Lunes 4 de setiembre
Junto al Santuario de Bellavista.
Hoy fue el primer día del Congreso.
Las anfitrionas nos recibieron con alegría y atenciones.
Participamos Alemania, 5 madres y dos Asistentes; Argentina-Paraguay, 7
madres y dos Asistentes; Portugal, 6 madres y una Asistente; España, 3 madres; Brasil, 7 madres y un Asistente; Estados
Unidos, 8 madres y dos Asistentes;
Chile, 11 madres y 2 Asistentes.
A la mañana se desarrolló la reunión de Federaciones territoriales
autónomas. Se decidió dar los pasos formales para la fundación de la Dirección
internacional. El proceso se iniciará
con el pedido a la Presidencia Internacional para que autorice la fundación.
A la siesta tuvimos una visita guiada por el lugar, en torno al Santuario.
A la tarde se celebró la Misa de inicio del Congreso; fue presidida
por el Cardenal Monseñor Ricardo Ezzati y concelebrada por numerosos Padres de
Schoenstatt.
El Cardenal Ezzati nos dejó pistas para la reflexión en estos días de
Encuentro: Volver a reflexionar sobre nuestra vocación.
1
– Nada podemos hacer sin Dios. Dios en nuestra vida personal y
comunitaria, en nuestro carisma. El cimiento de todo es Dios; la
fecundidad de
un carisma, de nuestra vocación se da a
partir de la unión con Dios.
2 – Nuestra vocación tiene una dimensión eclesial. El Señor nos llama a
ser testigos de su amor, a ser testigos de Jesús, en una comunidad; la
comunidad de fe que es nuestra Iglesia.
3 - El futuro del Carisma del
cual nosotras somos portadoras y que el Fundador nos ha transmitido lo podremos
vivir plenamente, sí vivimos la
dimensión eclesial, con toda la Iglesia.
Llevar a María, a nuestro mundo secularizado. Tenemos la gran misión de
poner en manos de María a todos los miembros de la comunidad humana a la que
nosotros acogemos y con quienes tenemos un contacto directo. Evangelizar a los
que están más lejos; a los que están en la “periferia”; a las familias, a los
jóvenes.
4 – Aportar nuestro carisma mariano a la Iglesia, a nuestras Iglesias
particulares. Llevar a los hijos de esta sociedad, a los brazos de la Madre; de
la Virgen María; para bien de la Iglesia y de nuestro pueblo. Nosotros tenemos
un fuerte carisma mariano y debemos aportarlo a la Iglesia. Así, la Virgen
María va abriendo puertas para que su Hijo sea conocido, sea amado, sea seguido
y celebrado en los sacramentos y sea testimoniado en la caridad y el amor
fraterno. Como madres, podemos hacerlo con un estilo materno, bondadoso,
cercano, sencillo y humilde, como hizo la Virgen María.
Que este Congreso signifique renovar el compromiso gozoso de sentirse Don
del Espíritu Santo para este momento de nuestra historia y que podamos
hacer presente a Dios en nuestro tiempo,
con el testimonio alegre de nuestra vida personal y de la vida comunitaria.
A la noche fue la apertura oficial del Congreso. Nos recibieron las
chilenas, vestidas con trajes típicos, con cantos y bailes.
La Jefa territorial de Chile dio la bienvenida.
Vimos un video del P. Kentenich “La carta sobre el Altar”; referente al
hito del 31 de mayo.
Rezamos la oración de la noche y las federadas chilenas que no
participan del Congreso, pero que trabajaron en toda la logística, se
despidieron con una alegre canción típica de Chile.
Durante todo el día, nos fuimos presentando, conversando y conociendo. Se va creando un ambiente cálido, fraterno y festivo.
Van algunas fotos.
Lux Elena