“Hagan lo que él les diga” Jn 2, 5
“María, como en la encarnación, debía
pronunciar también aquí, de acuerdo al designio de Dios, la “palabra que
ocasiona” la “hora de la gracia. Ella deberá pronunciar aun a menudo esa palabra
como Mediadora universal de gracias. La invitación que María agrega a los
discípulos revela, no obstante, la inquietud de su corazón: “Haced lo que el os
diga”. Ha llegado la hora de Cristo. Su voluntad y su deseo son solamente que se
abran a él todos los corazones.
Así toda madre no tiene a sus hijos para sí
sino para que cumplan una tarea determinada en el ambiente y lugar que Dios ha
dispuesto para ellos. La obligación o deber materna por excelencia es conducir a
los hijos a Dios y alimentar la vida divina en sus almas.
De este modo, toda madre colabora en la
salvación eterna de sus hijos, así como colaboro María en la salvación de todo
el mundo.” (La actualidad de María; María si fuéramos como tu
–PJK)
ORACION
“El Señor da sus gracias,
a quienes las procuran.
A través tuyo el da las gracias,
como frutos del sacrificio.
Con sencillez te pedimos, Padre,
arda en nosotros la luz de la fe;
que conozcamos con claridad
a nuestra Madre
y que confiemos en ella
como Medianera nuestra.
Concede que siempre,
a imagen suya
y como a ti te agrade, nos ofrezcamos
con alegre y resuelta servicialidad
como instrumentos para la salvación del mundo,
a fin de destruir el poderío del Dragón,
que atiza la división y el odio.
Padre, te lo pedimos por Cristo,
quien, para gloria tuya,
nos hace participes de su mediación.
Amén. “ (HP 228-229)
Y me consagro a ti, diciendo: Oh Señora mía, Oh Madre mía. . . . .
PROPOSITO
Procuro
que mis actitudes, mi amor, sean una invitación abierta y constante, para que
los que viven a mi lado participen y disfruten también del cielo, no sólo al
final de su vida, sino incluso ya desde ahora.
Irene
Bareiro