viernes, marzo 09, 2012

JORNADA INICIO CURSO 24

Alrededor de las nueve de la mañana, comenzamos a llegar a Nuevo Schoenstatt, con el corazón pronto para nuestro gran día. Era una preciosa y soleada mañana, de un calor intenso. Algunas pudimos rezar una oración breve en el Santuario del Padre, antes de comenzar nuestra reunión. Nuestras educadoras Graciela Greco y Marina Llaneza nos esperaban con una sonrisa.
           Ya en una sala, Inés Podestá nos invitó a presentarnos antes de dirigirnos unas palabras. Una a una fuimos diciendo nuestros nombres y sobre todo, nuestra vinculación a la Mater y al Santuario.
 

Entre sus muchas palabras, hubo algunas ideas centrales que nos conmovieron. Inés comentó que Dios y la Mater nos habían llamado a cada una por nuestro nombre. Este período que iniciaríamos es un tiempo de estudio, no tanto de apostolado-aunque por supuesto quien lo estuviera haciendo, ¡bienvenido sea! pero fundamentalmente, es un tiempo de siembra. Tal como la semilla que se entierra en la tierra, iniciamos un tiempo de estudio y reflexión. Al final de estos cuatro años, cada una decide dar el siguiente paso. Cualquiera sea la decisión, este tiempo precioso de formación no es tiempo perdido. Todo lo contrario. Es y será un tiempo de valioso crecimiento espiritual.
De a poco fuimos caminando al Santuario, donde el Padre Eronti nos aguardaba, emanando serenidad. Principalmente bajo la guía de la Santa Misa, gracias al trabajo dedicado de Vicky, cada una de las hermanas tuvo su tarea en ella, ya sea la lectura, el salmo, las peticiones, o llevar al altar nuestro capitalarios como ofrenda de nuestro corazón. Merchu se había ocupado de preparar e imprimir los cancioneros. ¡Un lindo recuerdo!
Con una bella alusión a la Anunciación y al Sí de María, y la visita a su prima Santa Isabel, el Padre Eronti habló de la alegría y esperanza presentes en María. A pesar de no saber bien qué pasaría, María fue firme en su alegría y esperanza. El Padre Eronti nos invitó a descansar en el cuidado amoroso de María y a iniciar, con alegría y esperanza, este período de formación.  
El Padre nos condujo en el rito de inicio de la candidatura con suave firmeza. Luego de la Santa Comunión, y a pedido de Graciela Greco, leyó quién sería la prefecta del curso 24: Chana.
Luego nos esperaba una mesa con flores, velas, regalos de otros cursos y comida riquísima. Cris tuvo la delicadeza de preparar estrellas con los nombres de cada una y un mensaje del Padre Fundador, y globos con el número 24.  Silvi nos trajo unos regalos directos del Santuario de Schoenstatt, Alemania. Mati sacó unas fotos lindísimas y se ocupó de enviarlas a todas, así como Fer, Silvi. Luli, Fabi y Lidia ayudaron a leer las tarjetas que nos habían enviado. Juli agradeció la humildad y entrega de Graciela y Marina en su tarea educadora y la generosidad en preparar el festejo para todas. Graciela Horga nos conmovió contando su encuentro con el Padre Fundador en su colegio de Uruguay, cuando era pequeña. Su cálido acompañamiento fue un regalo valorado y apreciado.
 Llenos están los cielos y la tierra de esta Anunciación, nuestro Fiat es un camino de muchas  bendiciones y arduo trabajo para todas nosotras, en y de la mano de nuestra querida Mater, nuestras alegrías se fundan en la alegría de Dios Padre, pues ya antes de que cada una lo supiera, nuestros caminos se habían unido para una Gran Misión: SALTAR A LA OTRA ORILLA, SER MUJERES DE LAS NUEVAS PLAYAS, ser Custodias vivas de Jesús en cada ambiente que estemos y nos encontremos.
Gracias a cada una por ser parte de este día inolvidable. ¡Que Dios y la Mater nos guíen! 

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