domingo, diciembre 23, 2007


Navidad 2007

Queridas madres de Federación:
Llegamos al final de un año de gracias especiales y nos encaminamos a celebrar el misterio del amor infinito y misericordioso del Padre que se nos hace cercano y palpable en Jesús hecho niño en los brazos de su Madre

Quiero desearles de corazón una Navidad plena de alegrías familiares y de encuentro profundo con el Señor. Que Él les llene el corazón con su presencia para que puedan regalarlo vivo y presente a sus familias y a todos los que las rodeen. Que Él pueda amar a todos con el corazón de ustedes, con la calidez de su corazón maternal así como cada una puede amar.

En estos días de diciembre, Dios se nos ha acercado en forma muy fuerte a través de la muerte de varias personas de la Familia: el P. Hernán Alessandri, la Hna. Margarita Juarez y el P. Horacio Sosa. Signos de la presencia de Dios Padre que ha hecho un plan de nuestra vida y realiza ese plan en forma misteriosa pero llena de luz.

Creo que esto es un llamado a ahondar en el misterio de nuestra consagración; a vivir más radicalmente para el proyecto que Dios ha hecho para nuestra vida, para la vida de nuestros cursos y de toda nuestra Federación. Estas han sido personas plenas en su entrega a Dios; fecundas para su Reino. Así tenemos que serlo todas!

Dios nos ha regalado también un año de valiosísimas experiencias como Federación, especialmente a través del 2º Congreso internacional. Todavía sigo recibiendo ecos de los otros países participantes, que se han maravillado por la organización y el desarrollo del Congreso y agradecen la entrega de la Federación Argentina-Paraguaya. El Padre nos bendice, el Padre nos utiliza como instrumentos, el Padre construye con nosotras la Federación que él anheló.

Así llegamos al final del año, con un corazón agradecido y profundamente conmovido por la experiencia de Dios. Y es ese Dios que se hace niño y quiere regalarse a nosotros para que podamos elevarnos a la dignidad de HIJOS.

Les deseo de corazón, que puedan vivir profundamente el Milagro de la Nochebuena. “Ese Milagro por el que Dios se hace niño para que nosotros nos hagamos Dios”. Ese Milagro por el que Dios, al entrar en nuestra vida, quiere convertirnos en una imagen de su Madre, una Pequeña María que llene al mundo con la presencia de su Hijo Jesús.

Junto al Pesebre en el Santuario del Padre rezaré por todas y le pediré a Jesús que les retribuya su entrega generosa a la misión, pero también le pediré que les llene el corazón con la alegría de tenerlo a Él, de haberlo conocido y poder recibir su amor.

Con mucha gratitud a todas y a cada una les deseo una feliz y bendecida Navidad!
Hna. Mariela

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