martes, noviembre 30, 2010

Mes de María 2010
4ª. Semana: 01. 12. INSTRUMENTALIDAD

Cántico del instrumento Cuarta estrofa: Hacia el Padre, 609

Aseméjanos a ti y enséñanos 609
a caminar por la vida tal como tú lo hiciste:
fuerte y digna, sencilla y bondadosa,
repartiendo amor, paz y alegría.
En nosotros recorre nuestro tiempo
Preparándolo para Cristo Jesús.

Ustedes, a su manera, pueden ayudarme a llevar la responsabilidad y compartir la misión de la Familia. Pero tenemos que contar con que este trabajo hiere nobles corazones allá en la patria, que despierte una violenta indignación y haga que en respuesta se nos den fuertes y duros contragolpes. No nos admiremos si se forma un frente común poderoso y unido de hombres influyentes en contra mía y de la Familia.

Humanamente considerado, tenemos que contar por último con que nuestro intento fracase completamente. Y, sin embargo, no podemos sentirnos dispensados de correr este riesgo. Quien tiene una misión ha de cumplirla, aunque un salto mortal siga a otro. La misión de profeta trae siempre consigo suerte de profeta.

Vemos como el Occidente camina a la ruina y creemos que estamos llamados desde aquí a realizar un trabajo de salvataje, de construcción y de edificación. Creemos que tenemos que ofrecernos como instrumentos para impulsar una contra-corriente que vuelva a los países de los cuales también nosotros hemos sido abundantemente beneficiados... (De la plática del 31 de mayo de 1949).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010
Mes de María 2010-

4ª. Semana: 30. 11. INSTRUMENTALIDAD

Cántico del instrumento Tercera estrofa: Hacia el Padre, 608

Está pronto a servir sin reservas 608
a tu obra de Schoenstatt.
Mándanos sufrimientos, guíanos a la lucha,
danos ganar la victoria plena.
Contra las argucias y la saña del Demonio
Danos luz, templa nuestro espíritu.

Nos admiramos hoy día que la juventud fundadora de hace 25 años hubiese estado compenetrada tan profundamente por la conciencia instrumental y de misión. Con razón nos preguntamos cuáles fueron las causas de esta actitud. Las conocemos. Muchos de nosotros habríamos tenido entonces grandes dificultades.

Comprendemos mejor la demostración que afianzó más aún esta conciencia de misión divina, dada a partir de 1919, al final de la guerra mundial, después de cinco años de existencia y de fecundidad de la Familia. La hemos oído y repetido innumerables veces, y comprende las ideas ya conocidas: pequeñez de los instrumentos, magnitud de las dificultades y magnitud del éxito.

Lo que hemos luchado y alcanzado desde 1919, confirma de un modo extraordinario estos argumentos y con ellos, nuestra conciencia de misión y la conciencia de instrumento. Por eso, podemos dar gracias de corazón a todos aquellos de los cuales la Divina Providencia se ha servido para procurarnos dificultades. Sin ellos no estaríamos hoy día tan firmes en nuestra fe alegre y victoriosa, en nuestra esperanza y caridad, mientras que tantas cosas se derrumban y un gran desaliento paraliza vastos círculos. (Del Segunda Acta de Fundación,1939).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010
El Consejo Evangélico de la Pobreza

Padre Nicolás Schwizer
N° 96 – 01 de diciembre de 2010

Nadie puede ser santo si está interiormente esclavizado a bienes terrenos. Es más, según San Agustín lo último y lo más difícil de la santidad es ese amor a la pobreza y la renuncia a los bienes. ¿Y por qué? Porque la codicia y el apego a las cosas materiales son los mejores argumentos del diablo. Una de las heridas que dejó el pecado original en nuestra naturaleza es el impulso desordenado a poseer. Ese impulso irracional hace apegarnos a bienes pasajeros, nos hace creer que es indispensable vivir rodeados de mil comodidades. Nos apega desordenadamente a lo terreno, nos amarra a valores que no son esenciales. San Pablo llama por eso al afán de poseer “la raíz de todos los males” (1 Tim 6,10) y el Eclesiástico dice que “los codiciosos son como perros hambrientos que nunca se sacian”.

¿Cuál es, entonces, el sentido de nuestro espíritu de pobreza? Me parece que el sentido principal es: no atarnos a las cosas, para poder ser libres para Dios y, a la vez, ser libres para los hermanos.

Llenarnos de Dios. El primer sentido de nuestra pobreza es: no llenarnos de las cosas de este mundo, sino llenarnos de Dios, ser libres para Dios, no obstaculizar el paso de Dios por nuestra vida, y por el mundo. Porque nuestra riqueza es Dios y su Reino y por eso no necesitamos otras riquezas. “Bienaventurados los pobres porque de ellos es el Reino de Dios” (Lc 6,20).

Ser pobre es, por eso, ser libre del propio yo. Es ser libre de todas las cadenas o barreras que pone mi egoísmo. El pobre es el hombre capaz de amar. Porque en su corazón hay espacio para Dios y para los demás. Por eso tenemos que romper esas barreras que nos impiden salir de nosotros mismos, de nuestro mundo estrecho. Santidad es desprenderse de sí mismo. Tenemos que romper esas barreras, para poder abrirnos al mundo que nos rodea y para entregarnos a Dios y a los hermanos.

Grados de pobreza. Existen tres grados de pobreza y podemos saber fácilmente dónde nos encontramos y qué pasos nos hacen falta dar para llegar a la altura de este Consejo evangélico.

1. Saber renunciar a lo superfluo. Por un amor sencillo y auténtico a Dios, renunciar voluntariamente a cosas superfluas. Lo superfluo se entiende como aquello que no corresponde a mi estado de vida o mi nivel social.
¿Qué cosas son superfluas para mí? Nadie me responderá a esta pregunta. Sólo yo mismo podré dar la respuesta.

2. Saber renunciar a lo necesario. No se trata de lo necesario para la existencia, sino otra vez de lo que yo creo necesario según mi estado de vida y mi nivel social.
¿Nos sentimos capaces de renunciar a cosas necesarias en ese sentido? Y también aquí, esa actitud tiene que partir de un auténtico amor a Dios y a los demás.

3. Conquistar una actitud de mendigo ante Dios. Soy consciente de mi total dependencia de Dios. Aplicado a la pobreza significa: Mis cosas y mis bienes son propiedad de Dios; Él me los ha prestado. Soy simplemente su administrador.

Pero entonces Él me los puede quitar otra vez. Esta actitud de mendigo es el grado más alto de pobreza: libertad interior frente a todas las cosas materiales. Dios puede hacer conmigo lo que Él quiere. Y yo quiero ser tratado como mendigo.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Cómo vivo el Consejo Evangélico de la pobreza?
2. ¿Qué acción concreta realizo por los demás?
3. ¿Me angustia perder algunos bienes materiales?

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lunes, noviembre 29, 2010

Abejas o escarabajos?
Padre Nicolás Schwizer
N° 95 – 15 de noviembre de 2010

La indulgencia es una virtud de mucha importancia, pero bastante difícil en la vida en comunidad. La indulgencia con las faltas de los hermanos, se traduce en perdonarlas, expiarlas, comprenderlas, ignorarlas. El Padre Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, explica: “la comunidad no es sólo gracia condensada, sino también pecado original condensado. El realismo cristiano nos indica, entonces, que los grupos humanos no son solamente una “comunidad de santos”, sino también “una comunidad de pecadores”.

Y cuando me entero de la falla de un hermano, la tentación es muy grande de criticarlo enseguida o en forma indebida (a sus espaldas). Es en estos momentos en que tenemos que cuidar nuestra lengua. Si quieren examinar si han tomado en serio el amor entre ustedes, en este punto pueden verificarlo. Y tenemos los criterios cuando se trata de criticar a un hermano ausente:

1. A sus espaldas yo digo sólo aquello que diría también en su presencia.
2. A sus espaldas yo digo sólo aquello que quisiera que se diga de mí en un caso semejante.

Ahora, ¿cómo debo actuar, cómo debo comportarme cuando descubro faltas y deficiencias en los hermanos? El P. Kentenich propone dos actitudes y un método práctico.
¿Cuáles son esas dos actitudes?

1. Tenemos que considerar las miserias humanas como algo evidente. Porque todos somos seres cargados con el lastre del pecado original. Esto no lo debemos ni lo podemos olvidar nunca. Es natural que yo tenga faltas. Es natural que también mis hermanos tengan fallas. Y así como tengo que soportar diariamente mis propios defectos y limitaciones, así he de aguantar también las debilidades ajenas.

2. Siendo así la situación del hombre, debemos, en segundo lugar, acercarnos al hermano que falla con mucha benevolencia. Nadie de nosotros es juez, ni de vivos ni de muertos.
Benevolencia es un “cierto disimulo que parece no ver ciertas deficiencias notables”. Es todo lo contrario de “aquella triste perspicacia que tienen algunos para ver defectos ocultos”. Benevolencia presupone también una cierta ingeniosidad para descubrir el oro en cada uno. Y, en cada uno de nosotros hay cantidades de lingotes de oro. Sólo precisamos un sentido para descubrir lo bueno en el hermano.

Y entonces el Padre Kentenich hace una comparación: no debemos ser como el escarabajo. El escarabajo puede pasar por los manjares más ricos y delicados, pero no le interesan. Busca sólo los desperdicios, lo descompuesto. Nosotros debemos ser como la abeja. Ella revolotea por todas partes, pero sólo se detiene en el néctar.

El método práctico cuando descubro en un hermano un defecto

1. Debo preguntarme: ¿acaso no tengo yo el mismo defecto? Y muchas veces tendré que contestar que lo tengo. Tal vez se manifieste de manera diferente. O tal vez no tenga la misma falla, pero he de reconocer que tengo otras y aún mayores que mi hermano.
2. En segundo lugar, antes de llamarle la atención al hermano, debo tratar de vencer en mí mismo ese defecto. Debo esforzarme en ese campo, al menos durante un cierto tiempo.

Y después de haber cumplido con esas dos condiciones, puedo hablar con mi hermano y decirle mi crítica. Podré ser más objetivo, y el modo de llamarle la atención necesariamente será más cuidadoso, moderado y digno.

Preguntas para la reflexión

1. ¿Tenemos mentalidad de escarabajo o de abeja?
2. ¿Hablo en ausencia de los demás?
3. ¿Me es fácil ver lo positivo de los demás?

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“Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado…”
P. Alberto Eronti

Florencio Varela, Adviento del 2010

Queridos hermanos y hermanas del Círculo de Adoración, “Monte Sión”:

En la Iglesia, Familia de Dios en la tierra, hemos aprendido a “celebrar”, de hecho vivimos celebrando. Lo que llamamos “año litúrgico” nos sumerge en 365 celebraciones, es decir todo el año. Celebramos el nacimiento de Jesús, de María y de Juan Bautista; celebramos la muerte de Jesús y de los mártires; celebramos la Vida de Jesús resucitado y la vida de cada ser humano. La vida es lo primero, la muerte la celebramos como el paso a la Vida.

Se preguntarán el por qué de todo lo que acabo de escribir. El “contexto vital” de esta reflexión, ha sido el durísimo impacto que he sufrido viendo las fotos y leyendo declaraciones, slogans y consignas, de lo que se ha dado por llamar “Mujeres auto-convocadas”, cuyo encuentro anual se ha realizado hace pocas semanas en la ciudad de Paraná. Lo que comenzó hace años, como un esfuerzo lícito y necesario por rescatar lo que algunos pensadores llamaron “el eterno femenino”, ha derivado hacia una ideología cada vez más vacía de contenidos y ha terminado en una patología siniestra. No me refiero a las obscenidades -de palabras y hechos-, tampoco a los insultos y frases agresivas pintadas en las paredes y puertas de los templos, tampoco me refiero a las caricaturas de lo femenino que reflejaban muchas caras pintadas y cuerpos semidesnudos…; no, lo que me conmovió es la frase que agresivamente dijera una joven participante: “En mi vientre no llevo un ser humano, sino un pedazo de carne, por lo tanto tengo el derecho de abortar”.

Sé que la frase puede herir la sensibilidad de algunos, pido disculpas. Pero lo que puedo es negar la realidad: algo está muriendo en muchas mujeres, sobre todo en muchas mujeres jóvenes. Sé que no todas piensan o sienten así, también -¡gracias a Dios!- veo a muchas mujeres vivir profunda y felizmente su maternidad. Pero, cuando los vientres no son cunas algo oscuro está ocurriendo. No hago un juicio de valor; lo que sí me pregunto es: ¿qué civilización estamos creando? Las y los jóvenes son un “resultado”, son la última expresión de algo que comenzó hace largo tiempo.

El Padre José Kentenich decía ya antes de la segunda Guerra Mundial, que la separación entre fe y vida, entre lo sobrenatural y lo natural, iba a terminar desfigurando al hombre. Al alejarse de su “Modelo” (“Dios creó al hombre a su imagen…”), era inevitable que el hombre se desfigurara. Un intelectual europeo, creyente él, afirmó: “Cuando el hombre se aleja de los principios morales, primero se embrutece, después se bestializa”. ¡Otra expresión fuerte! pero que refleja buena parte de la sociedad actual. No podemos engañarnos, algo se está rompiendo en lo profundo de muchos jóvenes, algo que los desfigura. Los medios no son ajenos a esta desintegración. Hay mucha basura en los medios, hay mucha superficialidad e ignorancia en un buen número de sus conductores. Hace años se hablaba de “formadores de opinión”, en general se los escuchaba porque tenían nivel. Hoy se puede hablar de que abundan los “deformadores” de opinión cuya falta de contenido y de nivel produce compasión, pero tienen el poder de confundir. Un conocido periodista español, viendo lo que había pasado en un encuentro de rokeros, escribió: “He visto, azorado, el desmadre del despadre”.

Entre muchas jóvenes hay un “desmadre”: no querer ser madres; y en muchos varones un “despadre”: no querer asumir la consecuencia de un encuentro íntimo. Cuando la mujer no quiere ser madre y el varón no quiere ser padre, es que algo está muriendo en el hoy de la sociedad del Siglo XXI. Todo lo dicho me abruma, pero no me desespera, dolor y tristeza no es lo mismo que desesperanza o sin sentido. Lo que contemplo (y uso este verbo con total intención, porque es “mirar” como mira Dios), es una gran parte de la humanidad que está gimiendo, está pidiendo sentido, valores, luz para su noche.

Isaías anuncia al Mesías clamando: “Sobre los hombres que habitan en tierras de sombra, ha brillado una luz”. Es mucha la sombra, pero es infinita la luz que viene del Mesías anunciado. No podemos, como creyentes, celebrar la Navidad sin mirar la realidad y buscar responder a ella. En las Jornadas Nacionales de Delegados del Movimiento de Schoenstatt, llevada a cabo los días 30 y 31 de octubre pasado, los diálogos se centraron en el tema de la vida y la necesidad imperiosa de crear una “cultura de alianza”. También recordamos que los Papas Pablo VI y Juan Pablo II, hicieron referencia a que “es necesario optar entre la civilización del amor o una cultura de muerte”. Es así que el lema de la Familia de Schoenstatt de Argentina desde ahora y hasta octubre del año que viene es: “Herederos del Padre, profetas de la vida”. Sí, queremos -como los profetas- anunciar la vida, crear vida, defender la vida y denunciar los gérmenes de muerte que incuba la civilización actual. Cuando el Padre Kentenich decía que “hoy no basta con creer, esperar y amar; hoy hay que ser un milagro viviente de fe, esperanza y amor”, tenía total conciencia de las fuerzas desintegradoras que se abrían paso en la civilización Occidental. Hoy el problema es global. ¡Occidente ha exportado su propia desintegración!

Navidad es una celebración paradojal en este inicio del siglo XXI…, el hombre cada vez más margina a Dios de su vida y se margina de Dios, sin embargo sigue celebrando la Navidad… ¡He aquí una de las semillas de esperanza! No importa hoy en primer lugar qué se celebra, sino que se celebra. Hemos marginado, roto y atropellado muchos valores, pero todavía hay uno, al menos uno, que se sigue celebrando y que lleva a decir… ¡feliz Navidad! Mientras la sociedad siga celebrando esta fiesta, hay esperanza. La Iglesia es la depositaria de esta esperanza y nosotros somos Iglesia. Iglesia que espera, que anhela, que peregrina, que busca y que al encontrar al Niño y a su Madre, se arrodilla, adora, se conmueve e implora. Sí, Navidad es el canto a la Vida. La Vida es Dios y nació en Belén. La Vida es Dios y sigue naciendo. En esta Nochebuena celebraremos el nacimiento del Hijo de Dios “hecho carne”. ¡Un capullo de carne humana!, un cuerpito con bracitos y piernitas, con llanto y hambre, con ganas de vivir,… lo contemplaremos en el regazo de María, lo miraremos con los ojos de Ella y le susurraremos palabras que brotan desde el alma. Aquella joven auto-convocada que dijo, “es carne”, tenía razón. El Niño de Belén también “es carne” ¡y es Dios! El Niño de Belén es Hijo de Dios, todos los engendrados son hijos de Dios. Dios no despreció la “carne” humana, la asumió y por ella nos redimió, es decir: nos dio la Vida.

Que esta Navidad nos encuentre amando y sirviendo apasionada y abnegadamente a la vida humana, a toda vida. ¡Bendecida Navidad! los bendigo desde Sión:

P. Alberto E. Eronti
Mes de María 2010
4ª. Semana: 29. 11. Instrumentalidad

Cántico del instrumento
Segunda estrofa: Hacia el Padre.

Toma el corazón y la voluntad (607)
te pertenecen por completo;
ciegamente quieren doblegarse
a tus indicaciones y a tu palabra.
Ser total posesión tuya
es, para el instrumento, su honra y su gloria.

Tenemos que cuidar con gran dedicación la conciencia de misión divina y la conciencia de instrumento.

Cuán necesario es acentuar la conciencia sobrenatural de misión y de instrumento, lo saben todos aquellos que conocen más de cerca el plan de redención y la situación del tiempo actual.

Siempre ha sido una ley evidente que sólo aquellas personas y comunidades a quienes Dios ha dado una vocación y misión especial, pueden intervenir decisivamente en el Reino de Dios. Prueba de esto son no sólo los sacerdotes y profetas del Antiguo Testamento, sino también Nuestro Señor Jesucristo, los Apóstoles, la interpretación de la Iglesia y el sentir popular católico.

El Señor se retira a orar y luego envía a quien Él quiere. Tiene especial interés en grabar en la mente de los suyos: "No me habéis elegido vosotros a mí, sino que Yo os elegí a vosotros". Y en la oración sacerdotal da testimonio al Padre Celestial que ha preservado del mundo a los suyos, a aquellos que Él le ha encomendado.

Los Apóstoles, y a su cabeza el Apóstol de los gentiles, insisten en el hecho que ellos son enviados de Dios y de Jesucristo.

La Iglesia se ciñe teórica y prácticamente a la ley de que nadie puede ser escogido y enviado si antes no es llamado, como Aarón. Y el sentir popular católico ha reservado la palabra "misión" y "vocación" particularmente a aquellas personas y comunidades que poseen esta marcada misión divina (De la Segunda Acta de Fundación, 1939).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

domingo, noviembre 28, 2010

JORNADA ANUAL - REGIÓN CUYO
13 DE NOVIEMBRE DE 2010












El sábado 13 de noviembre a las 9 hs. nos reunimos en el Santuario y comenzamos con una hermosa Ceremonia religiosa (Paraliturgia).
Después nos dirigimos al salón donde nos reunimos todos los cursos para realizar la Jornada Anual.
Compartimos entre todas café y cosas ricas y la temática fue la siguiente

1- En primer lugar se agradeció a Inés Podestá por tanta entrega durante estos años y por las huellas que dejó.
2 - Apertura a cargo de Gigi Fontana que como Jefa Regional dio un pantallazo de lo que se ha realizado durante el año y la perspectiva hacia el 2014.
3 - Proyección del video que se presentó en el encuentro Argentina - Paraguay en Florencio Varela. Se presentaron los cursos con sus ideales, las características geográficas de cada zona y fotografías de sus integrantes. Fue muy bueno conocerlas a todas. ¡Excelente!
4- Proyección del video referido al Apostolado que realizan las madres de Federación de Argentia -Paraguay.
5 - Charla de Virginia Caliri y Elvirita Yaciófano referida al espíritu comunitario. Se destacó que debemos basarnos en la confianza, el respeto y la estima hacia la otra persona.
6 - Taller referido al espíritu comunitario en el que construimos el "Jardín de María". Se armaron grupos que debían confeccionar una flor grande (que representaba al grupo) con la idea fuerza que el grupo eligió para trabajar el espíritu comunitario y una flor pequeña para cada integrante, donde se colocaba lo que cada una quería trabajar individualmente. Todas las flores se entregaban a María en un panel.
7 - Sylvia Ruiz Guiñazú, como encargada de economía hizo un resumen de los gastos del año y la propuesta para el próximo año.

Fue un día hermoso de sol y el Santuario estaba precioso. La jornada fue muy fructífera y todo el mundo participó con alegría.

Cecilia González de Favier
Curso 12
"Madre Filial, transparente de María, instrumento de amor, paz y alegría"
Mes de María 2010
4ª. Semana: 28. 11. Instrumentalidad

Cántico del instrumento Primera estrofa: Hacia el Padre, 606

Madre tres veces Admirable,
consérvanos siempre como instrumento tuyo;
haz que con amor, hoy y todos los días,
nos pongamos a tu servicio.
Según los deseos de Dios, usa de nosotros
enteramente para tu reino de Schoenstatt.

¿Será acaso un don que nos hace en pago, un reconocimiento y un honor para nosotros, si creemos que Ella nos quiere usar desde acá, a partir de este día, para ganar una influencia más poderosa en la forjación de los destinos de la Iglesia en el espacio cultural de Occidente?

Séame permitido expresar lo que mueve nuestras almas en estos momentos y revestir de palabras lo que sienten nuestros corazones. Venimos para dar y recibir. Queremos intercambiar con la Sma. Virgen todo nuestro desvalimiento, nuestra buena voluntad y nuestra fidelidad. Le damos nuestra buena voluntad y ella nos da su buena voluntad. Le damos nuestra fidelidad y ella nos da su fidelidad.

Esta contraposición nos recuerda espontáneamente que el pensamiento central que nos mueve, que nos impulsa constantemente, y que nos asegura una paz inalterable en todas las situaciones, es el pensamiento de la Alianza. También ahora él está en el primer plano de nuestros intereses. El nos da la respuesta a todas las preguntas que esperan una solución. Los dos contrayentes que desde hace tanto tiempo van unidos, se vuelven a enfrentar de nuevo en este lugar santo (De la plática del 31 de mayo de 1949).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

sábado, noviembre 27, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 27. 11. El Capital de Gracias

La Sma. Virgen tiene una gran tarea frente al Occidente. Una vez que me hizo comprender esto, me pidió que yo también le entregase todo. Esto es lo hermoso, lo grande, que nuevamente nos une: Presentamos a nuestra Madre nuestro desvalimiento y ella nos regala también su desvalimiento, pero también su buena voluntad. ¿Qué pide en cambio de nosotros? El reconocimiento de nuestro desvalimiento...

Ella viene hasta nosotros como la gran educadora. Nos ofrece su capacidad, poder y fuerza de educadora. Si buscamos el Reino de Dios, todo lo demás se nos dará por añadidura.

La Sma. Virgen permanece fiel. No tienen por qué angustiarse. Es cierto que en general hay poca fidelidad. Pero Ella la Virgen fiel. Ella nos ama aunque no andemos con un traje tan limpio, incluso si alguna vez le hemos vuelto las espaldas, Ella nos es fiel. Su fidelidad termina sólo cuando nos sabe allá arriba en el cielo...

Estamos en una hora decisiva en la historia de la Familia. Si no tenemos la suerte de derribar el mencionado muro, la Virgen quitará a nuestro terruño su misión para Alemania y emprenderá una obra de salvación desde los santuarios filiales. Ella queda fiel a su Alianza. Si ramas de nuestra Familia por cobardía y debilidad no pagan fidelidad con fidelidad, podemos suponer que su misión se traspasa a nosotros (De la plática del 31 de mayo de 1949).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

viernes, noviembre 26, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 26. 11. El Capital de Gracias
Esto es lo que María aceptó en 1914: descender y desde aquí, inmunizar al mundo contra el demonio y conducirlo nuevamente a Cristo. Ésta es la primera promesa que Ella hizo: “me estableceré en este lugar para vencer desde aquí al demonio en el mundo; con ese fin formaré un gran movimiento de educación; a ustedes, a quienes he llamado hasta aquí, los escogeré como instrumentos para realizar esta tarea.

¿Y qué exigencia nos puso a nosotros? Sabemos ya que no existe una Alianza con Dios que no exija un sacrificio como símbolo de la entrega total. Nos hizo una doble exigencia:

Debíamos estar dispuestos a dejarnos formar, y a entregarnos en serio a Ella para que nos pueda formar como sus instrumentos para realizar sus fines.

Sabemos cómo respondió la Familia a esta Alianza: Primeramente se entregó en la forma de las Contribuciones al Capital de Gracias. Pero cuando las dificultades se hicieron mayores y el demonio ganaba más terreno en Europa, nos dimos cuenta que debíamos entregar más a la Santísima Virgen. Entonces Ella tomaría la responsabilidad de velar por nosotros en medio de los grandes combates de la época. Eso fue en el año 1939, cuando los nazis ocuparon nuestra Casa de Formación en Schoenstatt. Temíamos que también cayeran sobre nuestra pequeña comunidad y usaran de la violencia con nosotros.

El 31 de mayo de 1939 formamos un círculo en torno al Santuario y juramos a nuestra Madre: Acéptanos, acepta nuestro Poder en Blanco, acepta nuestra vida, pero ayuda a Schoenstatt a que en todas partes salga victorioso de los extraordinarios combates que se han desatado.

Lo que hicimos en 1939 no fue otra cosa sino un acto de fidelidad a la Alianza que sellamos con la Virgen en 1914… Siempre nuestro pensamiento era el siguiente: si nosotros somos fieles a la Alianza, Ella también lo será. Lo que tenemos que hacer es entregarnos a nuestra Madre, entonces Ella combatirá nuestras batallas… Sabemos cuán fiel se ha mostrado desde esa entrega; cómo, a partir de esa Alianza, emprendió una marcha triunfal a través del mundo (Bendición del Santuario de Bellavista, Chile, el 20 de mayo de 1949).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

jueves, noviembre 25, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 25. 11. El Capital de Gracias

Para comprender esto, recordemos que las Contribuciones no son ni más ni menos que una lucha auténtica, seria y eficaz por nuestra santidad al servicio del apostolado mariano. Lo que escribe Lucía Cristina (una mística alemana) respecto a la vida de los sacerdotes, podría aplicarse a nosotros. Ella dice: “Cuando el sacerdote no puede hacer nada más, todavía le queda una cosa: ser un santo. Muchos corazones engañados y espíritus extraviados permanecerán cerrados ante las palabras, pero no se cerrarán ante una santidad manifiesta”.

Finalmente recordamos que la situación en que se encuentra nuestro pueblo nos exige en toda la línea, perentoriamente lo que según el Evangelio se denominan Consejos evangélicos y, según la ascética, “espíritu de los votos”. Es decir, el desprendimiento magnánimo de los bienes materiales, la pureza moral y la obediencia fiel basada en Dios.

Si tomamos más en serio que hasta ahora, las Contribuciones al Capital de Gracias, en el sentido del Poder en Blanco, no nos costará conformar más profundamente nuestra vida práctica según el espíritu de los votos y cultivar este espíritu con mayor ardor y consecuencia. De este modo las Contribuciones al Capital de Gracias nos ayudan a que las exigencias de la época se hagan fecundas para nuestra tarea de santificación y para nuestra Obra de Schoenstatt.
¡Quiera nuestra Madre Tres Veces Admirable conseguir en este aniversario a todos sus hijos la verdadera comprensión del valor de las Contribuciones al Capital de Gracias, del carácter mariano de nuestra familia y de su misión divina!

(De la Segunda Acta de Fundación de Schoenstatt)

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

martes, noviembre 23, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 24. 11. El Capital de Gracias

Por el Poder en Blanco (darle el sí a todo lo que Dios dispone o permite en nuestra vida) le devolvemos a las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable, en la Familia y en nuestra propia vida, aquella importancia que tuvieron en la lucha y las aspiraciones de José Engling (uno de los primeros schoenstattianos y que murió en la primera guerra mundial) y que siempre deberán tener el plan divino.

¡Gracias a Dios! Así nos sentimos, por de pronto, en la tierra firme de nuestra tradición y nos dirigimos hacia el porvenir incierto que se avecina fortalecidos con nuevo vigor por una de las fuerzas esenciales en el organismo de vida de nuestra Familia. Por eso nos alegramos, ya que así reconocemos y confirmamos aquella ley que dice: "Todo reino se mantiene con las fuerzas que le dieron origen”, es decir, el florecimiento de un reino depende de la fidelidad a las fuerzas fundamentales que lo forjaron en sus comienzos. La existencia de nuestra Familia se la debemos a las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable. Por esta razón debemos mantenerlas inconmoviblemente en todo tiempo, y, sobre todo cuando debemos afrontar la prueba de fuego.

Con las Contribuciones al Capital de Gracias surge o decae la Familia y su Fecundidad.

A eso se añade el hecho de que viene un tiempo en que las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable pueden ser, no sólo el apostolado mariano más importante y eficaz, sino el único que podemos ejercer.

(De la Segunda Acta de Fundación de Schoenstatt, 1939)

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010
Mes de María 2010
3ª. Semana: 23. 11. El Capital de Gracias

Se trata de colocar nuevamente en primer término las Contribuciones al Capital de Gracias de nuestra Madre Tres Veces Admirable.

Todo lo que hemos explicado hasta aquí sobre la fe en nuestra misión divina y el sello mariano de nuestra Familia, encuentra su expresión concreta y su coronación en las Contribuciones al Capital de Gracias de la Madre Tres Veces Admirable.

Es natural, por lo tanto, que esta idea haya sido de las más controvertidas en la lucha de los últimos años (El PK habla de los años 1930). Lo que nos ha permitido comprobar ampliamente su fundamento dogmático, su alcance psicológico y su utilidad pedagógica. El resultado ha sido una adhesión más consciente y un convencimiento aún más entusiasta por esta idea que ha dado tanto resultado.

Ha estado presente, desde los inicios en la historia de nuestra Familia, en cada uno de nuestros nuevos Santuarios y en toda labor schoenstattiana fructífera. En el transcurso de los años ha llegado a ser expresión de la entrega total a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt y a su Obra, de una eficaz y esclarecida asociación de la actividad divina y la actividad humana, de la fe en la misión sobrenatural y de una actitud profundamente mariana. Con ello, ha llegado a ser también medida para la fidelidad y disponibilidad eficaz de cada miembro de la familia (De la Segunda Acta de Fundación de Schoenstatt, 1939).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

lunes, noviembre 22, 2010

Mes de María 2010
3ª. Semana: 22. 11. El Capital de Gracias

"Amo a los que me aman. Pruébenme primero por hechos que me aman realmente y que toman en serio su propósito. Ahora tienen para ello la mejor oportunidad.

Y no crean que es algo extraordinario, si ustedes suben al máximo, más allá que las generaciones pasadas las exigencias que se ponen a sí mismos, dado el tiempo tan serio y tan grande como el que vivimos actualmente.

Según el plan de la Divina Providencia debe ser la guerra mundial con sus poderosos impulsos un medio extraordinariamente provechoso para ustedes en la obra de su propia santificación.

Es esta santificación la que exijo de ustedes. Ella es la coraza que tienen que ponerse, la espada con que deben luchar para la consecución de sus deseos.

Tráiganme con frecuencia contribuciones al Capital de gracias. Adquieran por medio del fiel y fidelísimo cumplimiento del deber y por una intensa vida de oración muchos méritos y pónganlos a mi disposición.

Entonces con gusto me estableceré en medio de ustedes y distribuiré abundantes dones y gracias. Entonces atraeré aquí los corazones jóvenes hacia mí, y los educaré como instrumentos aptos en mi mano."

Del Acta de Fundación, en la versión del Padre, del 15.6.1919

Nota: Reflexiòn elaborada por los Padres de Schoenstatt de Còrdoba



sábado, noviembre 20, 2010

Mes de María 2010
2ª. Semana: 21.11. Fe práctica Divina Providencia

“El santo de la vida diaria no sólo escucha y comprende magistralmente a esos innumerables profetas de Dios, que va en­contrando, sino que además responde con un cordial y recíproco amor y una vida perfecta. Procura que todas las acciones y todos los sentimientos de su vida ordinaria maduren lo más posible y se conviertan en un único y continuado acto de amor y de servicio de Dios.

San Francisco de Sales dejó escrito en su Filotea un manual práctico para ejercitar en el mundo la santidad de la vida diaria.

Toma como punto de partida la misma idea que nosotros, que él expre­sa en estos términos: "Según la orden creadora de Dios, "cada planta ha de producir fruto según su especie". Nosotros somos, como quien dice, las plantas del divino jardín de la Iglesia, y hemos de dar frutos de vida pia­dosa, cada uno según su clase y estado. La piedad tendrá un aspecto dis­tinto en el hidalgo que en el artesano, en el obrero que en el criado; tendrá un aspecto distinto en la doncella y en la mujer casada, y otro diverso en la viuda. Más aún, en su aplicación práctica se regirá por las fuerzas, ocu­paciones y deberes de cada persona. ¿O pensáis que estaría bien a vuestro obispo el ejercitar la vida solitaria de un cartujo? ¿O diría bien de un ma­trimonio el que ninguno de los dos quisiera ganar ni ahorrar nada, como hacen los capuchinos? ¿O sería razonable que un obrero o un artesano se pasara a diario largas horas en la iglesia como hacen los frailes? Tal pie­dad ¿no sería ridícula, desacertada, contraproducente?

Quien vive en el mundo, no puede sustraerse a las cosas. A cada paso las encuentra. Está expuesto a sus influencias con más intensidad que los religiosos; y ha de influirlas y darles forma al mismo tiempo. Por eso, saber interpretar la voz profética de las cosas es uno de los requisitos más importantes para el santo de la vida diaria que vive en el mundo. Esto lo sabía muy bien San Fran­cisco de Sales. Y por eso daba tanta importancia a la práctica de este noble arte. Pero sabe distinguir siempre con cuidado entre pensar en Dios, y los suspiros de amor de Dios que despiertan tales pensamientos.

Es pues tan sólo una parte, sin duda la más pequeña de la mi­sión profética de las cosas, el que nos recuerden a Dios y a las co­sas divinas; lo principal es que sepan ganar al mismo tiempo para Dios el corazón y la voluntad” (La Santificación de la vida diaria, 143-145).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010
Mes de María 2010
2ª. Semana: 20.11. Fe práctica Divina Providencia

“Las cosas de este mundo no sólo tienen un valor propio, sino además una significación simbólica. Todas ellas son como pequeños profetas de Dios, que por encargo de Él nos traen la buena nueva de Dios, de sus atributos y de sus propósitos para inflamarnos en un amor grande de Dios. Por eso San Agustín llama a las cosas nutus Dei, es decir, saludos o indicaciones de Dios. Y San Buenaventura nos habla de un manutergium Dei. Quiere decir que Dios nos lleva amorosamente de la mano por medio de las cosas, nos muestra su presencia y sus deseos, y nos introduce en su corazón paterno. No acabaríamos nunca si quisiéramos enu­merar todos los "pequeños profetas" que encontramos al cabo del día.

Para animamos a tener la mirada más aguda y a tener más fino oído para los mensajeros y los mensajes de Dios, voy a referir varios ejemplos:

Paso junto a un rosal florido. Este rosal ha recibido de Dios el encargo de hablarme de su amor y de su hermosura. O veo agua cristalina; ¿por qué no me ha de recordar, con voz profética, el bautismo y la purificación del alma? El pajarillo que canta en la enramada, ¿no nos saluda de parte del Padre celestial, que con tanta providencia le viste y alimenta?

Un ama de casa me contaba que, al limpiar los zapatos por la noche, pensaba en la paciencia divina con que Dios nos va limpiando día tras día de todo el polvo y suciedad que vamos cogiendo a lo largo del día, si le pedimos perdón con arrepentimiento. Un árbol cargado de fruto, me seguía contando, pone siempre en mis labios la oración: "Ayúdame, Señor, para que en el gran día de la recolección no me encuentre con las manos vacías."

El despertar primaveral de la naturaleza sugiere al santo de la vida diaria la resurrección de la carne; su letargo otoñal le recuerda la muerte. El cerezo en flor le dice algo de la hermosura del alma en gracia santifi­cante, y el cierzo frío, que en sus caminatas nocturnas le corta los miembros, le está predicando la frialdad glacial que espera tantas veces al Salvador en muchas almas de caridad apagada. Doquiera que vaya o se encuentre, el santo de la vida diaria se ve rodeado de pequeños profetas que susurran la palabra a su oído” (De la Santificación de la vida diaria, 142).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

jueves, noviembre 18, 2010

Mes de María 2010
2ª. Semana: 19.11. Fe práctica Divina Providencia

Con razón nos preguntamos: ¿cómo podríamos nosotros, con nuestro pasado, contarnos en el círculo de esos osados aventureros sin una clara indicación de la fe en la Divina Providencia que nos ha conducido victoriosamente hasta ahora a través de todas las oscuridades del tiempo?

A esto se agrega, todavía, que dado a que debemos cumplir nuestra tarea en medio del tiempo moderno con sus constantes cambios -y no tras los muros conventuales- que constantemente permanezcamos extraordinariamente dependientes, en nuestro ser y actuar, a lo que nos dice la Providencia divina o la palabra de Dios expresada en el tiempo. Ella es simplemente el riel que no cambia en las mutaciones del tiempo. Es el ancla a la que se agarra con toda firmeza el barco de nuestra vida y de nuestra Familia. Es la torre indestructible contra la que se azota la fuerza de un mar tormentoso. Es la brújula que nos muestra siempre con gran amplitud -a diferencia de otras órdenes- la dirección para el cambio en nuestro estilo de vida y de trabajo que, no tratándose de las cuestiones más fundamentales, es tan variable.

De éstas y otras consideraciones semejantes se deduce de nuevo y más profundamente la convicción de que nuestra meta final ha estado indisolublemente unida con la fe en la divina Providencia y que debe permanecer así para siempre. Con razón podemos hablar, en este sentido, de una especie de “dogma” de Schoenstatt (Gedanken zur juristischen Bindung der Martienschwestern, 1962)

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010
Carta de Alianza
Noviembre 2010

Queridos hermanos en la Alianza:

El 18 de octubre pasado la Familia de Schoenstatt en todo el mundo dimos inicio al trienio de preparación al gran jubileo del 2014. Estos tres años nos quieren motivar e impulsar a una gran peregrinación espiritual al Santuario original que culminará con una gran peregrinación internacional a Schoenstatt y a Roma.

Animados por la fuerza de la Alianza de Amor con la Mater queremos ponernos en marcha y hacer este camino unidos al Padre y fundador. En este peregrinar al 2014 queremos regalar a nuestra Iglesia y a la sociedad aquello que hemos recibido por pura gracia y tanto bien nos ha hecho: la Alianza con María, renovando y gestando así una cultura de Alianza.

Justamente fue esa renovación del hombre y de la sociedad la que impulsó al P. Kentenich, al salir del campo de concentración de Dachau, a viajar a América Latina “buscando aliados para tirar del carro de victoria de la Santísima Virgen”. Aliados para la misión. Buscando aliados para la misión de María llegó a Argentina y nos dijo el 19 de marzo de 1952: “Queremos pedir que Dios nos regale hombres y mujeres que no solamente sepan hablar bien sino que comprendan toda la fuerza y el peso de esta inmensa misión que nos fue regalada por Dios para el tiempo actual y estén dispuestos a dar su vida por ella”. Por eso en la Jornada de Delegados del 30 y 31 de octubre pasados los dirigentes del Movimiento en Argentina vimos que el primer objetivo para el año 2011 es asumir al Padre como Padre y Profeta para seguirlo en la misión.

Hace unos días un grupo de jóvenes me invitó a participar en una de sus reuniones. Uno de ellos me preguntó: “¿cómo puedo hacer para conocer bien al Padre Fundador?”. Antes de contestarle le pregunté la causa de su interés en conocer más al P. Kentenich, y me dijo que quería ser un comprometido misionero de la Mater, y como para conocer bien a una comunidad u organización es necesario conocer bien a quien la fundó, por eso quería conocer bien al P. Kentenich, el fundador de Schoenstatt. ¡Excelente!, dije, “¿y cómo les parece que ha sido en otras comunidades?”, les pregunté. Uno de los jóvenes tomó la palabra entusiasmado: “los discípulos del Señor lo fueron conociendo a medida que lo escuchaban, hablaban y vivían con Él”. Me pareció un ejemplo genial y les comenté: “Para conocer al P. Fundador también hay que escucharlo leyendo sus escritos, hablar con él en la oración y vivir con él cada día. Solo así podremos comprender quién fue el P. Kentenich y experimentar su amor de padre-sacerdote, su sabiduría como maestro de vida y su fuerza profética. Por el vínculo entrañable a su persona llegaremos a asumir originalmente sus actitudes y su misión”.

En la Jornada de Delegados llegamos a una segunda convicción: observamos que se ha instalado en nuestra sociedad una cultura de muerte que está destruyendo la vida. Se trata del desprecio por la vida que se manifiesta en la violencia física, verbal, psíquica y moral, en la adicción a las drogas y al alcohol; en los abortos y los intentos por ampliar su legalización; en el abandono de personas indefensas; en los crímenes de cada día, en el desprecio por la dignidad del hombre. Por eso el Episcopado Argentino declaró el 2011, año de la vida. Se trata de la “Vida” con mayúsculas en sus todas sus dimensiones: del sentido de la vida, del amor a la vida humana y a toda la creación como expresión de la vida de Dios. Se trata de luchar a favor de toda vida y en contra de la deshumanización que padecemos como cultura. Alguien decía que un caballo no se puede “descaballizar” pero el hombre sí puede “deshumanizarse”, ¡y lo vemos cada día! Se trata de ayudar a dignificar la vida de tantos hombres, mujeres, niños y ancianos que viven en condiciones infrahumanas. Se trata de proclamar con fuerza y claridad que la vida es un don y merece ser vivida, que la vida es un derecho de todos y para todos los hombres. Dios es el Dios de la Vida y de la Alianza y Jesús vino para que “tengan vida y vida en abundancia”. Anunciar la Alianza de Amor con María es anunciar al Dios de la Vida que se hizo hombre en María para que todos tengamos Vida en Él. Queremos celebrar, defender y promover la Vida, ser profetas de la Vida que por la Alianza de Amor ayudemos a gestar una cultura de diálogo, de unidad, de vínculos sanos para el hombre de hoy en nuestra Patria.

Por eso el segundo objetivo del Movimiento para el año 2011 es promover la Vida y regalar la cultura de la Alianza a la Iglesia y a la Patria.

Como síntesis y expresión de los dos objetivos el lema para el 2011 es:

¡HEREDEROS DEL PADRE, PROFETAS DE LA VIDA!

Querida Familia de Schoenstatt, desde el Santuario les mando un cordial saludo y bendición pidiendo al Señor y a María que nos transformen cada día en misioneros y profetas de la Vida a imagen de nuestro Padre Fundador. ¡Feliz día de Alianza!

P. José Javier Arteaga
Mes de María 2010
2ª. Semana: 18.11. Fe práctica Divina Providencia

San Pedro, después de haber contemplado la gloria de Dios en el Tabor, exclamó arrebatado: “¡Qué bien estamos aquí! ¡Hagamos aquí tres tiendas!”. Una y otra vez vienen a mi mente estas palabras y me he preguntado ya muy a menudo: ¿Acaso no sería posible que la Capillita de nuestra Congregación al mismo tiempo llegue a ser nuestro Tabor, donde se manifieste la gloria de María? Sin duda alguna no podríamos realizar una acción apostólica más grande, ni dejar a nuestros sucesores una herencia más preciosa que inducir a nuestra Señora y Soberana a que erija aquí su trono de manera especial, que reparta sus tesoros y obre milagros de gracia.

Sospecharán lo que pretendo: quisiera convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia, para nuestra casa y toda la Provincia alemana y quizás más allá. Todos los que acudan acá para orar deben experimentar la gloria de María y confesar: ¡Qué bien estamos aquí! ¡Establezcamos aquí nuestra tienda! ¡Éste es nuestro rincón predilecto!

Un pensamiento audaz, casi demasiado audaz para el público, pero no demasiado audaz para ustedes. ¡Cuántas veces en la historia del mundo ha sido lo pequeño e insignificante el origen de lo grande, de lo más grande! ¿Por qué no podría suceder también lo mismo con nosotros? Quien conoce el pasado de nuestra Congregación no tendrá dificultades en creer que la Divina Providencia tiene designios especiales respecto a ella.

Al decir esto, mis queridos congregantes, siento que mis palabras encuentran eco. ¡Ya están ardiendo sus corazones! Ustedes han hecho suyo mi proyecto: lo pongo tranquilamente en sus manos, lo mismo que su ejecución, y no tengo reparo en escribirlo en nuestra crónica. ¡Que las generaciones venideras nos juzguen! ¿Alcanzaremos el fin que nos hemos propuesto? En cuanto depende de nosotros, mis queridos congregantes, -y esto no lo digo vacilando y dudando, sino con plena convicción-, todos nosotros haremos todo lo posible.

Tal como para nuestro segundo patrono, san Luis Gonzaga, una capilla de la Sma. Virgen en Florencia fue el origen de su santidad, así también esta capilla de nuestra Congregación será para nosotros cuna de santidad. Y esta santidad hará suave violencia a nuestra Madre Celestial y la hará descender hasta nosotros” (Acta de Fundación, 18. 10. 1914, nr. 7 y 8).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

martes, noviembre 16, 2010

Mes de María 2010
2ª. Semana: 17.11. Fe práctica Divina Providencia

“Hoy es necesario atreverse de nuevo a la aventura del amor heroico. Se trata de hacer surgir figuras de una nueva creación que ayuden a formar e iluminen la Iglesia del futuro. A causa de esta posición orientada hacia el futuro, nadamos en la misma corriente que hoy arrastra e impulsa hacia adelante a los más decididos.

Todos poseen un espíritu audaz, orientados principalmente hacia adelante; todos quieren a su manera, como lo quiso en su tiempo Colón, ser descubridores y conquistadores de un mundo nuevo y desconocido. En todos se encuentra el impulso irresistible a ver con claridad, a anunciar y realizar con valentía el plan futuro de Dios sobre el cambio de imagen del mundo y de la Iglesia.

La luz de la fe viva en la Divina Providencia quiere ser y será luz para nuestros pasos en el futuro. Nuestra misión, en su originalidad, está más fuertemente orientada hacia el futuro que hacia el pasado. Es por eso que no puede basarse tanto, sin excluirlas, en imágenes ideales del pasado tal como se formaron y se pusieron a disposición en aquel tiempo y para aquel tiempo, que estaba esencialmente configurado en forma diferente a los nuevos tiempos (PK, 1962).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

lunes, noviembre 15, 2010

Mes de María 2010
2ª. Semana: 16.11. Fe práctica Divina Providencia

Recuerdo perfectamente cuando estaba en Dachau, donde se trataba siempre de ser o no ser y no se podía eludir esa elección… A menudo me venía la idea a la mente: “¿No debería decir ahora ‘Calla, porque es voluntad de Dios’ y sencillamente bajar los brazos?” Por supuesto, habría sido algo muy cómodo (porque) de ese modo no me habría expuesto a ningún peligro. Pero la fe en la Divina Providencia nos propone tareas. No sólo la tarea de decir “sí” y callar…Por tanto, la fe en la Divina Providencia no sólo detecta los planes de Dios sino que los realiza. ¡Hay tareas que llevar a cabo!

En aquel entonces, yo respondía a esta pregunta de la siguiente manera: Está bien, hay que ejercitar las tres virtudes teologales: fe, esperanza y amor (observen que voy siempre al fondo último de las cosas). Sin embargo, para ser un hombre cabal, a ese ejercicio hay que unir el heroísmo de las virtudes cardinales. Y entre estas últimas se cuenta la fortaleza que, a su vez, entraña el coraje y la decisión.”

Nuestra fe en la divina Providencia es una fe activa, no pasiva. No es una fe que simplemente sobrelleva y soporta, sino que también nos da tareas previstas en el plan de Dios para nosotros; nos confía la labor de hacer realidad la misión que hemos descubierto. Y hacerlo con todas nuestras fuerzas (Desiderio Desideravi, 1963).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

domingo, noviembre 14, 2010

Región Mediterránea

¡¡Qué hermosa estuvo nuestra convivencia!!!

No faltó nada:

1-¡¡¡Un día magnífico!!!
2-La charla+taller de la Hermana Mariela :sobresaliente, todas nos quedamos con ganas de escuchar más.

Y eso haremos!!! la seguimos el año que viene

Ojalá no nos cueste mucho dolor de cabeza la búsqueda del ideal!

3-Una torta exquisita!!! (y lo digo yo que, desde chiquita, soy catadora de tortas). Y por supuesto la pata y todas las salsitas, el pan casero, todas las cositas duces y deliciosas que nos trajo Estelita.

4-Una teatralización para el Teatro de Comedias

5- una danza, con coreografía schonstattiana, para volver a aplaudir

Y una Misa con el padre Pol que fue el broche de oro de todo este día de cielo. Y de yapa nos regaló una canción muy tierna y un anagrama de lo que significa ser Madre

M de madre
a de admirable
d de diponibilidad
r de responsabilidad
e de educadora

Y para no olvidarnos de nada mencionamos también:
* la presencia de las "precandidatas a Federación de Madres", nuestras oraciones han sido escuchadas y tenemos un grupo que es para sacarse el sombrero.
*La charla-video de la Hermana Sol, muy buena... y nuestro compromiso de apoyarlas y rezar por toda la Juventud femenina.
*La servicialidad de todas las que de una u otra manera han estado colaborando para que esto fuera posible ¡mil gracias! (no ponemos una lista de nombres por el temor de olvidarnos de alguna y porque, si el servicio es sencillo y silencioso, vale el doble).
*La presencia de cada una que hizo posible este encuentro donde la ausencia fue muy escasa y por motivos muy justificados.
Para todas mil gracias, la verdad que estamos orgullosas de pertenecer a esta Comunidad de hermanas. Muchísimas gracias por todo, con mucho cariño, en nombre de Anita y el mío ¡Gracias! Nuri
Mes de María 2010
2ª. Semana: 15.11. Fe práctica Divina Providencia

Conviene tener presente que la concepción schoenstattiana de la fe práctica en la Divina Providencia, en el sentido de su misión, muestra un carácter masculino-activo extraordinariamente acentuado. A través de los signos del tiempo, como voces de Dios, constantemente se dejan mostrar tareas claramente definidas. Conoce, por tanto, no sólo una actitud de “Fiat” (“Hágase”), pasivo-femenina, sino también una actitud masculina-activa, de “Volo” (“quiero”), que impulsa con fuerza hacia delante y que es creativa. Está lejos de entregar así nomás a los hijos de este mundo el mundo dejándolos librados a su dominio. Trata más bien de intervenir poderosamente, por supuesto orientándose siempre por el deseo y la voluntad de Dios, en el engranaje del mundo y de la Iglesia. No se limita siempre sólo a decir que sí, no conoce sólo una ley de la puerta abierta, sino también de la puerta cerrada. Está traspasada de una apremiante corresponsabilidad por la “cristíficación” mariana del mundo.

Para una mentalidad femenina, el tema de la Divina Providencia cobra otro matiz del que solemos darle. Cuando hoy se practica la fe en la divina Providencia, suele hacerse más bien pasivamente: “Es Dios quien nos ha enviado tal y cual cosa, resignémonos; no vale la pena hacer nada.” … Se suele decir, por ejemplo: “Estoy enfermo; Dios lo quiere; me resigno y beso su mano”. Está bien, pero eso constituye sólo una parte de la Fe en la Divina Providencia. Para nosotros, la fe en la Divina Providencia no se reduce a la recomendación: “Calla; resígnate; Dios hará que todo salga bien.” No, no; hay que actuar según el ejemplo de la santísima Virgen: ella fue una Colaboradora permanente. La santísima Virgen fue la Colaboradora permanente del Señor en la ejecución del plan de redención (De un curso dado por el PK en Milwaukee, 1963).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

sábado, noviembre 13, 2010

Paraguay: Cierre del año de Federación de Madres














Hoy sábado 13 de noviembre tuvimos el cierre del año de la Federación.

Como fue un año intenso, con mucho estudio, reuniones y trabajo, ya que nos preparamos y tuvimos el Capítulo Regional, Territorial, el Encuentro Territorial, cerramos los libros, las carpetas y a pasear!

Fue una linda jornada, embellecida por un clima y día hermoso.
Iniciamos con la Santa Misa en Tuparenda, ¡un jardín! preludio del cielo! El P. Antonio Cosp fue el celebrante.

Después fuimos a la casa de verano de Lady, ¡preciosa! junto al Lago Ypacarai.
Compartimos un clima familiar, distendido y alegre. Jugamos, charlamos, nos reímos y como verán en las fotos ¡comimos!

Y rezamos: "Gracias Mater, qué hubiese sido de nosotros sin tu amor maternal!

Lux Elena
Mes de María 2010

Primera semana: la Alianza de Amor - 3 minutos con María -

7° día - 14.11.2010

“Permíteme llamarte de nuevo la atención sobre la cantidad de fuentes que, a diestra y siniestra manan en abundancia a la vera de nuestro camino. No las perdamos de vista. Aprendamos de ellas, dejémonos estimular y motivar por todas ellas.

Las voces del tiempo son voces de Dios. Dios no nos habla sólo mediante palabras que llegan a nuestros oídos procedentes del campamento enemigo, sino que simultáneamente expresa sus deseos mediante las corrientes de ideas existentes en el campo netamente católico.

No sólo tenemos una misión en tal y cual área. No olvidemos que todo el mundo católico y no católico también tiene una misión para con nosotros, y que las aguas que hoy corren por la tierra roturada que es el mundo, han de confluir, según el designio divino, en un cauce común.

No sé si los vigías del tiempo apostados en las atalayas de nuestra Familia están suficientemente despiertos como para avizorar todas las corrientes de ideas y responder oportunamente a ellas. Creería que tenemos motivos para temer que se haya empañado un poco la mirada que nos permite discernir lo que sucede en la cercanía y en la lejanía. Y ello por haberse reducido la visión al concentrarse en problemas más personales. Si esta suposición fuese acertada, ya sería tiempo de retornar a la antigua práctica, de lo contrario la ley de la puerta abierta será nuestra acusadora ante el tribunal de Dios y el foro de la historia.

Surgido en los albores de la era atómica, Schoenstatt tiene una clara misión para los tiempos modernos. Su estructura y tarea presentan un carácter anti-colectivista que resulta similar a lo que fuera la misión de la contrarreforma de la Congregación Mariana.

Compara este aspecto, si quieres, con todas las corrientes colectivistas de nuestros días. Así apreciarás nuevamente nuestra originalidad y se reavivará en ti el entusiasmo por nuestra misión" (del P.K. al P. Menningen, 1955).

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010

viernes, noviembre 12, 2010

Mes de María 2010

Primera semana: la Alianza de Amor - 3 minutos con María -

6° día - 13.11.2010

La Congregación nos da a María. Pero ¿acaso no la conocíamos ni la amábamos hasta el presente? Dios nos hizo nacer de padres católicos. Esto ya es una prueba, una garantía suficiente como para afirmar que María Santísima estuvo presente en el cielo sin nubes de nuestra primera infancia, como un astro querido que daba luz y calor a todo nuestro ser.

“Estuvo junto a mi cuna, y en mi primera peregrinación;
y ya en ese entonces sus rasgos me manifestaron la belleza de Dios.
Allí aprendí a amar a mi madre y me di totalmente a Ella como su niño”.

Este amor fue alimentado y cultivado a lo largo de años; en unos más, en otros menos, en la medida en que nuestros padres y el ambiente que nos rodeaba estaban penetrados por el amor a la Sma. Virgen. Entretanto, el niño se transformó en muchacho. Muchas cosas han cambiado en torno a nosotros. El amor maternal de la Sma. Virgen sin embargo nos ha seguido acompañando, aún cuando -¡quién sabe!– hubiéramos caído en la noche oscura de caminos desviados y pecados graves, por ligereza juvenil o a causa de alguna lamentable seducción.

La Congregación quiere desarrollar esta relación mutua de la manera más ideal y fecunda posible. Ella quiere avivar este fuego latente convirtiéndolo en una llama luminosa, purificadora y santificante. En una época en que el amor hace palpitar nuestro corazón con una fogosidad desconocida y furiosa, la Congregación entroniza en nuestro corazón a aquella persona humana más digna de ser amada. Así como en el cuadro del altar, la imagen de María no es un mero adorno de la Capilla, sino que la domina totalmente, así también no basta que Ella ocupe un lugar sobresaliente en el templo de la Congregación, en el santuario de nuestro corazón. No. Ella debe dominar en él con ilimitado poder. Es así como encontramos a María en la Congregación.

Los cirios que pronto ofreceremos en el comulgatorio, como símbolo de nuestra consagración a María van a consumirse mientras arden. Así debe consumirse toda nuestra vida futura en todo tiempo, en todo lugar y en toda situación al servicio de nuestra excelsa Señora y Protectora. A Ella le pertenece nuestro cuerpo y nuestra alma, nuestra vida y muerte, nuestros trabajos, estudios y oraciones, nuestros sufrimientos y luchas. La oración de la Congregación, “Oh Señora mía...”, debe recordarnos una y otra vez nuestra promesa solemne e irrevocable; debe impulsarnos a expresar esta promesa con energía y tenacidad en la vida, a convertirla en obras.

La entrega a María, tarde o temprano, se va a convertir en una verdadera necesidad, en nuestra segunda naturaleza. La congregación cumplió lo que había prometido: en ella hemos encontrado a María para siempre. Encontramos a la Virgen en la Congregación: la encontramos para no perderla jamás.

(PK, Plática de constitución de la Congregación mariana, 27 de octubre 1912)

Reflexión elaborada por los Padres de Schoenstatt de Córdoba para el Mes de María de 2010