martes, diciembre 01, 2009

MES DE MARÍA
3 minutos diarios con el P.Kentenich en este mes de María
Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba, Argentina

2 de diciembre

Nosotros conocemos una formulación parcial y una formulación integral de nuestro Ideal Personal. La formulación pequeña acierta en algo correcto, pero no en el núcleo, como lo hace la formulación integral.
María es la “segunda Eva”. Indudablemente, un bello pensamiento, también perfilado y de precisa delimitación científica. No podremos eludirlo si queremos traducir lo que constituye la esencia de la persona de María. María es “la Esposa del Señor por su divina maternidad, o la Madre del Señor por su esponsalicio ante Dios”. Esto es lo que se traduce mediante “Madre esponsal de Dios” o “Esposa maternal de Dios”. Para expresar estas ideas se ha acuñado recientemente la expresión “maternidad divina”. ¿Acaso no puede encontrarse una “fórmula integral”?
Intentemos una respuesta de parte nuestra. Es audaz. Escuchémosla pacientemente. El carácter personal sobrenatural de la Santísima Virgen consiste en que se la llama y se la puede llamar como la singularmente digna Compañera y Colaboradora esponsal permanente de Cristo, Cabeza de toda la creación en toda su obra de salvación.
Se podría realizar una prueba y plantear la pregunta: ¿dónde, en qué palabras queda expresado el privilegio de la virginidad, el de la maternidad divina, el de la concepción inmaculada, el de la impecabilidad? Todos estos privilegios son claramente inherentes en ella. Por supuesto, esta formulación se ha elegido para destacar con mayor énfasis lo desconocido, lo discutido en la mariología (Schoenstatt, septiembre 1941).

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