miércoles, diciembre 23, 2015

El Puente N° 3/2015 - Arde por la misión

ARDE POR LA MISIÓN DEL PADRE...
en camino hacia la Iglesia de las nuevas playas

Aporte de Lucy de Sanabria 
Curso 1 - Región Paraguay


"Volvimos con un compromiso que no podemos ignorar. Debemos ser capaces de transmitir el amor del Padre Kentenich, el sentirnos hijas de un verdadero Padre. ¡Somos parte de una gran familia!" 





MILWAUKEE 2015: TRAS LAS HUELLAS DEL PADRE 

Con mucho entusiasmo el 19 de septiembre pasado partimos Carolina Peralta y quien les escribe, Lucy de Sanabria, con un grupo de 27 schoesntattianos guiados por el Padre Martín Gómez, a la peregrinación denominada “Tras las huellas del Padre”. Nuestro objetivo era participar del Encuentro Mundial de las Familias en Philadelfia, previo a la visita del Papa Francisco a ese lugar, y luego seguir rumbo a Milwaukee, ciudad del exilio del Padre Fundador, a conmemorar los 50 años del 4º hito del Movimiento, el regreso del Padre Kentenich a Schoenstatt.

Entre aproximadamente 17.000 participantes en el inmenso centro de convenciones de ese lugar con nuestra bandera tricolor, dijimos la Iglesia Paraguaya está presente! El lema del encuentro fue “El amor es nuestra misión”. Con una organización muy buena, nos guiábamos por libritos que nos indicaban los distintos temas, horarios, disertantes e idiomas de las conferencias, las cuales eran traducidas automáticamente al español.

Los temas de las charlas y conferencias eran muy variados, centrados en los desafíos a los que se enfrentan la familia y el matrimonio en el mundo de hoy. Entre todos ellos, menciono algunos como “Viviendo a imagen de Dios”, “Creados para la alegría y el amor”, “La familia: un hogar para el corazón herido”, “Comunicación en la pareja”, “La alegría del evangelio” y muchos otros sumamente interesantes. Muchas veces tuvimos que optar por un tema entre varios, dado que eran desarrollados en horarios simultáneos pero en diferentes salones. El encuentro concluyó con un gran festival lleno de entusiasmo y alegría. Participaron de este festival artistas como Andrea Boccelli, Aretha Franklin, Matt Mahaer entre otros. 

El Papa Francisco clausuró el festival con un discurso muy motivador y enérgico que fue respuesta a los testimonios y preguntas que seis familias de diversos países le plantearon. Entre otras cosas, el Papa nos animó a no rendirnos ante las dificultades: “En la familia hay dificultades, pero esas dificultades se superan con amor. El odio no supera ninguna dificultad. La división de corazones no supera ninguna dificultad. Solamente el amor es capaz de superar la dificultad. El amor es fiesta, el amor es gozo. El amor es seguir adelante. El amor es nuestra misión”.

Posteriormente, con mucha alegría y expectativa partimos rumbo a Milwaukee, al encuentro con nuestro Padre Fundador. El lugar donde el Padre Kentenich vivió 14 años separado de la Familia. Un vía crucis en que el Padre, sin preguntas ni quejas, acató obedientemente la imposición de la Iglesia, a la cual hace 50 años regresó para comprobar la resultante creadora como obra del Espíritu Santo y de la Mater Tres Veces Admirable de Schoesntatt: la Victoriosidad Divina.

La tierra del exilio está impregnada de la presencia del Padre Fundador. Las Hermanas de María se han ocupado de cuidar amorosamente cada espacio, cada mueble, cada homilía… Ellas irradian la presencia del Padre Fundador y ni que decir la Hna. Petra, quien nos recibió y acompañó personalmente durante cada instante de nuestra estadía en Milwaukee. 

La Hna. Petra es un testimonio viviente de nuestro fundador. Pudimos sentir en ella el reflejo de María en la presencia de nuestro Padre. Se ocupó de nosotros con un amor y una fuerza sobrenatural, como si fuésemos hijos suyos. Así como lo haría el Padre Kentenich. Cada uno de los peregrinantes nos sentimos muy privilegiados y amados por estar allí.

La presencia del Padre está viva y se siente en ese lugar. Hemos experimentado las gracias del recorrido donde caminaba y de los Santuarios donde celebraba las misas. En el Santuario del Exilio, donde celebró más de tres mil misas, tuvimos la gracia de participar en una Eucaristía celebrada por el Padre Martín. En la Casa de las Hermanas revivimos el increíble testimonio de uno de los matrimonios que participaba en las fecundas reuniones de los lunes por la tarde.

Peregrinamos también al Santuario de Madison, lugar que nos hizo comprender la plena aceptación del Padre Kentenich a los mandatos de la Iglesia; ya que estando localizada a pocos kilómetros de su casa, él acató con total obediencia la orden de no visitarlo. 

El Santuario de Madison tiene una historia muy particular que nos hizo sentir el gran amor de las Hermanas de María por el mismo. Inicialmente se encontraba situado a 500 metros del lugar actual, pero en tierras pallotinas. Luego fue trasladado a territorio schoenstattiano en su forma original y completa, sin que haya sufrido daño alguno. 

También tuvimos un día de picnic a orillas del Lago Michigan, donde recordamos el encuentro que el Padre Fundador tuvo con un grupo de jóvenes. Luego llegamos al mismo lugar donde al Padre le tomaron aquella famosa fotografía en la que observa el inmenso lago, y que siempre la hemos relacionado con la Iglesia de las nuevas playas. Allí tuvimos la oportunidad de registrar ese momento tomando fotografías grupales y personales con la misma actitud del Padre Fundador, mirando adelante, ¡hacia las nuevas playas!

Finalmente, queremos invitarles a nuestras hermanas federadas, que si estuviera en sus posibilidades, puedan realizar la peregrinación a Milwaukee. La vida de la Hna. Petra es una oportunidad valiosa para sentir en nuestros días la presencia cercana del Padre Fundador. Al igual que el poder compartir unos momentos de la vida de matrimonios que formaban parte de las reuniones de los lunes por la tarde. Es imposible comunicar la rica experiencia y el sentimiento que nos envolvió durante este encuentro. ¡Vale la pena vivirlo!

Volvimos con un compromiso que no podemos ignorar. Debemos ser capaces de transmitir el amor del Padre Kentenich, el sentirnos hijas de un verdadero Padre. ¡Somos parte de una gran familia! ¡Somos tan privilegiadas de tener un Padre Fundador que se jugó por la Obra de Schoenstatt y que nos amó en verdad! ¡Que nos regaló a la misma María Santísima a través de la Alianza de Amor! Esa es nuestra misión hoy: volver a regalarla al mundo y que por medio de ello, muchos conozcan este gran tesoro que es Schoenstatt!

Lucy de Sanabria 
Curso 1 - Paraguay

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