Año del Santuario

Hemos comenzado el mes de la Alianza , y el próximo 18 de octubre abriremos, junto con la Familia de Schoenstatt de todo el mundo, el Año del Santuario.

El Santuario nos recuerda y nos coloca constantemente en el lugar de la irrupción de la Alianza de Amor hacia cuyo Jubileo de 100 años nos dirigimos con alegría.

Es posible que todos hayamos hecho alguna, o muchas veces, la experiencia de mirar el Santuario y sentir el contraste entre su pequeñez exterior y la grandeza de su misión: ¡Cuántas veces en la historia del mundo ha sido lo pequeño e insignificante el origen de lo grande, de los más grande…! nos decía el Padre y Fundador en el Acta de Fundación. Seguramente todos hemos sentido también, innumerables veces, de qué manera en el Santuario se cumplen las palabras de nuestro Padre y Fundador: “Todos deben encontrar en mí un hogar…” Sí, el Santuario es un Hogar.

El gran regalo que recibimos el día que sellamos la Alianza de Amor es que nuestro corazón se convirtió en un Santuario . ¿Podemos decir con sinceridad que también, a través de nuestra vida schoenstattiana se cumplen las “ leyes del Santuario”?:

¿Tenemos consciencia de que la fidelidad vivida en las cosas más pequeñas , es la fuerza que da – por el capital de gracias- lozanía y vigor a la fuente de gracias que están abiertas en nuestros Santuarios: el de Belgrano, el de Confidentia…? ¿Tenemos consciencia de que la experiencia de hogar tan ausente y –a la vez- tan urgente para la salud de las personas hoy pasa, en gran medida por la capacidad de regalar hogar que cada uno desarrolla en su propio corazón?

¡Que desde ese Santuario, el del corazón de cada hijo de Schoenstatt de nuestra Familia de Buenos Aires llegue a muchas personas la alegría y bendición de la Gracia! Esto depende de la seriedad de la entrega transformada cada día en Capital de gracias.

¡Con alegría les imploro este regalo desde nuestros lugares santos de Schoenstatt!

Hna. Ma. Bárbara