viernes, marzo 30, 2012


ORACIÓN EN TORNO AL SÍMBOLO DEL PADRE


Canto.

Guía 1.

Queridos hermanos, tras una espera llena de expectativas, ha llegado a nosotros el Símbolo del Padre que el Padre Kentenich regalara al Santuario Original en 1967. Él se hace presente a través de este Símbolo, nos visita y nos acompaña en nuestra peregrinación hacia el Jubileo del 2014.

Asimismo, el Símbolo toca nuestra tierra en un tiempo de gracias muy especial, cuando nuestro Santuario nacional cumple 60 años y toda la Familia internacional celebra “el año del Santuario”.

Guía 2.

El Santuario, aquella secreta idea predilecta, ¿no era, acaso, ya la idea predilecta del Padre Dios? ¿No contaba Él en su plan de amor con la entrega confiada y audaz del Padre Kentenich y los Congregantes?

Hoy vemos los frutos de esta entrega: una Familia reunida en torno al Padre y Fundador para agradecer por las bendiciones con que nos ha colmado en estos años. Hoy estamos reunidos, porque Dios nos ha mirado con amor.

Guía 1.

¿Qué expresa el Símbolo que hoy recibimos? Las ondas representan el amor y la vida que Dios nos regala: “Todo parte de Él y vuelve a Él”. Es un movimiento de ida y vuelta: “a Patre, ad Patrem”, desde el Padre y hacia el Padre. El cristal representa a Dios Padre, semejante a “una piedra de jaspe y de ágata” que está “sentado” en su trono, como nos lo revela el Apocalipsis (Apoc 4).

Guía 2.

Contemplemos el Símbolo una vez más. Miremos a través de él a Aquel que siempre nos mira con amor.

 Canto.

Guía 1.

El Símbolo expresa una mirada de amor que sostiene, que cobija, que penetra en lo más hondo de nuestro ser.

Todos.

“Tú, que reinas en alturas celestiales,

quieres mirarnos cálidamente” (HP. 63)


Guía 2.

Es una mirada transparente en cuya luz todo se transforma, una mirada por medio de la cual descubrimos el plan de Dios en cada día.



Todos.

“Que sólo tu voluntad sea la norma

que plasme nuestra vida;

todo esté siempre dispuesto

a realizar lo que te agrade” (HP. 121)

Guía 1.

Es una mirada de amor que sana y purifica, que llama desde el silencio y espera. ¿Qué espera? Una respuesta: un sí filial, confiado y alegre.

 Todos.

“¡Concédeme, Padre, por fin la conversión total!

En (Cristo) quisiera anunciar al mundo entero:

El Padre tiene en sus manos el timón,

Aunque yo no sepa el destino ni la ruta” (HP, 399)

Guía 2.

Es una mirada de amor que nos transforma, para que “contemplemos la vida con la mirada de Dios” y regalemos ese amor paternal.

Todos.

“Hazme un pequeño sol que irradie luz y calor en todas partes.”


Canto.



Guía 1.

En este año del santuario queremos hacer nuestro el compromiso de los primeros congregantes. La secreta idea predilecta que el Padre Kentenich les confiara aún no ha encontrado su pleno cumplimiento.

Con María en el Santuario ha de hacerse presente también Dios Padre. Ella nos conduce a Él. Decía nuestro Padre y Fundador durante la bendición del Santuario de Nuevo Schoenstatt en 1952:

Sacerdote.

A la sombra de este Santuario, de este pequeño Santuario, se co-decidirán esencialmente los destinos del mundo y de la Iglesia, por siglos... ¡Una expresión importante! ¿Creemos en estas palabras? Nos alegramos cordialmente porque nosotros, gente tan pequeña, así como nos hemos desarrollado, fuimos llamados como instrumentos en las manos de la Santísima Virgen para una tarea tan importante”.


Gesto: se puede, por ejemplo, encender una vela delante del Símbolo por cada intención que se rece.

Guía 2.

(Intención 1) Si somos instrumentos en manos de nuestra Mater, hemos de comprometernos en forma eficaz por el mundo y la Iglesia. En una sociedad donde la autoridad se ve despreciada y rechazada, estamos llamados a manifestar que la verdadera autoridad es la que sirve a la vida, la que ayuda a crecer.

Sacerdote.

“¡Cuántos millones de hombres no tienen padre! Millones y millones de hombres no tienen idea de los rasgos paternales de Dios porque nunca han percibido el reflejo de este Dios, estos rasgos paternales en su padre humano.” “¿Qué necesita más la época actual que una corriente del Padre y una corriente de filialidad?”

Guía 1.

(Intención 2) Hoy, frente a tantos atropellos contra la vida, la familia y la dignidad humana, estamos llamados a defenderlas con palabras y hechos. Hemos de proteger la vida desde su concepción hasta su fin natural, la familia que es vocación de amor, la vida digna en todas sus dimensiones.

Sacerdote.

“Queremos implorar que Dios nos regale hombres y mujeres que no sólo sepan hablar bien sino que comprendan todo el peso y toda la fuerza de esta misión que nos fue regalada por Dios y estén dispuestos a entregar su vida por ella”.

Guía 2.

(Intención 3) Todas las crisis del tiempo actual, todos los sufrimientos humanos encuentran su respuesta en Dios Padre. Él es todas las respuestas. Por eso nuestra misión es tan importante y no admite más demoras. Revelar a los hombres el rostro de un Dios que es Padre, he aquí nuestra vocación.

Sacerdote.

“He manifestado tu Nombre a los míos… ¿Saben que nombre es? Es el nombre del Padre que hoy ya no suena más.”

 Guía 1.

Nuestra misión es clara. Imploremos a la Mater y al Padre Kentenich para que, como instrumentos suyos, regalemos en nuestra vida cotidiana el rostro paternal de Dios.

Guía 2.

El Símbolo del Padre pronto continuará su peregrinación visitando otras comunidades. Pero la mirada del Padre jamás se aparta de nosotros: tanto nos ama que no quiere, no puede alejarse de nuestro lado. El Símbolo pasa, pero Dios Padre permanece. Vivamos nosotros también vueltos hacia Él.

Todos.

“Como el girasol se vuelve

al sol, que lo regala con abundancia,

Padre, nos volvemos creyentemente hacia Ti

Con el pensamiento y el corazón” (HP, 76)

Sacerdote.

(bendición)

Canto.


LA MIRADA DE DIOS
Visita del Símbolo del Padre Dios
Triduo
Nos visita un símbolo especial: quiere representar la mirada bondadosa del Padre Dios. En gran parte de los Santuarios filiales junto a la imagen de la MTA, a la cruz de Jesucristo y al símbolo del Espíritu Santo – en forma de una paloma – se ha colocado en la parte más alta del altar, un símbolo de Dios Padre: expresa la mirada del buen Dios, providente y amoroso. No es una mirada inquisidora, crítica, que nos pone incómodos, no es una simple mirada de curioso ni de “gran hermano”, no es una mirada que nos controla y nos juzga. Es la mirada del Padre que nos ama como una madre ama al niño de sus entrañas y aún más. Es la mirada del que mira nuestra pequeñez como miró la pequeñez de María. Es la mirada del que no ve las apariencias sino al corazón, del que ve en los secreto y nos conoce con comprensión y ternura. Es la mirada del que me sondea y me conoce, del que me acompaña y nunca me abandona en su providencia. Es la mirada de amor que nos busca e invita a seguirlo.
El P. Kentenich colocó por primera vez un símbolo del Padre en la navidad de 1948 en el Santuario de Nueva Helvetia. Hace 60 años – el 19 de marzo de 1952 - también lo colocó en el Santuario del Padre, en F. Varela, nuestro Santuario Nacional, con una plática que es como la Carta Magna de nuestra misión nacional: la misión de anunciar al mundo el evangelio de la paternidad, de Dios y de sus transparentes.
Hacia el final de su vida el mismo Fundador regaló este símbolo que hoy nos visita para que un día sea colocado en el Santuario Original, cuando éste esté en manos de la Familia. Es el único símbolo que él mismo regaló y mientras espera su lugar definitivo recorre el mundo uniendo y motivando a toda la Familia internacional en la gran peregrinación hacia el 2014, hacia el Santuario Original.
Hoy está entre nosotros. Sentimos que en él nos visita el mismo P. Kentenich, que nos conduce hacia el buen Padre de los cielos, para estrechar un hondo abrazo de alianza con Él y para renovar nuestra misión de llevar a este mundo huérfano, a este mundo “hijo pródigo” a la casa del Padre. Precisamente en este año del Santuario en que anhelamos ser “Santuario vivo, hogar para el mundo”.
“Últimamente nuestros Santuarios filiales en el extranjero muestran cuánta importancia ha ganado en el pasado el canalizar inteligencia, voluntad y corazón hacia el Padre Dios. En todos lados se encuentra “el símbolo de la mirada del Padre”, que domina no sólo el pequeño coro, sino todo el espacio interior del Santuario. Se lo colocó con gran solemnidad en presencia de todo el movimiento. El acto solemne ha de ser considerado como el fin de un largo desarrollo, rico en tensiones y bendiciones  y como el comienzo de una próxima etapa, aún mucho más fecunda.”(PK 1952)
 P. Juan Pablo Catoggio
Córdoba 2012

Primer día
El Padre providente
El símbolo del Padre nos habla del Dios de la vida y de la historia, de mi vida y de mi historia concretas, el Dios de la Providencia.  Él me conoce hasta lo más hondo, conoce lo mejor de mí y tiene maravillosos planes para mí. Su voluntad es un extraordinario plan de amor y sabiduría, es el itinerario y el calendario de mi vida.
“Todo el Reino de Dios parte del Padre y desemboca otra vez en manos del Padre. ¡A Patre! ¡Desde el Padre!... ¡Ad Patrem! ¡Hacia el Padre! Esto es lo que nos indica el símbolo del Padre. El punto de reposo en todo el orden salvífico es Aquel que está sentado en el trono: de Él parte toda la vida. El libro de la vida, el libro del destino del mundo, de la Iglesia y de los hombres en particular, está en su mano. Allí está señalado exactamente el plan de nuestra vida y su mano poderosa y bondadosa cuida para que este plan se perfeccione y se realice parte por parte.” (PK 19.03.1952)
Pidamos al Padre que nos regale la fe en su divina y maravillosa providencia, que podamos descubrir su presencia detrás de cada acontecimiento de nuestra vida y nos sepamos siempre seguros bajo su mirada y de su mano.
Rezamos con el Salma 139
Señor, tú me sondeas y me conoces,
tú sabes si me siento o me levanto;
2de lejos percibes lo que pienso,
te das cuenta si camino o si descanso,
3y todos mis pasos te son familiares.

Antes que la palabra esté en mi lengua,
4tú, Señor, la conoces plenamente;
me rodeas por detrás y por delante
5y tienes puesta tu mano sobre mí;
una ciencia tan admirable me sobrepasa:
6es tan alta que no puedo alcanzarla.

¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
7¿A dónde huiré de tu presencia?
Si subo al cielo, allí estás tú;
8si me tiendo en el Abismo, estás presente.

Si tomara las alas de la aurora
9y fuera a habitar en los confines del mar,
también allí me llevaría tu mano
10y me sostendría tu derecha.

Si dijera: “¡Que me cubran las tinieblas 11y la luz sea como la noche a mi alrededor!”,
las tinieblas no serían oscuras para ti
1y la noche sería clara como el día.

Tú creaste mis entrañas,
1me plasmaste en el seno de mi madre:
te doy gracias porque fui formado
1de manera tan admirable.
14¡Qué maravillosas son tus obras!

14Tú conocías hasta el fondo de mi alma
y nada de mi ser se te ocultaba,
1cuando yo era formado en lo secreto,
1cuando era tejido en lo profundo de la tierra.

Tus ojos ya veían mis acciones,
1todas ellas estaban en tu Libro;
1mis días estaban escritos y señalados,
1antes que uno solo de ellos existiera.

¡Qué difíciles son para mí tus designios!
1¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos!
Si me pongo a contarlos, son más que la arena;
1y si terminara de hacerlo,
18aún entonces seguiría a tu lado.

Terminamos con el Padre Nuestro y la pequeña consagración a María


Segundo día
El Padre de misericordia

La Virgen María alaba a Dios “porque miró con bondad mi pequeñez e hizo grandes cosas en mí… acordándose de su misericordia” (Magnificat). El símbolo nos recuerda que el Padre nos ama como a la niña de sus ojos, como la cara pupila de sus ojos. Somos lo más importante para Él. Por nosotros lo da todo, hasta a su propio Hijo en rescate. Él dice de vos y de mí: Eres mi hijo muy amado, en quien tengo puesta mi predilección.

            “Sabemos que el símbolo del Padre nos indica: ad Patrem! Lo que parte del Padre debe volver al Padre. Por lo tanto la Santísima Virgen no es sólo un remolino que nos lleva a Cristo, sino también que nos lleva al Padre. La Madre y el Hijo tienen sólo una tarea: conducir al Padre. Por cierto que nosotros, como Provincia del Padre, hemos tenido desde el principio la tarea de llevar una corriente patrocéntrica a la Familia, al mundo y a nuestro tiempo…. Cuanto más fuimos conducidos a la Santísima Virgen, tanto más fuertemente Ella nos a Cristo, y en Cristo, al Padre… Y así como la corriente patrocéntrica ha crecido extraordinariamente, también el reverso ha crecido extraordinariamente: la corriente filial. Padre e hijo forman una unidad. Donde ha crecido la corriente del Padre, allí fluye también una corriente de filialidad. ¿Qué otra cosa podía necesitar con mayor urgencia la época actual que una corriente del Padre y una corriente de filialidad?... La Santísima Virgen nos condujo al Padre. Ella nos enseñó a rezar 'Padre nues­tro', 'Padre, te agradezco que me hayas revelado esto a mí. Te agra­dezco porque lo has revelado a los pequeños. Te agradezco que nos hayas revelado a nosotros todo el mundo de la senci­lla filialidad. Te agradecemos porque hemos encontra­do al Pa­dre...'"  (PK, 19.03.52)

Aunque a veces nos cuesta sabernos y sentirnos sus hijos predilectos, pongamos en el amor misericordioso y fiel del Padre toda nuestra esperanza. Recemos de corazón el Padre Nuestro, meditando cada palabra… tu nombre, tu reino, tu voluntad, tú, Padre.

Se puede meditar el canto de Dios Padre (Grande es el cariño) y al final renovamos la pequeña consagración a María.

Tercer día
El Padre, fuente de toda paternidad

La tragedia de la cultura de hoy es la tragedia del Padre, repitió muchas veces el P. Kentenich. Lo experimentamos en nosotros mismo y a nuestra alrededor. Muchos hombres, al decir de Sábato, “herederos de un abismo, deambulan exiliados en una tierra que no les otorga cobijo. En este desguarnecimiento existencial y metafísico, sufren huérfanos de cielo y de techo” (Antes del fin). El Padre es raíz que nos sostiene, casa que nos cobija, brújula que nos orienta. Nos da nombre, identidad y dignidad. Somos sus hijos, a Él pertenecemos. Desde sus Santuario María quiere formar hombres y mujeres que encarnen y reflejen el rostro y el amor del Padre al mundo de hoy, donde tantos hijos pródigos se sienten chicos de la calle, para llevarlos al hogar. “Santuario vivo, hogar para el mundo”.

                “Si la Santísima Virgen quiere crear desde sus Santuarios una profunda renova­ción mundial, entonces tiene que preocuparse también de que los transparentes del Padre Dios, el padre humano como reflejo del Padre Eterno, sea nuevamente el punto de reposo aquí en la tierra...Parece ser una de las tareas más esencia­les de la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt, crear desde sus Santuarios esta doble corriente patrocéntri­ca. Desde hace años venimos diciendo que uno de los mensajes nucleares de Schoenstatt es el mensaje de Dios Padre, es el mensaje de su imagen terrena, del transparente de Dios, y éste como el medio más importante y vital para que se dé en forma viva y eficaz una profunda e íntima filialidad frente al Padre Dios... Cristo declara: 'He manifestado tu Nombre a los míos...' Saben que nombre es. Es el nombre del Padre que hoy ya no suena más. ¡Cuántos millones de hombres ya no tienen padre! ¿C­ómo suena hoy la palabra padre? Millones y millones de hombres no tienen idea de los rasgos paternales de Dios, porque nunca han percibido el reflejo de este Dios, estos rasgos paternales en su padre humano.” (PK, 19.03.1952)

Pidamos que la mirada del Padre nos regale la alegría de sentirnos muy hijos y que podamos responder con nuestra entrega filial y con un amor paternal/maternal que haga sentir a todos los hombres la cercanía y el cuidado del Padre bueno, de ese Dios que es y nos hace familia.

Juan 14,1-9

«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones… 22Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar,  3volveré otra vez para llevarlos conmigo, 3a fin de que donde yo esté, 3estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy».

Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?».

Jesús le respondió:6 «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.6 Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre.7 Ya desde ahora lo conocen y lo han visto».

Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta».

Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? 9El que me ha visto, ha visto al Padre.”

 Terminamos rezando el Padre Nuestro y la pequeña consagración a María.

PEREGRINACIÓN DEL SIMBOLO DEL PADRE
PARA EL SANTUARIO ORIGINAL

ARGENTINA

“CON MARIA FAMILIA DEL PADRE”

ENERO - MAYO 2012

1- ¿Cuál es el sentido de que el Símbolo del Padre peregrine por todo el mundo?

La Conferencia 2014 – realizada en febrero 2009, en Schoenstatt- con representantes de 33 países, se planteó el objetivo de iniciar como Familia Internacional, la preparación al Jubileo 2014. Se pudo constatar que nuestra Familia Internacional, lleva grabada la Alianza de Amor como el centro de su existencia, y por lo tanto, será el centro de nuestra celebración jubilar. Asimismo experimentamos que el Santuario se ha transformado en nuestro hogar, en nuestro terruño. En la persona de nuestro Padre y Fundador por el vínculo filial con él, nos hemos hecho hermanos, y queremos ser su Familia, hoy y siempre.

La peregrinación mundial del Símbolo del Padre:

> Es una expresión y un medio que nos vincula con nuestro lugar de origen: El Santuario Original. Siempre que este símbolo visite cada uno de nuestros Santuarios nos unirá a este lugar santo

> Es para nosotros un signo elocuente de que la Alianza de Amor con la Mater madura hacia una Alianza con el Dios Trino.

> Nos une con nuestro Padre y Fundador, que a lo largo de su vida testimonió e hizo palpable el amor paternal de Dios. Es signo de la unidad de la Familia en el Padre y Fundador. Es expresión de gratitud por la corriente del Padre en la Familia.

> El recorrido del Símbolo del Padre que partió del Santuario Original hace palpable en su recorrido por los Santuarios Filiales la fecundidad de la vida de Alianza. ¡Tu Alianza, nuestra misión! Nos alegramos por esta riqueza, vamos cosechando los frutos de la Alianza, y con corazones agradecidos los haremos ofrenda, en el año 2014.

Con este símbolo, que nos recuerda el cuidado amoroso y la conducción de Dios Padre, quedamos todos invitados al Jubileo del 2014, en el Santuario Original.

2- ¿Qué importancia tiene este Símbolo del Padre?

Este Símbolo del Padre es un regalo de nuestro Padre y Fundador para el Santuario Original. El 15 de octubre de 1967, se lo confió a la comunidad sacerdotal de la Diócesis de Tréveris, en representación de la Familia Diocesana. Todavía no ha sido colocado, esto será posible recién cuando el Santuario Original esté a libre disposición de la Familia de Schoenstatt.

El Padre entregó el Símbolo con las siguientes palabras: “Reciba el Símbolo del Padre y recuerde siempre que con eso asume la tarea de cuidar con todas las fuerzas, que la corriente del Padre nunca desaparezca en la Familia, pero también de cuidar que el viviente Dios Trino nos devuelva cada vez más la libre utilización de nuestro Santuario Original a la vez que la libre utilización de nuestra Casa de Formación originaria” ( Se refiere a la Casa de Alianza)

3- ¿Qué expresa su forma?

Es un triángulo de metal dorado, representa un ojo, con un luminoso y claro cristal de roca como centro, rodeado de anillos que fluyen unos en otros, de adentro hacia afuera y de vuelta al origen. “Todo parte de Él y vuelve a Él”. El P. Kentenich le aplica la estrofa del Hacia el Padre:

“Del Amor eterno con diafanidad

vemos fluir torrentes de amor

derramarse por cielos y tierra

y retornar a su fuente” ( HP, nro 30)

Expresa la mirada de Dios Padre. El Padre que nos mira con amor, que nos acompaña. El Padre que cuida de los suyos. Nos recuerda la verdadera imagen de Dios que nos reveló Jesús y que nuestro Fundador nos regaló con sus enseñanzas y su vida. Un Dios bondadoso, de amor, de misericordia, un Padre de la historia, un Padre Providente.

4- ¿Es la primera vez que llega a Argentina?

No, es la segunda vez. Luego del fallecimiento del Padre peregrinó por los países que tanto tiempo habían estado esperando su visita personal, después de los largos años de exilio impuesto por la Iglesia. Aquí estuvo en 1968. Don Joao y un grupo de peregrinos brasileros, fueron a buscarlo a Oberá y desde allí, lo llevaron a Brasil. ( Ver crónica al final)

5- ¿Por qué nos visita en esta fecha?

Porque celebramos como Familia Argentina tres fechas importantes:

* 60 años de la Bendición del Santuario del Padre – 20 de enero de 1952

* 60 años que el Padre colocó el Símbolo del Padre, en el Santuario del Padre – 19 de marzo de 1952.

* 60 años de la Bendición del Santuario de la Madre y Reina del Pueblo- 16 de Abril de 1952 (Paso Mayor – Diócesis de Bahía Blanca)

6- ¿ Habrá algún festejo en especial en esas fechas?

El 20 de enero habrá una Santa Misa especial a las 19:00 hs.- en la Iglesia de Dios Padre.

El 17 y 18 de marzo se realizará en Nuevo Schoenstatt la Jornada Nacional de Dirigentes que concluirá con una Misa a las 12 hs. a la que estamos invitados todos para agradecer por el don de nuestro Santuario Nacional. Será en la víspera de los 60 años de la colocación del Símbolo del Padre por manos del Padre Kentenich.

Entre el 12 y 16 de Abril, la Familia de Bahía Blanca celebrará el aniversario de su Santuario.

7- ¿Qué mensaje nos dejó el Padre cuando colocó el símbolo en Nuevo Schoenstatt?

Es un mensaje MUY actual. Nos habla de la doble corriente de paternidad: la natural y la sobrenatural. Podríamos decir que es la Carta Magna para nuestro Movimiento en Argentina.. Una de las frases más fuerte es : “¡Cuántos millones de hombres ya no tienen padre! No tienen más la actitud de poseer un padre. ¿Cómo suena hoy la palabra “padre”? Millones y millones de hombres ya no tienen idea de los rasgos paternales de Dios, porque nunca han percibido el reflejo de este Dios, estos rasgos paternales, en su padre humano. Ustedes saben cuán profundamente animado me he sentido a sacrificar todo para que se hiciera realidad este orden salvífico de Dios.”

8- ¿Cuál es el itinerario del recorrido en Argentina?

Comienza el 2 de Enero en Santa María (Brasil) con la recepción del Símbolo y su posterior traslado a Oberá (Misiones). Luego de recorrer todos los Santuarios de Argentina y Uruguay (Nueva Helvecia), será entregado a la Familia de Paraguay nuevamente en Oberá.

En el Agregado al final, figura el itinerario con el detalle de fechas y contactos.

9- ¿Qué tenemos que tener en cuenta?

* Conciencia del cuidado por su valor simbólico y material

* La Comunidad que recibe el símbolo se traslada a buscarlo

* Cada Comunidad organiza en su ámbito las celebraciones y el recorrido que crea más conveniente

* Cada comunidad se compromete a elaborar una crónica y registro fotográfico de la visita para la página web nacional. Enviar a: monina@schoenstatt.org

10- ¿Cómo comunicamos el movimiento del Símbolo a lo largo de su itinerario?

Se solicita a los responsables del Símbolo en cada comunidad, que tan pronto lo reciban lo informen via e-mail a los siguientes destinatarios:

Para: Raúl F. Viñas

CC: P.Pablo Pol ,

P. Javier Arteaga ,

Comisión Argentina 2014

Como alternativa en caso de no poder comunicarse via internet, podrán hacerlo a través de los siguientes teléfonos:

Raúl F. Viñas ……………………………………….. 011-15-5317-0540
P.Pablo Pol………………………………………….. 011-15-4187-7620
P. Javier Arteaga…………………………………. 011-15-5456-5373
Comisión 2014 – Confidentia (Bs As)…….. 011-4811-8025

11- Una oración que nos puede acompañar en este tiempo:

“Silencioso y paternal te vemos detrás de cada suceso, te abrazamos con amor ardiente y con ánimo de sacrificio, vamos alegres hacia Ti.” HP.

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jueves, marzo 29, 2012

Región Caná

Formulación Ideal Región Mediterránea

El 22 de Marzo tuvimos nuestra tercera Jornada de Búsqueda del Ideal Regional. En un clima de mucha expectativa, trabajo y alegría el Espíritu Santo nos fue iluminando y encendiendo el corazón de cada una hasta descubrir, juntas, aquello que desde toda la eternidad Dios Padre pensó para nosotras.

Primero, divididas en equipos, repasamos todo lo que habíamos acordado en las otras Jornadas. De éstas y de la vida de la Región, cada grupo, presentó cuatro palabras, ideas fuerzas, sustanciales del espíritu y la misión:

Alegría, servicio, creatividad, orante, vinculante, adoración, hija… luego de expresadas y escritas en el pizarrón marcábamos las coincidencias y volvíamos a trabajar con las ideas fundamentales: Servicio-creatividad, vinculante-hija, alegría, orante, testimonial.

Con estas palabras dimos otra vuelta de tuerca para señalar ¿cuál de estas palabras es nuclear, cuál marca lo central, lo más importante?

Y ¿cuál de estas palabras marca una acción fundamental para la región, que se podría convertir en verbo (aunque este verbo no exista)?

Nuevamente coincidencias,las que se venían dando desde el primer taller: vinculante, alegría orante, hija vinculante; servir, vincular –servir, testimonial.

Por último, cada equipo, debía intentar expresar una formulación. Y así concluimos esta:

“¡Hijas orantes, forjadoras de vínculos!¡servimos con alegría!”

A partir de allí teníamos que buscar un NOMBRE, con el consenso de todas. Y lo que parecía imposible, dado la hora y el cansancio, se dio. El Espíritu Santo nos fue envolviendo, abriendo nuestro corazón y nuestra mente: surgió Caná, y poco a poco, cada una fue dándose cuenta que ESE era nuestro nombre, cada una fue percibiendo que en Caná está sintetizado todo aquello que somos y lo que queremos llegar a ser como comunidad.

Con mucho gozo en el alma fuimos hasta el Santuario para agradecerle a la Mater, al Padre, al Espíritu Santo el gran regalo recibido.

Queremos agradecer a todas las que han rezado por nosotras y muy especialmente a la hermana Mariela que, con una conducción magistral, nos guió en todo este camino de búsqueda.

¡mil gracias hermana Mariela!

Antes de comenzar con el taller festejamos los cumpleaños de Dolores y Amalia, cumplían ese día, y adelantado, el de la hermana Mariela, a quien regalamos un Juego de Mesa : "Sin palabras", semejante al Pictionary.

Desde la Región de Caná, saludamos a todas nuestras hermanas federadas,con mucho cariño: Ana y Nuri

viernes, marzo 16, 2012

Argentina - 18 de marzo de 2012

Queridos hermanos en la Alianza:

Este 18 de marzo celebramos 60 años de la entronización del símbolo de Dios Padre realizada por el P. Kentenich en el Santuario de Nuevo Schoenstatt. La fecha exacta fue el 19 de marzo, día de San José. En aquella oportunidad el P. Kentenich dijo: “Desde hoy sabemos que el símbolo del Padre nos indica Ad Patrem. ¿Saben lo que significa esto? Lo que parte del Padre debe volver al Padre. Por lo tanto desde hace muchos años, hemos agregado: La Santísima Virgen no es sólo un remolino que nos lleva a Cristo, sino también hacia el Padre. La Madre y el Hijo tienen sólo una tarea, conducir a los que les son confiados a Dios Padre” (P. K. 19/3/52). Por eso en el Santuario se destaca sobre el retablo de la Virgen, el símbolo de la mirada de Dios Padre.

Hace un par de años, luego de un retiro sobre la paternidad de Dios, un hombre me contó que el tema lo había movilizado. Me contó también que desde hacía tiempo cada vez que en la Misa rezaba “creo en Dios Padre” se inquietaba interiormente porque sentía que creía más en Cristo que en Dios Padre; a Cristo lo veía cercano, solidario con los hombres, bueno y fiel hasta la muerte; pero a Dios Padre lo sentía lejano y juzgador, que imponía reglas, castigos o recompensas. Un Dios de temor que le recordaba los sentimientos que tenía de chico frente a su propio papá y que, luego de años de terapia, los había podido superar. Así como había aprendido a relativizar a su padre también ahora “relativizaba” a Dios Padre... y se inquietaba al decir “creo en Dios Padre”. 

El P. Kentenich repitió muchas veces que pueblos sin padres son pueblos sin Dios: “Innumerables católicos no llegan a tener una profunda relación filial con Dios Padre porque les falta el fundamento en el orden natural. Por la misma razón para muchos, con el andar del tiempo, el Padre Dios perderá consistencia y llegará a ser nada más que una idea” (P. K. “Dios, mi Padre, 131). La tragedia del hombre de hoy es la tragedia del padre: padres “ausentes” física o espiritualmente; padres “proveedores”, dan cosas pero no se entregan ellos mismos; padres “desvalidos” y débiles de carácter; padres “autoritarios”, manipuladores y violentos; padres “cómplices” y permisivos pero estériles en virtudes y valores… Desde hace tiempo muchas voces del ámbito de la psicología han llamado la atención sobre la necesidad de ocuparse del padre y del rol que éste debe ocupar en la vida familiar, presencia fundamental para la autoestima, la seguridad existencial, la capacidad relacional y de superación personal de los hijos. Así como la relación con el padre es de vital importancia en múltiples campos de la vida del hombre, esa misma relación será también “camino y seguro para su relación de fe” con Dios Padre.

En este contexto, aquel 19 de marzo de 1952, al colocar el símbolo de Dios Padre en el Santuario, el P. Kentenich recordaba la situación del hombre moderno y decía:¿C­ómo suena hoy la palabra padre? Millones y millones de hombres no tienen idea de los rasgos paternales de Dios porque nunca han percibido el reflejo de este Dios, estos rasgos paternales, en su propio padre humano”. Ernesto Sábato, desde otra perspectiva, observó este mismo dolor de los hombres y decía: son “herederos de un abismo, deambulan exiliados en una tierra que no les otorga cobijo. En este desguarnecimiento existencial y metafísico, sufren huérfanos de cielo y de techo” (E. Sábato, “Antes del fin”, pg.41).

Para alegría debo decir también que muchos hombres y mujeres son concientes de esta problemática de la paternidad humana como expresión y camino para el vínculo filial con Dios. Espiritualmente unidos al P. Kentenich y siguiendo sus enseñanzas, trabajan sanando heridas, abriendo nuevos caminos, tendiendo puentes y fortaleciendo los vínculos patero-filiales. Un buen padre en la tierra abre el camino hacia el Padre del cielo.

Volviendo al hombre del retiro, le dije que si él creía verdaderamente en Cristo tenía que comprender su “Buena Noticia”, “la noticia salvadora”: Cristo vino a revelarnos el verdadero rostro de Dios que es Padre: «No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones… Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy». Tomás le dijo: «Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?». Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto». Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14,1-9). El Padre es raíz que nos arraiga y sostiene, es casa que nos cobija, es mano que bendice, orienta y guía, es seguridad que fortalece y anima para abrirnos camino en el mundo. Nos da nombre, identidad y dignidad. Somos sus hijos, a Él pertenecemos.

María, desde sus Santuarios, sigue educando hombres y mujeres que, como Cristo, encarnan y reflejan el amor y la verdad del Padre al mundo de hoy. María sigue gestando padres y madres que dan hogar en su corazón a tantos hombres que viven sin cobijo existencial; Ella nos enseña a ser Santuarios vivos, hogar para el mundo.

Esa fue la experiencia del P. Kentenich y así lo expresaba aquel 19 de marzo: “Parece ser una de las tareas más esencia­les de la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt, crear desde sus Santuarios esta doble corriente patrocéntri­ca (padres de la tierra y el Padre del cielo). Desde hace años venimos diciendo que uno de los mensajes nucleares de Schoenstatt es el mensaje de Dios Padre, es el mensaje de su imagen terrena, del transparente de Dios, y éste como el medio más importante y vital para que se dé en forma viva y eficaz una profunda e íntima filialidad frente al Padre Dios” (P. K. 19.03.1952).

El filósofo alemán Josef Pieper decía que la grandeza de una fiesta depende de la grandeza del motivo. No se trata tanto de lo que hagamos ni del despliegue, sino del motivo en sí, si nos motiva a comprometernos con lo que celebramos. Queridos hermanos, creo que esto vale para la fiesta del 18 de marzo: no sólo recordamos la bendición del Santuario y colocación del símbolo de Padre sino que, mucho más, queremos renovar nuestro compromiso con la misión por la cual vivió el P. Kentenich: Con Cristo y María ser imagen de la misericordia de Dios Padre, trabajando por una nueva cultura de vínculos, una sociedad con alma de Familia y una cultura de Alianza.

Desde el Santuario les deseo un bendecido día de Alianza.

P. José Javier Arteaga



¡SANTUARIO VIVO, HOGAR PARA EL MUNDO!