miércoles, diciembre 15, 2010

Novena Navideña
Nos preparamos para la llegada de Jesús con una novena a partir del 16 de diciembre. Con cada reflexión, cada día vamos colocando un elemento en el pesebre.

"Peregrinando a Belén". P. Guillermo Carmona :

Primer día:
BELEN ES NUESTRO CORAZON ABIERTO

Elemento del Pesebre: una mesita o retablo que servirá de pesebre.

Padre, purifica nuestras almas, haz que escuchen la Palabra y realicen, dócilmente, todo lo que entonan en nosotros sus sones.

Haz que la conservemos en nuestros corazones como lo hiciera la Santísima Virgen, en quien penetró cual rocío del cielo y que, así, expresemos las bodas eternas.

Y alegres la llevaremos al mundo que, asombrado, retendrá el aliento y encontrará para siempre, la paz que anunciarán los Ángeles (Hacia el Padre, 57-59).

Ambientación histórica

Hoy comenzamos la novena navideña. No todos comprenden aquello a lo cual nos preparamos. Muchos consideran a este Niño, nacido en un portal, como un mero mito. Otros, aun cuando se llamen cristianos, la viven como si fuera una fábula.

Y llegó el edicto de Roma, por el cual el Emperador ordenaba un censo y, debido a esto, tuvieron que desplazarse hasta Belén. Más o menos 150 Km. de camino. Atajos de cabra, suelo rocoso y resbaladizo. La Virgen precisaba descansar de vez en cuando. ¡Cuatro días, o más, de camino con Jesús en sus entrañas! ¡Una, la más bella, procesión de Corpus Christi! Un apócrifo imaginaba bellamente: "José volvió su rostro hacia María y la encontró triste, y se dijo a sí mismo; -Es que el embarazo debe causarle molestias- pero al volverse otra vez la encontró sonriente. Y le dijo: -María, ¿Qué es lo que te sucede? Porque unas veces veo sonriente tu rostro y otras triste- Y Ella repuso: -Es que se presentan dos pueblos ante mis ojos: uno que llora y se aflige y el otro que se alegra y regocija-. Y al llegar a la mitad del camino, María dijo a José: -Bájame, porque el fruto de mis entrañas pugna por salir a la luz-. Y la ayudó a apearse del asno.

¿Leyenda o verdad? ¿Qué importa? En aquel lugar, donde se supone que María descansó, se levantó ya en el siglo V, un pequeño monasterio.

No puedo olvidar, lo que supo leerme una chica de catorce años sobre su experiencia de la Navidad. Lo había escrito en su diario íntimo:

"23 de diciembre. Ayer adornamos bellamente el arbolito navideño. Es el más grande que hemos tenido hasta ahora. Esta vez no nos ocurrirá lo del año pasado, cuando pasamos vergüenza, porque el vecino tenía otro más lindo que el nuestro. Mamá no suele alegrase en Navidad porque tiene que invitar a dos tías abuelas, a quiénes detesta. A mí me gusta porque casi siempre tenemos muchos regalos.

24 de diciembre. Hoy es el único día del año en que vamos a la Iglesia. Mamá asiste a la liturgia para que la gente no hable mal de ella. También he recibido, hoy muchos regalos. Antes de abrirlos, las abuelas querían que cantásemos algunos cantos navideños. Pero todos nos opusimos. En la televisión pasaban una película a la que papá no quería renunciar. Después de la película se armó la grande: papá me regaló un equipo de música; las tías un juego de cocina, con el que puedo cocinar en serio; y mamá una caja de cosméticos y un vestido. Debido a este "trapo" protesté, ya que quería recibir algunos discos. Mamá me prometió comprarme algunos, más adelante. Con el dinero que recibí voy a comprarme algunos CD. Luego vino la cena,-¡qué manera de comer!-. Finalmente, nos sentamos ante la televisión, hasta tarde.

27 de diciembre. Papá desarmó el arbolito, porque ya le molestaba a mamá. Las tías regresaron ayer, a sus casas. Mamá está feliz de que al fin se fueron. Los manteles que ellas le regalaron fueron a parar a Cáritas, porque le parecían horribles.

Personalmente, tengo una sensación curiosa. Desde hace semanas que venía alegrándome, pensando en Navidad. Pero lo único que me queda de ella es un gran vacío y una gran desilusión. ¿Qué quedó de todo esto, a no ser mis regalos? En realidad, se celebra Navidad porque Jesús nació. Pero de esto no escuché ni sentí en casa. Papá y mamá se dicen cristianos pero... ¿tienen, por tanto, algún derecho a celebrar la navidad ?".

Es en este contexto donde, nosotros queremos ubicar la tarea. En cada lugar donde celebremos Navidad buscaremos darle su auténtico sentido. Para ello queremos prepararnos seriamente, abriendo, de par en par el corazón al Dios que llega.

"Los sacerdotes deben procurar transmitir al pueblo la persona de María, no sólo como la madre del pan, sino, también, como la gran portadora de Cristo, la anunciadora de Jesús, la servidora del Señor. Quizá transcurra mucho tiempo hasta que el pueblo lo asimile. Quiero recordarles que las gracias de peregrinación de nuestro Santuario son el cobijamiento espiritual en el corazón del Señor y del Dios Trino y la transformación espiritual, vale decir, la plasmación de nuestra vida según los rasgos de Cristo"(P.k).

Algunas preguntas para la reflexión.

1. ¿Qué asociaciones despierta en mí la palabra "Navidad"?
2. ¿Qué puedo y quiero hacer a fin de que la experiencia mía (nuestra) no sea la misma que la de la chica, del diario personal?
3. ¿Hay algún propósito que me gustaría tomar, a fin de que mi corazón se abra aún más a la llegada de Jesús?

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