miércoles, noviembre 25, 2009

MES DE MARÍA
3 minutos diarios con el P.Kentenich en este mes de María
Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba, Argentina

25 de noviembre

María es la gran señal apocalíptica por antonomasia. En el trasfondo, ella es la potencia que, en unión con Cristo, es atacada por la potencia diabólica. Y ella es la que, como la gran Señal, llama poderosamente la atención sobre sí misma y va en busca de instrumentos. No; no se trata aquí de cosas secundarias, marginales. Lo mariano no es el centro, pero forma parte del centro; no está al margen, a no ser que utilicemos la imagen del círculo: en tal caso, la línea del círculo pertenece al círculo en igual medida que el centro. En estos días queremos desechar también toda reserva; queremos trazar con inexorable claridad lo que la imagen de María tiene que decir al tiempo actual.
Luchamos para llevar la Iglesia a la otra ribera. Y ahora se plantea la pregunta: ¿cuáles son aquellas cosas esenciales que, en cualquier caso, deben rescatarse, que para el tiempo venidero deben acentuarse con mayor fuerza aún hasta el presente? Entre estas cosas esenciales está la imagen de María. La santísima Virgen se yergue hoy, en el ámbito de la Iglesia católica, como signo de contradicción. Este signo despierta o bien una respuesta afirmativa, o bien una negativa. Ante él se dividen los espíritus. La figura de María es, por consiguiente, el signo en el que se dividen los espíritus. Queremos suplicar humildemente: hazme digno de alabarte, de ensalzarte; hazme digno de llevarte al mundo (Schoenstatt, 1950).

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