SEXTO DÍA: INFANCIA ESPIRITUAL
ORACIÓN
Madre, te alabo filialmente por los
obsequios
que me han enviado fieles corazones; fuiste tú
quien, con tu bondad, los impulsaste a cubrir
con abundantes provisiones la mesa de los míos.
Agradecido devuelvo los dones de amor
a tus benignas manos de madre,
y de corazón te pido: indícame la forma
como el reparto te honre y te alegre.
Medianera de los dones y de las gracias,
ven; el Señor y tú sean los invitados;
ata estrechamente el vínculo familiar
entre corazón y corazón, entre país y país.
Amén
REZAMOS:
1 Padre Nuestro – 3 Ave María – 1 Gloria
Reflexión:
Dios ha diseñado el verdadero ideal de mujer, del
cual todas debemos ser imagen. Solo lo lograremos convirtiéndonos en auténticas
hijas del Padre, hasta en las raíces más hondas del ser. La actitud fundamental
frente a Dios es estar inmersa en Dios, sencilla y fuerte. En ella contempla la
armonía entre naturaleza y gracia. Recién cuando la naturaleza alcance el grado
de sencilla religiosidad (infancia espiritual) comenzara a obrar como levadura
en su vida diaria.
Quien por su fe ve a Dios
tras todas las cosas,
con su oído percibe claramente
la voz del Padre;
siempre su corazón de niño está pronto
a entregarse a Él, lleno de felicidad.
Aun cuando el Padre
permite sufrimientos,
el hijo los sabe asumir dentro del amor,
besa la mano que sostiene su destino
y en oración
permanece vuelto hacia El.
Amén
Propósito:
practica el silencio, para poder escuchar la voz de Dios.