domingo, noviembre 15, 2009

Le agradecemos a Dios por darnos a ese niño, ese sacerdote y ese Fundador de Schoenstatt



mkf. El 16 de noviembre de 1885, 124 años atrás, nacía José Kentenich, en el desván de aquella casa de la familia Kentenich en la Plaza San Cuniberto, en Gymnich. En el mes de noviembre hace mucho frío en Alemania, lo cual evoca el clima del pesebre de Belén, donde hace más de 2000 años nació Jesús - en medio del frío, de la pobreza, oculto a los ojos del mundo... Con estas palabras comienza la "visita virtual a la Casa Natal del Padre José Kentenich" en Gymnich, a la cual están todos invitados a participar el 16 de noviembre para recordar un nuevo aniversario de nacimiento del Fundador de Schoenstatt, y felicitarlo por su vida santa.

El próximo lunes se celebra el 124° cumpleaños del Padre José Kentenich. Con este motivo schoenstattTV grabó, en su casa natal, una visita virtual con posibilidad de enviar una felicitación por parte de toda la familia internacional. Dicha visita se repite el 16 de noviembre a cada hora durante todo el día, como un regalo al Padre Kentenich y a toda su familia: schoenstatt-tv.de

Quedan todos cordialmente invitados a enviarle al Padre José Kentenich una felicitación a: http://www.paterkentenich.de/ES/99-Apendice/80-Libro_de_Felicitaciones.php o a hacerlo directamente por este medio, utilizando el envío de comentarios, para escribirle desde todos los rincones del mundo un libro de felicitaciones y de agradecimientos.

¿Qué sería de mi vida sin Schoenstatt?

Le agradecemos a Dios por darnos a ese niño, ese sacerdote y ese Fundador de Schoenstatt.
Le agradecemos a Dios y a la Sma. Virgen por esta misión universal.
Le agradecemos a Dios y a la Sma. Virgen por poder pertenecer a esta Familia universal.

En muchos países hay actualmente un Santuario donde obra nuestra Madre y Reina y desde donde atrae muchos corazones jóvenes. Si José Kentenich no hubiera nacido hace 124 años no existirían esos lugares de gracias y no estaríamos aquí como Familia de Schoenstatt. ¿Qué sería de mi vida sin Schoenstatt, sin este Schoenstatt que nació silenciosamente ya aquel 16 de noviembre de 1885?

Gracias, Padre Eterno, por este niño José Kentenich. Gracias por su sacerdocio. Gracias por el fuego en su corazón que hoy arde en los corazones de sus hijos e hijas espirituales en todos los continentes ... Gracias porque nada pudo apagar nunca ese fuego. Gracias porque encontramos chispas de ese fuego en los corazones de obispos y políticos, de mártires y santos de la vida diaria, de ancianos y jóvenes, de pobres y enfermos, de gente sabia y de gente sencilla...
¡Gracias, Dios Padre, por nuestro Padre y Profeta José Kentenich!

Fuente: http://www.schoenstatt.de/

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