miércoles, diciembre 23, 2015

El Puente N° 3/2015 - Carta editorial

CARTA EDITORIAL



“Cristo tiene que nacer de nuevo. Por eso hay que permanecer fieles a lo que quisimos desde la primera hora: cultivar el amor a María Santísima. Precisamente porque ella no sólo es el camino hacia una vida de intimidad con el Padre del cielo sino también camino para que Cristo vuelva a nacer de nuevo hoy, en estos novísimos tiempos (P. Kentenich).






Queridas Madres de Federación:

En vísperas de la Nochebuena es sumamente grato compartir unas breves líneas con todas ustedes por medio de estas páginas! 

En esta edición no pueden dejar de darle una lectura a la hermosísima carta de nuestra asesora, la Hermana María Luz Affronti. En ella, el mismo P. Kentenich nos relata todo lo que le tocó vivir aquella mañana del 22 de diciembre de 1965 en la audiencia con el Papa Pablo VI. Y luego, la Hna. M. Luz  nos explica lo que este hecho significa 50 años después para nosotras, madres federadas. ¡Lectura imperdible!

Lucy Sanabria y Carolina Peralta del Curso 1, Región Paraguay, nos llevan con ellas a una peregrinación a Milwaukee tras las huellas del Padre Fundador y nos transmiten ese ardor por la misión que respiraron en cada lugar del exilio que visitaron!

Y para no quedarnos atrás, les recordamos una vez más que contamos con el valioso aporte de cada curso para seguir animando y dando contenido a estas páginas digitales. Sabemos que aún tenemos dificultades que superar y mucho por mejorar. Pero confiamos en que no decaiga el ánimo por conquistar lo anhelado: ser un verdadero PUENTE de UNIÓN que supere las distancias entre nuestras regiones! 

¡El Niño Dios está llegando! El cálido regazo de María ya lo está esperando. Es en su regazo que Jesús nace siempre de nuevo. El Padre Fundador nos lo recuerda con estas palabras:

“Cristo tiene que nacer de nuevo. Por eso hay que permanecer fieles a lo que quisimos desde la primera hora: cultivar el amor a María Santísima. Precisamente porque ella no sólo es el camino hacia una vida de intimidad con el Padre del cielo sino también camino para que Cristo vuelva a nacer de nuevo hoy, en estos novísimos tiempos.

Mantengamos la fidelidad a nuestra Alianza de Amor. Ella es la fuente de vida no sólo de nuestras ideas sino también de todos nuestros propósitos y objetivos. Si no guardamos esta fidelidad a la Alianza de Amor, ¿de dónde sacaremos fuerzas? Porque, veamos, ¿qué talentos tenemos? Seamos sinceros y admitamos que somos como pigmeos y liliputienses. Que una fe profunda nos mueva a no desear otra cosa que llevar a María Santísima al campo de batalla y darle la oportunidad de alumbrar allí nuevamente a Cristo.” (Padre José Kentenich, 1963).

Que sea una Nochebuena plena de luz, amor y misericordia en nuestras vidas y en nuestros hogares. 


¡Quedamos en eso, permanecemos fieles!

 Norma, Liza y Eli



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