jueves, junio 26, 2008

Primera Consagración Curso 16

Queridas Hermanas de la Federación de Madres, nos resulta muy difícil contarles con palabras lo vivido el día de nuestra primera Consagración. Un día colmado de bendiciones y alegrías donde sentimos que más que nunca éramos un solo corazón latiendo por Schoenstatt.

A las 16.30 hs ya estábamos todas en el Santuario, ansiosas, emocionadas “como si reviviéramos el día de nuestro casamiento o el nacimiento de nuestros hijos”, dijo una de nuestras hermanas.

Nuestras educadoras, Zulma y Martha comenzaron con la charla previa donde íbamos degustando poco a poco cada palabra de nuestro Ideal “Hija predilecta del Padre, instrumento de amor y alegría”

Al rato de comenzar la reunión llegaron el Padre Javier, la Hermana Mariela e Inés Podestá, bienvenida y aplausos a nuestra Jefa territorial y a nuestros Asesores.

Para dar por terminada la charla, la primer sorpresa del día, un video, regalo de Zulma, nuestra educadora, donde pudimos ver nuestra vida de curso desde la pre federación, nuestra Jornada de Inicio, hasta el día de hoy. Primeras lágrimas y risas que hacían prever lo que vendría.

Se acercaba la hora de la Santa Misa y antes elegimos a nuestra madre de Curso, tuvimos que hacer cuatro rondas hasta que nos informaron que había surgido la elegida,
¡Qué expectativa! Pero tendríamos que esperar hasta el final de la Misa para enterarnos.

Mientras tanto, notábamos un movimiento inusual en el Santuario y en el Salón, hermanas de la Federación de Ballester que iban de un lado para el otro y parte de la Familia colaborando en las tareas, pero nosotras teníamos el corazón puesto en los momentos que nos tocarían vivir en adelante.

Entramos al Santuario, nos ubicamos, y comenzó la Celebración. Y el tiempo pareció detenerse, no había sonidos externos, sólo un latido, el latido de nuestros corazones unido al corazón de Dios Trino y de Nuestra Madre que nos contemplaba dulcemente.

La homilía del Padre Javier estuvo dirigida a lo que significa ser instrumento, que de ahora en más debemos trabajar para lograr ser “Un instrumento apto en las manos de Padre”.
Como todas saben, a nosotras nos gusta mucho cantar, así que las canciones fueron elegidas por todas y fueron otra forma de expresar nuestra felicidad.
Para el final nuestra canción de Curso, cantada a viva voz, y el anuncio de nuestra Madre de Curso, Graciela Silva que recibió la noticia con la alegría y emoción de todas nosotras que estallamos en un fuerte aplauso.

Se abrieron las puertas del Santuario, con las campanas sonando, fuegos artificiales que reflejaron en nuestros ojos la sorpresa de ver a nuestros familiares esperándonos con velitas, a los que íbamos descubriendo en la oscuridad de la tarde que se hacia noche.

Pasamos al salón, donde también nos esperaba una gran sorpresa, un hermoso coro que nos recibió con canciones que llenaron el ambiente de emoción.

Una mesa decorada con mucho esmero y cosas riquísimas que saboreamos gustosamente. Y para cerrar una noche tan especial, recibimos muchos regalos de parte de nuestras hermanas, los que agradecemos enormemente.
Y estos son algunos de los sentimientos que surgieron en el corazón de cada una de sus hermanas del Curso 16.

“Ver a cada una de mis hermanas sonriendo y emocionadas, sintiéndome parte de ellas, me confirmó la grandiosidad de este Padre Bueno que nos eligió desde siempre y para siempre. Luego la amorosidad del agasajo, nuestras hermanas mayores y la Familia de Nazareth, nuestros seres queridos, que tendrán mi gracias eterno por los momentos que nos regalaron, con tanto detalle y generosidad. Sólo hay una primera vez. Ésta estará grabada a fuego en mi corazón por siempre. Gracias a todos los que oraron y nos hicieron sentir tan amadas y regaladas. Que Dios los bendiga. Y Que Jesús y la Virgen nos guíen por siempre para ser fieles a nuestro destino.”

“Con el Espíritu Santo caminamos más que nunca de la mano de la Mater y del Padre Fundador.”

“Me sentí especialmente bendecida por la Mater y el Padre, muy unida a mis hermanas y con una gran responsabilidad de cumplir con amor y alegría mi misión en Federación. Quiero dar las gracias a todos los que nos acompañaron y guiaron con tanto cariño.”

“Que el 14 de Junio fue un momento muy importante personalmente, y para el curso. La verdad que lo viví intensamente”.

“Sentí el amor incondicional de toda la familia schoenstattiana.”
“Me sentí cerca de la Mater, muy querida, cuidada y protegida, fue un día único, inolvidable en mi vida.”

“En esta primera Consagración me sentí muy feliz. Fue una mezcla de sensaciones, primero, elegida, predilecta. Después cobijada y amada y por ultimo una gran compromiso para cumplir esa misión. Y cuando salimos de la Misa sentí que “Éste es mi terruño, ésta es mi Tierra de Schoenstatt” “Gracias”

“La consagración me regaló espíritu de pertenencia concreta, espíritu de fidelidad y de filialidad y un profundo espíritu de misión”

Nora
" Hija predilecta del Padre "

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