miércoles, junio 20, 2012


13º Puente


“Mantengamos encendida la llama de la entrega”

Crónica


1, 2 y 3 de junio del 2012

VIERNES 1

Siendo las 16 hs, en Villa Allende,  Córdoba, en la Casa de Retiros de la Consolación, se da comienzo al 13º Puente de la Federación de Madres. Con la presencia del Consejo Territorial, Asistentes, Madres y Prefectas de cursos, charlistas, encargada del Circulo de Adoración y referentes de educación. La Jefa de las Comunidades Libres, Inés Podestá no está presente, ausencia motivada por el fallecimiento de su mamá.

La ORACIÓN DE INICIO estuvo a cargo de la delegada del 4º curso Elena Ayanz. Agradece a nuestra Madre el llamado a ser sus instrumentos para esta gran misión divina, implorando al Espíritu Santo nos envíe el espíritu de Pablo.
La BIENVENIDA estuvo en primer lugar a cargo de nuestra Jefa Territorial Matilde Giménez. Hace una comparación de lo que fue el 1º Puente, al que asistieron solo cuatro cursos, 8 prefectas o delegadas, y la frase que salió del puente fue: “Ser especialistas en la construcción de puentes”, de allí el nombre de estos encuentros.

Con el Puente se le toma el pulso a la federación, es una posibilidad única de encuentro de madres, prefectas o delegadas que nos ayuda a intercambiar experiencias, crecer como dirigentes formándonos como nuestro Padre nos soñó.
Como dueña de casa la jefa de la Región Mediterránea, Nuria Platzeck, nos dio otra original bienvenida. Aludiendo a la obra de teatro de Alejandro Casona, comparó el nervioso ir y venir de los personajes en víspera de una fiesta familiar, con la inusual actividad de la Región preparando este encuentro, carteles, flores, tarjetitas, souvenirs y el vino que no podía faltar en honor al ideal de esta Región “Caná”, recientemente descubierto. En éste, nuestro festejo de Familia, constituiremos una comunidad rejuvenecida, como un barco reacondicionado a punto de ser lanzado a la mar.

PRESENTACION  DE LAS PARTICIPANTES


Dolores Otero de Calvo (Curso Nº 13 de Córdoba) coordinó este momento. Fue nombrando curso por curso, la madre o prefecta de cada uno se presentaba, comentando cuántas personas lo integraban y el ideal del curso. Fue un momento de conocernos mutuamente y de relacionar caras con nombres. En Argentina somos veinticuatro cursos y en Paraguay cinco.

CHARLA: ROL DE LA PREFECTA Y MADRE DE CURSO


Esta charla fue preparada con mucho cariño por M.Inés Erice de Podestá, pero en su ausencia, fue presentada por Lux Elena Ramírez (Sub jefa Consejera por Paraguay).
La exposición se centró en algunos rasgos característicos concretos del rol de las prefectas y madres de curso.

Es primera entre pares, no tiene que sentirse superior ni que goza de privilegios. Tiene que conquistarse autoridad moral, la que emerge del testimonio de su vida.
Es llamada a servir, siguiendo los ejemplos preclaros de Jesús y María. “No he venido a ser servido sino a servir”, dice Jesús. El servicio comienza por alentar, estimular a todas para que crezcan.

Esa maternidad espiritual es dar vida y cuidar esa vida para que llegue a su plenitud. Cuidar los medios ascéticos.
En esta tarea nuestra imagen es María y Ella nos enseña a escuchar, reflexionar y actuar. También analizó la pregunta: ¿como podremos desarrollar esta tarea? Planificar bien el año y las reuniones, que se cumplan los horarios de comienzo y finalización. Cuidar que las madres de su curso crezcan en libertad y responsabilidad y que no se cree una dependencia de ella. Ser factor de unión y mantener contacto con la encargada de las Comunidades Libres. Motivar la vinculación a los tres puntos de contacto: Mater, Santuario y P.Fundador.

TALLER


Se dividieron las participantes de acuerdo a candidatura y nivel de consagraciones para trabajar sobre casos concretos. Se notó interés y entusiasmo en el intercambio que se dio en los trabajos de grupo.

SANTA MISA. Homilía del P.Javier


El Padre Javier destacó tres actitudes que las participantes nombraron en su presentación Alegría - Agradecimiento a la Divina Providencia - Aprovechar este tiempo para enriquecernos y enriquecer.
En la lectura de 1 Ped 4, 7-13  el Padre nos invita a practicar la hospitalidad y la receptividad como actitud del corazón de toda mujer, que nosotras lo traducimos como ACOGIDA, ser Santos vivos. Poner al servicio los dones recibidos, no traficar con ellos. Como federada: SÉ LO QUE TIENES QUE SER.

SABADO 2
CHARLA:   “APROPIACION Y PERTENENCIA”

La disertante fue Nelly Pazos (Curso 11).  En primer lugar nos habló sobre la apropiación de los ideales:

Analizó por qué estamos en Federación. Porque es una vocación, un llamado y una elección. El llamado es una iniciativa de Dios y requiere de nuestra repuesta. Es un dialogo entre Dios y nuestra alma, un diálogo de Alianza. La consecuencia de nuestro sí es alegría, paz, esperanza y responsabilidad.
Federación es una opción por la santidad: En la Federación se requiere una decisión y aspiración a la santidad. Decidirse y ponerse en camino. Esto requiere un esfuerzo.

Es una decisión por una comunidad. La federación es una comunidad de elite dentro de Schoenstatt. Cada una somos una carta de presentación de Schoenstatt. Cada curso es un modelo de Schoenstatt para otros. La vida comunitaria, para ser plena, requiere tres imperativos: a) el amor familiar debe impregnar de alegría la atmósfera de convivencia, b) el amor familiar debería impulsarnos a tomar iniciativas, c) en la vida comunitaria se asumen responsabilidades. Y estas tareas debemos asumirlas con alegría, disponibilidad y magnanimidad.
La vida familiar se fundamenta en la oración, el sacrificio y la disposición constante para dejarnos educar.

Se plantearon las dificultades para vivir nuestro ser federada. Y vimos los conceptos de obligación y libertad: “la verdadera libertad es la libertad de todo lo terrenal, es decir, de todo lo que no es de Dios o lo antidivino, y la libertad “para” Dios y todo lo divino, o para los intereses de Dios. Libertad “de” y libertad “para”. Llegamos a esa auténtica libertad solo viviendo el espíritu de los consejos evangélicos. En libertad hemos aceptado el llamado de Dios a la Federación. De allí se desprenden ciertas obligaciones “obligaciones las necesarias, libertad todo lo posible y alto cultivo del espíritu”.    

En segundo lugar se refirió a la PERTENENCIA: si estamos arraigadas en Federación, la pertenencia es una consecuencia.

TALLER     “Apropiación y Pertenencia”


Nuestra Jefa Regional Matilde, invita a las Madres y Prefectas a trabajar en cada Curso las situaciones presentadas en los Talleres.

 Este Taller presentó distintas situaciones que nos impiden cumplir como federadas. Cada grupo las trabajó y vivenció con mucho entusiasmo.

En la puesta en común concluimos que, si tenemos vocación, la Federación es también un deber de estado, no solo nuestro rol de esposa y madre es deber de estado.

Existen dos pasos que no pueden faltar al tomar una decisión: 1. En primer lugar, hacer todo lo posible para tratar de encontrar una salida concreta al problema. 2. En dependencia filial, hacernos siempre la siguiente pregunta: ¿Qué me pide hoy la Mater, el P.Kentenich, cuál es el plan de Dios Padre? Acostumbrarnos a discernir con ellos, nunca yo sola, y en esta dependencia filial poder tomar una decisión libre, a conciencia. No nos quedamos en nuestra situación, vamos siempre a ese otro nivel sobrenatural con el Padre, con la Mater. Al mismo tiempo, saber que toda decisión tiene consecuencias, pero, aunque éstas me traigan complicaciones, yo estoy tranquila, las asumo libremente porque Dios me da esa seguridad.

 SANTA MISA: Evangelio de las Bodas de Cana: El Padre Javier analizó la lectura: María le pide ayuda a Jesús y le dice a los hombres “hagan lo que Él les dice” que es Palabra de Vida, es bueno, escúchenlo, síganlo.
Qué significa para nuestra Federación? Que la vocación produce un cambio que nos habilita para la plenitud, para ser felices y santas. En ese camino vamos viviendo etapas,  vamos cambiando, creciendo, desarrollando, plenificando, y Federación nos da los medios para llegar : * Medios comunitarios: encuentro de curso, retiros, puentes, etc

*Personales: la autoeducación (medios ascéticos). Utilizarlos al máximo, nos aseguran llegar a la meta. Estos nos transforman y esa transformación se da en el Santuario, en el vínculo con María. ” NO HAY SANTIDAD SIN DIOS Y SIN SANTUARIO.”

CHARLA “ÍMPETU APOSTOLICO Y MISIONERO DE CADA FEDERADA”

A cargo de Bettina Dacosta – 3º Curso, Paraguay. El objetivo de la charla es despertar la conciencia apostólica en las madres federadas.
Definición: un apóstol es un elegido y enviado por Jesús para cumplir una misión, la de llevar su mensaje y hacer presente a Cristo en el mundo. El espíritu apostólico es una dimensión esencial de nuestra Federación. Una federada siempre es apóstol. María nos enseña que el apostolado es oración, servicio y sacrificios. Es necesario actuar nuestra oración y orar nuestra acción. Pablo nos enseña las actitudes fundamentales de un apostolado: vivir una profunda y alegre conversión, enamorarnos cada vez mas de Cristo y ser apóstoles encendidas por el amor de Cristo esforzándonos por crecer en el amor. El Santuario es la fuente del apostolado, allí bebemos y a este lugar conduciremos a otros para que beban. Es muy importante tener conciencia de nuestra misión, porque esto ordena nuestros actos, prioriza nuestras actividades y nos alienta en tiempos difíciles.

Desde el origen de nuestra Federación en Hoerde, el impulso apostólico fue muy fuerte, siendo S.Pablo el caso preclaro de apóstol. Tres pilares tiene todo apostolado: el apostolado del ser, el del hacer, y la oración y el capital de gracias.

El desafío que nos llevamos es despertar la conciencia de misión en nuestros cursos, el objetivo de toda nuestra formación es la acción apostólica con un sello Schoenstattiano.

TALLER
Se analizaron los problemas más comunes que surgen en nuestros cursos y se buscaron soluciones. Este trabajo fue de una experiencia muy enriquecedora y se clarificaron algunos errores de concepto. La H.Mariela destacó la diferencia entre servicio y apostolado. Como federadas estamos formadas y llamadas específicamente para llevar la Palabra de Dios, el mensaje del Evangelio, la luz de Cristo, el mensaje de Schoenstatt a otras personas. Si por una causa bien justificada, no puedo hacer algo de esto, entonces hago un servicio, pero no debo conformarme con esto solo sino que debo aspirar y esforzarme por llevar el mensaje de Cristo en un apostolado concreto.

VARIOS

Curso 22 a distancia: informa Matilde que es un curso que se inició en el año 2010, para responder al anhelo de 13 madres, de diferentes ciudades del país, que no podían acceder a Federación pues, no habiendo suficientes candidatas en sus ciudades, no se podía formar un curso. Ahora todas ellas conforman un curso, dos veces por año se encuentran en F. Varela y regularmente se contactan en forma virtual. Cada una asiste al Retiro más cercano a su ciudad. Este año han tenido un encuentro extra, en Paraná, y proyectan rotar este 3º encuentro en diferentes ciudades en los próximos años. Las educadoras son Beatriz Bigliardi y Rosita Buduba, ambas del 4º Curso.

Círculo de Adoración de Federación: informa Cristina Fezza de Celso. Se fundó en el año 2003; se incorporan las madres que así lo deseen, a partir de la 2º Consagración. Se tomó esta decisión considerando que en Federación, desde que comenzamos, siguiendo la pedagogía del P. Kentenich, vamos haciendo un camino paulatino de crecimiento en el compromiso y la responsabilidad. Obviamente, cada una puede hacer Adoración en forma personal, y de hecho estamos todas invitadas a hacerlo. 

Quien quiera incorporarse al Círculo se tiene que comunicar con la Referente de Adoración de cada Región. Ellas son:

En la Región Mediterránea: Gabriela Rinke y Lucrecia Carranza   
En la Región de Cuyo: Yoli Castro
En la Región Metropolitana: Rosita Buduba    
En Paraguay: Fanny Daniel                

Recordamos que en preparación al 2014, con el objetivo de fomentar la Adoración, desde el año 2006 estamos regalando una Custodia por año a distintas Capillas. Esto se ha hecho acompañado del trabajo de distintas actitudes durante el Mes de María. Llegaremos al 2014 con 9 Custodias regaladas. Cristina invita a todas las madres de Federación a pensar cómo plasmamos, en alguna forma especial, esta entrega a la MTA.

Peregrinación 2014 a Tierra Santa – Roma - Schoenstatt, informa Graciela Horga, será en Mayo 2014. Se podrá optar ir a las 3 ciudades o solo a 2 ó 1. Por razones obvias no se puede fijar el costo del viaje. Estimativamente pensamos en 6000 dólares, los 3 lugares. La agencia elegida es Villamil Altube, con mucha experiencia en Tierra Santa. Graciela pide que se nombre una encargada del viaje por Región. Hay 40 plazas reservadas en Schoenstatt, en la Casa de la Federación de Sacerdotes. Se nos pide que, la que tenga intención de ir se anote cuanto antes (más allá si a último momento no puede, ninguna está libre de tener alguna complicación). La Agencia nos ofrece hacer un autoahorro: vamos depositando lo que cada una puede y ellos nos llevan el control. Nosotras a su vez, enviamos copia del depósito a Ana del Carril quien también llevará el control. Esto aún no se ha implementado. Mientras no tengan nombrada la representante en sus Regiones, anótense con Isabel Gortari, del curso 2, promotora de este viaje: Isabel Gortari


HACIA EL 2014 – Padre Javier       


Este es el esquema final que resultó de la charla que nos preparó el Padre Javier

Qué celebramos? Los 100 años del Santuario original, los 100 años de la  Alianza de Amor

Y los 100 años de la Familia de Schoenstatt.

Cómo celebramos? Como Familia internacional de Schoenstatt desde todos los continentes las cuatro corrientes, El Padre y su carisma. El Santuario y todo su Cosmos. Corrientes Misioneras. La Unidad.

Como celebramos? Queremos priorizar 5 áreas estratégicas de nuestra acción apostólica:

1- Matrimonio y Familia,
2- Juventud,
3- Pedagogía,
4- La Iglesia local y mundial,
5- La Sociedad, el nuevo Orden Social.

Cómo celebramos? Desarrollando proyectos apostólicos concretos, así contribuiremos  a crear una Cultura de Alianza, no como concepto teórico sino como Estilo de Vida de Alianza, para la Renovación de la Alianza de Amor, para la Renovación de Schoenstatt,  para la Renovación de la Iglesia y el Mundo.

Dónde celebramos y Cuándo?

En Schoenstatt del 16 al 19 de octubre del 2014, queremos llevarle a la Mater los frutos de nuestro apostolado en las cincos áreas y ponerlo a sus pies en el Santuario Original.

En Roma, del 23 al 25 del 2014 para regalarle nuestros frutos de los proyectos apostólicos a la Iglesia.

En cada Santuario Filial y en cada Ermita, el 18 de octubre del 2014 para renovar juntos la Alianza de Amor.

Mensaje Final: Nos admiramos que en todas partes del mundo lo que nos mueve e inspira es la profunda Fe en la realidad de la Alianza de Amor con MARIA.

La Mater nos regala en el Santuario la gracia de plenificar esta tierra, abre el alma para que penetre la gracia, el secreto es  NADA SIN TI, NADA SIN NOSOTROS.   

                                               
CHARLA DE CIERRE,  Hna. Mariela    

A la luz del centenario del Acta de Pre fundación, el 27 de octubre de 1912, queremos iluminarnos hacia hoy y hacia nuestro futuro. El Padre propone a los jóvenes un programa de Autoeducación. La vocación de federada conlleva una decisión por la Autoeducación, su importancia es fundamental

La Hermana cita tres parábolas de Mateo que explican qué es el Reino de los Cielos: es como semilla que van a fructificar dependiendo del cuidado del terreno, es como un tesoro escondido en un campo; como perlas finas. Los protagonistas descubren el tesoro y consideran que vale la pena vender TODO para conseguirlo porque el tesoro/perla lo valen. Este tesoro es Jesús.
Nosotras como hijas de Schoenstatt, también hemos descubierto un tesoro: es nuestro curso y nuestro ideal de curso. La Madre de curso es como la Administradora del campo, que tiene que preparar el terreno para que dé mucho fruto.

La Autoeducación no es solo una invitación, es un imperativo: “Juntos queremos educarnos a nosotros mismos
El Padre habla también de un imperativo del tiempo al que tenemos que dar respuestas. El tiempo actual nos invita a educarnos para dominar los adelantos tecnológicos. No podemos rechazarlos, debemos aprovecharlos. Todo es un llamado a la autoeducación.

Como Madres de curso, tenemos que conquistar la credibilidad. Debemos ponernos al servicio de la realización personal de cada hermana de curso. Nuestra voluntad de lucha no debe oxidarse. Es fundamental que busquemos motivaciones concretas y reales para nuestra autoeducación. Actualicemos nuestros ideales, también nuestro Estilo de Vida. Tienen que tocar la vida, lo que ahora, hoy, nos está pasando. Deben responder a los desafíos que ahora nos presenta nuestra familia, el trabajo, el mundo de hoy.
Dudamos si es tan importante la autoeducación, si lograremos santificarnos… y pensamos que no es posible. Pero el Padre lo dice clarito en el Acta de Pre fundación “aceleración de la propia auto santificación”. Con mi esfuerzo no voy a llegar a ser santa, pero sí voy a crear las condiciones para que Dios me pueda regalar santidad. La Mater en el Santuario también nos regala la gracia de Santificar nuestra autoeducación.

 Como en la parábola vemos preparar el campo, aprovechar la tierra buena, prepararla para el sembrador. Nos preguntamos: Como está mi tierra? PK: La semilla cayó en terreno receptivo a la gracia, la tierra tiene que contribuir con algo para que la gracia obre. Si nosotras no hacemos nuestra parte, vamos a ser un fracaso para Dios, para que mi familia se llene de Dios. Somos sus hijas elegidas, amadas en forma especial, nos llamó, tenemos el regalo de la riqueza de la Federación. Esta gracia prepara el terreno, nos abre, pero NO cuando nos cerramos y sentimos que somos inútiles, que no podemos y así nos paralizamos.

Es tarea de la Madre trabajar para que en nuestro curso también se sientan privilegiadas y apliquen el Nada sin Ti y Nada sin nosotros. Cada una de nosotras es un campo donde hay un tesoro que Dios enterró, pero el tesoro es para que dé mucho, no para que esté enterrado; es para dar a otros y para esto tengo que pagar un precio, trabajar nuestro campo, para que este tesoro surja y podamos brindarlo a los demás.
Que el Campo de mi curso sea lo que la Mater y el Padre quieren.


HOMILÍA DEL PJAVIER  - Evangelio: Mt 28, 16-20    Fiesta de la Sma. Trinidad

Este Misterio de la Sma. Trinidad es un Misterio de Amor muy grande que de a poco vamos entendiendo. Para que pudiéramos entender su historia, Dios se ha manifestado en la Palabra, nos envió a su Hijo, el Verbo. Él nos revela que somos hijos adoptivos de Dios, nos hace llamarlo Abba, nos revela que siguiéndolo a Él vivimos el ser hijos de Dios.
Cuando Cristo vuelve al Padre, nos regala el Espíritu de Dios con nosotros. El Espíritu es como una fuente de Amor, el amor es el que inspira, ilumina y guía, nos alimenta, como hacemos con nuestros hijos. Dios es como una fuente que rebalsa y regala vida. María es una fuente Ella misma. Nosotros somos fuente de vida para otros, hijos, amigos, quienes a su vez también son fuente de vida para otros.

En este Puente nos hemos sumergido en una Fuente de Amor que nos da fuerza, vida, para que brote y de vida, sanación, gracias, en nuestros cursos.
Que todo sea siempre iluminado por ese Dios que es Padre y Espíritu Santo.


DESPEDIDA Y VISITA AL SANTUARIO DE VILLA WARCALDE

Después de un riquísimo almuerzo, nos fuimos en caravana hacia el Santuario de la Villa. Allí nos encontramos con JESÚS en la EUCARISTÍA, en silencio y recogimiento escuchamos las oraciones que estaban realizando las Hnas Evangelina y Sofía.
Nos despedimos con mucho cariño y alegría de haber podido participar de este encuentro de hermanas.

¡HASTA EL PROXIMO PUENTE QUERIDISIMAS HERMANAS DE FEDERACION!

A continuación las charlas completas

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Rol de la Prefecta y Madre de Curso
M.Inés Erice de Podestá
Quiero mencionarles cuál fue el propósito que nos llevamos: "Madres serviciales, alegres y dispuestas". Pienso que en esta frase se resume nuestro rol, pero lo ampliaremos un poquito más.
Vimos en el Puente anterior las características que tiene que tener un jefe, un dirigente y nosotras somos una comunidad de jefes. Esos mismos rasgos también tendría que tenerlo la prefecta y especialmente la madre de curso. Sólo un pantallazo, no me detendré mucho, quiero llegar a puntos concretos del rol de cada una de nosotras.

Algunas características:
  • Primero entre pares, debemos sentir siempre a nuestras hermanas como nuestras pares, no somos superiores, no gozamos de privilegios.
  • Tenemos que conquistarnos autoridad moral, la que emerge del testimonio de nuestra vida.
  • Servicio. Nuestros ejemplos preclaros son Jesús y María. “No he venido a ser servido sino a servir”, nos dice Jesús. Y vemos a María, como lo hizo con su prima Isabel.
  • Alentar. El servicio comienza por alentar, estimular a todas. Aceptar a cada una de mis hermanas, descubrir sus cualidades y talentos, estimularlas para que crezcan.
  • Maternidad espiritual. Que no es otra cosa que dar vida y cuidar esa vida para que llegue a su plenitud. Y para ello también nuestro modelo es Jesús, el Buen Pastor, quien conoce a sus ovejas y sus ovejas lo conocen a él.
Nuestra imagen de madre es María, ella es nuestro modelo, y ella nos educa para que lleguemos a ser sus transparentes.
Podemos ver en las escenas bíblicas cómo es María y cómo nos enseña a actuar. En la Anunciación. Escuchó, reflexionó y actuó.

María escuchó al ángel, no lo interrumpió. ¿Cuántas veces nosotros no somos capaces de escuchar a nuestra hermana que viene a contarnos o a pedirnos algo? estamos muy ocupadas en nuestros problemas personales. Y cuando alguien nos habla le interrumpimos: pero no sabés lo que me pasó a mí... Debemos aprender a escuchar a los demás y a Dios. Yo debo abrir mi corazón y mis oídos para escuchar, lo que me dice y lo que yo descubro en sus silencios.

También en las reuniones, prestar el micrófono a todas. Estar atentas a que no solo algunas hablen, eso puede suceder dependiendo de los temperamentos. Preguntar a menudo, “y vos Josefa, qué opinás?

Luego María reflexionó, Ella quiso descubrir el significado de las palabras antes de responder. Fue reflexiva, no responde atolondrada al pedido del Ángel y después da su sí al querer del Padre. ¿Antes de tomar decisiones, me tomo mi tiempo para reflexionar y descubrir el querer de Dios?

Y finalmente, María respondió. Nosotras también tenemos que reflexionar antes de responder a nuestra hermana de curso y a quién acude a nosotras. Ellos son las causas segundas a través de quien Dios nos habla. Dios espera siempre una respuesta de nosotros. Esa respuesta implica una opción, una decisión y en toda decisión hay una elección que implica una renuncia. Nuestra madurez se manifiesta en nuestra capacidad de decidir, de tomar decisiones ponderadas, haciéndonos responsables de las consecuencias lógicas de esa decisión. Podremos pedir ayuda, consejos, pero ser nosotras quienes en definitiva tomemos las decisiones y no esperar que otro decida por nosotros. Luego de reflexionar, ¿Doy mi sí a su voluntad?

Otra escena. Miremos a María cuando sale presurosa a la casa de Isabel para ayudarla, para servirle. No pensó en ella ni en que iba a ser la madre de Dios, sino que fue a servir. Cuántas veces giramos en torno nuestro, a nuestras necesidades y preocupaciones, a nuestra salud no vemos la necesidad del otro ni vamos a servirle.

También nos enseña a servir en las Bodas de Caná. El servicio es también adelantarse a la necesidades de los demás. ¿Cómo me comporto con mis hermanas de curso? Estoy atenta a sus necesidades?

Cuando pierden a Jesús, cuando lo encuentran en el templo. María guardaba todo en su corazón. ¿Meditamos también nosotras qué nos quiere decir Dios en cada suceso de nuestra vida?

En el Gólgota, ella se mantuvo entera ante el dolor. No es que no haya sufrido. Como cualquier madre que ve morir a su hijo en esas condiciones, y mucho más sabiendo que quien estaba sufriendo era el Hijo de Dios. Tiene que habérsele desgarrado el corazón. La profecía “una espada te atravesará el corazón”. Pero ella se mantuvo de pie junto a la cruz. ¿Cómo reaccionamos nosotras ante el dolor, ante la desilusión o el fracaso?
Es importante en nuestra tarea que tengamos consciencia de instrumentalidad, y nos abandonemos en las manos de María, pidamos siempre su ayuda para poder cumplir fielmente la misión que nos ha encomendado.
¿Cómo mantener viva la misión del Padre? Es fundamental que seamos creativas para mantener viva la misión, para mantener vivo el primer amor. Ser creativas para la organización y el desarrollo de las reuniones, para ayudar a crecer y vivir el IC después de la Consagración.

Vamos a reflexionar sobre el rol de la prefecta y madre de curso, pero para ello será necesario que previamente recordemos cuáles son los rasgos a los que toda prefecta y madre de curso tendríamos que aspirar conquistar. Es muy importante el hacer, pero mucho más es el ser.
Ser prefecta o madre de curso es un llamado. Si bien son nuestras hermanas de curso quienes nos han elegido, antes lo hizo la Mater, es ella la que nos distinguió con esta tarea de conducción del curso.

Este llamado implica santidad, ya que debemos llevar a María en nuestra persona y en nuestros actos a los demás y especialmente a nuestras hermanas de curso. Se nos encomienda una tarea, que es hacer presente a María en el curso, y hacer del curso un pedacito de cielo. Recordemos que una de las gracias que Ella nos regala es su cobijamiento, es un amor que transforma, pero “dones son tareas” y  ese regalo lo tenemos que llevar a los demás.
Por eso es fundamental que estemos totalmente arraigadas en el mundo sobrenatural, pero con los pies en la tierra.
Y así lo decimos en el art. 66 de nuestra Constitución:
La conducción responsable se realiza a través de un servicio desinteresado y en un contacto permanente con cada miembro. “Aquel que a otros guía, debe juntar sus manos, permanecer siempre en cruz, brindarse a todos, regalar mucha confianza,  hacer crecer desinteresadamente todo amor, olvidándose de sí mismo en el servicio, y yendo por la vida como el Buen Pastor” (Padre Kentenich).

Las prefectas y madres somos el alma y cabeza del curso. Nuestro ser y hacer tendríamos que compararlo con la maternidad natural y/o espiritual. Ser madre es servir a la vida. Es dar vida, despertar vida y cuidar de esa vida. Es despertar lo mejor de cada una descubriendo sus habilidades.

Muchas veces nos dejamos llevar por las formas, pero a las formas hay que darles contenido. No son las formas, es la vida lo que importa, despertar vida, no matarla. Y por último, preguntémonos: ¿Reflexionamos si me entrego al curso como mamá? ¿Soy mamá, es decir: amo de corazón y desinteresadamente? ¿Me entrego y sacrifico por ellas o sólo busco mi realización personal? ¿Soy un reflejo de María para ellas? ¿Rezo por ellas?

Ser madre no es sólo el acto fisiológico de dar vida, sino que va mucho más allá.  Cuántas madres quedan embarazadas y abortan o dan a luz un hijo, lo tuvieron 9 meses en sus entrañas, y sin embargo lo abandonan, o no cuidan de esa vida. Y a la inversa, cuántas mujeres no han sido madres fisiológicas y sin embargo son excelentes madres espirituales. Un ejemplo preclaro fue la Madre Teresa de Calcuta.

Es importante que despertemos confianza, que nos sientan cercanas y no tratemos de mostrarnos como perfectas y autoritarias “para que no nos pasen por encima”.

Las  prefectas o madres de curso tenemos que destacarnos en el cumplimiento de nuestro deber de estado (de esposa, madre, hija).

También es importante que le dediquemos un cierto tiempo al estudio de Schoenstatt, porque nadie puede dar lo que no conoce y ama.

Y por supuesto que es fundamental que nos demos por entero a nuestras hermanas de curso cultivando las vinculaciones entre todas y con todas, regalando una y otra vez confianza. Cultivemos en nosotras los medios ascéticos para crecer en madurez afectiva y no busquemos alabanzas. Nuestra tarea es servir sin esperar reconocimiento, y por eso no nos ofendemos ni quejamos cuando no nos reconocen lo que hacemos por el curso. No pretendamos ser comprendidas ni esperemos frutos. La Mater se ocupará de hacer fecunda nuestra labor.

Si la Federación aspira a ciertos valores, las prefectas y madres de curso,  trataremos de conquistar e inculcar estos valores a nuestras hermanas. Buscaremos y enseñaremos siempre la verdad, lo que implica que seamos flexibles y cuando nos damos cuenta de nuestro error, tenemos que ser capaces de reconocerlo con humildad.

Es bueno que nos mantengamos informadas también de los acontecimientos de nuestra Patria y del mundo, pero formándonos un criterio propio y no dejándonos llevar por los vaivenes de la opinión pública y de la moda. Aquí podríamos pensar en los mails que renviamos sin meditar o informarnos si son correctos. Como pasa por ejemplo con las cadenas, que “si no la sigues” algo te va a pasar, o con el anuncio de catástrofes, o apariciones de la Virgen o mensajes de Fátima.
Veamos que dice nuestra Constitución:
El art. 118  nos muestra claramente cuál es nuestra tarea:
“Es tarea de la Madre de Curso, mantener siempre viva la aspiración al ideal de curso, y de aumentar el espíritu de libertad y magnanimidad. Ella se preocupa, para que exista un contacto vital entre todas, para que el curso constituya una comunidad familiar, en la que una vive en, con y para la otra”.
¿Cómo podremos desarrollar esta tarea?
Planificar bien el año, el calendario de reuniones y la temática en unión con la educadora, cuando la tienen.

Reuniones: ser madre es cuidar los detalles, prepararse uno misma primero interiormente para la reunión y también ocuparse de que el ambiente sea agradable, cálido. Puede ser sencillo, austero, pero digno, como habrá sido la casa de María. Una florcita, la oración, la merienda, etc. No tenemos que hacerlo directamente, pero sí, seguir de cerca que la responsable del ministerio cumpla con su tarea. El entorno del ambiente influye mucho en el diálogo y en el desarrollo de la reunión. Estar hasta en el más mínimo detalle, como por ejemplo, donde me siento. Pensarán que es una tontera, pero si tengo una hermana de curso que es muy charlatana e interrumpe a cada rato, sentarme a su lado para disimuladamente y con cariño, hacerla callar.

No llegar a las apuradas. Procurar que se cumpla el horario y especialmente llegar antes que las demás para recibirlas. Piensen en lo lindo que es cuando nuestros hijos llegan a casa y nos encuentran esperándoles. Lo mismo para nuestras hermanas de curso, que seamos nosotras las que recibamos a las demás hermanas y no que ellas nos estén esperando a nosotras para poder comenzar.

Así como a nuestros hijos los educamos en responsabilidad y libertad, también procuremos hacerlo con nuestras hermanas. Que no dependan de nosotras. Saber delegar tareas para ayudar al crecimiento en responsabilidad de cada una y en entrega magnánima y no hacerlas por ellas. Ayudarlas a crecer en libertad y magnanimidad. No crear una dependencia entre la madre de curso y el resto del curso. Saber tomar distancia para que nuestras hermanas crezcan y regalarles una y otra vez confianza.

Educar también en responsabilidad es motivar y cumplir con nuestro aporte económico para el sostenimiento de la Federación. Es decir, todo lo que hace a la economía y al pago de la cuota estipulada. Sabemos que los tiempos no son fáciles, pero tenemos que hacer un esfuerzo, renunciar a algo cada día e ir juntando el monto de la cuota.

Otro tema que hace a nuestra responsabilidad, es enviar en tiempo las crónicas, los aportes para el Boletín y los artículos para El Puente a la encargada del Boletín, actualmente es Nelly. Ella se preocupa mucho cuando no le llegan a tiempo y tiene que reclamarlo para poder cumplir con la fecha de edición de El Puente. Como les decía recién, saber delegar y controlar que se cumpla después lo que hemos delegado. No significa que todo tenga que hacerlo la prefecta o la madre de curso.

Conocer bien a cada una, interesarse no sólo de su vida espiritual, sino también de sus necesidades, y de su familia, pero siempre respetando su privacidad.

Seguir de cerca el crecimiento espiritual y especialmente los medios ascéticos. Puede suceder que alguna madre de nuestro curso esté pasando por momentos difíciles o por etapas de su vida que dificulten su asistencia a las reuniones o que no den el aviso como corresponde. ¿Cómo actúo ante una situación así? El ser prefecta o madre de curso es ser la “mamá” de cada una. Y como mamá, tendría que saber en qué está cada una, escucharla, interesarme de su problemática, entenderla, protegerla y conducirla. Es decir, llevar a la otra en mi corazón.

El Padre nos pide que tengamos pocas obligaciones, pero un alto cultivo del espíritu. Por eso es importante, que si una madre está fallando en las mínimas obligaciones, conversemos con ella y busquemos caminos alternativos para que pueda seguir viviendo su misión de federada y esforzándose en su crecimiento espiritual.

Tampoco tenemos que asustarnos cuando vienen las crisis, porque nos ayudan a percibir el por qué y el para qué. Y cada tanto tendremos que volver a las exigencias, pero primero recordándolas. A nadie le gusta exigir. Se desacredita la persona cuando exige. Es mucho más fácil dejar hacer, pero de vez en cuando hay que llamar la atención. Pero este llamado de atención, el pedir cuenta y el exigir, tienen que llegar después de haber preguntado cuál es la dificultad de la persona, de haber visto los medios posibles y después de haberla motivado.

Si una madre no cumple con el aviso, o el no dar cuenta es recurrente será necesario conversar con ella sobre cuál es su problema, cuáles son los motivos, pueden ser situaciones difíciles de salud o familiares, puede ser dejadez o puede ser que no encuentre a la persona adecuada para dar el informe. Explicarles que no es necesario que lo haga con un sacerdote, puede dar cuenta a alguien de Federación o de Institutos con mucha solvencia moral y preparación schoenstattiana y separar la confesión dejándola como un punto del HE. Hay estructuras, temperamentos, a los que les resulta más difícil. Tener siempre presente el principio, el por qué el Padre lo pensó así y el por qué al Padre se le ocurrió esa idea. No lo hizo para colocarnos lazos o llevamos a situaciones angustiantes, sino para que crezcamos, para que volemos, para que seamos cada vez más santos. Son medios que nos ayudan a acceder a la santidad. Y luego volver una y otra vez a la motivación, una, dos, diez veces si es necesario. Si no tengo un control externo, es probable que no lo cumpla. Dice el P.Fundador que sin control externo, el HE termina siendo un juego. Entonces, buscar medios para que pueda dar cuenta y recordar el aviso.

Si no puede asistir a las reuniones por motivos justificados, darle la oportunidad de mantener el contacto telefónico o por mail y que pueda aportar al tema que se está tratando. Si está fallando en el pilar apostólico, estimularla, despertar el anhelo por hacer algún apostolado específico. Y si no puede, abrirle un abanico de posibilidades para que pueda hacer algo. Si tiene dificultades para dejar su casa, o está enferma, o tiene que cuidar a alguien, puede ejercer el apostolado de la oración, o invitar a su casa a rezar el rosario aunque sea una vez al mes, o arreglar ropa para hogares o Cáritas. Si tiene niños chicos, o padres que atender, su apostolado será cuidar de su familia, pero que lo haga con conciencia de apostolado y no sólo como obligación de estado. Creatividad es lo que tenemos que tener.

Como madres, animar a nuestras hermanas en la conquista del Ideal.  Rezar por ellas y reparar sus culpas. Antes de corregir a nuestra hermana, primero corregirme yo.

Ser factor de unión y nunca de desunión ni  fomentar rencillas y críticas entre las hermanas de comunidad. Buscar un ámbito de desahogo (el desaguadero de Sta. Teresa), para evitar los chismes. Podemos ser el desaguadero, pero ahí queda, no vamos con el chisme a las otras hermanas ni hacia afuera, sino que tratamos de mediar para llegar a un entendimiento. No tomamos partido por una o por la otra.

La misión que se nos ha encomendado, es muy importante ya que somos responsables de cada una de las madres que pertenecen al curso. Tenemos un “tesoro” en nuestras manos y tenemos que dar cuenta a Dios de cada una de las hermanas que nos han sido confiadas.

Vamos creciendo junto con el curso y velamos por la conquista del IC y del Estilo de Vida (cuando ya lo tenemos). Es importante que cultivemos la alegría, y el sí al plan de Dios. Luchamos por la  consolidación del curso, por ejemplo, con llamadas, mail, visitas, ofrecer bibliografía, mandar carta para fechas importantes de la vida del curso, o ciertos momentos de la liturgia, para cumpleaños, etc. Así podremos mantener vivo el fuego del amor a Federación y a la misión. Entre todas proponemos un propósito y lo controlamos en la reunión siguiente.

Después de la Perpetua, la madre de curso asume la función de guía del curso porque ya no tienen más educadora y es la etapa en que somos más responsables  de despertar una y otra vez el primer amor y el deseo de santidad en comunidad.

Es conveniente que las prefectas y madres de curso mantengan contacto con la encargada de las CL, quien es el nexo entre el curso y el Consejo. Justamente, una de las tareas de la encargada de las CL es mantener un contacto vital con las prefectas y madres de curso. A través de ella pueden enviar sugerencias, propuestas, y las madres de curso, tienen que enviarle los informes antes de cada reunión de Consejo.

Ante cualquier duda, conflictos, interferencias, es bueno consultar con ella para tratar de encontrar juntas una solución. Esto no es chisme, es información hacia arriba y lo que se busca es mejorar una situación. Recordemos que “interferencias tienen prioridad” y pueden frenar el crecimiento de un curso. Toda información que va hacia arriba no es chisme, es ser co responsable del crecimiento del curso.

Cultivemos nuestra vinculación a los tres puntos de contacto: Mater, Santuario y Padre Fundador. Allí encontraremos la gracia para cumplir fielmente nuestra misión. Preguntémonos con frecuencia “¿cómo actuaría María en mi lugar?” y Ella nos dará la respuesta de cómo tenemos que ser y actuar. Ella es nuestro modelo y modeladora.
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APROPIACIÓN Y PERTENENCIA
 Nelly Bayeta de Pazos
 a)    Apropiación de los ideales
1-      Por qué estamos en Federación?
1.1  Vocación, llamado, elección
Vocación es la llamada por parte de Dios, como iniciativa suya amorosa, y la respuesta de la persona en un diálogo amoroso de participación corresponsable.
Visto desde la perspectiva de Dios, la vocación se presenta como la iniciativa que se da y al darse llama.
Por parte del hombre, la vocación es una invitación, una interpelación a la que hay que dar una respuesta.
Por lo tanto toda vocación tiene un carácter “aliancista” o dialogal. Recordemos la Anunciación, la Virgen fue llamada por Dios, Él tomó la iniciativa, la Virgen reflexionó acerca de este ofrecimiento y luego tomó una decisión, acepta el desafío y a partir de esto surge un fruto: Jesús.
Cuál fue el llamado que nosotras recibimos para llegar a la Federación? Puede haber sido una voz interior o alguien nos invitó. Pero tenemos que recordad que es Dios el que tomó la iniciativa. Por lo tanto podemos decir que estamos en Federación porque Dios me llamó y yo di mi si.
1.2  Características de la vocación. Tres dimensiones: teológica, ascética y estructural
*Por eso la 1º característica de toda vocación es que es un llamado por parte de Dios. Nuestra presencia no se debe a que lo hayamos decidido sino porque hemos aceptado una invitación, un llamado que vino de Dios.
*La segunda característica, la dimensión ascética, por la que la Mater nos ha llamado es un amor sin razón que Dios nos tiene.
No se adquiere la vocación por mérito profesionales, ni técnicos ni recomendaciones, ni influencias. La única razón por la que Dios llama a una persona es su misericordia.
*La tercera característica, es la dimensión estructural.
La vocación exige un cambio en la forma de pensar y de actuar. A veces ese cambio es total, pensemos en el llamado que recibió san Pablo. A otras personas Dios les ha pedido otro tipo de cambios: un cambio de mentalidad, nuevos criterios para juzgar la vida y juzgarse a si mismos, un cambio de corazón, de comportamiento Este cambio de vida es lo que llamamos “obediencia de vida”. La obediencia de vida es la forma de cambiar la vida de acuerdo al querer de Dios.
Cómo nos llama Dios? A veces nos llama por las voces del alma o por las voces del tiempo o a través de causas segundas
Todo esto tiene que estar en consonancia con la voz del ser, es como si el ser vendría a darnos permiso para poder cumplir lo que el alma o las personas nos vienen sugiriendo.
Yo tengo que tener razones para emprender este camino, que es una respuesta al llamado íntimo de Dios.
Estas razones y estos detonantes nunca se dan en plenitud al inicio del camino. A medida que me voy adentrando voy percibiendo si esto es lo que Dios quiere para mi. Voy creciendo en esta conciencia de llamado.
1.3  Consecuencias de la vocación
De todo esto que hemos visto surgen consecuencias. Recibo el llamado de Dios y respondo.
La primera consecuencia es la alegría. Dios ha puesto su mirada en la pequeñez de su sierva. Dios me eligió y mientras más medito en esto crece mi gozo y mi alegría.
Otra consecuencia es una inmensa paz y esperanza. Paz y esperanza ya que si Dios me eligió él me dará las fuerzas para cumplir esta vocación. En la medida que Dios delega a alguien una tarea, le dará el talento determinado y la capacidad para cumplirla. La confianza de que dios me dará lo que necesito despierta en mi una gran alegría.
La tercera consecuencia es responsabilidad. Al aceptar el llamado de Dios heredamos responsabilidades. Tenemos la responsabilidad de no malgastar esta vocación. Debemos tomara en serio la dignidad de ser elegidas. Es importante esta seriedad y responsabilidad que debe nacer y crecer con esta elección.
2-      Federación una opción por la santidad.
La Federación es una decisión por la santidad.
 En la Federación se requiere una decisión y aspiración a la santidad. Decidirse y ponerse en camino. Por lo tanto requiere un esfuerzo.
a)      El llamado a la santidad se dirige a todo cristiano, no es privativo de la Federación, todos estamos llamados a la santidad. Pero algunos cristianos se sienten especialmente llamados al ideal de la santidad por tres razones. Algunos porque en ellos hay una decisión bien explícita a aspirar a la santidad. Todos estamos llamados pero no todos se deciden a aspirar a la santidad.
En segundo lugar hay algunos que buscan caminos especiales para aspirar a esa santidad y en tercer lugar algunos se sienten llamados a hacer una profesión de fe de esta realidad, entre ellos nos encontramos los miembros de la Federación.
Nosotras nos decidimos a aspirar seriamente a la santidad, utilizamos canales y caminos para alcanzarla y también damos testimonio de esta aspiración.
La Federación es un signo visible de la decisión por la santidad.
La santidad es un camino para todos, pero nosotras lo hacemos camino de vida.
b)     Un llamado de amor
La vocación a la santidad es una vocación al amor.
En esta aspiración nos acercamos más y más a Dios, y al acercarnos más a Él vamos haciéndonos santos. En la medida que nos acercamos a la fuente de santidad que es dios, me voy santificando.
Dios en su esencia más íntima es Amor. Por lo tanto al acercarnos a dios es acercarse al amor.
De allí que la santidad consiste en el amor.
Por eso no hay santidad fuera del amor, no hay perfección fuera del amor. Así como fuera de Dios no hay santidad, tampoco fuera del amor, no existe santidad.
Por esto nuestra vocación es una vocación al amor heroico.
La santidad consiste en el amor, pero no en cualquier amor, sino el de dar la vida por los demás. Es decir en la vivencia heroica del amor.
Nuestra constitución en su artículo Nº 5 nos dice; “El alma de la Federación de madres es el espíritu mariano, apostólico y comunitario. Esto es principio de formación y de selección.”
 En el articulo Nº 8 dice sobre el espíritu comunitario: “El espíritu comunitario tiene su fuente en el amor común a la Mater y al Padre, quienes crean en la comunidad un ambiente familiar en el que cada una vive en la otra, con la otra y por la otra, haciéndose corresponsable mutuamente de la santidad de cada una”.
3-      Decisión por una comunidad
 Hemos visto que la Federación desde la dimensión teológica es una vocación.
Desde la dimensión ascética es una decisión por la santidad.
Y que es desde una dimensión estructural?
La Federación es una comunidad de élite dentro de Schoenstatt.
 3.1 Cada una de nosotras somos una carta de de presentación de Schoenstatt, cada curso de Federación es un modelo de Schoenstatt para otros es por eso que tenemos exigencias.
Debemos vivir estrechamente un seguimiento a Cristo y a la Mater.
Cuando ingresamos a la Federación nos decidimos por una  vida comunitaria, nos hemos decidido por ser una comunidad.  Y porqué esta exigencia? Porque toda comunidad de élite debe representar a Schoenstatt y Schoenstatt es fundamentalmente familia.
Esta vida comunitaria debe ser plena y requiere tres imperativos.
a)      En primer lugar el amor familiar debe impregnar de alegría la atmósfera de convivencia. La vida de curso es hermosa cuando hay alegría.
b)      En segundo lugar el amor familiar debería impulsarnos a tomar iniciativas. Estamos en Federación no sólo para enriquecernos sino para enriquecer a otros.
c)      En último lugar en la vida comunitaria se asumen responsabilidades. Cada una asume una responsabilidad dentro del curso: la prefecta o la madre de curso tienen una tarea especial, la encargada de las cónicas, de las relaciones interiores, relaciones exteriores, la economía, etc. Estas tareas debemos asumirlas con alegría, disponibilidad y magnanimidad Y también asumimos responsabilidades como curso dentro de la Federación. Cuando nos piden una tarea, organizar una jornada, retiro, artículo para el boletín, también debemos asumirlas con alegría, disponibilidad y magnanimidad. Es siempre así?
La vida familiar se fundamenta por la oración, el sacrificio y la disposición constante para dejarnos educar.
La vida comunitaria es rica cuando hay mucha oración de las unas por las otras y también muchos sacrificios, mucho capital de gracias.
Espíritu mariano
El artículo Nº 6 de nuestra constitución dice “El espíritu mariano se funda en la alianza de Amor con la MTA de Schoenstatt y en una profunda vinculación al Santuario, fuente de santidad y de gracias.
El Padre nos dice “El estilo de vida mariano es un estilo de vida puro, maduro fuerte, realista y que domina toda nuestra vida”
Esto es como un decálogo para nuestra vida. Si profundizamos nuestra vinculación a la Mater iremos creciendo en estas actitudes y en este espíritu.
Espíritu apostólico
Artículo Nº 7
El espíritu apostólico se cultiva en todos los campos posibles: la oración, el capital de gracias, el ser y el hacer. El campo por excelencia es su propia familia, la Federación de Madres y la Familia de Schoenstatt. Según sus posibilidades, podrá hacerlo participando en ámbitos de la Iglesia, en su trabajo y en la vida pública, impulsadas por las palabras de nuestro Padre “Mi profesión principal, mi deber principal y mi oración principal es y seguirá siendo: ¡amar!
3-2     Quisiera repetir las palabras  de nuestro Padre y Fundador. “El estilo de vida mariano es un estilo de vida puro, maduro, fuerte, realista y que domina toda nuestra  vida”.
Desde que entramos en pre Federación a través de los temas que vamos desarrollando y profundizando vamos descubriendo estos valores en la vida de María, de nuestro Padre, de Cristo.  Si pensamos en el recorrido que cada una hizo desde entonces, en los propósitos que hemos trabajado veremos que ellos siempre estuvieron ligados a algunas de estas características, de estas actitudes que nos dice el Padre.
Los propósitos nos sirven para conquistar  estas actitudes y apropiarnos de estos valores.
Es una tarea que comienza en la pre federación y no termina con la Consagración Perpetua, sigue durante toda nuestra vida. Es tarea para siempre.
4- Dificultades para vivir plenamente mi ser federada, “la Federación soy yo”
 En los primeros años de la Federación el Padre Fundador inculcaba y educaba a su gente para la autonomía, la responsabilidad y la libertad interior. La Federación tenía que ser obra de ellos.
Dos expresiones de aquel tiempo lo iluminan. Los miembros de la Federación se identificaron tanto con su comunidad que comenzaron a decir: “La Federación soy yo”. Y el otro dicho que surgió entre los primeros fue: “Por la Federación me dejo crucificar”
Obligación y libertad
 Nuestro Padre formuló y resumió de esta manera las enseñanzas referentes al concepto de “libertad”, sobre todo cuando en la praxis-religioso-educativa se trata de distinguir libertad de las ataduras. “La verdadera libertad es la libertad “de” todo lo terrenal, es decir de todo lo que no es de Dios, o lo antidivino, y la libertad “Para” Dios y todo lo divino” O para los intereses de Dios.
Libertad “de” y libertad “para”
 Y como llegamos a esa auténtica libertad, solo viviendo el espíritu de los consejos evangélicos.
En libertad hemos aceptado el llamado de dios a la Federación. De allí se desprenden ciertas obligaciones.
Si hacemos sólo lo obligatorio es porque tenemos el mínimo amor.
Pero si queremos verdaderamente aspirar a lo grande, a hacer lo que más le agrada al Padre debemos actuar con magnanimidad..
Dios nos presenta a nosotros, sus aliados humanos, su llamado o invitación de dos formas o en dos niveles. La primera, la obligatoria, la constituyen los mandamientos. La segunda, la forma no obligatoria, son los consejos o invitaciones y recomendaciones. Los primeros demuestran su obligatoriedad en el modo en que están expresados.
La segunda forma hace referencia al carácter magnánimo de de los consejos evangélicos. Sabemos que nuestro Padre siempre insiste en que las comunidades de élite deben basarse siempre, en principio, en la magnanimidad. Es más es que no es magnánimo no tiene vocación para la Federación.
Bajo esta luz podemos interpretar “Obligaciones las necesarias, libertad toda la posible y alto cultivo del espíritu.
c)     Sentido de pertenencia
El sentido de pertenencia significa estar arraigado en algo que se considera importante, como personas, lugares, grupos o instituciones.
A que estamos arraigadas o a qué deberíamos estar arraigadas nosotras para vivir este sentido de pertenencia.
Schoenstattianamente hablando: Los tres puntos de contacto: La Mater, el Padre y el Santuario, y en la medida en que estamos profundamente vinculas a estos ellos nos encontraremos también profundamente vinculadas a la Familia, a la Federación y a nuestro curso.

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EL ÍMPETU APOSTÓLICO Y MISIONERO DE CADA FEDERADA”
Bettina Sosa de Dacosta
3° Curso Paraguay
1) Definiciones:
1.1  Ser “APÓSTOL”

Un apóstol es «uno que es enviado». Cristo era apóstol de Dios (hebreos 3:1) y Dios lo «envió» para  salvar a la humanidad, redimiéndola de sus pecados.

Los apóstoles de hoy son enviados de Jesús para cumplir una misión, la de llevar su mensaje y hacer presente a Cristo en el mundo.

El apóstol recibe la misión de entregar a Jesús, quien ha entregado la vida por nosotros.

Apostolado es la entrega de la entrega de Jesús. El apóstol es elegido por Jesús (es una vocación) para estar con él y llevarlo a los demás. Exige fuego en el corazón y desprendimiento de sí mismo: "convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo "No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno" (Lc 9, 1-4)

¿Qué pensó el P. Kentenich al fundar la Federación?

El P. Kentenich nos dice:

… "la federación es una comunidad mariana y apostólica". El espíritu apostólico es, junto al espíritu mariano y comunitario una dimensión esencial de nuestra Federación

La federación es una asociación apostólica, corazón de un movimiento apostólico.

Nos formaremos como apóstoles en la medida que hacemos apostolado, dando testimonio de vida auténticamente cristiana, entregada a Dios y a la vez consagrada al prójimo.

Schoenstatt,  es un movimiento de profunda espiritualidad, que impulsa a sus miembros a la santificación personal. Pero “esta santificación se orienta al apostolado y de él vive, e inflama con su ardor el celo por las almas” (HP 492). “No conocemos ningún apostolado sin interioridad, y ninguna interioridad sin apostolado” (P. Kentenich). María, “la gran Misionera”  nos quiere impulsar a la acción, al trabajo apostólico. En nuestro propio ambiente: en mi familia, en el trabajo, en el colegio o la universidad, en  mi ambiente social, en mi parroquia o en la diócesis.  Una federada siempre es APÓSTOL, con nuestro ejemplo y testimonio, sólo debemos tomar conciencia de ello.

1.2  “Hacer  Apostolado”
"La vocación cristiana es, por su misma naturaleza, vocación también al apostolado". Aparece aquí una visión dinámica de la existencia cristiana, porque la misión "no aparece ya como mera actividad exterior que se añade a manera de accidente al ser cristiano que descansa en sedentarismo, sino que el mismo ser cristiano es, como tal, un movimiento hacia afuera. Está marcado en su esencia con el sello misionero y debe, por lo tanto, producir necesariamente una actividad exterior como realización de su más profunda esencia en todo tiempo y en cualquier cristiano que viva de verdad su cristianismo"". Si dedicarse a procurar la gloria de Dios y el advenimiento de su reino entra de pleno derecho en la vida cristiana, no hay razón para ejercer el apostolado con inquietud, como si se robase el tiempo reservado a Dios. La actividad apostólica es un modo de realizar la unión con Dios, como se hace a través de la oración, puesto que se lleva a cabo precisamente para cumplir la voluntad divina. El apostolado, además de consecuencia del amor cristiano y de la contemplación del Dios de la salvación, es también meditación privilegiada de santidad en cuanto que promueve directamente el reino de Dios y es continuación de la actividad redentora de Cristo; es comunión con Dios, acto de culto y forma de participación en el dinamismo divino de la historia. (1 Cor 3,9; 1 Tim 3,2; 2 Tim 4,2; Rom 1,9).

María nos enseña que el apostolado es oración, servicio y cruz. El espíritu apostólico se traduce en hechos concretos en el ámbito donde nos toca actuar.  El apostolado es hacer amar a Cristo. Se trata de contagiar a los demás el amor de Cristo. Es necesario actuar nuestra oración y orar nuestra acción.

Estaremos haciendo apostolado aun cuando estemos dentro de nuestras casas, cuidando a nuestros hijos o al marido enfermo.  Pero si lo hacemos no como deber de estado, sino con plena conciencia de apostolado. ¡Uno es apóstol siempre!

1.3 Actitud Fundamental:
El  verdadero apóstol vive desprendido de sí mismo y adicto a Cristo; va muriendo día a día “al hombre viejo”, a fin de que surja en él “el hombre nuevo”, es decir, Cristo; no busca su éxito personal, sino la victoria de su Señor. Está  siempre alegre, también en medio de las luchas y pruebas de la vida, al saberse, en toda circunstancia, cobijado en el amor misericordioso y fiel del Padre. En Schoenstatt, la Virgen María es “nuestra fundadora, nuestra Señora, nuestra Reina” (P. Kentenich, 18.10.1939). La consagración, la Alianza que sellamos con María en el Santuario, y que procuramos poner en práctica en la vida cotidiana, es garantía de un impulso apostólico siempre renovado. Y así debe ser. Todo encuentro verdadero con María nos debe llevar más profundamente a Cristo, a identificamos con Él, y por eso, a compartir también su misión redentora. “Madre tres veces Admirable, enséñanos a combatir como luchadores tuyos, para que el mundo por ti  renovado, glorifique a tu Hijo Jesús”, dice una de las primeras oraciones que viven en la tradición de la Familia de Schoenstatt.

San Pablo nos enseña las actitudes fundamentales de un apóstol:

1-    Vivir una profunda y alegre conversión.
2-    Enamorarnos cada vez más de Cristo.
3-    Ser apóstoles encendidos por el amor de Cristo y esforzarnos por crecer en el amor.

¡¡¡Actuar hoy, no mañana, no quedarnos con este tesoro en nuestras manos, vencer los miedos personales y creer que no soy yo quien vive, sino que es Dios quien vive en mí!!!

2) Importancia del PILAR APOSTÓLICO:                    
Palabras del P. Kentenich: Lo mismo debiéramos decir de la tercera gracia del Santuario: la gracia de la fecundidad apostólica. Desde que nos hemos esforzado como Familia por vivir nuestro “Poder en blanco”, desde que nos hemos entregado con tal disponibilidad en manos de la Santísima Virgen, podemos esperar una gran fecundidad apostólica. Nosotros hemos recibido una misión de Dios a través de María y lo que, hasta ahora, había impedido a la Santísima Virgen la realización de dicha misión era el hecho de que ésta dependía de nuestra disponibilidad, por eso esperamos ahora una inmensa fecundidad. Mientras más disponibles estemos nosotros para el Reino de Dios, tanto más profundamente crecerá éste en nosotros. Y mientras más crezcamos en Dios, tanto más confiado será nuestro caminar a través de los peligros de la vida.

Nuestra súplica de fe a la Madre tres veces Admirable debería darnos una vigorosa gracia de transformación expresada en una confianza inconmovible en el Padre Dios.
(P. Kentenich, 1940)

3)  APOSTOLADO según nuestro ESPEJO:

El apostolado abarca todos los campos posibles: la oración, el capital de gracias, el ser y el hacer. El campo de acción por excelencia es la propia familia, la Federación de madres y la Familia de Schoenstatt.

Según sus posibilidades, podrá hacerlo en el ámbito de la Iglesia, en su trabajo, en la actividad pública, impulsadas por las palabras de nuestro Padre: “Mi profesión principal, mi deber principal, mi oración principal es y seguirá siendo: ¡amar! ”.

De acuerdo con las necesidades del tiempo y de la Iglesia, la esencia de esta comunidad es la educación de apóstoles formados, y capaces de formar a otros, en el espíritu de San Pablo, que es el espíritu vivo de Cristo, realizado en María.
La tarea primordial de las madres de Federación, consiste en manifestar convincentemente por su estilo de vida mariano, la realidad de lo sobrenatural.

La falta de acción apostólica paraliza la vida del Curso y empequeñece su horizonte. Tareas apostólicas, sin embargo, prueban la fuerza de la Alianza y su fecundidad, unen estrechamente a los miembros del Curso entre sí y exigen un compromiso personal, hace crecer, da alegría y dinamismo a la vida del Curso.

El Santuario es la fuente del apostolado. Allí bebemos y a este lugar conduciremos a otros para que beban.

Nuestra Madre un día nos llamó y nos quiere utilizar como sus instrumentos para la renovación del mundo. No temamos salir a conquistar almas, siendo sus instrumentos confiemos en que Ella nos ayudará.

Quién sino yo, aquí y ahora. Hoy, no mañana.

Al enfrentar los desafíos que nos propone nuestro tiempo, tenemos que tener claridad en nuestras metas. ¿Cuál es esta meta? La victoriosidad divina. Para enfrentar hoy un mundo pagano y secularizado, necesitamos nuevamente conciencia de victoriosidad, no por mera necesidad sino porque nace de una realidad objetiva.
El Padre nos dice hoy: Todo el Movimiento ahora es de ustedes y debe seguir siéndolo. Yo sólo quiero y puedo estar a su lado, apoyándolos y aconsejándolos. De ustedes depende la existencia, la extensión y el florecimiento de nuestra Federación.

4) CONCIENCIA de MISIÓN:
4.1 Manifestación:

Tener una misión significa haber encontrado un sentido en la vida”
Podríamos distinguir entre aquellas personas que tienen un para qué en la vida y aquéllas que no lo poseen, es muy importante poseer un sentido más trascendente en la vida. 

Las cosas que uno hace, desde las más sencillas hasta las más importantes, deberían tener un sentido. Este sentido ordena nuestros actos, prioriza nuestras actividades y nos alienta en tiempos difíciles. Por eso es tan importante tener conciencia de nuestra misión, para que esto dé un sentido a nuestra vida.

4.2 Aceptación:

“Pase lo que pase, el Padre del cielo ha trazado el plan de mi vida.  La Sma. Virgen guarda ese plan en el Santuario.  Sólo tengo que decir que sí”

4.3 Ejemplos:

El Padre Kentenich es el más claro ejemplo de aceptación de su misión divina.
La misión que Dios diera al Padre Kentenich fue la de ayudar, a través de su ser paternal sacerdotal, a solucionar el problema que el hombre actual tiene frente a Dios. La Santísima Virgen lo educó para ello e hizo de él un reflejo del Dios Misericordioso, haciéndolo participar de su ser y actuar de Padre. Ésta fue para muchas personas su gran experiencia.

Don Joao Pozzobon: Conocemos su vida, de qué manera él no regateaba tiempo ni dedicación a su apostolado. He aquí una frase suya:….”cargando la Virgen peregrina bajo una lluvia violenta y viento, pero siempre para adelante…”  El mundo llama a esto locura.  Es verdad, pues existen dos tipos de locura.  Hay quienes actúan locamente por el mal; otros actúan con locura por el bien, donándose a los otros, conservando el gran jardín de Dios.  Se consagra a la Virgen, sellando con Ella una Alianza de Amor. Le ofrece su oración y santificación. Quiere ayudar a cambiar el mundo. María, a su vez, va haciendo de él un esposo y padre ejemplar, y un evangelizador heroico. Sin descuidar su familia, a lo largo de 35 años camina 140.000 km., siempre en oración, llevando la imagen de Nuestra Señora de Schoenstatt con su hijo Jesús a familias, escuelas, hospitales, cárceles, etc., invitando a su paso a rezar el Rosario y consagrarse a María. Desarrolla así, una gigantesca misión evangelizadora popular.

5) El LEGADO de HOERDE:
Recordemos, la Jornada de Hoerde, el 20 de agosto de 1919, en la conferencia que dio origen a la Federación Apostólica, de la que hoy nosotras formamos parte.

En aquella memorable Jornada, el P. Federico Ernst nos invita a meditar y asumir el programa de San Pablo, quien con la fuerza de la gracia, se transformó de perseguidor a seguidor de Cristo.
Nos pregunta: ¿Acaso no podríamos nosotros también asumir este programa, hacerlo nuestro total y plenamente? ¿Quién podría caracterizar mejor que San Pablo nuestra relación con Jesús y nuestro medio? Él nos lleva a la fuente de la fortaleza, de la cual se nutre la acción de todo apóstol: y ese material se llama AMOR. El amor es lo que hace que el apóstol sea verdaderamente apóstol.

Naturalmente que todos no podremos llegar a ser otro San Pablo, pero si podemos conservar y cultivar al anhelo de horizontes amplios, de grandes empresas, de apostolado y formarnos como apóstoles mediante un serio trabajo de ascesis sobre nosotros mismos.
Si bien no todos podemos salir al mundo como misioneros, todos podemos descubrir la misión que nos propone la Divina Providencia: ser misioneros en nuestro medio, fortalecer y afirmar en nosotras la preocupación para trabajar en contra de la descristianización de la sociedad.  Esta labor nos compete a todos.  Debemos ser levadura en la masa, columnas de fuego que iluminen el camino en medio de la superficialidad y tinieblas de nuestro tiempo.

El primer y último fin es: “el APOSTOLADO”. No se trata en primer lugar de una nueva organización, de una nueva asociación, más bien, queremos apoyar las organizaciones y comunidades ya existentes, a través de una sabia adaptación.  Somos una comunidad “ASCÉTICO-APOSTÓLICA” de educadores que quieren existir para otros como estímulo del apostolado laical.
El objetivo de la Federación es formar “San Pablos” para la Iglesia y para el tercer milenio.

El triple amor de San Pablo debe llegar a convertirse en patrón,  medida, sobre los cuales debe asentarse nuestra labor apostólica: amor a Cristo, amor al prójimo y amor al sacrificio.

6) Los 3 PILARES de nuestro APOSTOLADO:
El espíritu apostólico se cultiva mediante el apostolado en todos los campos posibles:

De allí que siempre intentamos ser un auténtico testimonio de vida cristiana en cada uno de los lugares en que nos desenvolvemos. Reconociendo que todo lo que hacemos, no es por mérito propio sino por gracia de Dios. Aceptando con humildad nuestras limitaciones, las que  una y otra vez nos señalan nuestra realidad de hijos, de creaturas y nos hace crecer en filialidad.
1º PILAR: Apostolado del ser

Se manifiesta en cada uno de los lugares en que nos toca actuar, sirviendo desinteresa- damente, con nuestro testimonio, con nuestras oraciones, palabras, alegrías, renuncias y sacrificios silenciosos.
1-      En nuestra familia natural
2-      En toda la familia de Schoenstatt
3-      En la Iglesia y en el mundo

Ésta es la misión a la que Dios nos llamó, sabemos que somos instrumentos en las manos de la Mater, dispuestas a ser puente entre Dios y los hombres.

2º PILAR: Apostolado del hacer

Nuestra preparación no es para encerrarnos en nosotras mismas, sino para aplicarlo primero en la familia natural, en toda la familia de Schoenstatt y en la Iglesia y la sociedad. Buscamos un apostolado de acuerdo a nuestros tiempos, horarios, aptitudes y carismas. Schoenstatt ha asumido diferentes acciones sociales y hay mucho para trabajar en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia:

*El apostolado es un aspecto de medición de la vocación de la federada.               
*El apostolado debe ser parte de nuestra vida, nuestro compromiso por lo que hoy nos toca vivir, nuestra realidad, nuestro desafío.

3º PILAR: La oración y el Capital de Gracias:

Ofrecemos nuestra vida entera, con todo lo que somos y hacemos, a la Santísima Virgen, por nuestros hermanos, pidiendo y rezando por ellos, por la instauración de reino de Dios en la tierra. Impregnando de espíritu evangélico el mundo, las estructuras temporales, por nuestra participación activa en la edificación de la Iglesia y específicamente para nosotras, en la edificación de Schoenstatt como célula viva dentro de la Iglesia.

7) DESAFÍOS:

7.1 Despertar la conciencia de misión en nuestros cursos:

Debemos ayudar a nuestras hermanas a despertar esa conciencia apostólica, saber que el Curso se forma para la acción, no es un grupo cerrado, no es un grupo íntimo, sino que está formándose para la acción apostólica.

Cada miembro del Curso está llamado a realizar una acción apostólica, ya sea como individuo, ya sea como matrimonio.  En diversos campos: en la parroquia, en el trabajo, en la familia.

Pero nuestra tarea fundamental es estar atentas a las necesidades de la Rama de Madres: prestando un servicio a otros grupos, organizando una jornada, charlas, seminarios, dirigiendo grupos.

Nosotros debemos tomar las iniciativas que surjan en nuestros Cursos, encauzarlas, hacerlas crecer,  hasta que se concreten en acciones apostólicas concretas.

¡¡Somos élite dentro de Schoenstatt, estamos siendo formadas para ser dirigentes!!!

7.2 Nuestras acciones apostólicas deben tener el sello de Schoenstatt:

La tarea apostólica primordial de las madres de Federación, consiste en manifestar convincentemente por su estilo de vida mariano, la realidad de lo sobrenatural. No todos dominan el arte de hablar como para hacer de él un instrumento de apostolado. Pero todos pueden ejercer el apostolado de la oración y el buen ejemplo.  Trabajar uniendo lo natural con lo sobrenatural.

7.3 Las tareas apostólicas deben fortalecer y dinamizar a nuestros cursos:

Los integrantes de nuestros cursos se conocen mucho más en la acción apostólica y los enriquece.
Si en un Curso no se da el apostolado, el mismo se empequeñece y se va paralizando hasta corre el peligro de desaparecer. La falta de acción apostólica paraliza la vida del Curso y empequeñece su horizonte.

Sin embargo, la fecundidad apostólica une estrechamente a los miembros del Curso entre sí y exigen un compromiso personal que hace crecer, da alegría y dinamismo a la vida del Curso.

7.4 ¿Por qué nos resulta tan difícil anunciar el Evangelio?

Cuando el cristiano se repliega o se calla por temor a pasar vergüenza, entonces pierde algo importante de su cristianismo. Nuestro espíritu apostólico debe llevarnos a la disposición a sufrir humillaciones, resistencias, desprecios y subestimación por parte de los demás.
Sólo un don del Espíritu Santo nos puede ayudar a vencer esta falsa prudencia.  Este don es el “espíritu de apóstol” y tenemos que implorarlo de lo alto.  No podemos alcanzarlo por medio de un simple propósito, sino que hay que pedirlo a Dios.

8) TALLER:
Analizamos los problemas más comunes que surgen en nuestros cursos y buscamos soluciones.

1 - En el curso no existe suficiente conciencia apostólica
2 - El curso tiene mucha vida hacia el interior, muy compenetrado, no tiene apostolado.

3- Excusas: La edad, los hijos, el marido, la casa, el trabajo, desánimo, cansancio, etc

4-   Trabajo apostólico no equilibrado: el activismo

 SUGERENCIAS CONCRETAS:
1-      ¿Cómo animamos a nuestros cursos en el área apostolado?  Soluciones
2-      ¿En la organización comunitaria,como favorecemos el apostolado?
3-      ¿Cómo podemos mantener vivo este campo?

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CIERRE PUENTE 2012.
HERMANA MARIELA

Nos alegramos con estos días de vivencias de Federación y de arraigo en la Misión.
A la luz del centenario del Acta de Pre fundación, el 27 de octubre de 1912, queremos actualizarnos en ésta. El Padre comenzaba su trabajo como director espiritual de los jóvenes, desde aquí queremos iluminarnos hacia hoy y hacia nuestro futuro.  El Padre propone a los jóvenes un programa de Autoeducación.

No hay vocación de federada si no hay decisión por la Autoeducación. El llamado de Dios implica mi respuesta, con una decisión por la Autoeducación.
Nos remitimos al evangelio: Mateo Capitulo 13, con distintas parábolas Jesús  explica qué es el Reino de los Cielos: “El Sembrador” y “El tesoro escondido en el campo” “la perla”

El sembrador que siembra sus semillas en distintos terrenos con distintos frutos.
El hombre que encuentra el tesoro escondido en el campo, lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo.

 El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, vende todo lo que tenía y la compró.

Estos protagonistas descubren el tesoro. Se dan cuenta que es bueno vender TODO porque el tesoro/perla valen mucho más.

Este tesoro es Jesús, la gran alegría de descubrirlo, dejamos todo por seguirlo.

Nosotras, como hijas de Schoenstatt, también hemos descubierto un tesoro. Hemos descubierto que el campo donde está escondido el tesoro es nuestro curso / nuestro ideal de curso.

Y aquellos nombrados en la parábola que lo descubrieron, no dijeron: “Ah, bueno, tengo un tesoro enterrado y cuando lo necesite lo desentierro”, no, el Reino de Dios tiene que ver la luz. El tesoro, la semilla, el IC hay que hacerla fructificar y eso depende del cuidado del campo

La Madre de curso es como la Administradora del campo, que tiene que preparar el terreno para que dé mucho fruto. La Madre tiene que llevar al curso al máximo de su producción, que dé los frutos al ciento por uno, que no sea que venga el dueño del campo y nos pregunte “qué hiciste” con el tesoro que te entregué.

El campo es mi curso, y cada una somos como un terrenito. El campo ha sido comprado por la Mater y por el Padre, pagaron un alto precio, recordemos el 20 de Enero. El Padre tenía bien claro que el campo tenía que ser trabajado para que dé fruto y que tenía que pagar un alto precio “con gusto llevo las cadenas para que mis hijos sean libres”, la libertad de que hablábamos, libres para poder responder al Plan de Dios. Es un gran desafío que veamos a nuestro curso como el Tesoro.

El Acta de Pre fundación nos desafía a que hagamos algo para trabajar el campo. No es una simple invitación la que hace el Padre, es un imperativo “Juntos queremos educarnos a nosotros mismos”

El Padre habla también de un imperativo del tiempo al que tenemos que dar respuestas. El tiempo actual nos invita a educarnos para dominar los adelantos tecnológicos. No podemos cerrarnos  a los adelantos, rechazarlos, sino que debemos  ponernos a trabajar en todos los medios digitales, aprenderlos, aprovecharlos, ponerme a la altura de mis hijos/nietos. Ser capaz de dominar el mundo. En los últimos 50 años hubo más progreso tecnológico que en los últimos 100 años.  Hoy todo es más desafiante que en 1912 y también tenemos muchas más posibilidades que podemos aprovechar que en 1912.

Que podamos actualizarnos para seguir a la par que nuestros hijos y nietos y así poder educarlos. Saber utilizar los medios, tener criterios propios, no aceptar todo lo que me envían como cierto, tampoco refugiarnos en los medios para decir las cosas que en la cara no me animo a decir. Los adelantos solo son malos cuando los usamos mal. Saber apagar el celular para estar con Dios.

Todo es un llamado a la autoeducación. No dispersarme y distraerme todo el tiempo, cultivar la interioridad, la reflexión personal. Sino, cuando tenemos un dolor, en vez de reflexionar, hacerlo nuestro y crecer, nos distraemos con cualquier cosa y no trabajamos nuestro  tesoro interior.

Es necesario convertirnos en personas que dominen campos, como los medios digitales, y formar personas también así, que no busquen evadirse en los medios. Esto no logra eliminar el vació interior, “mi microcosmos”. Cultivar mi  vocación, que no es algo que cae de arriba como un sombrero y “Ya soy federada”, esto lo consigo solo con la autoeducación.

Que no nos puedan cuestionar que lo que decimos no es lo que vivimos. Tenemos que conquistar la credibilidad, comenzando por nuestro curso, como Madres. Es una maternidad con hijas a quien servir, ponernos al servicio de la realización personal de cada hermana de curso. Esto no es fácil, como entrenar en un gimnasio, quien para y deja de hacer gimnasia  se oxida, le cuesta moverse. Lo mismo pasa con los medios ascéticos. Nuestra voluntad de lucha no debe oxidarse, como buscamos motivación para otra cosa (ejemplo adelgazar para la boda de un hijo), igual motivarnos en nuestra vida espiritual. Es fundamental que busquemos motivaciones concretas y reales para nuestra autoeducación

Como escuchábamos en la charla del 2014, renovar. En esa línea, ¿qué estamos haciendo con nuestro Ideal de curso? Qué hacemos para actualizarlo? Cada vez que saco un propósito tengo en cuenta mi ideal de curso? Cómo tengo que responder a la vida actual según mi ideal? Volvamos a la carpeta del ideal de curso. Cuales fueron nuestras motivaciones, que buscábamos? Actualicemos nuestro ideal, también nuestro Estilo de Vida.

El Acta de Pre fundación es un llamado a actualizar nuestra Autoeducación, que tiene que tocar la vida, lo que ahora, hoy, nos está pasando. Nuestro ideal, nuestro estilo de vida, son como antivirus de la computadora, tiene que estar actualizado, responder a los desafíos que ahora me presenta mi familia y mi trabajo.

También capacitarnos para educar, se requiere muchas horas de práctica, de ejercicio de la voluntad, de la inteligencia, del corazón, para aprender a dominar mi temperamento, mi carácter. Se necesitan 10.000.000 de horas para que un talento sea una virtuosidad. Esto daría 3 horas diarias por día, por 10 años.

Y nos planteamos, al fin y al cabo es tan importante la autoeducación? Dudamos… Me voy a santificar de verdad a mí misma?... y pensamos que no. Que esto no es posible. Y el Padre lo dice clarito en el acta de pre fundación “ACELERACION DE LA PROPIA AUTOSANTIFICACION”. No es que con mi esfuerzo voy a llegar a ser santa, pero sí voy a crear las condiciones para que Dios me pueda regalar santidad.

Y ahí viene otra vez la parábola de preparar el campo, aprovechar la tierra buena, prepararla para el sembrador. Como está mi tierra?  PK: La semilla cayó en buen terreno, receptivo a la gracia, la tierra tiene que contribuir con algo para que la gracia obre. Si nosotras no hacemos nuestra parte, vamos a ser un fracaso para Dios, para que mi familia se llene de Dios.

La Mater en el Santuario nos regala la gracia de Santificar nuestra autoeducación. Somos sus hijas elegidas, amadas en forma especial, nos llamó, tenemos el regalo de la riqueza de la Federación. Esta gracia prepara el terreno, nos abre, pero NO cuando nos cerramos y sentimos que somos inútiles, que no podemos y así nos paralizamos.

Es tarea de la madre trabajar para que en nuestro curso también se sientan privilegiadas y apliquen el Nada sin Ti y Nada sin nosotros. Cada una de nosotras es un campo donde hay un tesoro que Dios enterró, pero el tesoro es para que dé mucho, no para que esté enterrado, es para dar a otros y para esto tengo que pagar un precio, trabajar nuestro campo, para que este tesoro surja y podamos brindarlo a los demás.

Que el Campo de mi curso sea lo que la Mater y el Padre quieren.

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