miércoles, agosto 31, 2016

El Puente N° 5 / 2016 - HIJA FIEL

HIJA FIEL... viviendo la filialidad de la vida diaria en la escuela de María

La Alianza de Amor, un camino seguro que nos conduce al Padre

Aporte de Susani Ojam y Ana María Fernández
“Hija fiel, puente de amor”
Curso11 - Región Metropolitana


Si somos un cuerpo, una comunidad, debemos responsabilizarnos por cada uno de sus miembros… Debemos buscar la unión de corazones practicando las pequeñas virtudes de la vida diaria: compasión por los angustiados y afligidos, compartir las alegrías para acrecentarlas, flexibilidad en las opiniones, solicitud ante las necesidades, bondad de corazón para ayudar, una finura atenta que sabe escuchar, cortesía sincera y cristiana cordialidad.





La Sma. Virgen está ante nosotros como el signo en el cielo. Ella es Reina y Mediadora. El buen Dios quiere encauzar su gracia en la cual nosotros debemos hacer desembocar todos nuestros intereses espirituales y nuestras futuras tareas. Todo se resume en una triple perspectiva, María es la mujer más venerada, la que ocupa la posición más encumbrada, la mejor dotada de todo el mundo. Es también Madre de la Iglesia, simbolizada desde un triple punto de vista: Virgo, Mater, Sponsa. Él es el Rey y Ella la Reina, una singular bio-unidad. La vida divina posee una fuerza potencial que en Cristo y en la Sma. Virgen ha entrado en acción. 

La fuente que nos permite reconocer el desarrollo es el espíritu de la fé, que actúa constantemente en la Iglesia. Es el Espíritu Santo quien desarrolla y fortalece en nosotros el sentido de la realidad sobrenatural. La Sma. Virgen, que actúa en el Santuario, nos regala sobre todo el Espíritu de Sabiduría, de Entendimiento y el de Ciencia. Nos dice el Padre “…si es así, nos hallaríamos por buen camino. Entonces comprenderíamos mejor toda la estructura de nuestro movimiento, todas nuestras aspiraciones.” 

No existe sólo un mundo espiritual, sino también un mundo espiritual-sobrenatural que no podemos ver con los ojos ni con la inteligencia natural, para eso necesitamos los ojos de la fé. Por eso serán pocos los que nos acompañan cuando el instinto sobrenatural nos impulsa a dar el salto mortal, de la inteligencia, el corazón y la voluntad. “Cuanto más aspiremos a ésta meta, tanto más nos tranquilizaremos, nos arraigaremos, nos cobijaremos mutuamente en nuestros corazones”. 

La Sma. Virgen es la extraordinaria Hija de Dios, pero también la figura femenina más vigorosa, que no tiene parangón a la hora de dominar las situaciones más difíciles. La Mater nos espera en el Santuario con las manos colmadas de gracias. Ella nos quiere ayudar para que comprendamos el sentido de las pequeñas virtudes como medio para conducirnos a Dios nuestro Padre. Por eso nos alegramos de saber ahora un camino seguro y fácil para que se manifieste en nosotras la imagen de María. En virtud de la Alianza de Amor, María nos regala sus dones. Intercambio de dones. ¿Cuántas veces nos ha regalado al niño? Tantas veces como hemos descubierto en nuestros semejantes el rostro de Cristo. 

El núcleo de la educación mariana es la vinculación. Esto significa el amor filial a María. Ésta vinculación a María nos conduce hacia lo alto, hacia la Trinidad. “Nuestros ideales de curso son su manto radiante de gloria”. Al mismo tiempo reina sobre nosotras y lleva sobre su cabeza la diadema de la gloria, del poder de la omnipotencia suplicante. “Eterno Padre Dios, pronuncia tus palabras de omnipotencia, de misericordia y de amor para que todos nosotros lleguemos a ser una pequeña imagen de la gran María”. “Si deseo saber de qué forma debo encarnar la imagen del Señor, sólo necesito mirar el rostro y la vida de la Sma. Virgen” (P.J.K.).
El tiempo actual requiere rasgos heroicos, la entrega total a algo grande y último. ¿Qué significa llegar a ser una pequeña María? “Significa llegar a convertirse, por obra del poder y del amor divinos, en una imagen lo más perfecta posible de la Sma. Virgen, tanto en nuestro ser como en nuestro actuar”. “¡Madre, si yo fuese como tú!... Pidan en la oración la gracia de un anhelo grande y fuerte por lo divino”. “El anhelo es el grado y medida del cumplimiento. ¡Bienaventurados los que tienen hambre de Dios! Por la Alianza que sellamos con la Mater, Ella asumió toda la responsabilidad por nosotros con la condición que aspiremos a la santidad. ¿Qué significa esto? La aceptación incondicional a la voluntad de Dios por inseguro que se presente el futuro.”(P.J.K.)

Así expresamos nuestra disponibilidad para la auto santificación (Poder en blanco). Como comunidad hemos alcanzado el nivel máximo de aspiración. Surgió la idea: dar un paso más en la Alianza y hacer la Inscripto. Queremos participar en la gran misión de la Sma. Virgen para el tiempo actual. Creemos que las gracias fluyen ahora más abundantemente desde el Santuario por haber cumplido la condición que puso la Mater. En eso consiste el misterio de Schoenstatt, que nos pone exigencias.
Debemos conservar el espíritu de los primeros. “Lo que habéis heredado de vuestros padres, conquistarlo para poseerlo”. Si somos un cuerpo, una comunidad, debemos responsabilizarnos por cada uno de sus miembros. ¡Me santifico por ellos! No solo quiero ser santa para alegrar a Dios, debo ser santa para que mis hermanas puedan ser instrumentos de Dios. Ésta responsabilidad es la más importante. “En ellos repercuten tu ser y tu vida, deciden su aflicción o acrecientan su dicha” (Hacia el Padre, 471).

Debemos buscar la unión de corazones practicando las pequeñas virtudes de la vida diaria: compasión por los angustiados y afligidos, compartir las alegrías para acrecentarlas, flexibilidad en las opiniones, solicitud ante las necesidades, bondad de corazón para ayudar, una finura atenta que sabe escuchar, cortesía sincera y cristiana cordialidad. Si viven en mi corazón me resultará fácil ayudar realizando obras espirituales y materiales de misericordia. 

Santa Teresita nos dice: “¿En qué consiste la filialidad? La filialidad es sencilla humildad, es pequeñez, es heroísmo en la entrega, es confianza heroica.”


“Si un día pudiera decirse de nosotros lo que se ha dicho de los primeros cristianos: “¡Mirad cómo se aman!”, entonces, será ésta la mejor prueba del poder, del admirable poder educativo y de la fuerza transformadora de la querida Madre de Dios en la formación del hombre contemporáneo.”  P.J.K. (Reflexiones sobre la vida interior, n. 139)



Susani Ojam y Ana María Fernández
Curso 11- Región Metropolitana
“Hija fiel, puente de amor”

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