viernes, febrero 12, 2010

El Pacto del Bicentenario, como respuesta para el pueblo argentino

MIRAMAR, Diego Asili. A más de un mes del inicio del 2010, la Argentina sigue, desde sus gobernantes, sin encontrar rumbo… El año del inicio del Bicentenario se venía anunciando como inicio de cambios, de unión nacional y de fiesta por un futuro esperanzador y prometedor… Nada de todo se observa al mirar para adelante… La familia de Schoenstatt de Argentina está dispuesta a trabajar por este país, y para eso, desde hace ya un año, se presentó el Pacto del Bicentenario.

¿En qué consta el Pacto del Bicentenario?
Es sencillo, en un decálogo de propuestas que el ciudadano comprometido, como tal, debe cumplir por propia elección. Es simplemente la invitación al compromiso personal y voluntario a dejar de ser habitantes y a convertirse en ciudadanos. Tal como invita la Carta de la Conferencia Episcopal Argentina, promulgada en el año 2008.

El Padre Kentenich, nos hablaba de las tres posturas frente a las crisis que se viven: “la activista”, que manipula al pueblo y lo guía para sus propios intereses; “la pasivista” o “charlatanes de café”, que sólo discuten el problema, pero no hacen nada para resolverlo; y por último los “teístas creadores de la historia”, que son aquellos que descubren en el pulso del tiempo y en las dificultades el desafío para crecer. Estos son los que dan inicio a su trabajo a partir del reto que nos presenta la sociedad y tratan de buscar respuesta.

Hacer “algo” para empezar un “todo”
El Pacto del Bicentenario representa esta postura para los argentinos, el hacer algo, el no quedarnos en charlas de café, en forjar unión, en búsqueda del bien común. El Padre Horacio Sosa invitaba en el año 2007, en la II Jornada Social, a que la familia de Schoenstatt debe y tiene que comprometerse, no importa en qué proporción, si es en forma progresiva, lo importante es que se comprometa a “algo”, lo que pueda, lo que esté a su alcance, ya que esa es la forma de empezar.

Los grandes desafíos, los grandes proyectos, quedan en la nada si no se empieza por “algo”. Esto es lo que el Pacto del Bicentenario tiene que representar para todo miembro de la Familia de Schoenstatt, este comienzo para un mundo nuevo, en una sociedad que lo está pidiendo a gritos.

¿De qué manera podemos ahondar en esto?
Para muchas personas, la “necesidad social” aún no fue verdaderamente observada, el “mirar sin ver” da como resultado el compromiso cero. Hay muchas formas de abrir los ojos. El libro del Padre Guillermo Carmona, “Una nueva ilusión para nuestra Patria”, basado en el lema “Familia viva, esperanza Argentina”, es respuesta y a la vez pregunta ya sea para empezar a trabajar o para ahondar más en este contenido. El libro está planteado a través de 8 capítulos, o talleres, en los que se puede trabajar desde una pregunta de análisis previo (que puede ser a nivel personal o grupal), una explicación de la situación en la que se está inmerso, la mirada de Schoenstatt sobre este escenario, y acciones concretas, en las que se puede trabajar para crecer como personas en pos de formar una Nación que pueda ser Patria. Concluyendo por fin con la presentación del Pacto del Bicentenario.

En vistas al 2014
El mensaje de la Conferencia 2014, en preparación al centenario del movimiento, invita a construir juntos afianzando la cultura de la Alianza. Argentina hoy tiene la posibilidad a través de acciones concretas de ser modelo de esta vida en Alianza para muchos países que están con la misma o mayor crisis institucional y social que la que el país esta inmerso. Ser modelo es dar el ejemplo de que un ciudadano comprometido más un ciudadano comprometido, ambos con la mirada puesta en el bien común, son formadores de un mundo nuevo.

Decir la verdad, ser justos, respetar las leyes, algunas de las cosas simples que exigimos siempre y no encontramos en los gobernantes o en las personas que manejan el poder, son las que a partir del Pacto del Bicentenario, nosotros nos comprometemos a cumplir. ¿Y por qué no? Invitar a otras personas a cumplirlas. Hagamos algo…

PACTO DEL BICENTENARIO
Yo… quiero sellar el Pacto del Bicentenario y me comprometo a cumplir los siguientes
puntos:
1) Hablar bien de la patria y no desprestigiarla.
2) Festejar las fechas patrias, honrar siempre a la bandera y tener algún símbolo
exterior que lo exprese.
3) Rezar diariamente un Padrenuestro, Avemaría y Gloria por los gobernantes.
4) Decir siempre la verdad. Jóvenes: no copiarse en el colegio y en la universidad.
5) Defender la vida física con hechos y palabras, sobre todo la del hijo en el seno
materno y la de aquellos que se acercan a su fin.
6) Vivir seriamente mi deber de estado como profesional, estudiante, comerciante,
docente, empleado, ama de casa, etc., cumpliendo los compromisos asumidos.
7) Respetar las leyes de tránsito, sobre todo: velocidad, semáforos, prioridad del
peatón y la no ingesta de alcohol si manejaré.
8) Pagar puntualmente a los empleados y tenerlos en blanco.
9) Cuidar la limpieza de los lugares públicos, calles, plazas, iglesia parroquial,
Santuario, no arrojar ningún papel ni desechos en el suelo.
10) Realizar alguna acción social o solidaria a la cual aporto mi dinero y/o con mi
tiempo y participar en las campañas por los más damnificados (daño grave de
carácter colectivo).
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Firma de la persona Lugar Fecha

Fuente: www.schoenstatt.de

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