LA NAVIDAD, UNA NAVIDAD DIFERENTE

El papa Benedicto XVI dijo que el mal avanza, "cada día tenemos experiencias" en relaciones y acontecimientos, pero "el misterio de la Inmaculada Concepción es fuente de luz interior, de esperanza y de conforto" y "la misericordia de Dios es más potente que el mal".
El carácter personal de la Virgen María esta expresado en la gratia plena, contenida en el Saludo del Ángel (Lc. 1,28) y en la que ella da su si. En ese instante preciso ocurre la encarnación, asume Jesús nuestra naturaleza y se da inicio a todo el proceso de su acción redentora culminando en la Cruz, mostrándonos el verdadero valor que tenemos como personas, cuanto realmente valemos para El. Por lo mismo Cristo, Dios, y Hombre es la fuente más profunda que garantiza la dignidad de las personas.
En los últimos tiempos estamos viviendo en un mundo cada vez más complejo, desorientado y materialista, contaminado, donde cada día existen más familias desintegradas , familias que viven en la pobreza, personas que deambulan sin rumbo fijo sin futuro, no tiene valores ni principios, sin esperanzas, sin fe, sin amor, si embargo nuestra Fe cristiana nos muestra a un Jesucristo como una fuerza unitiva, una fuerza protectora, una fuerza creadora, llena de vida, de amor de Fe y Esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
Es aquí donde nosotros los cristianos especialmente los marianos y más aun nosotras las Federadas debemos dar nuestro si y demostrar a cada instante de nuestras vidas, que vivir de acuerdo a los mandamientos todo es posible, que el amor de Dios es la única salvación, que nos cobija, nos protege y nos envía como apóstoles para crear un mundo nuevo lleno de FE, de esperanza y de amor.
Una de las formas en que nos nuestra es el servicio a los demás, a través de la solidaridad, y hoy mas que nunca esa solidaridad es la que debe estar presente especialmente cuando Jesús nace en Belén, en un establo entre animales, humilde y solitario. Es aquí que debemos darnos cuenta que es Dios el que se solidariza con nosotros, ya que no envía a su único hijo para salvarnos del pecado y poder ser liberados para lograra la felicidad a través del amor.
Generalmente para recibir a la navidad nos preparamos con todo, regalos, cena reuniones con los amigos y familiares, con alegría optimismo, y muchas veces dejamos de lado, el motivo fundamental de estos festejos es el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, quien se hizo hombre para vivir entre nosotros .
Jesucristo vino al mundo para salvarnos a todos, ninguno queda excluido del amor de Cristo. Jesús asumió nuestra condición humana, pero sin pecado para salvarnos a todos, hablo nuestro lenguaje, supo lo que son las limitaciones humanas, aprendió nuestras costumbres , experimento nuestras condiciones de pobre, con el único propósito de experimentasen la verdad. El se compadeció de todas nuestras miserias y nos lavo con su sangre de todos nuestros pecados.
Hagamos que esta navidad, sea el inicio de algo nuevo, preparando nuestro corazón y nuestra mente para recibir de nuevo a nuestro Señor, iniciando una nueva vida, aquí en la tierra pero como Dios nos pide, con respeto, educación, paciencia, tolerancia, solidaridad y fundamentalmente con mucho Amor. Pese a que lo que nos toque vivir en nuestro quehacer diario ya que todos de alguna manera estamos destinados en ciertos momentos a ser felices y a disfrutar de la vida pero en otros a sufrir pero con la frente alta, con los ojos puestos en Dios Padre y con el acompañamiento de nuestra mamá Maria, quienes nos fortalecen para salir airosos en estos momentos difíciles.
Así como nuestro Padre fundador, también proviene de una familia humilde con mucha FE y la grandeza de su vida reside en la osadía que tuvo frente al riego, en el valor de darlo todo por Dios, además tuvo la audacia de buscar constantemente el deseo y el querer de Dios con una fortaleza para realizar lo que a la luz de la Fe descubrió como voluntad del Padre Eterno, irradiando una serena tranquilidad y profunda seguridad que lo embargaba. Aun en el campo de concentración o durante los 14 años de exilio. Muchas veces fue una Fe solidaria que le exigió el salto mortal de la inteligencia, el corazón y la voluntad
Es preciso que nos demos un tiempo, parar de ese trajinar diario que nos devora, con todas las presione materiales y deshumanizadoras para meditar acerca de los que nos pide nuestro niño en Belén. Hoy, ahora, a partir de este momento cómo actuar, qué hacer, qué decir y para ello debemos invocar al Espíritu Santo y tomar como modelo excelso a la Virgen María, y darnos esa oportunidad de empezar todo de nuevo, pidiendo perdón por nuestros pecados, y así liberarnos de nuestras ataduras terrenales, de esas cadenas que no nos deja ser felices, para poder ser verdaderamente libres y servir nuestro Señor que hoy se hace niño ante nuestros ojos y crecer juntos hacia la verdad y la plenitud en el amor verdadero que Dios quiere lograr en cada uno de nosotros.
Deseo de todo corazón que el amor de nuestro Señor nos bendiga hoy y siempre dándonos paz y felicidad aquí y en la eternidad
AMEN

Bibliografía
Navidad en familia. Celebración hogareñas 2001
La novena por papá. Audaz en el riesgo
Jornada de dirigentes. Familia, por tu amor a María y a Cristo Eucaristía florezca una primavera de santidad. Tuparenda 17 y 18 de mayo 1997.
Noviembre 25 de 2010 Matilde C. Di Battista de Giménez Federación de Madres Ag.-Py

d) A la sombra del Santuario
Aporte Curso 20 RMet

Ideal Personal..¿hoy?
Como madres, la vida de los nuestros nos preocupa. Nos preocupan sus decisiones y frecuentemente tenemos miedo. Constatamos con tristeza, que a veces los valores que creímos tan bien transmitirles, se les escurren.
Las noticias vuelan de un lugar a otro del mundo, casi instantáneamente. Vemos que se crean comunidades nuevas, hasta cibernéticas, producto de los avances tecnológicos. Muchas de nosotras quizás no sepamos cómo mandar un e-mail y ellos nacen con el “chip” incorporado.
Los cambios se suceden en forma vertiginosa. No podemos digerir toda la información. Es más, no sabemos cómo impacta el mundo actual en nuestros hijos o nietos…Qué sensaciones o deseos despierta, o cuántas frustraciones produce. ¡¡Si apenas lo podemos registrar en nosotras!!
Todo esto se da en un cuadro individualista, en dónde sólo preocupa lo inmediato, lo eficaz, efímero y lo que se presenta como mesiánico.
Nos encontramos con un sinfín de imágenes fantásticas y nuestro corazón se puede dejar llevar por cadenas de propuestas seductoras. Nuestros criterios de evaluación de los mismos, no consideran ningún criterio ético.
Sin hacer juicio de valor, al menos podemos caer en la trampa que produce la dispersión constante, con el vacío que conlleva y tal vez la pérdida de sentido. ” ..Dispersión moderna, donde todos prueban todo, pero no construyen nunca una historia, porque no se arriesgan a recorrer caminos de fidelidad…” (Mons. Fenoy 1 de abril 2010- a los fieles)
Todo esto lo vio con la agudeza de un profeta, y en gran parte lo vivió, nuestro querido P. Kentenich. ¿Y cuál fue su aporte?
El P. Kentenich, nos dice que el hombre de hoy padece el cáncer de la incapacidad de amar. Dice el P. K…”el tiempo actual ataca nuestro corazón..”. “ Nuestro corazón ya no puede amar, ha olvidado cómo amar.” (lo que muchos llaman hoy amor líquido).
Siguiendo su pensamiento, frente al hombre-masificado o alienado, el hombre libre, libre para entregarse a amar. ¿Y cómo nos hacemos libres? Mediante un proceso de auto-educación, en donde el “Ideal Personal” es piedra fundamental.
Nosotros en Schoenstatt, intentamos encontrar nuestro Ideal Personal, para llegar a ser aquello que Dios soñó para cada uno de nosotros desde toda la eternidad.
El hallazgo y la formulación de ese I.P. supera ampliamente el deber ser Kantiano, estrecho, limitante, esclavista. Es un grito que sale desde lo más profundo del alma y que clama por ser escuchado, en la historia personal, en las voces del ser, (con toda su estructura psicológica, con su forma particular de ver la realidad), las voces del tiempo…etc.
Las palabras de la formulación del Ideal Personal, no agotan el misterio que se quiere captar pero lo acercan, y nos lo recuerdan. Éste, siempre se puede volver a considerar, para que no se pierda el dinamismo del conocerse o conocer el misterio de lo real… (mi yo). Si uno es fiel al cultivo en el tiempo de ese descubrimiento de Dios en uno, es muy probable que el postulado, se vaya completando… se enriquezca frente a ese nuevo ser purificado que va surgiendo…Y así...
Así logramos un hombre fiel, fecundo. Solo el hombre fiel, fiel a sí mismo en la Verdad, puede tener un auténtico encuentro con otra persona. Así se logra comunidad.
Solo el hombre enamorado de una Persona que es Cristo, es capaz de tener encuentros profundos con otros, es capaz de vencer enamorando al hombre masificado. Todos nos rendimos ante un encuentro vivo con una persona que ama. En el encuentro de Cristo con la samaritana, vemos vibrar de alegría a la mujer que se encontró con el “Otro” en su verdad máxima. ¡¡¡En aquella donde no volverá jamás a tener sed!!!
Seguramente esa samaritana, dejó transparentar la atractiva oferta de una vida más digna, en Cristo… Sólo así será posible una nueva evangelización, porque:
“…no se llega a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte en nuestra vida…” ( P. B. XVI. En Deus Caritas est)

Bibliografía
Aparecida (CEA)-
El Veradero Amor- P. Kentenich
En busca de la propia Identidad. P. Rafael Fernández
Deus caritas est- P. B. XVI

M. Isabel R. S. de Molina Pico- (curso 20)

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