sábado, septiembre 17, 2011

El Puente  

Año 6 - Nº 19
Septiembre 2011
Sumario

a) Carta para nosotras: “¿Nos estamos acostumbrando?” Aporte de Carolina de Peralta, Jefa Regional Paraguaya)

b) Espíritu Mariano: “Como María” “Constructora de una cultura Mariana” Aporte Curso 8º Rmet

c) Espíritu Comunitario: “Mujer nueva en una comunidad nueva” Aporte Curso 7º Cba.

d) Espíritu Apostólico: “Como sal y levadura en masa” Aporte Curso 1º Py


a) CARTA PARA NOSOTRAS¿NOS ESTAMOS ACOSTUMBRANDO AL PAISAJE?

Aporte de Carolina de Peralta- Jefa Regional Paraguay

El titulo de esta reflexión lo copié de la editorial de un diario paraguayo. La reflexión que sigue no sé quien lo escribió pero lo había impreso alguna vez porque me tocó profundamente. Lo veo muy oportuno compartirlo con ustedes en este espacio

¿NOS ESTAMOS ACOSTUMBRANDO AL PAISAJE?

Jóvenes que limpian parabrisas, madres con bebé en brazos, niños descalzos, desnutridos trabajando, enfermos que mendigan. Son situaciones que observamos diariamente.

Me pregunto ¿nos estamos acostumbrando al paisaje? Cuál es nuestra reacción?

Todos conocemos la frase bíblica “Os aseguro que cada vez que lo hiciste con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hiciste”

Cristo se identifica aquí plenamente con los pequeños pobres y humildes. En ellos, Dios está a nuestro alcance, para que podamos amarlo y servirlo “Cuando lo hicieron con uno de mis hermanos, conmigo lo hicieron”.

Él está allí, a nuestro lado, con mil rostros distintos. Pero nosotros, ciegos, duros egoístas y negligentes, no sabemos verlo, peor todavía, no queremos verlo. Lo dejamos ir. Y, tal vez hasta lo despreciamos. Provocamos su justicia con nuestra injusticia y falta de solidaridad. “Cada vez que no lo hicieron con uno de éstos, mis hermanos, conmigo no lo hicieron”

Jesús nos avisa que no seremos juzgados por nuestras prácticas religiosa, no nos preguntarán si hemos rezado, si hemos asistido a charlas, retiros o reuniones religiosas. El juicio final no se basará en la cantidad de comuniones, de nuestras misas dominicales ni de nuestras confesiones. No seremos interrogados sobre lo que hicimos frente a Dios, sino sobre lo que hicimos frente a los demás.

Si la solidaridad fraterna es la única garantía para entrar en su Reino, entonces no nos queda otro camino que buscar el rostro de Cristo en el rostro de nuestros hermanos que sufren y cuando lo descubrimos, tenemos que acogerlos y ayudarles como lo haríamos con Jesús mismo.

Y así ningún cristiano puede permanecer tranquilo, mientras que haya niños que no tienen qué comer, jóvenes sin posibilidades de instruirse, adultos que carecen de trabajo, ancianos pasando los últimos años de su vida en una resignada desesperación.

En cada uno de estos rostros se refleja nuestro Señor. Porque en cada uno de estos hermanos necesitados nos sale nuestro Dios al encuentro.

Carolina de Peralta
Jefa Regional Paraguay


b) Espíritu Mariano: “Como María”


Aporte Curso 8º hf+ie

“Constructoras de una cultura mariana”

Aseméjanos a Ti y enséñanos a caminar por la vida
tal como tú lo hiciste:
fuerte y digna, sencilla y bondadosa,
repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo
preparándolo para Cristo Jesús.

María es capaz de enseñar al hombre la auténtica felicidad porque Ella comprendió y vivió las bienaventuranzas venciendo la idolatría de la riqueza y la autosuficiencia, como la Virgen “sencilla y pobre”; la idolatría del poder como “la humilde sierva del Señor”; la idolatría del sexualismo y el ansia desordenada del placer, como “la Virgen pura e inmaculada”. El amor maduro a María no es desencarnado sino que se amplia y prolonga en gestos de comunión y de Alianza.

Pocos días antes de su muerte el Padre Kentenich lanzó la consigna “Vamos con María hacia los tiempos más nuevos, alegres por la esperanza y seguros de la victoria”. Era el desafío de construir una cultura mariana, donde la alegría, la esperanza y la victoriosidad fueran el baluarte de lo nuevo.

Nuestro Padre Fundador nos invita a la cruzada por el rescate del organismo de vinculaciones, del pensar, amar y vivir orgánicamente, como María, en quien resplandece una maravillosa unión entre lo divino y lo humano. Ella nos enseña a mirar la realidad en forma orgánica porque personifica la armonía entre naturaleza y gracia, entre la acción de Dios y la humana, es “la balanza del mundo”. Nos enseña a ver la realidad en su totalidad; está preocupada de Dios pero también del hombre “es el punto de enlace del cielo con la tierra”. Su santidad se realiza en las ocupaciones profanas de sus deberes de madre, esposa, ama de casa y buena vecina.

El orden del ser será quien nos diga lo que debemos hacer, quizá no tengamos éxito todos los días, pero si tomamos el orden del ser como pauta orientativa, triunfaremos.

Recordemos que nuestra originalidad de mujer a nivel psíquico y espiritual es ser toda alma, toda entrega y toda pureza, estas tres orientaciones expresan claramente nuestra originalidad frente al varón.

La cultura de la Alianza es vivir los vínculos y la comunión en todos los recovecos de la vida privada o social, en lo económico, cívico, artístico, científico, jurídico, religioso.

Nuestro desafío hoy como mujeres, madres federadas es mostrar esta cultura de Alianza, vivir la Alianza a través de la alegría, bondad, confianza, diálogo, entusiasmo, fidelidad, esperanza, generosidad, humildad, compromiso, idealismo y justicia; en el lenguaje, en los gestos, en las formas de comunicación y el estilo de vida.

Personalidades auténticamente marianas que venzamos el espíritu colectivista y el individualismo, superándolo por nuestra actitud solidaria y nuestra sensibilidad social, en todos los órdenes de la vida.

Modelar nuestro ser según el ejemplo de María Santísima, mirando su
Fe y la dócil aceptación de la Palabra de Dios
La obediencia generosa
La humildad sencilla
La caridad solícita
La sabiduría reflexiva
La piedad hacia Dios
La fortaleza en el destierro y en el dolor
La pobreza llevada con dignidad y confianza
El vigilante cuidado del Hijo
La delicadeza previsora
La pureza virginal
El fuerte y casto amor esponsal

“La Inmaculada es el signo de esperanza que nos hace mirar con fe y confianza el futuro” PK.

Aunque nos amenacen el mundo y el demonio,
o tempestades se ciernan sobre nosotros,
Tú vences todos lo peligros
y nos concedes tu inmenso poder.
Tu corazón, puerta del cielo,
es siempre nuestro seguro amparo.

¿Como es mi imagen de María, ahora, después de … años de vivir en Alianza con Ella?


Bibliografía:
Hacia el Padre – 609 y 610
La hora de María. Padre R Fenández
María y nosotros. Padre A Strada
Profetas de la vida. Padre G Carmona
Ideal de la mujer. Padre J Kentenich

Mary Muro, Mariasun Schulmeier, Graciela Moutous, Malvina López Alconada y los aportes, sugerencias y corrección del resto del Curso.
8º Curso “Filia Fidelis+Instrumentum Spei”
“Hija Fiel+Instrumento de Esperanza”


c) Espíritu comunitario
Aporte Curso 7º Cba

La mujer nueva en la comunidad nueva

Cuando nos reunimos para redactar este tema partiendo de nuestro ideal de curso: HIJA PREDILECTA DEL PADRE, CANTO TU ALEGRÍA, se suscitó un intercambio de opiniones muy enriquecedor que nos llevó a meditar nuevamente “El cántico del terruño”, donde nuestro Padre deja plasmado todos los rasgos fundamentales de esta Nueva Comunidad

….corazones nobles laten en la intimidad y con alegres sacrificios se sobrellevan, donde cobijándose unos a otros arden y fluyen hacia el corazón de Dios, donde con ímpetu brotan fuentes de amor para saciar la sed de amor que padece el mundo…,


…donde almas nobles y fuertes se desposan con el Cordero de Dios, donde ojos transparentes irradian calor y manos bondadosas alivian los dolores, donde esas manos sin mancha continuamente se juntan en oración para conjurar los poderes demoníacos…,


…reino de libertad tan ardientemente anhelado, donde la inclinación a lo bajo es vencida por la magnanimidad y la nobleza, donde los menores deseos de Dios comprometen y reciben alegres decisiones por respuesta; donde, según la ley fundamental del amor, la generosidad siempre se impone victoriosa…


… tierra transida de alegría porque en ella el Sol no tiene ocaso, donde los corazones viven en el reposo por la posesión de los bienes eternos; donde los abundantes dones de Dios reconfortan el corazón y la voluntad; donde el amor, como una vara mágica trasforma con prontitud la tristeza en alegría…


…tierra, ciudad de Dios, que el Señor se ha construido: donde reina la veracidad y la verdad domina todo y sobre todo triunfa; donde las santas normas de la justicia determinan lo que se hace y lo que evita; donde el amor une los corazones y los espíritu, y el Señor y Maestro empuña el cetro…


…tierra preparada para el combate, acostumbrada a vencer en todas las batallas: donde Dios se desposa con los débiles y los escoge por instrumentos, donde, no fiándose de las propias fuerzas, todos confían heroicamente en él y están dispuestos a entregar por amor, con júbilo, la sangre y la vida…


He ahí el resumen y las características de una comunidad nueva.

¿Cómo llevamos a cabo la plasmación de esta mujer nueva en la vida concreta de cada día para que no quede en un mero anhelo, palabras escritas en un papel pero que no se encarnan en los hechos cotidianos? A través de nuestro Estilo de Vida.

Una mujer nueva es en primer lugar una mujer “Anclada en Dios”.

Es la hija que vive en su presencia. Por eso graba, a sangre y fuego, hondo, en el corazón :


“Como HIJA: “VIVO EN SU PRESENCIA”

“En la mañana:

Elevo mi alma al Padre: oración de la mañana, invoco al Espíritu Santo para que nos regale sus dones para ser sus hijas predilectas y así entregar, irradiar y transmitir la imagen de Jesús fiel, obediente y misericordioso en nuestras familias, Iglesia y mundo.

Durante el día:

Encuentro un momento de silencio en mi santuario corazón: momento de intimidad conmigo misma y con Dios. Puede ser a través del rezo del Rosario, de una jaculatoria, lectura del Evangelio, Liturgia de las horas, horario espiritual, Eucaristía, santuario del hogar, visitas al Santuario.

En la noche:

Descubro cómo Dios me demostró hoy su amor: oración de la noche, horario espiritual, examen de conciencia, evaluación del propósito particular.”

Y como modelo de éste ser hija que se siente y vive permanentemente acompañada por su Padre, una y otra vez miramos a María quien, como expresaba el Padre Kentenich :

“…estaba profundamente arraigada en el más allá". Sólo así comprendemos esa especie de honda espiritualización que comprobamos en Ella en relación con el nacimiento virginal de Jesús. ¡Todo un prodigio! También nosotras sólo podremos realizar el profundo sentido de nuestro ser mujer en la medida en que, de manera semejante a María Santísima, nos arraiguemos más y más en el orden sobrenatural.

Cuando la naturaleza femenina abraza a Dios con todo su corazón, se entrega sana y apasionadamente a Dios, a Cristo. Vivirá entonces en su interior, una persona de perfil sobrehumano, a la cual la mujer adherirá con todas las fibras de su ser.

La gran consigna de toda la creación es decirle «sí» a Dios. Un sí servicial y filial. Esa consigna vale no sólo para la mujer sino también para el varón. Pero... ¿Quién le dará al hombre el ejemplo de cómo se vive ese sí servicial y filial? Nosotras, las mujeres.

Dios ha diseñado el verdadero ideal de la mujer, del cual todas nosotras debemos ser ilustración e imagen. Pues bien, sólo lo lograremos convirtiéndonos en auténticas hijas del Padre, hasta en las raíces más hondas de nuestro ser.

¿Queremos actuar en nuestro medio con energía y fortaleza? No olvidemos entonces que la medida de esa fortaleza será la medida de nuestra filialidad, de nuestra infancia espiritual.

Es la mujer que:

a-Vive de la Providencia

“En toda circunstancia acepto mi pequeñez, mi indigencia, mi nada, mi vacío, en la confianza que el Padre misericordioso obrará en mí.


Durante el día ofrezco mi disponibilidad a recibir “su Voluntad”, renunciando a mi propia voluntad".

“Toda mujer revive en María Santísima un poquito de su propia grandeza, don de Dios. En la persona de la Madre del Señor apoya y encauza la mujer hacia lo alto su conciencia de ser mujer. Una conciencia sana, indeleble, rica en obras. Una conciencia que podemos definir como el conocimiento y la comprensión de su valor original y específico de mujer, más allá de las fuertes diferencias que existan en relación con el varón. Esta conciencia la ayuda a mantener el delicado aroma de una santa integridad, a despecho de todos los peligros que hoy acechan a la nobleza de la dignidad de la mujer cristiana

Cada una de nosotras debe ser esa mujer redimida. El plan salvífico de Dios nos da el fundamento último de esta realidad.

Hemos escogido la expresión «actitud de servicio inmersa en Dios ». No sólo hablamos de actitud de servicio llena de Dios, sino inmersa en Dios. Y en estas palabras, se advierte una clara protesta contra la desacralización que cunde en la sociedad actual. El mundo y la humanidad de hoy están ya, en parte, totalmente desacralizados. A esa humanidad, a esa mujer o joven que han perdido a Dios, nosotras tenemos que proponerle como alternativa, el cultivo de una actitud de servicio inmersa en Dios.

Lo eterno en la mujer -también solemos referirnos al «eterno femenino»- nos impulsa siempre hacia lo alto. Pero, ¿qué es lo eterno en la mujer? La actitud de servicio inmersa en Dios, sencilla y fuerte. He aquí la actitud fundamental frente al Dios Eterno

No puedo imaginarme nada más natural y hermoso que esa vinculación perso­nal a Dios, filial y sencilla. En ella contemplan la armonía entre naturaleza y gracia. Recién cuando la naturaleza alcance este grado de sencilla religiosidad, comenzará a obrar como levadura en su medio.

b- Prioriza la familia:

“Asumo mi vida diaria con la alegría que me da la convicción de saber que es el querer del Padre Dios.

Frente a las adversidades cotidianas recuerdo y renuevo mi ideal antes de reaccionar.

Canto e irradio la alegría viendo y sirviendo a Cristo en las personas, sobre todo en mi esposo, mis hijos, nietos, nueras, yernos, suegros, suegras. En las circunstancias: crisis matrimoniales, familiares, laborales. Y en las cosas que me rodean.”

“El ser humano no sólo es un «animal rationale»...Sino también un «animal sociale» por excelencia. Él es imagen y semejanza del Dios Trino-nos dice nuestro Padre- Un solo Dios que es tres personas. ¡Qué fuerte tendencia hacia lo personal hay en Dios! Teniendo en cuenta este misterio comprenderemos mejor por qué en la naturaleza humana es tan fuerte la disposición para lo social y para las relaciones personales.

Tanto en el matrimonio como en la sociedad, la mujer tiene la importante tarea de velar por la dimensión espiritual en el amor. Si en el amor se motiva imprudentemente a los instintos a rebelarse, éstos se desbocarán, y serán como fuego devastador.

En armonía con la originalidad de su ser, la mujer tiene que velar para que el mundo, la vida, la familia y las relaciones de las personas entre sí, se liberen de aquello que sea puramente instintivo o animal, y se embeban de espíritu, de interioridad.

En la vida matrimonial, el espíritu de servicio, callado y fuerte, la actitud de servi­cio, silenciosa y enérgica tienen como objeto la atención del esposo. Pero tampoco en ese caso hay que confundir servicio con «servidumbre». Existe una gran diferencia entre ambas actitudes. El triunfo de la femineidad auténtica y verdadera no consiste en que la mujer se degrade y convierta en esclava del varón. En la actualidad es muy importante distinguir y mostrar con claridad la esencia más honda de la mujer.

c- Es una mujer vinculada

Como María goza intensamente las alegrías del cielo y de la tierra, la raíz última de nuestro gozo es el Señor.

¡Nada nos quita la alegría, ni los vientos, ni las tempestades!

Canto porque aspiro a la santidad en comunidad, entonando cada una su nota original, armonizando la melodía querida por el Padre, para alegrar al mundo.

“La tendencia a la entrega personal –manifiesta el Padre-es un rasgo extraordinariamente claro de la psiquis femenina. De esta realidad se desprende la siguiente conclusión: cuando una mujer sofoca ese fuerte impulso a la donación personal de sí misma, corre más peligro que el varón de convertirse en una caricatura de lo que debería ser.

Vinculación o movilidad. He aquí los dos polos que siempre han generado tensión a lo largo de la historia, los que fundamentalmente han hecho historia a través del tiempo. La vinculación está tipificada en la naturaleza femenina y la movilidad en la masculina. A modo de ilustración podríamos decir que la naturaleza femenina es como un círculo que gira continuamente en torno del eje. A su vez la naturaleza masculina es semejante a una línea recta que busca proyectarse hacia la eternidad.

La vinculación de la mujer es ante todo una vinculación a la naturaleza....Este rasgo la engrandece, pero puede convertirse también en su punto débil, precisamente porque lo divino y lo demoníaco, muchas veces están en muy estrecha vecindad.

Si nos vinculamos muy hondamente a la Sma.Virgen, no sólo contemplaremos su ideal, sino que lo asumiremos como nuestro propio ideal. “

En síntesis, es una mujer cuyo estilo de vida es un reflejo de María.

Como decía el Padre: “quien me mire, te vea”. Lleva en el corazón y en la frente esa impronta de María. Ha sellado una alianza de amor con Ella y Ella ha comenzado a realizar esa tarea, como madre y educadora.

“Nuestra misión –afirma el Padre-es guardar ilimitada y permanente fidelidad al ideal original de mujer, tal como está plasmado en la persona de María Santísima y tratar además de realizar ese ideal en la vida cotidiana. Para lograrlo, debemos abrazarnos a la Madre del Señor con un amor extraordinariamente profundo y ferviente. Cuanto más la amemos, tanto más asumiremos «su mundo» y «su estilo», tanto más haremos nuestra esa idea original que vemos personificada en Ella y que tanto anhelamos encarnar en nosotras.

Guardemos fidelidad a ese grande y magnífico ideal femenino que se nos presenta encarnado en la persona de María Santísima. Contemplémoslo y tomémoslo como nuestro norte. Habrá gente o bien ideologías que pretendan proponernos otros ideales. Pero nosotras seremos fieles al ideal de la Madre del Señor. Ese es el ideal de la mujer, un ideal objetivo y querido por Dios. Que todas nos esforcemos por alcanzarlo.

Trátese de la vestimenta, o de ordenar un cuarto o de lo que fuere: todo es expresión de mi personalidad, todo lleva mi nota personal

Pongamos mucho cuidado, especialmente en la educación comunitaria, en mantener lo personal en nuestro trabajo y creatividad; no cedamos terreno a un estilo impersonal, puramente rutinario.

Vigilen sus sentidos, sus ojos, oídos y tacto. Porque sin mortificación de los sentidos, a la larga no podrán permanecer interiormente puras. Sin vigilancia de los sentidos, nuestro corazón acabará por ser ocupado por lo mundano, por un sinnúmero de feas impresiones.

Nuestra profesión nos exige a veces, o quizás de modo continuo, estar en medio del ajetreo del mundo. Pero en eso reside nuestra genialidad: a pesar de estar inmersas en el trajín mundano, saber profundizar y asegurar, en todo sentido y permanentemente, la «clausura» del corazón.

La tarea que tenemos que realizar en nuestra Familia de Schoenstatt es muy clara y precisa: Ofrecerle a la Sma.Virgen la oportunidad de caminar por las sendas de este mundo a través de nosotras. ¡Venzamos a la «Eva» que haya en nosotras y que triunfe la «Ave»! He aquí la gran misión que María Santísima quiere cumplir en todo momento desde su Santuario de Schoenstatt: Ella quiere regalarle al mundo de hoy una numerosísima familia de personas que encarnen su ideal.

Somos del mismo sexo de la Madre del Señor. Estemos orgullosas de ello. Seamos plenamente mujeres y no otra cosa. Esforcémonos con alma y vida en la obra de desarrollar en nosotras la «altera María» y vencer a la «Eva». Sólo de esta manera cumpliremos la gran misión que creemos haber recibido de Dios.”

Que nuestro Padre haga fecunda nuestra Comunidad y que permanezcamos unidas.

"Para siempre hacia la casa paterna viviendo en santidad y transmitiendo el mensaje de Cristo en y desde Schoenstatt”.

Aporte de las “Hija Predilecta del Padre, canto tu alegría.” Séptimo curso. Región Mediterránea.

BIBLIOGRAFÍA:

• Ideal de la mujer P.José Kentencih. Recopilación de pensamientos del Fundador de Schoenstatt obsequiada al Santo Padre en la audiencia general del 15 de abril de 1981, por la Liga de Mujeres de Schoenstatt.
• Estilo de vida del séptimo curso de Federación de Madres.
• Hacia el Padre: Cántico al terruño.


d)  Espíritu Apostólico: “Como Sal y Levadura en Masa”

Aporte Curso 1º de Paraguay

Padre, nos has enviado
para que en manos de Cristo
seamos instrumentos, y eternamente lo seamos
entregándonos a nuestros hermanos. (HP No 45)

Nuestra Constitución dice que:

La Federación de Madres es una comunidad de jefas integrada por mujeres casadas, viudas, o separadas que no se han vuelto a casar ni formado pareja, profundamente vinculadas a María y unidas a la Iglesia y a Schoenstatt. Es parte de la Obra Internacional de Schoenstatt y participa de sus objetivos y fines:

• Educación del hombre nuevo en la nueva comunidad.
• El rescate de la misión histórico-salvífica de occidente.
• La Confederación Apostólica Universal, según la visión de Vicente Pallotti.

De acuerdo con las necesidades del tiempo y de la Iglesia, la esencia de esta comunidad es la educación de apóstoles formados y capaces de formar a otros en el espíritu de Pablo, que es el espíritu vivo de Cristo realizado en María.

Con los Institutos y demás Federaciones es parte motriz (pars motrix) de toda la Obra de Schoenstatt.

Aspira a la educación de mujeres que como esposas y madres vivan el amor con magnanimidad y libertad.

El espíritu apostólico se cultiva mediante el apostolado en todos los campos posibles: la oración, el capital de gracias, el ser y el hacer. El campo por excelencia es su propia familia, la Federación de Madres y la Familia de Schoenstatt. Según sus posibilidades, podrá hacerlo participando en ámbitos de la Iglesia, en su trabajo y en la vida pública, impulsadas por las palabras de nuestro Padre “Mi profesión principal, mi deber principal y mi oración principal es y seguirá siendo: ¡amar” .

La vida de nuestro Padre y Fundador es ejemplo y modelo y nos muestra que nuestra fecundidad no depende de grandes palabras, sino de una plasmación de nuestros ideales en la vida, es decir, de nuestra aspiración a la santidad. Desde la fundación del Movimiento, nuestro Padre enseñó como ley fundamental la unión armónica entre autosantificación y apostolado. Por lo tanto, el apostolado debe ser siempre una exteriorización de nuestra aspiración a la santidad.

Nos sabemos elegidas por el Padre Fundador para la Federación de Madres. Por eso vemos aquí después del campo de nuestra familia natural, nuestro principal campo apostólico. En la Federación somos formadas como apóstoles aptos para actuar en todos los ámbitos.

En el Evangelio el Señor nos enseña que el Reino de Dios es semejante a la levadura que tomó una mujer y lo mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó todo (Mt 13,31-35).

En esta semejanza que nos pone el Señor hemos de considerar en primer lugar lo poco que es la levadura en relación a la masa que debe transformar. Siendo tan poca cosa, su poder es muy grande. Esto nos permite ser audaces en el apostolado, porque la fuerza del fermento cristiano no es simplemente humana es la misma fuerza del Espíritu Santo que actúa en la Iglesia. También el Señor cuenta con nuestras limitaciones. Sin ese poco de levadura, la masa se habría quedado en algo inútil, inservible. Nosotros en la vida corriente de cada día podemos ser causa de luz o de oscuridad, de alegría o de tristeza, peso muerto que retrase el caminar de los demás o fermento que transforma la masa.

Los primeros cristianos fueron verdadera sal de la tierra y preservaron de la corrupción a personas e instituciones, a la sociedad entera. ¿Que ha ocurrido en muchas naciones para que los cristianos den esa triste impresión de incapacidad para frenar la ola de corrupción que irrumpe contra la familia, la escuela, las instituciones? Porque la fe sigue siendo la misma. Y Cristo vive entre nosotros como antes, y su poder sigue siendo infinito divino.

En muchos ambientes, lo “normal cristiano” es lo tibio y lo mediocre. En los primeros cristianos lo “normal” era lo “heroico de cada día” y, cuando se presentaba, el martirio: la entrega de la propia vida en defensa de su fe.

Seremos sal y levadura de la tierra si mantenemos diariamente un trato personal con el Señor, si nos acercamos cada vez con más fe y amor a la Eucaristía. El amor ha sido, y es, el motor de la vida de los santos. Es la razón de ser de toda vida entregada a Dios.

El apostolado que nos pide el Señor es, en buena parte, sobreabundancia de alegría sobrenatural trasmitir la alegría de estar cerca de Dios.”Hijos míos –decía el Papa Juan Pablo II -, sólo si tenéis en vosotros esta gracia divina, que es alegría y paz, podréis construir algo válido para los hombres”.

Este espíritu alegre, optimista, sonriente que tiene como fundamento hondo la filiación divina, hemos de extenderlo además de la familia, al trabajo, a los amigos, a los vecinos, en fin en todos los ambientes donde nos toque estar, y muchos encontrarán en nuestra cristiana alegría el camino que conduce al Señor, que quizá de otra manera no lo hallarían.

El amor no regatea esfuerzos, ni le falta la alegría al llevarlos a cabo.

“¡Oh, Madre!: que sea la nuestra, como la tuya, la alegría de estar con Él y de tenerlo”.

Finalmente queremos compartir con ustedes como Alegría del Padre, nuestra vivencia de este campo, según nuestro estilo de vida.

• Nuestra vida espiritual se basa en el cultivo de una profunda vida de oración que nos lleva a una confianza plena en Dios nuestro Padre y nos dispone a buscar y a hacer su voluntad con alegría.

Para asegurar este campo:

- Misa extra dominical.
- Visito el Santuario (dos veces por mes)
- Rezo la oración de confianza al levantarme.

Bibliografía


1- Constitución Territorial – Federación Madres Argentina – Paraguay
2- Hablar con Dios. Francisco Fernández C.

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