lunes, marzo 12, 2012

Carta 6° aniversario del Círculo de Adoración de
Federación de Madres de Argentina – Paraguay

Queridas hermanas:
la fecha aniversario del inicio del Círculo de Adoración de Madres fue realmente como recordó María Esther -a quien le agradezco profundamente tal recordatorio- el 2 de marzo.

Esta carta – que no quiero que se convierta en la carta que nunca llegó- llega con demora por inconvenientes técnicos ocurridos luego que envié la Homilía del Padre Francisco sumado a dificultades laborales muy serias que me impidieron, cuando ya se podía, escribirles. Pero… “nunca es tarde cuando la dicha es buena” y … ¿hay mayor dicha que hablar y poder estar cerca de Jesús Eucaristía?.
Y de eso se trata… de adorar a Jesús. Por ello quiero compartir con ustedes una pequeña reflexión pero a modo de “acción de gracias” por estos años.
Poder adorar a Jesús Sacramentado es una gracia que no muchas personas tienen por diferentes motivos.

Nosotras particularmente, hemos sido regaladas gratuitamente no por nuestros méritos, con la posibilidad y el anhelo (o el anhelo y la posibilidad… pónganlo en el orden que quieran) de hacerlo.

Más allá que pertenezcamos oficialmente al Círculo de Adoración, lo que importa es “adorar” a Jesús, a nuestro Señor; al Amor de los Amores; a quién dio su vida por nosotros pero buscó quedarse en la fracción del Pan sacramentado para no dejarnos nunca más solos.

Ahora bien, si hemos recibido una gracia –“talento”- no debemos esconderlo en la tierra hasta que llegue el “Dueño del campo” a pedirnos cuenta que hemos hecho con él. Debemos ser buenos administradores y hacerlo multiplicar, ahondando cada día más en ese milagro de Amor y buscando que otros, que muchos, que todos, puedan acercarse a Él descubriéndolo.
Adorar a Jesús Eucaristía es descubrir a Jesús en persona, presente y ofrecido por nosotros en el Santísimo Sacramento del Altar.

Adorar a Jesús en este Santo Sacramento es estar de rodillas ante la magnificencia de Dios Trino: la Santísima Trinidad está presente en este milagro. Dios Padre creador del Universo, Dios Hijo, la Palabra encarnada, Dios Espíritu Santo, el Amor que da vida a la vida.
Ante este Dios nos inclinamos cuando adoramos. Ante este Dios nos “fascinamos” y del alma brota la alabanza más honda pues no hay milagro mayor.

Por todo esto y tanto más: continuemos con fervor Adorando y busquemos que otros descubran este tesoro.
¡Que nunca falte la Adoración a Jesús Sacramentado allí donde haya una madre de Adoración!.

Encuentro
En este silencio del encuentro santo
mis ojos se pierden en Tu infinitud.
Tu Hostia es entrega, milagro, persona;
en blanca presencia te ofreces Jesús.
Solo contemplarte da vida a mi vida.
Calmas en el alma su ruido interior.
Pequeñez divina, grandeza escondida.
Majestad del Siervo que nos redimió.
La humanidad toda camina sedienta,
peregrina el alma buscándote, Dios.
Y el simple te encuentra en este milagro, 
Pan de Eucaristía, cumbre del Amor.
CC. 11/3/12
Cristina Celso
Círculo de Adoración de
Federación de Madres de Argentina - Paraguay


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