miércoles, agosto 31, 2016

El Puente N° 5 / 2016 - ARDE POR LA MISION

ARDE POR LA MISION DEL PADRE: 
en camino hacia la Iglesia de las nuevas playas

 “Nada sin Ti, nada sin nosotras” desde el Santuario de Schoenstatt del Cerro

Aporte de Lucrecia Villegas de Carranza y Pilar Soria de Freytes
“Amadas por Cristo, luz y alegría para el mundo”
Curso 13 - Región Canáa 



Sentimos mucha alegría de trabajar todas juntas para la Iglesia y para recibir a Jesucristo Eucaristía y unidad entre nosotras, entregando nuestro pequeño esfuerzo. Siempre nuestro Santuario nos congrega, nos une, nos saca lo mejor, forma comunidad y nos dispone al servicio.







“Vosotros habéis sido llamados a ser partícipes de la gracia que recibió vuestro Fundador y a ponerla a disposición de toda la Iglesia. Porque el carisma de los fundadores se revela como una experiencia del Espíritu, que es transmitida a los propios discípulos para que ellos la vivan, custodien, profundicen y desarrollen constantemente en comunión y para el bien de toda la Iglesia, la cual vive y crece en virtud de la siempre renovada fidelidad a su Divino Fundador" (Juan Pablo II, Discurso a la Familia Internacional de Schoenstatt, Roma, 20 de septiembre de 1985. En: L´Osservatore romano, 29 de septiembre de 1985). 
Hoy, como antes, estamos llamados a asumir la misión del Padre, custodiarla en su autenticidad, profundizarla y desarrollarla en su riqueza, según las nuevas voces del tiempo y brindarla a la Iglesia (P. Angel Strada).

Cuando nos invitaron como curso, a escribir en este espacio con la consigna “ARDE POR LA MISION DEL PADRE” surgió de manera unánime y espontánea escribir esta experiencia de hermanas y de familia schoenstattiana. No tanto por lo que hicimos sino por cómo lo vivimos. Fue una vivencia de cielo, trabajando en un ambiente de alegría y de amor, alimentándonos de nuestros ideales. Fue un verdadero arder por la misión del Padre. Esta experiencia gozosa familiar nos ayuda y nos alienta a seguir, sabiendo que nos queda mucho por lograr! Por eso, la queremos compartir:

Nuestro Arzobispo, Monseñor Carlos José Ñañez, propuso que en este 2016 la celebración de CORPUS CHRISTI, fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesús Eucaristía, fuese en cada Zona Pastoral. Fue así como en la Zona Pastoral 7, que incluye al Santuario de Schoenstatt del Cerro, se realizó en el Parque de las Naciones, con posterior peregrinación hacia el citado Santuario de la Vida y la Esperanza. 

Por este motivo, varias madres de Federación que trabajamos en el equipo de la Pastoral del Santuario, comenzamos a pensar cómo preparar todo. Fue una alegría saber que esta fiesta y procesión de Adoración y agradecimiento terminaría en nuestro Santuario, en donde diariamente se hacen nueve o diez horas de Adoración. Anhelábamos que los peregrinos que llegaran pudieran experimentar las “gracias” que regala nuestro santuario. ¡Recibiríamos a una gran parte de la Iglesia Cordobesa! 

Como para muchos seguramente sería la primera visita al Santuario, decidimos hacer entre otras cosas, una alfombra de flores para el paso de la Custodia. Esta fue la propuesta…pero ninguna de nosotras sabía cómo hacerla! La Hna María, del Santuario de Florencio Varela, generosamente nos mandó el paso a paso y Mary Barbosa (JF) realizó el dibujo en el tamaño real de la alfombra. Ahora bien, necesitábamos manos dispuestas a vestir de fiesta el Santuario y todo el predio! 

En nuestro retiro, al finalizar la misa de envío, tímidamente contamos nuestra idea a Iris, quien nos animó para que hiciéramos la invitación. Rápidamente surgió la respuesta. El Consejo Regional donó los fondos y muchas madres de Federación decidieron trabajar para recibir la procesión de CORPUS CHRISTI. Para que las flores se mantuvieran lindas y frescas decidimos hacer todo el mismo día. Previamente se compraron las flores y se cortaron hojas de pino de los jardines de algunas federadas.

Comenzamos a las nueve de la mañana rezando a la sombra del Santuario, implorando a la Mater que nos ayudará a recibir a su “Hijo”. Nos dividimos en equipos, algunas cortaban las flores, otras sacaban las hojas, otras comenzaron
precavidamente a armar la esperada alfombra dirigidas generosamente por Sofi Barbosa (Obra Familiar). Otro grupo de madres deshojaba flores para el camino de pétalos que recibiría al Santísimo. Las sacristanas se dedicaron a armar el altar, de manera impecable, en la explanada del Santuario. También vestimos de celeste y blanco el ingreso, el predio y el Santuario, mismo por el Bicentenario. Fueron muchas horas de trabajo vividas con muchísima fraternidad, respeto y armonía en las que participamos madres de todos los cursos. ¡Vivimos un verdadero cielo! 

La Celebración fue inolvidable. Con el Vicario presidiéndola junto a trece sacerdotes, estaban las Hermanas de distintas comunidades unidas a las más de 1300 personas que rodeaban al Altar! El arribo al Santuario de Schoenstatt del Cerro fue muy impresionante. Los Servidores arrojaban, al paso del Santísimo, pétalos de flores para cuidar su ingreso. El coro de los Madrugadores recibía con emocionantes cantos la llegada de los peregrinos. El Santísimo atravesando la alfombra de flores qué habíamos realizado... ¡Toda la Familia recibiendo a la Iglesia, que es la familia misma, ya que es UNA!

La Celebración de Adoración fue realmente conmovedora… más de 1000 personas, una devoción muy profunda, el canto del Tantum Ergo en latín... ¡Un gozo al alma!!! Sentimos mucha alegría de trabajar todas juntas para la Iglesia y para recibir a Jesucristo Eucaristía y unidad entre nosotras, entregando nuestro pequeño esfuerzo. Siempre nuestro Santuario nos congrega, nos une, nos saca lo mejor, forma comunidad y nos dispone al servicio. 

Otra vivencia de cielo… El Padre Pablo Pérez, rector del Centro Padre Kentenich (CPK) y del Santuario de la Vida y la Esperanza, nos propuso formar un grupo de personas con una mirada atenta a las necesidades de las personas que se acercan al Santuario y al CPK. En esta tarea diaria, tomando conciencia del tiempo que nos toca vivir, descubrimos en el prójimo nuestra misión. Tratamos que las personas que llegan al Santuario, quizás por primera vez, se sientan contenidas y encuentren en nosotras, en la medida de lo posible, una respuesta a sus necesidades concretas. Por ejemplo, contactarlas con un sacerdote e invitarlas también a que conozcan el Santuario y a la Mater, que como madre nos está esperando. El grupo está integrado por once personas, de las cuales siete pertenecemos a la  Federación de Madres. Cumplimos la tarea bajo la consigna “Nada sin Ti, nada sin nosotras”.

Nos dice el Papa Francisco por qué nos cuesta tanto servir. Quizás porque no sabemos o no queremos compartir. Nos dice que estar al servicio de otro, nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos y acercar más a los hombres a Dios. Servir significa por lo tanto, tomar conciencia de que somos hermanos, que todos somos hijos de Dios y que nos necesitamos entre todos.

Decía el PK: “Si el alma no está sumergida en la alegría, ella buscará instintivamente algunas compensaciones. O reina en mí la alegría, o de lo contrario reinará la atmósfera de pantano. Sentimientos paralizantes me arrastran hacia abajo, afectos de alegría me impulsan hacia adelante. ¡Alegrarse aún con la menor victoria, alegrarse cordialmente con lo que ya he logrado!” 

“Familia mariana: María como Madre nos hace Familia en el Santuario, hogar comunidad. Desde allí nos conduce al Padre y nos regala vivenciarla y proclamarla como Reina y Vencedora. Asumiendo la tradición religiosa de nuestro pueblo, queremos que Argentina sea cada vez más tierra de María” (Documento fundamental de la Misión nacional, 15 de septiembre de 1978).

Lucrecia Villegas de Carranza y Pilar Soria de Freytes
Curso 13 - Región Caná
“Amadas por Cristo, luz y alegría para el mundo” 

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