jueves, octubre 17, 2013

Carta de Alianza

 
Carta de Alianza
Octubre 2013
Queridos hermanos:

¡Feliz día de la Alianza! Este 18 de octubre comenzamos el último tramo de la peregrinación espiritual hacia el 18 de octubre de 2014 donde celebraremos el centenario de la Alianza de Amor con la Sma. Virgen en Schoenstatt.

Una fiesta jubilar, como la que queremos celebrar el año que viene, se prepara con mucho anhelo y se la “peregrina” durante mucho tiempo. Hay que preparar muy bien el corazón para poder gustar y apreciar tantas bendiciones. Por eso hemos caminado del 2010 al 2011 el Año del Padre Kentenich, del 2011 al 2012 el año del Santuario, del 2012 al 2013 el Año de la Misión, y a partir de hoy, 2013 al 2014, comenzamos el año jubilar de la Alianza de Amor.

¿Qué es un año jubilar?

En la tradición judía se anunciaba el comienzo del tiempo de gracias con el sonido de un cuerno de carnero, “yobel” en hebreo, de ahí la palabra “jubileo”. El jubileo es un tiempo de gracia destinado a promover la santidad de vida, consolidar la fe, favorecer la reconciliación, la comunión fraterna y las obras de solidaridad en el seno de la Iglesia y en la sociedad.

En la Iglesia un jubileo es un gran acontecimiento religioso y un año de gracias, ya sea celebrado por toda la Iglesia como el Jubileo del año 2000, o por una comunidad como en el 2005 el año jubilar ignaciano para los jesuitas. En nuestro caso el 2013 – 2014 se trata de los 100 años de la Alianza de Amor con la Sma. Virgen en el Santuario, los 100 años de Schoenstatt.

¿Cómo viviremos este año jubilar?

Es una antigua tradición en la Iglesia que al comenzar un año jubilar se abre y se traspasa una “puerta santa”. Este 18 de octubre nuestra Familia de Schoenstatt también abrirá la puerta santa del Santuario y al pasar por ella entraremos en un año de gracias y renovación.

En este año de gracias queremos expresar al Señor y a la Sma. Virgen:

1.    Nuestra gratitud y alegría por todo lo recibido en estos 100 años, especialmente por el don de la Alianza de Amor, por seguir a Cristo en las huellas del P. Kentenich, por la bendición de los hermanos y ser Familia, por la misión recibida y compartida, y especialísimamente por el regalo inesperado del Santuario original en este año.

 2.    Nuestro arrepentimiento y perdón por las infidelidades a la Alianza de Amor; por las egoísmos, mezquindades y malicias para con los hermanos; por las veces que impedimos la unidad y la concordia familiar; por encerrarnos y negarnos a salir y compartir los dones recibidos gratuitamente.


3.    Nuestro compromiso como expresión de agradecimiento, especialmente compromiso por consolidar la unidad fraterna, renovarnos en la misión y anunciar la Alianza de Amor como clave para desarrollar la vida personal, familiar, eclesial y social: la Cultura de Alianza.  

Mientras les escribo viene a mis oídos la conocida canción de nuestra Familia, “Caminando en la Alianza, en la fe probada del ayer, caminando en la Alianza, hacia un nuevo amanecer”. Se trata de caminar a lo largo de este año con la Alianza ardiendo en nuestro corazón, con la Alianza sirviendo a los hermanos, con la Alianza anunciando la presencia de Cristo salvador y de María en nuestras vidas. Caminando en la Alianza hacia un nuevo amanecer… Sí, hacia un nuevo día, un nuevo tiempo, hacia un nuevo siglo de Schoenstatt.

¿Qué esperamos de un año jubilar?

“¿Qué quiere un año jubilar? ¡Una nueva fundación!

¿Qué quiere un año jubilar? Quiere despejar los fundamentos de la familia, para construir nuevamente sobre estos fundamentos.

¿Qué quiere un año jubilar? Probar si todo lo que ha surgido y crecido es sano y bien orientado, o si está torcido y debe ser enderezado” P. Kentenich, octubre 1951.

El Año de la Alianza de Amor con María nos interpela interiormente a una renovación personal y comunitaria. Renovación en los ideales y en la misión para edificar un mundo nuevo en Cristo, como nos invita permanentemente el Papa Francisco. Como Familia de Schoenstatt argentina, en este año jubilar, queremos asumir la invitación del Papa Francisco de construir una cultura del encuentro, una Cultura de Alianza. El Papa nos dice: El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad y la fraternidad, son los elementos que hacen a nuestra civilización verdaderamente humana. Ser servidores de la comunión y de la cultura del encuentro. Permítanme decir que debemos estar casi obsesionados en este sentido” (SS. Francisco a los sacerdotes, Río de Janeiro, 27/7/2013).

Al iniciar este año jubilar, bendecimos y abrimos las puertas del Santuario. “Atravesar el umbral” del Santuario significa la certeza de que el costado de Cristo y el corazón de María, como la Iglesia, están abiertos para todos sus hijos y que cada peregrino al entrar en él recibe las gracias especiales del año jubilar. La apertura de la puerta del Santuario nos recuerda también que cada uno de nosotros está llamado a ser un Santuario abierto para encontrarnos con el hermano. Atravesar el umbral del Santuario representa el compromiso de vivir este año jubilar en Alianza de Amor con María y trabajar cada día por una nueva cultura del encuentro con el hermano y con Dios, una cultura de vínculos y de diálogo sincero, una cultura de la verdad y la reconciliación, una cultura del trabajo y el bien común, una Cultura de Alianza.

Como aquel 18 de octubre de 1914 hoy le volvemos a decir: ¡Ven Madre, quédate con nosotros, acompáñanos, edúcanos, renuévanos en Cristo y envíanos a la misión!

En este día saludamos especialmente a la Familia de Schoenstatt en Buenos Aires que hoy celebra los 50 años del Santuario de Belgrano, “Tabor de María, corazón de la ciudad”.

Queridos hermanos, desde el Santuario les deseo un bendecido comienzo del año jubilar y ¡feliz día de Alianza!

P. José Javier Arteaga

 

¡CON MARÍA ARDAMOS POR LA MISIÓN!

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