Asalto en Nuevo Schoenstatt
viernes, diciembre 17th, 2010

NUEVO SCHOENSTATT, cis/mkf. Ni bien trascendió esta semana la noticia del atroz asalto en Nuevo Schoenstatt, decenas de schoenstattianos en la Argentina y en otros lugares del mundo – ¡incluso en Schoenstatt y en los lugares sagrados de Tierra Santa! – se solidarizaron en la oración con las Hermanas de María.

El lunes 13 de diciembre siete ladrones armados entraron por una puerta que se usa muy poco, por la calle Estados Unidos de Brasil, opuesta y muy alejada de la entrada principal. Un vecino vio que sucedía algo extraño y llamó a la policía (que llegó cuando ya se habían ido los ladrones). Rompieron el vidrio de una puerta secundaria de la Casa Provincial, por la que habitualmente entra el sacerdote para celebrar la Santa Misa a la mañana en la capilla de la Casa. Fue durante la Misa. Las Hermanas oyeron el ruido de vidrios rotos pero la mayoría pensó que era a causa de algún portazo dado por el viento. Una Hermana salió inmediatamente y los ladrones la tomaron como rehén. Fueron directamente a la oficina de la administración, donde sabían que se guarda algo de dinero. No había joyas ni cosas “históricas”, como el martes lo difundió un pequeño diario local, de poca tirada, cuyo dueño – según sus propias manifestaciones – obtuvo la información de los “rumores circulantes en la calle” ya que tanto la policía como las Hermanas se negaron a darle detalles mientras se está investigando el delito. Para darle un tono sensacionalista, lo publicó en primera página inventando una verdadera novela basada en prejuicios sobre la presunta (e inexistente) riqueza de las Hermanas…

Sabían bien…
Los ladrones sabían perfectamente donde estaba la oficina… Actuaron rápidamente. Después fueron a la casa de retiros, Solaz de María, y con una barreta levantaron la puerta del salón que da al jardín, del lado de la Iglesia. Una puerta que siempre está cerrada y que la mayoría de la gente no registra como existente. Otra vez: los ladrones conocían muy bien el terreno. Actuaron a cara descubierta y sin guantes, por lo que la policía levantó varias huellas dactilares.

No rompieron el vidrio de esa puerta para que el custodio – que está en una garita en la entrada principal, a pocos metros de allí – no los oyera. El herrero que arregló la puerta se asombró por el destrozo que hicieron en la parte metálica. No se rompieron los vidrios ni la cerradura. Desde allí fueron a la recepción. Giannamaría – la secretaria de la Casa – no estaba, era su día libre. Esto hace suponer que los ladrones hicieron un estudio previo del lugar y del personal. No pudieron forzar los cajones de su escritorio, donde ella tenía algo de dinero. Robaron algunas cosas de la pequeña santería “rodante” que está al lado de la portería. Esas serían las “valiosas e históricas medallas” que menciona el diario, que para destacar que allí “abunda el dinero” había publicado que la “‘la gente que va allí’ no pone menos de $ 50 en la colecta” (equivale a más de 12 dólares) ¡La gente que va a Misa los domingos es pobre! Toda la zona es muy pobre y hace décadas que las Hermanas y el Movimiento trabajan de múltiples maneras en la promoción de todo este pueblo. Las colectas jamás alcanzarían para el mantenimiento de la Iglesia y del Santuario, por eso la Hna. Inés (por muchos años sacristana del Santuario) se ingenió para instalar invernáculos para vender plantas muy hermosas, lo que sí le ayudaba a cubrir los gastos.

Unidos en la oración

El asalto fue entre las 7,30 y las 8 de la mañana, aproximadamente. Fue algo sumamente doloroso e impresionante. Y todos agradeceríamos mucho a la Familia de Schoenstatt que ofreciera alguna oración por las Hermanas de María, especialmente por la que recibió el primer impacto de encontrarse con los ladrones armados, y por toda esta terrible situación que vive la Argentina actualmente…

Fuente: www.schoenstatt.de