jueves, diciembre 08, 2011

Día de la Inmaculada Concepción
 8 de diciembre 

                            Azucenas. El origen de la azucena parece situarse en Asia y América del Norte y, posteriormente, se extendió hasta la cuenca del Mediterráneo y al continente europeo debido a su fácil cultivo y a su larga duración como flor cortada. Pertenece a la familia de las liliáceas y comprende, aproximadamente, unas 80 especies. Sus flores desprenden, un fresco aroma que puede llegar a ser intenso, sobre todo por la noche. Con frecuencia, tienen forma de "trompeta" con pétalos curvados hacia atrás.

 Suelen florecer a partir de primavera, alcanzando en pleno verano su mayor esplendor. Las flores mantienen su frescor y su fragancia durante mucho tiempo.

 Esta hermosa flor representa el candor, la majestuosidad y la pureza debido a su color blanco. Por eso es muy habitual encontrarla en los ramos de las novias. La fascinación de los hombres por la azucena se remonta a muchos siglos atrás: ya en el templo de Salomón podemos encontrar algunas de estas flores representadas en esculturas. Siglos después, en las pinturas medievales y renacentistas de carácter religioso, aparecen flores de azucena debido a su asociación con lo inmaculado y puro.

  La azucena aporta un toque luminoso a todo ambiente al que se la incorpora.

Querida María, Inmaculada Madre de Dios:

                         En este 8 de diciembre  te quiero hoy  honrar con estas azucenas que traigo a tu altar como símbolo de  la pureza sin mancha que fue tu vida toda. Madre de la Iglesia y Madre nuestra dulcísima quiero regalártelas con  mis actos más puros, sabiendo que en la pureza está Dios.

                       Por ello, a nuestras flores de cada día, aquellas que te fuimos regalando, las coronamos hoy con la sublime azucena para honrar tu imagen y vivir tu ejemplo.

                      Madre del  Amor  inmaculado: dame tu pureza para mi vida. Yo te ofrezco mi esfuerzo para  asemejarme a Ti.

                      Gracias Madre porque por tu pureza nos ganaste al Salvador. Amén.

 Oh Señora Mía.........

       

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