El Puente 2012
APROPIACIÓN Y
PERTENENCIA
a)
Apropiación de los ideales
1- Porqué
estamos en Federación?
1.1 Vocación,
llamado, elección
Vocación es la llamada
por parte de Dios, como iniciativa suya amorosa, y la respuesta de la persona
en un diálogo amoroso de participación corresponsable.
Visto desde la perspectiva de Dios, la vocación se presenta como la
iniciativa que se da y al darse llama.
Por parte del hombre,
la vocación es una invitación, una interpelación a la que hay que dar una
respuesta.
Por lo tanto toda
vocación tiene un carácter “aliancista” o dialogal. Recordemos la Anunciación , la Virgen fue llamada por
Dios, Él tomó la iniciativa, la
Virgen reflexionó acerca de este ofrecimiento y luego tomó
una decisión, acepta el desafío y a partir de esto surge un fruto: Jesús.
Cuál fue el llamado
que nosotras recibimos para llegar a la Federación ? Puede haber sido una voz interior o
alguien nos invitó. Pero tenemos que recordad que es Dios el que tomó la
iniciativa. Por lo tanto podemos decir que estamos en Federación porque Dios me
llamó y yo di mi si.
1.2 Características
de la vocación. Tres dimensiones: teológica, ascética y estructural
*Por eso la 1º
característica de toda vocación es que es un llamado por parte de Dios. Nuestra
presencia no se debe a que lo hayamos decidido sino porque hemos aceptado una
invitación, un llamado que vino de Dios.
*La segunda
característica, la dimensión ascética, por la que la Mater nos ha llamado es un
amor sin razón que Dios nos tiene.
No se adquiere la vocación por mérito
profesionales, ni técnicos ni recomendaciones, ni influencias. La única razón
por la que Dios llama a una persona es su misericordia.
*La tercera
característica, es la dimensión estructural.
La vocación exige un cambio en la forma de
pensar y de actuar. A veces ese cambio es total, pensemos en el llamado que
recibió san Pablo. A otras personas Dios les ha pedido otro tipo de cambios: un
cambio de mentalidad, nuevos criterios para juzgar la vida y juzgarse a si
mismos, un cambio de corazón, de comportamiento Este cambio de vida es lo que
llamamos “obediencia de vida”. La obediencia de vida es la forma de cambiar la
vida de acuerdo al querer de Dios.
Cómo nos llama Dios? A veces nos llama por las voces del alma o por las voces del tiempo o
a través de causas segundas
Todo esto tiene que
estar en consonancia con la voz del ser, es como si el ser vendría a darnos
permiso para poder cumplir lo que el alma o las personas nos vienen sugiriendo.
Yo tengo que tener
razones para emprender este camino, que es una respuesta al llamado íntimo de
Dios.
Estas razones y estos
detonantes nunca se dan en plenitud al inicio del camino. A medida que me voy
adentrando voy percibiendo si esto es lo que Dios quiere para mi. Voy creciendo
en esta conciencia de llamado.
1.3
Consecuencias de la vocación
De todo esto que hemos
visto surgen consecuencias. Recibo el llamado de Dios y respondo.
La primera
consecuencia es la alegría. Dios ha
puesto su mirada en la pequeñez de su sierva. Dios me eligió y mientras más
medito en esto crece mi gozo y mi alegría.
Otra consecuencia es una inmensa paz y esperanza. Paz y
esperanza ya que si Dios me eligió él me dará las fuerzas para cumplir esta
vocación. En la medida que Dios delega a alguien una tarea, le dará el talento
determinado y la capacidad para cumplirla. La confianza de que dios me dará lo
que necesito despierta en mi una gran alegría.
La tercera
consecuencia es responsabilidad. Al
aceptar el llamado de Dios heredamos responsabilidades. Tenemos la
responsabilidad de no malgastar esta vocación. Debemos tomara en serio la
dignidad de ser elegidas. Es importante esta seriedad y responsabilidad que
debe nacer y crecer con esta elección.
2-
Federación una opción por la santidad.
En la Federación se requiere
una decisión y aspiración a la santidad. Decidirse y ponerse en camino. Por lo
tanto requiere un esfuerzo.
a) El llamado a la santidad se dirige a todo
cristiano, no es privativo de la
Federación , todos estamos llamados a la santidad. Pero algunos
cristianos se sienten especialmente llamados al ideal de la santidad por tres
razones. Algunos porque en ellos hay una
decisión bien explícita a aspirar a la santidad. Todos estamos llamados
pero no todos se deciden a aspirar a la santidad.
En segundo lugar hay algunos que buscan caminos especiales para aspirar a esa santidad y en tercer lugar
algunos se sienten llamados a hacer una profesión de fe de esta realidad, entre
ellos nos encontramos los miembros de la Federación.
Nosotras nos decidimos a aspirar seriamente a la santidad, utilizamos
canales y caminos para alcanzarla y también damos testimonio de esta
aspiración.
La santidad es un camino para todos, pero nosotras lo hacemos camino de
vida.
b) Un
llamado de amor
La vocación a la santidad es una vocación al amor.
En esta aspiración nos acercamos más y más a Dios, y al acercarnos más a
Él vamos haciéndonos santos. En la medida que nos acercamos a la fuente de
santidad que es dios, me voy santificando.
Dios en su esencia más íntima es Amor. Por lo tanto al acercarnos a dios
es acercarse al amor.
De allí que la santidad consiste en el amor.
Por eso no hay santidad fuera del amor, no hay perfección fuera del
amor. Así como fuera de Dios no hay santidad, tampoco fuera del amor, no existe
santidad.
Por esto nuestra vocación es una vocación al amor heroico.
La santidad consiste en el amor, pero no en cualquier amor, sino el de
dar la vida por los demás. Es decir en la vivencia heroica del amor.
Nuestra constitución en su artículo Nº 5 nos dice; “El alma de la Federación de madres
es el espíritu mariano, apostólico y comunitario. Esto es principio de
formación y de selección.”
En el articulo Nº 8 dice sobre el
espíritu comunitario: “El espíritu comunitario tiene su fuente en el amor común
a la Mater y al
Padre, quienes crean en la comunidad un ambiente familiar en el que cada una
vive en la otra, con la otra y por la otra, haciéndose corresponsable
mutuamente de la santidad de cada una”.
3- Decisión
por una comunidad
Hemos visto que la Federación desde la
dimensión teológica es una vocación.
Desde la dimensión
ascética es una decisión por la santidad.
Y que es desde una
dimensión estructural?
3.1 Cada una de
nosotras somos una carta de de presentación de Schoenstatt, cada curso de
Federación es un modelo de Schoenstatt para otros es por eso que tenemos
exigencias.
Debemos vivir
estrechamente un seguimiento a Cristo y a la Mater.
Cuando ingresamos a la Federación nos
decidimos por una vida comunitaria, nos
hemos decidido por ser una comunidad. Y
porqué esta exigencia? Porque toda comunidad de élite debe representar a
Schoenstatt y Schoenstatt es fundamentalmente familia.
Esta vida comunitaria
debe ser plena y requiere tres imperativos.
a)
En primer
lugar el amor familiar debe impregnar de alegría la atmósfera de convivencia.
La vida de curso es hermosa cuando hay alegría.
b)
En segundo
lugar el amor familiar debería impulsarnos a tomar iniciativas. Estamos en
Federación no sólo para enriquecernos sino para enriquecer a otros.
c)
En último
lugar en la vida comunitaria se asumen responsabilidades. Cada una asume una
responsabilidad dentro del curso: la prefecta o la madre de curso tienen una tarea
especial, la encargada de las cónicas, de las relaciones interiores, relaciones
exteriores, la economía, etc. Estas tareas debemos asumirlas con alegría,
disponibilidad y magnanimidad Y también asumimos responsabilidades como curso
dentro de la Federación. Cuando
nos piden una tarea, organizar una jornada, retiro, artículo para el boletín,
también debemos asumirlas con alegría, disponibilidad y magnanimidad. Es
siempre así?
La vida familiar se fundamenta por la oración, el sacrificio y la
disposición constante para dejarnos educar.
La vida comunitaria es rica cuando hay mucha oración de las unas por las
otras y también muchos sacrificios, mucho capital de gracias.
Espíritu mariano
El artículo Nº 6 de
nuestra constitución dice “El espíritu mariano se funda en la alianza de Amor
con la MTA de
Schoenstatt y en una profunda vinculación al Santuario, fuente de santidad y de
gracias.
El Padre nos dice “El
estilo de vida mariano es un estilo de vida puro, maduro fuerte, realista y que
domina toda nuestra vida”
Esto es como un
decálogo para nuestra vida. Si profundizamos nuestra vinculación a la Mater iremos creciendo en
estas actitudes y en este espíritu.
Espíritu apostólico
Artículo Nº 7
El espíritu apostólico se cultiva en todos los campos posibles: la oración,
el capital de gracias, el ser y el hacer. El campo por excelencia es su propia
familia, la Federación
de Madres y la Familia
de Schoenstatt. Según sus posibilidades, podrá hacerlo participando en ámbitos
de la Iglesia ,
en su trabajo y en la vida pública, impulsadas por las palabras de nuestro
Padre “Mi profesión principal, mi deber principal y mi oración principal es y
seguirá siendo: ¡amar!
3-2
Quisiera
repetir las palabras de nuestro Padre y
Fundador. “El estilo de vida mariano es un estilo de vida puro, maduro, fuerte,
realista y que domina toda nuestra
vida”.
Desde que entramos en pre Federación a través de los temas que vamos
desarrollando y profundizando vamos descubriendo estos valores en la vida de
María, de nuestro Padre, de Cristo. Si
pensamos en el recorrido que cada una hizo desde entonces, en los propósitos
que hemos trabajado veremos que ellos siempre estuvieron ligados a algunas de
estas características, de estas actitudes que nos dice el Padre.
Los propósitos nos sirven para conquistar estas actitudes y apropiarnos de estos
valores.
Es una tarea que comienza en la pre federación y no termina con la Consagración
Perpetua , sigue durante toda nuestra vida. Es tarea para
siempre.
4- Dificultades para vivir
plenamente mi ser federada, “la
Federación soy yo”
En los primeros años de la Federación el Padre Fundador inculcaba y educaba
a su gente para la autonomía, la responsabilidad y la libertad interior. La Federación tenía que
ser obra de ellos.
Dos expresiones de aquel tiempo lo iluminan. Los miembros de la Federación se
identificaron tanto con su comunidad que comenzaron a decir: “La Federación soy yo”. Y
el otro dicho que surgió entre los primeros fue: “Por la Federación me dejo
crucificar”
Obligación y libertad
Nuestro Padre formuló y resumió de esta manera las enseñanzas referentes
al concepto de “libertad”, sobre todo cuando en la praxis-religioso-educativa
se trata de distinguir libertad de las ataduras. “La verdadera libertad es la
libertad “de” todo lo terrenal, es decir de todo lo que no es de Dios, o lo
antidivino, y la libertad “Para” Dios y todo lo divino” O para los
intereses de Dios.
Libertad “de” y libertad “para”
Y como llegamos a esa auténtica libertad, solo viviendo el espíritu de
los consejos evangélicos.
En libertad hemos aceptado el llamado de dios a la Federación. De
allí se desprenden ciertas obligaciones.
Si hacemos sólo lo obligatorio es porque tenemos el mínimo amor.
Pero si queremos verdaderamente aspirar a lo grande, a hacer lo que más
le agrada al Padre debemos actuar con magnanimidad..
Dios nos presenta a nosotros, sus aliados humanos, su llamado o
invitación de dos formas o en dos niveles. La primera, la obligatoria, la
constituyen los mandamientos. La segunda, la forma no obligatoria, son los
consejos o invitaciones y recomendaciones. Los primeros demuestran su
obligatoriedad en el modo en que están expresados.
La segunda forma hace referencia al carácter magnánimo de de los
consejos evangélicos. Sabemos que nuestro Padre siempre insiste en que las
comunidades de élite deben basarse siempre, en principio, en la magnanimidad.
Es más es que no es magnánimo no tiene vocación para la Federación.
Bajo esta luz podemos interpretar “Obligaciones las necesarias, libertad
toda la posible y alto cultivo del espíritu.
c)
Sentido de pertenencia
Verán que este punto es corto, y en realidad es porque si estamos
viviendo todo lo anterior, la pertenencia es una consecuencia.
El sentido de pertenencia significa estar arraigado en algo que se
considera importante, como personas, lugares, grupos o instituciones.
A que estamos arraigadas o a qué deberíamos estar arraigadas nosotras
para vivir este sentido de pertenencia.
Schoenstattianamente hablando: Los tres puntos de contacto: La Mater , el Padre y el
Santuario, y en la medida en que estamos profundamente vinculas a ellos nos
encontraremos también profundamente vinculadas a la Familia , a la Federación y a nuestro
curso.
Nelly Bayeta de
Pazos
Curso 11
ffpa
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