jueves, noviembre 30, 2017

Reflexiones


Nº 199 - 01 de diciembre de 2017
 Padre Nicolás Schwizer

                                          Los santos inocentes

Creo que para un cristiano del siglo XXI ésta una de las páginas más crueles y difíciles del Evangelio. La vida de Cristo empieza con un reguero de sangre, de sangre inocente.

La tradición ha rodeado de bromas y chistes ese 28 de diciembre en que se memora a estos inocentes. ¿No será que rodeamos de sonrisas lo que nos aterra? Porque ante la escena de la huida de Cristo y la muerte de los pequeños betlemitas un cristiano no puede sentir otra cosa que horror y espanto.

La huida. Podemos imaginarnos lo asustado que quedó José después del anuncio del Ángel. Lo que el Ángel le dijo sobre Herodes era desgraciadamente demasiado verosímil. Y José sabía que los solda­dos del rey recorrerían en poco tiempo los ocho kilómetros que separaban la capital de la aldea. Despertó a María, se vistieron precipitadamente aún medio dormidos, recogieron lo más imprescindible y se pusieron en camino.

Así huyeron, sin pararse a pensar, sin estudiar el camino que habrían de seguir, ni dónde podrían refugiarse. Sabían únicamente que tenían que alejarse de la ciudad, poner distancia entre su hijo y Herodes. Y debían hacerlo sin dejar huellas, sin despedirse de nadie.

Huir era dormir durante el día y caminar la noche entera. Suponía volver la cabeza cuando se escuchaba cualquier paso por el camino y ver en cada sombra a los soldados de Herodes. No les habrá resultado fácil, andar de noche por aquellas soledades, sin conocer el camino. Y tuvieron que cruzar el desierto con sus peligros de la arena; la sed y el sol. Y así partieron, sin sospechar que la gran tragedia quedaba a sus espaldas.


El tirano. Cuando Herodes vio que los magos lo habían engañado, estalló su cólera. No podía aceptar de que alguien se hubiera burlado de él. Lo que le preocupaba, al rey no era tanto el niño, sino un posible movimiento mesiánico en torno a él, lo que podría dar origen a una sublevación. Entonces decidió cortar por lo sano y mandó asesinar a todos los recién nacidos de Belén y sus alrededores.


Para entender esta decisión, hay que conocer el carácter inhumano del rey. El historiador Josefo dice de Herodes que “era un hombre de gran crueldad hacia los demás” y relata varios de sus crímenes; tan espantosos y repugnantes que la matanza de unos cuantos niños judíos parece poca cosa y Josefo ni la menciona.

Lo que sí menciona es que en sus últimos años mandó matar a tres de sus propios hijos. Y antes de su muerte decretó eliminar a los principales nobles de su reino lo que ya no pudo realizarse, porque el tirano murió antes. Sólo un hombre tan cruel y violento como Herodes pudo ordenar una matanza de inocentes tan bárbara.

El sentido. ¿Cuántos fueron los muertos? La leyenda ha multiplicado las cifras: habla de centenares; de miles.
 
Belén era, en aquel tiempo un pueblo pequeño y con sus alrededores no podría tener más de 20 o 30 niños varones menores de dos años.

Pero no es el número lo que nos horroriza, sino el hecho ¿Por qué murieron estos niños? El hombre de hoy no logra digerir la muerte de los inocentes ‑ a pesar de que nunca han muerto tantos inocentes como en nuestros días. Basta con pensar en el aborto organizado.

La Iglesia, venerando con cariño a estos pequeños ha tratado de entender el misterio de su muerte: aún no hablaban y ya confesaron a Cristo. Dieron testimonio de Él; no con sus palabras, sino con su sangre.

Ellos fueron sin saberlo, los primeros mártires. Más aun, ellos fueron sal­vadores del Salvador. Porque no sólo murieron por Cristo, si no también murieron en lugar de Él. Fueron los primeros cristianos, los primeros santos de la Iglesia. Por eso tienen asegurados; desde hace muchos siglos, su lugar privilegiado en el calendario de los Santos.

Queridos hermanos, que estos Santos Inocentes nos ayuden a nosotros a dar valientemente testimonio de Cristo ante los hombres, tanto con nuestra palabra como con nuestra vida.


Homilías del Padre Nicolás del mes de diciembre 2017
Domingo 03 de diciembre 2017 - 1º de Adviento - Ciclo B. Mc 13,33 37 - Sentido del Adviento http://homiletica.org/nicolassch/nicolasschwizer0030.pdf y http://es.catholic.net/escritoresactuales/854/1703/articulo.php?id=37893



Viernes 08 de diciembre - Inmaculada Concepción

María Santísima y el amor a Dios Padre http://es.catholic.net/escritoresactuales/854/1703/articulo.php?id=42580 y http://homiletica.org/nicolassch/nicolasschwizer0176.pdf

Tu amor nos lleva a reconocer nuestra pequeñez http://es.catholic.net/escritoresactuales/854/1703/articulo.php?id=42581 y http://homiletica.org/nicolassch/nicolasschwizer0175.pdf

Domingo 10 de diciembre de 2017 - 2º de Adviento - Confesión, sacramento de amor y alegría http://homiletica.org/nicolassch/nicolasschwizer0031.pdf y http://es.catholic.net/escritoresactuales/854/1703/articulo.php?id=37894


Domingo 17 de diciembre de 2017 - 3º de Adviento - En medio de vosotros hay uno que no conocéis http://homiletica.org/nicolassch/nicolasschwizer0032.pdf y http://es.catholic.net/escritoresactuales/854/1703/articulo.php?id=37895




Martes 26 de diciembre de 2017 - San Esteban protomártir - Navidad y San Esteban http://es.catholic.net/escritoresactuales/854/1703/articulo.php?id=39685 y http://homiletica.org/nicolassch/nicolasschwizer0097.pdf





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