Novena Navideña 2015:
P.Guillermo Carmona
Segundo día: Sean misericordioso, como lo
es el Padre de los cielos.
Oración inicial
Tu
santuario es nuestro Belén, en cuya aurora Dios se regocija.
Allí
diste a luz virginalmente al Señor,
quien
te eligió por Madre y Compañera.
En esa admirable
fecundidad nos trajiste al Sol de Justicia.
Para que nuestro
tiempo pueda mirar la Luz eterna,
erigiste
benignamente a Schoenstatt.
Como
Enviada de Dios y Portadora de Cristo, quieres
desde
el santuario, recorrer el mundo en tinieblas.
Con alegría sumerge
nuevamente al Señor en mi alma, y, al igual que tú, me asemeje a él en todo;
hazme portador de
Cristo a nuestro tiempo
para que se
encienda en el más luminoso resplandor del sol.
El
universo entero con gozo glorifique al Padre,
le
tribute honra y alabanza por Cristo, con María,
en
el Espíritu Santo, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
1. Texto bíblico: Lucas 6, 27-38
“Pero yo les digo a
ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los
odian.
Bendigan a los que los maldicen, rueguen por lo que los difaman.
Al que te pegue en
una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le
niegues la túnica.
Dale a todo el que te
pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por lo demás lo que
quieren que los hombres hagan por ustedes…
Amen a sus enemigos,
hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de
ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los
desagradecidos y los malos.
Sean misericordiosos,
como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán
juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.”
Después de la lectura dejamos un
pequeño espacio para la reflexión personal del texto escuchado o leído. Me
pregunto:
-
¿Qué mensaje trae el texto? ¿Cómo lo
interpreto?
-
¿Qué me dice a mí personalmente? ¿Es
posible o es una utopia?
2.
Reflexión
La exigencia de Jesús es dura. Va en
contra del sentimiento natural: uno reacciona de acuerdo al comportamiento del
otro, salvo que haya alguna razón para no hacerlo. La ley del Talión, “ojo por
ojo, diente por diente” es, de alguna manera, natural aunque no evangélica.
La misericordia tiene algo de valor
agregado: se ubica desde la perspectiva de Dios que no actúa de acuerdo al
comportamiento del hombre. Los salmos dan una razón: “Él sabe de qué estamos
hechos, de barro”. Es, además, Padre y siempre se halla vigilante, esperando el
retorno de su hijo, de su hija.
La tarea del Padre es amar y la
expresión más plena de su amor es el perdón. “¿Qué hace Dios todo el tiempo”?,
le preguntó un chico a la maestra de catequesis. Y ésta a su vez le responde:
“¿Y ustedes que piensan, qué hace Dios todo el tiempo?” Y otro de los chicos
respondió: “Perdona, señorita”. El perdón es signo de amor misericordioso.
Cuando la tierra se cubría en densa
noche, dice el Profeta, Dios envío su luz. Esa luz era Jesús. La noche del
pecado, del odio y del rencor se transmutó en una mañana de claridad. Esa luz que
apareció en medio de la noche de Belén, es la que recordamos y vivimos en cada
Navidad. Será un día también luz radiante, sin ocaso, cuando él venga en la
Navidad eterna, a buscarnos a todos y llevarnos junto al Padre.
Navidad es el mayor signo de perdón de
Dios al mundo. “Tanto amó Dios al mundo, dice San Juan, que envió a su Hijo
para salvar al mundo”. Llegar a Belén es dejar a los pies del pesebre a todas
las personas que en la historia nos hicieron mal, nos difamaron, nos
despreciaron, nos hirieron… Y de esa forma vamos cumpliendo -en algo por lo
menos- la exigencia del Jesús adulto: “Sean misericordiosos como lo es su Padre
que está en el cielo”.
Preguntas
para la reflexión
1.
¿Qué consecuencias nacen de la frase:
“Él es bueno con los desagradecidos y los manos”?
2. ¿Qué nos gustaría de
los demás hagan por nosotros? Como plasmarlo en este día?
3.
¿Cómo ser misericordioso, más allá de estos ejemplos del Evangelio?
Compromiso
sugerido
Recordar tres personas que me hicieron mal en mi vida. Anotarlas, poner
sus nombres en Santuario del Hogar y pedirles algún bien de la Mater para cada
una de ellas. Si están cerca, hacerles un llamadito o mandarles un mensaje, deseándoles
felices fiestas.
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