Que nuestros brazos siempre se abran cuando se necesite un abrazo. Que nuestro corazón sepa comprender cuándo se necesita acoger. Que nuestros ojos sensibles no se endurezcan ante el dolor y sepamos compartir tanto dolores y alegrías. Que nuestra fuerza y nuestro amor se entreguen para protejer la vida y ayudar a nuestros hijos a volar hacia lo más alto.
Como madres imitemos a nuestra Madre y agradezcamos todo lo que Ella hace por nosotros.
"Gracias por todo, Madre,
todo te lo agradezco de corazón.
y quiero atarme a ti
con un amor entrañable.
¡Qué hubiese sido de nosotros
sin ti, sin tu cuidado maternal!
Gracias porque nos salvaste
en grandes necesidades;
gracias porque con amor fiel
nos encadenaste a ti.
Quiero ofecerte eterna gratitud
y consagrarme a ti con indiviso amor.
Amén". (Hacia el Padre 559 y 560)
A cada una de las madres les deseo un muy feliz día, con cariño,
M.Inés
No hay comentarios.:
Publicar un comentario