La comunidad católica celebra hoy, primer domingo después de la Pascua, la Fiesta de la Divina Misericordia, que fue instituida por San Juan Pablo II en el año 2000.
Esta devoción apunta a hacer llegar a los fieles el mensaje de que Dios es misericordioso y ama a todos y que si se confía en Jesús los pecados serán perdonados; ya que Jesús no será un juez sino un Salvador misericordioso.
La celebración se basa en las revelaciones privadas de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de Jesús sobre su Divina Misericordia en el pueblo de Plock, Polonia. Según los diarios de la santa, Jesús dijo: “en este día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia... Que ningún alma tema acercarse a Mí”.
Para hoy a las 17 está prevista una procesión eucarística, con la imagen de la Divina Misericordia, que partirá desde el edificio de la Maternidad (avenida Mate de Luna al 1.500) y recorrerá las calles hasta llegar a la plaza Independencia. Allí, a partir de las 18, se oficiará una misa.
También en la plaza, desde las 16.30, habrá sacerdotes que tomarán la confesión de los fieles que requieran el sacramento.
Durante esta celebración es muy importante comulgar. La Iglesia recordó que Jesús le dijo a Santa Faustina: “Quien se acerque ese día a la Fuente de Vida recibirá el perdón total de las culpas y de las penas”. El padre Marcelo Carlorosi explicó que en la confesión serán perdonadas las culpas confesadas con arrepentimiento y que, cuando se trata de pecados mortales, esto borra el castigo eterno.
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