martes, noviembre 10, 2009

MES DE MARÍA
3 minutos diarios con el P.Kentenich en este mes de María
Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba, Argentina

9 de noviembre
¿No nos hace recordar esta anécdota a nuestra primera y penosa despedida del hogar? Fue cuando seguimos el llamado de la gracia y acudimos a este lugar. ¿No se volvió entonces nuestra madre a María pidiéndole que ella tomase su lugar y fuese más que nunca nuestra madre?
María es, pues, la Madre que Dios y nuestra propia madre nos dieron.
Sabemos bien todo esto. María es nuestra Madre. Pero ¿dónde está nuestro amor filial? Una vez preguntaron al joven Estanislao Kostka si amaba a María. Su rostro resplandeció, una lágrima de emoción asomó en sus inocentes ojos y exclamó con entusiasmo: “¿Cómo no habré de amar a María? ¡Ella es mi Madre!”
Sí, quien sabe y reconoce que María es su Madre tiene que amarla. ¿Dónde está nuestro amor? ¿Por qué el pensamiento “María es mi Madre” nos deja tan fríos e indiferentes? ¿O acaso este amor arde en nuestros corazones, pero no tenemos el coraje de dar testimonio de él públicamente?
(Mayo de 1914. En Bajo la protección de María, tomo 2)

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