En cada
Navidad celebramos el gran milagro: el nacimiento de Dios entre nosotros. Un
Dios que por Amor se hizo hombre sin dejar de ser Dios. Y se quedó con nosotros
para salvarnos del mal y enseñarnos a vivir en el Amor.
Consuelo en
el dolor, compañía en la soledad, fortaleza en la debilidad, perdón del pecado,
verdad en el error, paz en la discordia, es lo que Jesús viene a darnos.
¡Vayamos a Su encuentro y vivamos en Su Amor!
En estos
días pidamos a Dios y trabajemos por el don del Encuentro y la Paz en las
familias, en nuestra Patria y entre los pueblos. María, Madre y Reina de la
Paz, nos acompaña y anima en esta misión cada
día.
En nombre de
los Padres de Schoenstatt les deseo una bendecida Navidad y un próspero
año 2017.
P. José Javier Arteaga
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