18 de noviembre
Madre, nada sin Ti, nada sin mí…La Alianza nuestra misión.
“El Señor hizo en mí grandes cosas, santo es su nombre. María
confiesa, Nada soy de mí misma; pero sí todo por y en Dios.
Esta humildad y simplicidad divina siempre creciente de María
se ganaron la obsequiosidad divina, derramando sobre Ella mayor riqueza y
hermosura.
“Engrandece mi alma al Señor y se regocija mi espíritu en
Dios mi Salvador” ¿No queremos acompañar nosotras a María en su canto? (María si fuéramos como Tú. JK.).
Madre queremos ser humildes como vos siendo
pequeñas ante Dios, mujeres sencillas y agradecidas.
Oh Señora mía…
Contemplamos los
misterios gozosos.
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