jueves, abril 28, 2016

El Puente N° 4 / 2016 - CARTA EDITORIAL

CARTA EDITORIAL
                           

Debemos imaginarnos la misericordia de Dios como una puerta apenas entornada, que cualquier niño es capaz de abrir” (P. K.)


Queridas madres de Federación:

¡Un nuevo número de nuestra revista está en la web! El otoño nos encuentra plenamente atareadas en diversas actividades y apostolados;  y encima de todo, felices de poder compartir un poco de nosotras mismas por medio de estas páginas digitales! 

En esta edición, Fanny Zapattini de Daniel nos escribe una hermosa carta conmemorando los 10 años del Círculo de Adoración Argentina-Paraguay y nos invita a todas las madres a cultivar esta maravillosa forma de oración que es la Adoración Eucarística, el encuentro personal con Jesús Eucaristía.

Las madres del Curso 6 (Región Metropolitana) nos cuentan cómo viven la filialidad a la luz de su ideal de curso “FILIA, COR UNUM IN PATRE” (HIJA, UN SOLO CORAZÓN EN EL CORAZÓN DEL PADRE), asumiendo la noble misión de ser hogar, ser corazón, ser un nido que busca proyectarse y dar vida a otros.

Como Federación de Madres estamos llamadas a vivir de forma concreta y particular el Año Santo de la Misericordia. Elizabeth Ortigoza (Curso 2 de Paraguay) nos propone una reflexión interesantísima sobre la parábola del Hijo Pródigo. En su artículo describe a los personajes del pasaje de las Sagradas Escrituras, revela los valiosos tesoros que esconden y finalmente, nos invita a trabajar y elaborar propósitos que nos ayuden a sentirnos verdaderas hijas amadas de Dios Padre y a parecernos a Él en nuestras relaciones con los demás.

Debemos imaginarnos la misericordia de Dios como una puerta apenas entornada, que cualquier niño es capaz de abrir” (P. K.)

El Padre Kentenich veía por encima de todo la misericordia de Dios. Durante toda su vida  acompañó y animó a muchos a abrir esa “puerta apenas entornada” de la misericordia divina. Por ello, hoy nos encomendamos al Padre Fundador para que él también sea para nosotras un acompañante en el camino que nos conduce al amor paternal de Dios y que nos anima a ayudar a otros a abrir esa “puerta apenas entornada” de la misericordia divina.  

¡Quedamos en eso, permanecemos fieles!

Norma, Liza y Eli

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