lunes, diciembre 25, 2006


4º Domingo de Adviento


En el tiempo de Adviento la caridad, se nos presenta como un excelente medio de espera y conversión; ya que sólo a través de nuestra comunión de amor con el Señor, estaremos en condiciones de amar realmente a nuestros hermanos y de practicar la verdadera caridad con ellos. La caridad debe llevarnos durante este tiempo a expresarla concretamente a través de la atención de los más pobres y necesitados, buscando su promoción integral y radicalizando nuestra obligación de ser “guardianes del hermano” preocupándonos de colaborar con él para aliviar sus necesidades y problemas.

Hoy, encenderemos el cuarto cirio virtual.

Dios se ha hecho como nosotros.
De modo admirable ha asumido
un cuerpo en el vientre de María.
Ella es el templo en quien
Cristo se ha hecho sacerdote
en favor de los hombres.
María nos ha dado al Emmanuel:
Dios-con-nosotros.

Amanece un día santo para nosotros, hoy una luz espléndida desciende sobre la tierra.

Feliz Navidad!

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