viernes, marzo 30, 2012


ORACIÓN EN TORNO AL SÍMBOLO DEL PADRE


Canto.

Guía 1.

Queridos hermanos, tras una espera llena de expectativas, ha llegado a nosotros el Símbolo del Padre que el Padre Kentenich regalara al Santuario Original en 1967. Él se hace presente a través de este Símbolo, nos visita y nos acompaña en nuestra peregrinación hacia el Jubileo del 2014.

Asimismo, el Símbolo toca nuestra tierra en un tiempo de gracias muy especial, cuando nuestro Santuario nacional cumple 60 años y toda la Familia internacional celebra “el año del Santuario”.

Guía 2.

El Santuario, aquella secreta idea predilecta, ¿no era, acaso, ya la idea predilecta del Padre Dios? ¿No contaba Él en su plan de amor con la entrega confiada y audaz del Padre Kentenich y los Congregantes?

Hoy vemos los frutos de esta entrega: una Familia reunida en torno al Padre y Fundador para agradecer por las bendiciones con que nos ha colmado en estos años. Hoy estamos reunidos, porque Dios nos ha mirado con amor.

Guía 1.

¿Qué expresa el Símbolo que hoy recibimos? Las ondas representan el amor y la vida que Dios nos regala: “Todo parte de Él y vuelve a Él”. Es un movimiento de ida y vuelta: “a Patre, ad Patrem”, desde el Padre y hacia el Padre. El cristal representa a Dios Padre, semejante a “una piedra de jaspe y de ágata” que está “sentado” en su trono, como nos lo revela el Apocalipsis (Apoc 4).

Guía 2.

Contemplemos el Símbolo una vez más. Miremos a través de él a Aquel que siempre nos mira con amor.

 Canto.

Guía 1.

El Símbolo expresa una mirada de amor que sostiene, que cobija, que penetra en lo más hondo de nuestro ser.

Todos.

“Tú, que reinas en alturas celestiales,

quieres mirarnos cálidamente” (HP. 63)


Guía 2.

Es una mirada transparente en cuya luz todo se transforma, una mirada por medio de la cual descubrimos el plan de Dios en cada día.



Todos.

“Que sólo tu voluntad sea la norma

que plasme nuestra vida;

todo esté siempre dispuesto

a realizar lo que te agrade” (HP. 121)

Guía 1.

Es una mirada de amor que sana y purifica, que llama desde el silencio y espera. ¿Qué espera? Una respuesta: un sí filial, confiado y alegre.

 Todos.

“¡Concédeme, Padre, por fin la conversión total!

En (Cristo) quisiera anunciar al mundo entero:

El Padre tiene en sus manos el timón,

Aunque yo no sepa el destino ni la ruta” (HP, 399)

Guía 2.

Es una mirada de amor que nos transforma, para que “contemplemos la vida con la mirada de Dios” y regalemos ese amor paternal.

Todos.

“Hazme un pequeño sol que irradie luz y calor en todas partes.”


Canto.



Guía 1.

En este año del santuario queremos hacer nuestro el compromiso de los primeros congregantes. La secreta idea predilecta que el Padre Kentenich les confiara aún no ha encontrado su pleno cumplimiento.

Con María en el Santuario ha de hacerse presente también Dios Padre. Ella nos conduce a Él. Decía nuestro Padre y Fundador durante la bendición del Santuario de Nuevo Schoenstatt en 1952:

Sacerdote.

A la sombra de este Santuario, de este pequeño Santuario, se co-decidirán esencialmente los destinos del mundo y de la Iglesia, por siglos... ¡Una expresión importante! ¿Creemos en estas palabras? Nos alegramos cordialmente porque nosotros, gente tan pequeña, así como nos hemos desarrollado, fuimos llamados como instrumentos en las manos de la Santísima Virgen para una tarea tan importante”.


Gesto: se puede, por ejemplo, encender una vela delante del Símbolo por cada intención que se rece.

Guía 2.

(Intención 1) Si somos instrumentos en manos de nuestra Mater, hemos de comprometernos en forma eficaz por el mundo y la Iglesia. En una sociedad donde la autoridad se ve despreciada y rechazada, estamos llamados a manifestar que la verdadera autoridad es la que sirve a la vida, la que ayuda a crecer.

Sacerdote.

“¡Cuántos millones de hombres no tienen padre! Millones y millones de hombres no tienen idea de los rasgos paternales de Dios porque nunca han percibido el reflejo de este Dios, estos rasgos paternales en su padre humano.” “¿Qué necesita más la época actual que una corriente del Padre y una corriente de filialidad?”

Guía 1.

(Intención 2) Hoy, frente a tantos atropellos contra la vida, la familia y la dignidad humana, estamos llamados a defenderlas con palabras y hechos. Hemos de proteger la vida desde su concepción hasta su fin natural, la familia que es vocación de amor, la vida digna en todas sus dimensiones.

Sacerdote.

“Queremos implorar que Dios nos regale hombres y mujeres que no sólo sepan hablar bien sino que comprendan todo el peso y toda la fuerza de esta misión que nos fue regalada por Dios y estén dispuestos a entregar su vida por ella”.

Guía 2.

(Intención 3) Todas las crisis del tiempo actual, todos los sufrimientos humanos encuentran su respuesta en Dios Padre. Él es todas las respuestas. Por eso nuestra misión es tan importante y no admite más demoras. Revelar a los hombres el rostro de un Dios que es Padre, he aquí nuestra vocación.

Sacerdote.

“He manifestado tu Nombre a los míos… ¿Saben que nombre es? Es el nombre del Padre que hoy ya no suena más.”

 Guía 1.

Nuestra misión es clara. Imploremos a la Mater y al Padre Kentenich para que, como instrumentos suyos, regalemos en nuestra vida cotidiana el rostro paternal de Dios.

Guía 2.

El Símbolo del Padre pronto continuará su peregrinación visitando otras comunidades. Pero la mirada del Padre jamás se aparta de nosotros: tanto nos ama que no quiere, no puede alejarse de nuestro lado. El Símbolo pasa, pero Dios Padre permanece. Vivamos nosotros también vueltos hacia Él.

Todos.

“Como el girasol se vuelve

al sol, que lo regala con abundancia,

Padre, nos volvemos creyentemente hacia Ti

Con el pensamiento y el corazón” (HP, 76)

Sacerdote.

(bendición)

Canto.


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