Mes de María 2010

Días previos a la Inmaculada – 5.12. 2010

Del “Espejo del Pastor”

Tú, Madre, estas libres de pasiones desordenadas;
Ellas jamás podían opacar el esplendor de tu alma,
si bien, como Jesús sentiste hambre y sed
a lo largo de toda tu vida.

Experimentaste amor y alegría,
odio y tristeza, esperanza y temor,
pero todo estuvo siempre dentro del orden y la claridad,
y por tanto nunca fue ocasión de pecado (5418, 5419)

En el umbral del paraíso resplandece la gran consigna: “pongo enemistad entre ti y la mujer” (Gen 3,15). En el transcurso de los siglos un ser terrenal, femenino, pisará con pies puros esta tierra y llevara en sí una porción del paraíso perdido: la Madre de Dios. No será tocada por la serpiente, sino que con sus pies puros y maternales aplastará la cabeza de la serpiente, del demonio.

La Santísima Virgen tenía que ser inmaculada, concebida sin pecado, totalmente libre de cualquier pecado, porque estaba llamada a una perfecta unión amorosa con Dios, y estaba destinada, junto con el Salvador, a aplastarle la cabeza al demonio y oponerse a él en eterna enemistad.

¡Dios te salve, María Inmaculada! Nada impuso hay en ella. Ella es un espejo sin marchas, más pura que el sol, más banca que la nieve. Ella es un reflejo de Jesucristo, Sol Eterno, por siempre bendito y alabado.

La Santísima Virgen irradia la pureza y belleza del paraíso, ya des el comienzo de su via. Por eso tiene una naturaleza no empañada; su voluntad es fuerte, su entendimiento claro; su afectividad, pura. Se nos presenta como la llena de gracia. Es la obra maestra de la omnipotencia, la sacudirá y la bondad de Dios.

4ª. Semana: 04. 12. INSTRUMENTALIDAD

“Animados por el Espíritu Santo,
nos ponemos de rodillas y con júbilo
alabamos a Cristo,
quien, con ella, nos envía como instrumentos,
para dar a los pueblos un nuevo destino.
Gracias porque desde allí quieres irradiar al mundo (7)
las glorias de nuestra Madre,
inundando los corazones fríos
con torrentes de amor.
Usa de nosotros según tu voluntad,
haz que por Schoenstatt vuelvan a llenarse
las amplias naves de la santa Iglesia
que alabanzas circunden tu trono.” (Hacia el Padre, 5-8)

Quien sea instrumento de la Santísima Virgen y en ella y con ella ame y viva, trabaje y luche, se irá convirtiendo poco a poco, en su ser y obrar, en una imagen de María, en una aparición viva de María. Y no es para asombrarse ya que el amor sencillo y espontáneo posee una misteriosa fuerza asemejadota. Esa fuerza llegará tanto más rápidamente a su meta cuanto más perfecta y conscientemente se procure imitar el modelo. Esto se puede ilustrar con el ejemplo de los cursos, cuyos ideales captan algunos de los rayos de la gloria de María y los encarnan para irradiarlos finalmente en medio del mundo. Ya sabemos que la luz de la Santísima Virgen es luz reflejada, es luz que le viene del Sol de Justicia, de quien ella es su imagen más perfecta.

Nuestra Familia se considera y se siente, con total claridad, instrumento de María. Desde el principio ha cifrado su orgullo y honra en ser huella de Cristo y de María, imagen y aparición de Cristo y de María. Nuestra Familia apunta a lograr y multiplicar esas imágenes entre sus miembros. ¿Hemos tenido éxito en esta empresa? (Instrumento de María, 87-89).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010